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lunes, 28 de octubre de 2013

PASCUAL ALBANESE , ROUSSEFF CON LA IDEOLOGIA NO SE COME NI SE EDUCA, ANALISIS INTERNACIONAL, CASO BRASIL

El Tribuno - 26-Oct-13 - Opinión


Análisis internacional

Rousseff, con la ideología no se come, ni se educa

por Pascual Albanese


Por orden de la presidente brasileña Dilma Rousseff, una ex guerrillera de la década del 70 presa y torturada durante el último régimen militar, un millar de soldados del Ejército, atrincherados alrededor del Hotel Windsor en Río de Janeiro, impidieron que manifestantes encapuchados de distintas organizaciones de izquierda impidiesen el acto de apertura de los sobres de la licitación de la cuenca del petróleo submarino del Atlántico Sur, en la licitación que ganó un verdadero consorcio global, integrado por la empresa anglo-holandesa Shell con la francesa Total y las compañías chinas Cnnoc y Snopec.

Shell y Total retienen el 20% de las acciones cada una y las dos empresas chinas se distribuyen igualitariamente otro 20%. El 40% restante corresponde a la estatal brasileña Petrobras, porque así lo estipulaba el pliego de la licitación.

El consorcio fue el único oferente en un concurso que muchos economistas tacharon de “pobre” y en el que tampoco participó ninguna firma petrolera estadounidense. La española Repsol se abstuvo a último momento de intervenir, puesto que su socio chino, la estatal SNOPEC, resolvió sumarse a la asociación que resultó triunfante.

Hasta último momento reinó suspenso sobre el desenlace del concurso porque la noche anterior a la apertura de los sobres todavía quedaban en pie seis de las veinticuatro acciones judiciales presentadas para impugnarlo, las que fueron cayendo una tras otra en virtud del eficiente trabajo de un ejército de 300 abogados contratados especialmente por indicación de Rousseff.

En un discurso por la cadena nacional, Rousseff señaló que con esta licitación Brasil inaugura un nuevo camino en su historia y que la fórmula utilizada se repetirá en las futuras licitaciones del pré-sal, término referido a un conjunto de rocas ubicadas en gran parte de las costas brasileñas que anidan una incalculable riqueza petrolífera.

Según Rousseff, “Brasil preserva su soberanía pero está abierto a los inversionistas privados y respeta los contratos, en una vía que indica la internacionalización de los negocios petroleros que, hasta ahora, eran competencia del Estado”.

El gobierno defiende el camino escogido con el argumento de que el Estado brasileño percibirá durante 35 años alrededor de 370.000 millones de dólares, que serán afectados principalmente a inversiones en educación, salud pública y preservación del medio ambiente, según porcentajes que ya fueron establecidos taxativamente por el Congreso.

Relaciones difíciles

Desde el descubrimiento del petróleo en su cuenca marítima en 2006, que posicionó a Brasil como el cuarto país del mundo en materia de reservas petrolíferas, comenzó un arduo debate político. El presidente Lula, que tenía a Rousseff como jefa de gabinete, tuvo que manejarse con cautela para desmontar las prevenciones ideológicas del Partido de los Trabajadores (PT) contra la apertura al capital privado.Lula definió el descubrimiento como “la segunda independencia de Brasil”, porque abría la oportunidad histórica de terminar con la dependencia energética y transformar al país en un gran exportador de petróleo.

Simultáneamente, el tradicional nacionalismo brasileño sintió como una amenaza estratégica la atención puesta por Washington sobre el petróleo del Atlántico Sur. Cuando en julio de 2008 el gobierno de George W. Bush comunicó al canciller brasileño Celso Amorim, ahora a cargo de la cartera de Defensa, la decisión de reactivar la Cuarta Flota, dependiente del Comando Sur, la reacción inmediata fue vincular esa decisión con el interés norteamericano en los yacimientos petroleros del Atlántico Sur.

De allí que la tensión desatada en la relación bilateral entre Brasilia y Washington a partir de las revelaciones sobre el espionaje electrónico estadounidense sobre Rousseff, quien canceló una cita con Obama en la Casa Blanca, se multiplicó al conocerse que ese espionaje electrónico había tenido también como blanco las comunicaciones de Petrobras.

En este contexto, hubiera resultado entonces extremadamente conflictivo que una compañía norteamericana participara de la licitación. Ese vacío generado por la ausencia estadounidense fue ocupado rápidamente por China, que ya desplazó a Estados Unidos como principal socio comercial de Brasil. El gobierno de Beijing instruyó a sus dos compañías petroleras estatales para que intervinieran en el concurso.

Palos desde la izquierda

La reacción de la izquierda brasileña contra la apertura petrolera, sugestivamente coincidente con la que protagoniza la izquierda mexicana contra la reforma energética anunciada por el mandatario azteca Enrique Peña Nieto, se entremezcla con un factor de política doméstica: las alternativas que presentan las elecciones presidenciales de 2014, en las que el PT afronta un impensado desafío.

La novedad reside en que a la clásica oposición de centro, encarnada por el Partido Social Democrático Brasileño (PSDB), que postula al gobernador de Minas Geraes, Aecio Neves, se suma ahora una flamante alternativa de izquierda, encarnada por el Partido Socialista Brasileño (PSB), encabezado por el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, quien acaba de romper lanzas con la coalición gubernamental y establecer una alianza con Marina Silva, una ex Ministra de Medio Ambiente del gobierno de Lula, que renunció al PT y acaba de afiliarse al PSB.

Silva, abanderada del ecologismo y tenaz enemiga de los estragos ambientales de la explotación petrolífera, tiene una fuerte imagen positiva en la opinión pública y es la dirigente política mejor ponderada por las decenas de miles de manifestantes que periódicamente inundan las calles de San Pablo, Rio de Jaineiro y las demás grandes ciudades brasileñas.

El fantasma que aterroriza al PT es que una fórmula Campos-Silva le quite votos por izquierda, impida que Rousseff logre su reelección en la primera vuelta electoral y genere un escenario de ballotage, ya sea con Neves o con Campos, con final incierto. Este temor a la pérdida de votos ”por izquierda” condiciona la actitud política de un ala del oficialismo, pero no al gobierno.

Ocurre que la realidad económica y social tampoco concede tregua a la especulación política. Rousseff y Lula saben que el “modelo brasileño” está agotado, que el país perdió competitividad internacional, que para recuperarla necesita impulsar un gigantesco salto en infraestructura y educación y que los recursos propios son notoriamente insuficientes. La apertura al capital extranjero ya no puede demorarse.

Mientras los efectivos militares frenaban en Río a los manifestantes izquierdistas, un informe del Fondo Monetario Internacional subrayaba que para que Brasil alcance en 2014 una modesta tasa de crecimiento del 3,5% anual (este año lo hará un 2,25% y en 2012 lo hizo apenas un 0,9%) tendrá que incrementar fuertemente sus niveles de inversión.

Rousseff, como su colega uruguayo José Mujica (otro ex guerrillero izquierdista hoy volcado al pragmatismo económico), aprendió que con la ideología no se come, no se cura ni se educa y que a veces el Ejército también tiene que reprimir.


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domingo, 24 de marzo de 2013

NELSON MAICA C., CUAL LUZ

01.    ¿Qué influye en nosotros, los venezolanos, para situarnos en la historia, para relacionar nuestras expectativas hacia el futuro, nuestras tradiciones y nuestras iniciativas en el presente?
02.    ¿Lo hemos pensado, analizado, revisado a plazos? ¿Por qué? Sí, hay que analizarlo. Hay que pensarlo. Hay que imaginarlo. Hay que tomar conciencia. Solos y colectivamente.
03.    Seguramente una parte responderá que influye: la ideología; otra, la utopía; y, una tercera: eso es tema de los educadores, politólogos, sociólogos, etnólogos, filósofos, poetas, pensadores, etc., de la fe; de una revelación; del espíritu. Hay más.
04.    No es fácil, tampoco plantearlo. Es conflictivo. Es polémico. Hasta peyorativo para algunos. Pero hay que hacerlo porque nos conviene entender la función que cumple dentro de nuestra imaginación personal y colectiva.
05.    Se usan con cierta facilidad los términos ideología y utopía, sobre todo para polemizar, para describir. Cada uno de ellos presenta, al menos, dos aspectos, positivos y negativos.
06.    La mayoría de las veces nos contentamos con definir la ideología como: a. el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, una sociedad o una época; b. una doctrina filosófica centrada en el estudio del origen de las ideas; c. cosmovisión; d. la ciencia que estudia las ideas y las relaciones entre los signos que la expresan; e. conjunto de ideas cuya relación con la realidad es menos importante que su objetivo (evitar que los oprimidos perciban su estado de opresión); f. una herramienta de control social para despojar al ser humano de su libertad, transformándolo en parte de una masa manipulable; g. como un proceso de distorsiones y disimulos mediante los cuales nos ocultamos, por ejemplo, de nuestra posición de clase, de nuestro modo de pertenencia a los diversos grupos de los que participamos. Usted, seguramente, tiene una.
07.    O sea, algunas veces, la hacemos parecer como una artimaña social, como un sueño protector de nuestro estatus social.
08.    De la utopía, diversas veces decimos, que es una evasión de lo real, una suerte de ciencia ficción enredada con la política. Rechazamos la disciplina de los proyectos utópicos y su logística. Se le toma, también, como una forma de soñar sin tomar en cuenta las condiciones con relación a la situación actual.
09.    Ideología y utopía forman parte del ideario, de la imaginación social; tienen funciones y significados distintos. ¿Se relacionan? Sería interesante investigar.
10.    Ideología. ¿Es una simulación, un disimulo? En Alemania, Francia, allí se uso mucho el término ideología. K Marx (escritos económicos políticos), la ideología alemana. En Francia, Etienne Bonnot de Condillac y sus seguidores.
11.    La ideología era un análisis de las ideas formadas por el espíritu del hombre.
12.    Para Napoleón Bonaparte los “ideólogos” constituían una amenaza para el orden social e hizo popular esa forma peyorativa del término: “ideólogos”.
13.    K Mark escogió una metáfora para definir ideología. La metáfora de la inversión de la imagen en una cámara oscura de fotografía. La primera función de la ideología es producir una imagen invertida de la realidad. Así la entendía Marx. Además tenía aplicación y uso.
14.    La aplicación la tomo de Ludwig Andreas Feuerbach, 1804-1872, alemán, filosofo, antropólogo, biólogo, critico de la religión, considerado el padre del humanismo ateo. Su materialismo crítico tuvo gran efecto en Marx, Stiner (Johann Kaspar Schmidt), Bakunin (Mikhail Alexandrovich Bakunin), F Engels, etc., en todo el denominado materialismo histórico.
15.    Selecciono a la religión como elemento distorsionador, disimulador de la realidad. Seguiremos.
Tips:
•        Si buscan y/o quieren un culpable deberían empezar por la isla gulag y sus carceleros.
•        Los cristianos entierran a sus muertos.
•        “Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas (las leyes que tenían que cumplir los demás, ellos no). Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí (Maestro, Maestro). Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis, vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando (no reciben ni dejan que otros reciban La Palabra de Jesús). ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor "condenación". ¡Ay de vosotros escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros "hijos del infierno", "fariseos hipócritas", "hijos del infierno”,” dos veces hijos del infierno". Que decís: Si alguno jura por el templo no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato (aparentan ser buenos), pero por dentro estáis llenos de robo e injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio. ¡Ay de vosotros escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, (aparentan ser buenos) mas por dentro están llenos de huesos de muerto y de toda inmundicia (sus intenciones son perversas). Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! ¡engendro de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad; para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación" (Mt. 23, 1-36). ¿Son, además, fariseos o lo que es lo mismo hipócritas?
•        Pensadores del siglo XX: THEODOR ADORNO, 1903-1969, (Theodor Ludwig Wiesengrund Adorno), nació en Fráncfort, Alemania y murió en Viège, Suiza, fue un filósofo que también escribió sobre sociología, psicología y musicología. Se le considera uno de los máximos representantes de la Escuela de Fráncfort y de la teoría crítica de inspiración marxista. Doctor en filosofía en la Universidad Johann Wolfgang Goethe. En 1925 fue alumno del compositor Alban Berg en Viena. En el año 1933 viaja a Gran Bretaña y también Alemania; allí adoptó el apellido de soltera de su madre, Adorno, para firmar unos artículos en los que aplicaba los conceptos marxistas a la filosofía y la música. En 1938 se translada a Estados Unidos, donde trabaja con Max Horkheimer en la elaboración de Dialektik der Aufklärung (Dialéctica de la Razón, 1947). Adorno y Horkheimer regresaron a Alemania en 1949 y enseñaron en Frankfurt desde 1951. A diferencia de Horkheimer, Adorno siguió trabajando en el tema de la división de clases en un libro titulado “Mínima Moralia” (1951), una explicación al colapso de la civilización europea durante la II Guerra Mundial, en Jargon der Eigentlichkeit (Jerga de autenticidad, 1964), critica al filósofo pro-nazi Martin. Falleció el 6 de agosto de 1969. Adorno entrelaza estrechamente la investigación filosófica con la sociología y psicología y declara que se inspira en Hegel, Marx y Freud. Pero, por un lado, se refiere a Hegel para insistir en el absolutismo de la razón y en el carácter negativo o dialéctico de la misma razón, ignorando o desconociendo la identidad positiva de realidad y racionalidad que es la tesis fundamental de Hegel. La influencia de Adorno se debe a los conceptos que elaboró en unión con Horkheimer como el de 'razón instrumental', que habla de la corrupción de los ideales de la Ilustración bajo los actuales sistemas de dominio; 'la cultura industrial', que transforma obras de arte en objetos al servicio de la comodidad; y 'la personalidad autoritaria' de los conformistas, que prefieren obedecer órdenes antes que afrontar y superar las dificultades cotidianas.
•        Parece que escasean, por ahora, las divisas, insumos de todo tipo y naturaleza, la materia gris y el valor republicano.
•        ¿Repetimos la historia: Exclama Musiu Pancho: “¡Bochinche, bochinche, esta gente no sabe hacer sino bochinche”!?
•        ¡Inexplicable! ¡Insólito! ¿Se ha dado cuenta la manera, la forma, como la oposición le hace propaganda al oficialismo? Observe y lo notara. ¿Cuántas y de cual manera lo cita a cada momento?
•        Declaración universal sobre la democracia adoptada por el Consejo Interparlamentario en su 161º sesión. El Cairo. Egipto. Septiembre de 1997: 6. “La democracia es inseparable de los derechos enunciados en los instrumentos internacionales mencionados en el preámbulo. Por consiguiente, esos derechos deben aplicarse de modo efectivo y su ejercicio correcto ha de estar acompañado de responsabilidades individuales y colectivas”
 “Ninguna nación fue destruida jamás por el comercio”, Benjamín Franklin.
nelsonmaica@gmail.com

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domingo, 22 de abril de 2012

CARLOS SCHULMAISTER, LA PIEL DE LA HUMANIDAD

El autor estudia las formas en las que se presenta la humanidad de los hombres, representada por la encarnación de la cultura en los sujetos, y a las que llama pieles por su semejanza con el calce estrecho de la piel natural sobre el cuerpo físico. Para ello analiza los principales moldes en los que se expresan los contenidos simbólicos más constrictores de la subjetividad, desglosándolos con fines pedagógico didácticos.

INTRODUCCIÓN

La realidad no existe sin el género humano ni éste sin aquella. Ambos términos se referencian,  definen y concretan mutuamente en los incontables actos de conciencia de los seres humanos. La totalidad de estos actos a lo largo del tiempo constituyen la historia, o lo que es lo mismo, la historia de la producción de lo humano, de la humanidad de los hombres, de aquello que demuestra su singularidad frente a todos los demás seres vivientes, de aquello que hace a los hombres humanos.

Puesto que lo humano se construye en procesos históricos que tienen causas, fines, ritmos y modalidades históricamente cambiantes se encuentra en un constante ir siendo que otorga provisoriedad  a toda definición, a toda afirmación. En consecuencia, la realidad también cambia históricamente, es decir, situadamente, en coordenadas espacio-temporales concretas y en todas las escalas que se consideren.

Lo dicho hasta aquí implica (más allá de la obvia nota de diversidad y cambio constante de los hombres y de la condición humana) la necesaria admisión de que la esencia de lo humano nunca puede ser definida de una vez y para siempre. De ahí que en base a lo ya conocido (en tiempo pasado) no pueda determinarse lo humano en el futuro, por más que los hombres lo sueñen, imaginen y deseen a la medida de sus expectativas presentes, puesto que el mundo de la cultura es el mundo de la libertad, no de la necesidad.

Lo humano, la cultura lato sensu, aquello de lo cual podemos decir algo, ha sido y es observado, puesto a prueba, interpretado, explicado y conocido, tanto intuitiva como científicamente, para  reducir el campo de lo incógnito. Consecuencia de esas actividades y de esa actitud plenamente humanas es la de facilitar las interacciones humanas, es decir, la producción y reproducción de la realidad.

A esos efectos el conocimiento es el camino indicado toda vez que permite articular los elementos de la realidad –desde las unidades hasta la totalidad- en nociones, ideas, categorías, teorías, estructuras, sistemas y paradigmas explicativos de crecientes niveles de complejidad e integración, de tal modo que desde ambos extremos de esa serie se puede, por un lado, dar cuenta de la totalidad en las partes y partículas, y a la inversa dar cuenta de éstas por su pertenencia a la totalidad.

Del análisis de la realidad se obtiene aquella serie instrumental de significantes y significados, serie que condensa la complejidad de las relaciones entre los infinitos elementos componentes del sistema de signos, significados y sentidos. Remontando esos peldaños se llegará luego a las síntesis explicativas finales.

No obstante, cada una de ellas, resultante de la analítica de división y subdivisión cognitiva de los fenómenos de la realidad, es simultáneamente síntesis de elementos concernidos dentro de ella, tanto teórica como aplicadamente.

Conocer implica tanto una suerte de fijación y condensación de significados como una producción de otros nuevos. Dicho de otro modo, el pensamiento abate significados tanto como los instala y conserva provisoriamente. De modo que todo cambia, aunque no cambie al mismo tiempo.

Una forma de reducir la complejidad cognitiva de lo humano es estudiar en qué moldes se expresa, o lo que es lo mismo, reconocer modelos de comportamiento colectivos, formas en las que se vuelca la complejidad y la magnitud desmesurada de lo humano, tal como si fueran ropajes o vestimentas al uso de carácter general, es decir, comunes a las sociedades de todo el mundo en todos los tiempos, aunque en algunos momentos alguno de ellos haya tenido mayor o menor predominio.

En esta ocasión voy a utilizar el término piel en el sentido de vestiduras simbólicas que todos los hombres llevan puestas y de las que no pueden desprenderse una vez puestas sobre su naturaleza, salvo excepcionalmente, tanto así que algunas parecen corsets que comprimen y rigidizan sus concepciones básicas en múltiples fenómenos sociales como la etnia, la cultura de base, las creencias religiosas, la política y eso llamado Patria. 

LA PRIMERA PIEL
Si bien la piel que cubre nuestro cuerpo es “la piel”, una piel real, material y visible, de orden biológico, que habitualmente damos en considerar como naturaleza, ella es mucho más que naturaleza pues es también cultura, y por ende sociedad.

Dicho así, trasciende el lugar que a primera vista se le atribuye, o sea el de la parte externa de nuestra dotación física. Es decir, esa piel también  es el lugar donde nuestro yo (el de cada uno) tiene su habitat, y donde el complejo naturaleza/cultura se halla situado, representado y referenciado en cada ejemplar particular del género humano. La antropología del comportamiento humano ha mostrado acabadamente las estrechas relaciones entre naturaleza y cultura en el equipaje físico de los humanos, en aspectos como la fonación, la tonada, las formas de caminar, de sentarse, de saludar, de mirar, etc.

También la piel aloja y oculta el núcleo de lo íntimo, de lo personal, tanto lo visible como lo invisible de cada uno ante los ojos de los otros que pueden mirarnos o leernos. La piel es la primera frontera, o la frontera por antonomasia de nuestros respectivos yoes porque nos contiene, nos limita y nos expresa, especialmente en tanto conciencia alojada en ese sustrato físico al que a su vez trasciende y es trascendida.

En la piel, por encima y por debajo de ella, se inscribe y se referencia lo particular, lo propio de cada uno, por más que en rigor de verdad nada nos sea originariamente propio. Aquí digo propio en tanto construcción consciente e inconsciente del propio ser (lo que deseo ser, lo que soy y lo que aparento ser) alojado en su correspondiente unidad o ejemplar corpóreo. En este sentido, la piel dice y nos dice que somos lo que vivimos. Lo que vivimos socioculturalmente.

La conciencia no nace en el cuerpo sino con el cuerpo, a partir de estímulos y reacciones originados dentro y fuera de éste, en contacto con el medio y con los demás humanos, transformándose constantemente en relación con los desarrollos biológico, psíquico, intelectual, moral y espiritual tanto particulares como colectivos.

El cuerpo, originariamente soma, será también gradualmente conciencia. Ésta opera con contenidos de ideas y representaciones resultantes de los procesos de interacción del complejo humano de cada individuo, entre el adentro y el afuera de la piel, en orden a los merecimientos, cuidados, deseos y gratificaciones que ellos mismos o los demás conceden o niegan a esas dos dimensiones encarnadas en un individuo para configurar su yo. Algunos individuos crecen en una o ambas direcciones, otros clausuran por si o por voluntad ajena alguna de ellas, o ambas… como  viene sucediendo desde que se convirtieron precisamente en humanos, o sea en animales “inteligentes”.

Esta condición, fruto de ese inefable atributo que es la inteligencia, se forjó a través de los intercambios que metafóricamente permearon el reducto corporal y psíquico de los humanos, desde la hominización hasta hoy, suscitados por fenómenos envueltos en términos hoy comunes y hasta con cierta opacidad, pero siempre trascendentales, como son los de necesidad, atracción, incitación, desafío, curiosidad, respuesta, deseo, adaptación, etc, como podrá verse, a título de ejemplo, si intentamos responder sencillamente cómo se originó el perfume. ¿Acaso en una bella flor que estaba fuera de la piel de un circunstancial humano?, ¿o en sus órganos del olfato? Obviamente, en ambas.

Lo cierto es que desde la primera vez que ello ocurrió los humanos experimentaron el placer de los aromas agradables y cuidaron y cultivaron las flores aromáticas, sin olvidar el desarrollo consiguiente en el campo cognitivo al ser capaces de crear ideas y palabras, inmateriales, para aludir a ellas, seguidos más tarde por la producción de los perfumes, o sea contenidos y envases materiales, y también por los descubrimientos y transformaciones sensitivas y emocionales que en ellos encarnaban a través de la experiencia. 

Así, de a poco, a lo largo de su parábola histórica, los humanos se convirtieron en sujetos mientras construían y modificaban su conciencia en punto a sus contenidos, sus implicancias y las consecuencias de su gravitación o peso real en sus vidas.

En tanto aumentaba el espesor y la densidad de sus conciencias como equipamiento genérico  también aumentaba y se ampliaba la representación de lo externo, descubriendo, concibiendo y conquistando crecientes espacios de acción real y virtual a los que fueron llenando de infinidad de prótesis, consistentes en objetos, designaciones y vínculos, es decir, más contenidos y más envases que a su vez alojaban más significados y más sentidos. Éstos se fueron articulando en redes de significación sencilla, luego en teorías y sistemas, que no son otra cosa que pensamientos y creencias, mezclados en un amasijo nunca separable totalmente, y que constituye la expresión de lo que en nuestro planeta y desde nuestra condición se da en llamar creación inteligente.

Resumiendo, la primera piel es nuestra referencia individual material y simbólica en lo corporal, sensorial, intelectual, espiritual, emocional y actitudinal en tanto que individuos y sujetos. Es la referencia que nos devuelve el espejo y la que en conformidad o a despecho de ella nos forjamos en nuestra conciencia respecto de nosotros mismos individualmente considerados, y la que sintéticamente exponen hacia adentro y hacia fuera de cada uno las respectivas denominaciones con las que somos conocidos por los demás, a saber nuestros nombres y apodos particulares.

De modo que esa primera piel es, en sentido simbólico, límite o referencia individual del yo en tanto sujeto y objeto de actos inteligentes. Cuerpo, mente y espíritu en una trabazón particular, singular y cambiante, resultante de la conexión dinámica con lo externo, es decir, fruto de toda clase de intercambios con sentido y simultáneamente objeto de ellos.

Esta primera piel es la que ciñe el cuerpo de cada ejemplar humano, la que lo acota primariamente como tal. Por tanto, es la menos lábil de todas las pieles que los hombres se calzan en esta etapa de la historia de su especie, o bien es lábil hasta cierto punto y no mucho más allá.

Sin embargo, esta piel se muda. Cambia permanentemente sin que lo veamos, al compás de los intercambios que los humanos realizan tanto genérica como particularmente en contextos donde la dinámica del cambio es la regla. No obstante, la percepción del cambio de esa piel es más fácil de realizar desde un punto de vista situado fuera de uno mismo que dentro un si mismo.

LA SEGUNDA PIEL
Lo de afuera, eso que cada vez se va ampliando más a lo largo de cada existencia humana y, obviamente, de la historia de la humanidad, eso que se llama cultura, constituye la segunda piel: un infinito complejo material y simbólico que habrá de generar nuevos y más refinados objetos y métodos para producir renovados estímulos para la afirmación del yo individual.

La cultura produce también la conducta social, que funciona como patrón, molde y modelo de participación a la vez que como disciplinadora y como modo de control social en relación a la distinción, consolidación y definición de lo que es, lo que no es, de lo que debe ser y lo que no debe ser un ser humano en ese infinito espacio de la conciencia individual en interacción no con una conciencia colectiva, inexistente por lo demás, sino con muchas otras conciencias individuales en torno a objetos de toda clase y a consideraciones múltiples, diversas, similares, opuestas, contradictorias.

De ahí que, en algún momento, la conciencia y la conducta individuales no sólo se distinguirán de las conductas colectivas por mera comparación. Todo fenómeno expresa lo que denota, pero también lo que connota en las percepciones individuales dinámicas de los integrantes de una sociedad. Individuo y sociedad, que marchan siempre juntos, cada vez más se confrontan a lo largo de la vida individual y de la historia indagando lo que cada uno tiene del otro.

Ese mundo humano que es la cultura y que inicialmente está afuera de cada sujeto pero se infiltra en su intimidad, es internalizado en el yo, convirtiendo cada vez más en imprecisos e inestables los límites entre éste y aquella.

Esa internalización simbólica o socialización se realiza básicamente mediante el lenguaje, el cual no es sólo un vehículo de significantes y significados, sino también un procedimiento y una forma particular de producción del pensamiento que caracteriza, distingue, forma e informa la percepción, la comprensión y la expresión del mundo en el espacio de encarnación de lo social y lo particular de cada sujeto.

Esta segunda piel representada por lo cultural en sentido amplio marca en el individuo espacios, delimitando un interior y un exterior que lo trascienden en relación a los grupos de pertenencia que integra, lo cual se repite en cada uno configurando lo mío y lo tuyo, lo nuestro y lo vuestro, lo propio y lo ajeno, nosotros y ellos, pero sobre todo, configurando su subjetividad.

Así, el lenguaje estaría en una zona fronteriza entre la primera y la segunda piel, estrechamente ajustado entre el psiquismo, la conciencia y el mundo.

Esa segunda piel posee muchos elementos en común con los de otras culturas, así como también singularidades o colores locales, que se repiten  al interior de grupos de dimensiones variables como el clan, la tribu, la aldea, la nación, la humanidad, etc.

En tanto ella representa lo cultural en sentido amplio marca en el individuo espacios simbólicos, delimitando un interior y un exterior que lo trascienden en relación a los grupos de pertenencia que integra, lo cual se repite en cada uno configurando lo mío y lo tuyo, lo nuestro y lo vuestro, lo propio y lo ajeno, nosotros y ellos, pero sobre todo, configurando su subjetividad.

En tanto que frontera, la cultura no sólo configura espacios geográficos sino sociales y políticos con formas y colores determinados. A partir de ellos gravitará crecientemente sobre la primera piel el peso de esta segunda piel cada vez más inmanejable desde el lugar de la primera. Y ello debido al creciente peso del complejo normativo heterónomo con su consiguiente poder coercitivo y disciplinador sobre individuos y grupos.

Cultura tradicional o  moderna, creencias, supersticiones, religiones, usos y costumbres, modas, snobismos, políticas culturales, ideologías, etc, han tenido y tienen un creciente peso en la configuración de la conciencia y los comportamientos individuales a tenor de sus particulares preferencias, inclinaciones, devociones, opciones y determinaciones externas a ellos mismos

Esta piel cada uno la ciñe en forma genérica pero también personalizada, es decir, con adecuación a los alcances y características de su primera piel en lo que de más particular posee. No obstante, puede resultar de ello que la segunda le resulte exigua, o por el contrario demasiado amplia,  independientemente de sus vivencias particulares, por lo cual puede sentirla como un ropaje opresivo que lo aprieta, sofoca o asfixia –incluso hasta puede ocasionarle su fin- o por lo contrario, puede ser tan holgado que pudiera parecer que no se lo lleva puesto.

Lo que nunca podrá ocurrir es que alguien carezca de ella, pues siendo así tampoco existiría la primera piel con la significación y simbolismo que su desarrollo normal permite alcanzar a cada individuo. Esto último -lo digo rápidamente- se produce cuando existe libertad real en el individuo, lo que equivale a capacidad y libertad de pensamiento y de acción, o sea, cuando la voluntad individual está viva, cuando no es meramente virtual.

Finalmente, la diversidad ínsita de la cultura se relaciona con la constante dinámica del cambio. Todo cambia, lo de afuera y lo de adentro, y no es que una parte desaparezca mientras otra se conserva. No sólo lo presente, lo que aparece, es lo que define algo; también se define por lo ausente, por lo que no aparece. De ahí que lo correcto es reconocer que todo se transforma, parcial o totalmente, pero aún en este último caso siempre es posible rastrear los elementos residuales de lo anterior. Tanto en el exterior como en el interior de cada subjetividad.

Transitivamente, la encarnación de la segunda piel conlleva también el cambio del individuo, no sólo como reflejo sino como voluntad de cambio subjetiva.

Con todo, las mudas de esta piel, para ser estables y auténticas, requieren de contextos socioculturales con esas mismas características. En contextos impropios, las mudas pueden no ser tales sino desvestimientos forzados.

LA TERCERA PIEL
Hasta aquí hemos puesto de relieve que todo mundo tiene una segunda piel cuyos contenidos generales y particulares son tanto similares como diferentes a tenor de las particularidades culturales a que se refieran, pero todos la tienen, es decir, nadie escapa a sus influencias de diverso tipo, peso y densidad. Dicho de otro modo, la cultura está en nosotros y nosotros estamos en la cultura.

Lo que sí es posible distinguir a lo largo del tiempo y del espacio es la existencia de determinados campos de una cultura concreta ejerciendo una hegemonía destacada sobre otros. Tal el caso de las culturas de fuerte raíz étnica, religioso confesional, y político ideológica, entre las más destacadas. En estos casos el peso de cada una de ellas sobre la identidad individual, o la construcción de la subjetividad, suele tener un carácter determinante que puede ir de lo invisible, normal y correcto hasta resultar opresivo, represivo y asfixiante para los sujetos.

Por caso, culturas étnicas tanto paleolíticas como neolíticas, endógamas, cerradas, conservadoras, jerárquicas, uniformizadoras y  represivas. Ello así tanto en el pasado como en el presente más actual, tanto en sociedades tribales como nacionales. Ejemplo clásico es el de la mayoría de los pueblos originarios o autóctonos de América, África, Asia y Oceanía; amén de los semitas, los gitanos, los anglosajones y los caucásicos en general.

En el aspecto religioso confesional tenemos culturas pasadas y presentes, tanto tribales como civilizaciones, con ciertas características similares a las de las culturas étnicas. Por caso el cristianismo y el catolicismo durante dos mil años –no sólo en la Edad Media- con notas muy conservadoras, rígidas y autoritarias; también los fundamentalismos religiosos islámicos y ciertas comunidades religiosas de base cristiana y no cristiana que bien pueden ser consideradas como ejemplo de fundamentalismo, como es el caso de los menonitas y los mormones.

Se incluyen aquí no sólo prácticas populares, o la historia de los aparatos eclesiásticos respectivos sino también consideraciones teológicas del judaísmo, el cristianismo, el catolicismo o el islamismo, el budismo, el hinduismo y otros  signados por elementos reacios al cambio e inclusive a la discrepancia individual íntima. También muchas otras concepciones, doctrinas y confesiones de todos los tiempos, aún admitiendo a priori que algunas escapan a esta caracterización, como por ejemplo, la famosa mitología griega y su rol en la sociedad de Grecia antigua. 

Por último, en lo político ideológico contamos con ciertas experiencias históricas destacadas por lo ominosas, como las de los países comunistas, el nazismo y el fascismo, actualmente ya casi desaparecidas, o en profunda transformación salvo la excepción de Cuba y Corea del Norte, en tanto el omnipresente populismo latinoamericano actual goza de gran vitalidad.

Estos tres sistemas culturales dominantes (él étnico, el religioso y el político) se distinguen por su  carácter totalizador y totalitario, basado en el peso de dogmas y relatos y de las más sofisticadas modalidades de manipulación, disciplinamiento y control de los comportamientos y las mentalidades de los individuos, buscando destruir su subjetividad para adocenarlos en calidad de masa robotizada.

De modo que cada uno de ellos puede constituir una suerte de tercera piel por la preeminencia que ocupa al interior de los condicionamientos culturales en general, es decir, los de la aquí considerada como segunda piel.

Vale aclarar que decimos “tercera” en relación con nuestro trayecto de explicación a los lectores, siendo en realidad contemporánea de la anterior en cuanto a su formación, al punto de que cualquiera de ellas puede ser considerada como una subparte de la cultura global correspondiente.

No obstante, es frecuente y hasta lógico que los tres subsistemas se presenten conjuntamente, articulados y hasta fusionados en un único complejo hegemónico como ha sido el caso de la sociedad católica medieval y de los actuales países con fundamentalismos islámicos. 

Los he considerado como una tercera piel, ya sea privilegiando alguno de ellos o bien en su conjunto, en tanto su concreto poder constrictor sobre la configuración de la subjetividad es superior al ejercido por la segunda piel, es decir, por la cultura (lato sensu) que los contiene. 

Resaltan en esta tercera piel  su carácter ideal, su inmaterialidad originaria, especialmente en la religiosa, ya que el principio generatriz más importante es la idea de Dios, una idea tan poderosa que configurará impresionantes transformaciones históricas en la cultura material y en los comportamientos objetivables, así como en el campo de las ideas y las prácticas individuales y sociales, privadas, públicas e institucionales que le  dan sustento. Pero que sin embargo, lo más poderoso y constrictor que posee es el vínculo personal de subordinación que establece entre Dios y cada uno de los humanos.

Vínculo que tradicionalmente suele denominarse como “fe”, desde una lógica legitimista, pero que aún admitiendo este supuesto carácter puede agregársele otro de no menor importancia y presencia real en el fenómeno vincular religioso, como es el temor, el miedo a lo desconocido. Aquí es dable observar el carácter constrictor u opresivo de dicho vínculo y en  consecuencia el poder coercitivo de las organizaciones religiosas creadas a su servicio.

El vínculo entre la idea de Dios y la conciencia individual generalmente es presentado por los creyentes como de origen autónomo, pero un estudio imparcial revela fácilmente su carácter heterónomo y unidireccional proveniente fundamentalmente de la educación religiosa previa, a lo cual se añade, por el carácter abstracto de la idea de Dios el miedo a lo desconocido, incluyendo el miedo a los relatos míticos acerca del principio y del fin de la humanidad. En tanto que los vínculos generados entre los aparatos religiosos y sus correspondientes feligresías puede ser analizado no sólo desde lo religioso, sino también desde lo sociológico, lo político, y hasta lo económico.

Otra característica del peso e importancia de la religión sobre las conciencias de los creyentes es su gran perdurabilidad en condiciones de casi ausencia de cambios. Así, todo aquello que originariamente pudo haber sido mito, pasó a ser más tarde religión, a tener teología y doctrina y organización social al servicio de ese vínculo personal y social del individuo y de los grupos con el Dios de que se trate. De modo que se pasó de las incertezas al dogma, congelándose en este punto.

Como ya dije, si bien es posible reconocer actualmente sociedades donde el tradicional peso en la construcción del yo por parte de esta tercera piel se encuentra en retirada, también es posible hallar simultáneamente otras en las que predominan fundamentalismos religiosos que controlan no sólo partes sino la totalidad del poder social en sentido amplio.

En consecuencia, es difícil escapar totalmente a los influjos de estas pieles, la étnica, la religiosa y la política. En nombre de alguna de ellas, o de las tres, los humanos matan y ofrendan sus vidas a entelequias de tremenda gravitación como han sido y son la tribu, la nación, la confesión religiosa o el partido político. Y en nombre de ellas transmiten sus amores, sus agravios y sus odios a  sus descendientes y a sus prójimos.

Liberarse de estas pieles a conciencia es muy difícil. Sólo muy pocos son capaces de hacerlo Las sensaciones y sentimientos de culpa y temor por dejar de  pertenecer, de ser y de parecer a lo que con esas pieles supuestamente se adscribe, se es y se parece pesan mucho en la conciencia de los individuos, sobre todo cuando las características de la segunda piel en general se corresponden con sociedades cerradas, poco proclives al cambio y a las libertades individuales en el más amplio sentido.

LA CUARTA PIEL
Voy a referirme a otra piel, a otra coraza o ropaje simbólico que determina o condiciona fuertemente, según los casos, la constitución de la identidad individual con acentuados rasgos totalizantes y autoritarios, tanto o más -según sean las concepciones al respecto- que las que he desglosado precedentemente y clasificado como tercera piel. El orden en que las he presentado obedece exclusivamente a los fines educativos, y no porque se hallen jerárquicamente ubicadas de esa manera. Por lo tanto, bien vale reiterar que constituyen desgloses de la segunda piel.

Se trata de las ideas de patria y patriotismo, tal como se conocen en lo que damos en llamar la concepción metafísica de la patria. Por razones prácticas recurro me refiero a esta concepción escribiendo Patria con mayúscula, como hacen quienes la personifican.

Si bien esta idea ya se conocía en la Roma antigua, donde es claramente denunciada como un instrumento de dominación de los ricos y poderosos sobre las clases sometidas, la mejor versión legitimadora de esta concepción es la que proviene de la alianza ideológica entre el acervo teológico del catolicismo, el tradicionalismo monárquico, el nacionalismo, los estados sacerdotal y militar y el Estado-Nación. Alianza que llegó a la cima de su poder de dominación sobre las multitudes durante los siglos XIX y XX.

El resultado ha sido una concepción etérea de Patria que se exhibe literariamente como expresión adventicia de Dios en la tierra.

De ahí que esta piel particularísima tiene un estrecho vínculo con la piel representada por las creencias y prácticas religiosas, en Occidente las de la Iglesia Católica. Asimismo es causa y efecto del surgimiento y vigencia de las ideas nacionalistas, las cuales hallan de este modo una filiación de procedencia celestial. En este sentido la lucha política del buen cristiano en la tierra es considerada por sus sostenedores como reflejo de la lucha entre Miguel y Satanás, o sea entre los ángeles buenos y los ángeles malos.

También puede considerarse como la que mejor representa lo que mencionamos como tercera piel. Pongo como ejemplo las exaltaciones patriotistas (permítaseme el término) llamadas fascismo y  falangismo en el mundo español, las de los sectores conservadores de derecha de los EE.UU. con su exclusivismo racial blanco, sus odios raciales y sus metas de dominación mundial. Asimismo pertenecen a ella el nazismo alemán y sus derivas contemporáneas y posteriores a su caída en la Europa eslava.

A mi juicio esta piel constituye la peor de todas al concebir la condigna conducta política del cristiano de esta versión como un patriotismo nacido de un supuesto mandato divino de un Dios que antes de “volverse” universal fue un dios local o nacional.

Patriotismo de mandato es vínculo vertical descendente. Sin embargo, puede concebirse –y de hecho así ocurre- otro patriotismo, horizontal, basado no en mandatos ni miedos sino en el amor al prójimo descubierto por los propios hombres. Un patriotismo cotidiano de la convivencia práctica que supere las fronteras territoriales, los ejércitos y todo tipo de exclusas que impidan el objetivo más humanista de tener una patria mundial de paz.

En suma, una irracionalidad monumental y monstruosa con una estética que ha llegado a alturas sublimes para justificar las peores aberraciones, como ha sucedido largamente en la historia, y con una parafernalia de ritos y fetiches para extender más su influencia y su gravitación conceptual pero fundamentalmente emocional y sentimental en la constitución del yo de millones de robots despersonalizados, o masas, que en cada experiencia histórica de este tipo fungen de rebaños, de claques o de guardias imperiales del César de turno, siempre con supuesto agrado de un Dios paternal que supuestamente se regocija  con esos delirios en realidad simplemente humanos, demasiado humanos.

CONCLUSIÓN
Los humanos estamos siempre vestidos aun cuando estemos desnudos. Todo nos viene de afuera -y de arriba según algunos-. Pero todo se encarna en la piel primera, y lo hace personalizadamente, no estandarizadamente.

Cada individuo es un interior para si, pero es un exterior para los demás. De modo que la primera piel es primera para uno mismo pero es segunda para los demás.

La primera piel representa la piel individual con su capacidad de reflejar lo externo como si fuera un espejo, pero también con la capacidad de rechazarlo. Aceptar y rechazar como ejercicio de la voluntad individual libre, sin coerción ni trampas, pero también aceptar y rechazar por errores de conocimiento, por miedo, por cálculo y por engaños.

De alguna manera esa piel evidencia las posibilidades y los obstáculos personales para conocer la verdad y la libertad de obrar en consecuencia, y simultáneamente las características del sistema en que cada individuo vive en sentido humano.

La segunda piel es la de la cultura preexistente a la llegada de cada nuevo ser humano al mundo, especialmente la de la cultura contextualizadora de cada existencia individual.

Las terceras pieles y aún la cuarta son desgloses analíticos de la segunda que se destacan por su desarrollo histórico y su tremendo poder modelador sobre los individuos en los aspectos antes mencionados.

Sin embargo, la condición de individuos en el mundo actual no atribuye ni representa un estado de autonomía y auto soberanía, sino espacios residuales de  libertad que todavía no han sido expropiados por la cultura, ni por la vida colectiva, ni por los mitos, las creencias y las supersticiones, ni por el Estado, valiéndose del ejercicio del poder, la fuerza, la violencia, el engaño, la mentira, el temor, etc, ni tampoco concedidos desde el individuo cuando la fuerza, la violencia, la mentira y el engaño han sido internalizados y legitimados por éste en su conciencia o sedimentados en su inconciente.

Para terminar, parece que nada cambia y todo cambia. Lo social es esencialmente cambiante, de ahí que la segunda piel registra los cambios producidos fuera de cada uno y sus encarnaciones en cada uno.

Los ritmos de los cambios son particulares y situados, por lo tanto variables y fluctuantes. Pero no todos pueden ver los cambios en la realidad total ni todos los cambios en todos los campos de la realidad total son necesariamente visibles ni perceptibles.

Algunas personas pueden disociar los comportamientos correspondientes a las pieles particulares de la cultura o segunda piel, y hasta pueden percibirlas analíticamente posicionándose frente a ellas en forma conciente. Pero no es lo habitual. Lo más frecuente es que todas ellas sean percibidas y vividas como un entramado indisoluble, o al menos de difícil separación.

Precisamente los que hemos clasificado como representativos de la tercera y cuarta pieles suelen ser muy notorios y visibles en los momentos y coyunturas que llevan a su aparición, crecimiento e instalación. Cuando se presentan situaciones de interpelación o impugnación de aquellas los sistemas sociopolíticos existentes se resienten en muchos niveles y lugares con grados de riesgo y peligros muy diversos. La historia lo demuestra acabadamente.

Inexorablemente más tarde o más temprano, en forma imperceptible o evidente, para unos sí y para otros no, lo conocido se vuelve extraño y la verdad deja de serlo. Pero una vez lograda una nueva situación de estabilidad lo novedoso se torna paisaje habitual, se naturaliza, y aquello que pudo haberse percibido como pesado, gravoso, rígido, sofocante y temible puede dejar de ser percibido de esa manera.

En estas condiciones todo el campo de la segunda piel como producto y espacio simbólico se torna natural para el sujeto pues la lleva tan adherida a si mismo que se vuelve una única piel. Y así, la condición de humanidad se define desde las circunstancias particulares vividas, porque ya es imposible la conciencia de sujeto frente al mundo. Ya es imposible abstraer lo humano. Y lo humano sólo puede entenderse completamente, como todas las cosas desde si mismo y desde afuera, nunca por separado.

Por lo tanto, si esto está sucediendo constantemente en la realidad hay que indagar constantemente la misma si se quiere conocer algo que ya no es lo que fue hasta hace un rato atrás. Para eso hay que rescatar una y otra vez el sentido profundo del conocer, consistente en destapar lo tapado, abrir lo que estaba encerrado, nombrar lo innombrado, exhibirlo, desmontarlo, desconectarlo y luego volver a armarlo y contextualizarlo.

Al hacerlo estaremos mudando nuestras pieles, perdiendo las viejas y vistiendo las nuevas, aunque puedan ser nuevas sólo para uno mismo.

carlos@schulmaister.com

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sábado, 25 de febrero de 2012

PEDRO AUREO: LIBERALISMO, ENTRE LA INTOLERANCIA Y LA TOLERANCIA (DESDE MEXICO)

Como toda filosofía o ideología o dogma religioso, el liberalismo no se ha podido abstraer de los pensadores dogmáticos que se cierran a toda posibilidad de cambio o variación de los principios y planteamientos que dan vida a la filosofía liberal.
Estos pnsadores con sus interpretaciones fundamentalistas, inflexibles y rígidas le han quitado al liberalismo muchas de las banderas que esta filosofía ha enarbolado en favor de las libertades civiles, económicas, políticas y socioculturales, da tal manera, que el propio liberalismo se ha vuelto tan dogmático e intolerante como las filosofías e ideologías a que el liberalismo se opuso en un principio.
Y entonces el liberalismo se ha convertido en su principal enemigo.
En su sano juicio, el liberalismo no puede pretender que todos los miembros de la sociedad sean liberales, ojalá lo fueran la mayoría. Y no es posible que todos sean liberales, por la sencilla razón de que cada individuo que conforma la sociedad ha tenido únicas experiencias de vida, desigual condición económica, distinto nivel educativo, un lugar de residencia igualmente distinto, etc.
No es lo mismo ser campesino que obrero, empleado de un supermercado, ejecutivo de un banco, director de una microempresa o alto funcionario del gobierno. Cada trabajo implica, para quien lo ejerce, una distinta visión del mundo, que puede avalar o confrontar la ideología o filosofía imperante en la sociedad. 
Así que si unos pueden estar de acuerdo parcial o totalmente con la filosofía liberal, otros pueden estar en contra. Y el liberalismo debe mantener las puertras abiertas al diálogo con esas otras filosofías e ideologías, tanto para encontrar puntos de coincidencia y acuerdo, como para enriquecerse a través de una confrontación de ideas fructífera.  
Además el liberalismo debe garantizar la libertad de los seres humanos para pensar y actuar precisamente libremente, aunque eso suponga en algunos casos que tomen posiciones contrarias a los postulados liberales.
Con aquellos que optan por filosofías e ideologías diferentes al liberalismo es con los que hay que hacer un esfuerzo más grande en ser tolerantes y estar abiertos al diálogo.  Esa es la garantía de la supervivencia del liberalismo y la posibilidad de convivencia en una sociedad plural y multicultural como la mexicana en nuestros días y muchas otras más en el mundo. 
@pedro_aureo

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sábado, 10 de diciembre de 2011

CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL: : FACEBOOK, UN FENÓMENO SOCIAL DE ALCANCE MUNDIAL

Si Internet -como tecnología- revolucionó la comunicación en el mundo, Facebook lo hizo en la comunicación social, esta ventana virtual aparece en EEUU en el 2004, fue fundada por Eduardo Saverin, Chris Hughes, Dustin Moskovitz y Mark Zuckerberg, su creador y principal socio de la compañía. En esta plataforma trabajan más de 3000 empleados, aparece actualmente en 70 idiomas, la utilizan 800 millones de personas en el mundo y está en continuo crecimiento.  

Facebook es quizás, el fenómeno social más grande e importante de los últimos tiempos, ha transformado la comunicación entre las personas y lo ha hecho de forma global. Su éxito indudablemente radica en que es gratis, su diseño es muy bueno, es fácil de seguir y cualquier usuario de Internet puede afiliarse para interactuar con otras personas sin distingos de raza, credo o posición social 

Nos permite no solo estar interrelacionados con nuestros amigos y familiares, si-no que además, podemos hacer nuevos amigos de una forma nunca antes vista, sea a través del “chat” o por medio de envío de mensajes, con gente que reside en el propio país o con otras personas que viven en otros países aunque estos se localicen en un continente diferente, nos abre una posibilidad distinta para expresar e informar de acuerdo a las capacidades y entendimiento de cada individuo y lo que es más importante, lo podemos hace libremente.

Esta red social ha servido tanto a manifestantes como a los políticos en sus campañas, sirve para vender productos, como para compartir escritos, pensamientos, videos, fotografías, música, y no en pocas ocasiones las personas se convierten en informantes de hechos que suceden en el momento  muchas veces más rápido que los mismos noticieros de televisión.

Cada usuario es libre de poner la información de su perfil y colocar las fotos y videos que les plazca, lo pueden hacer de forma pública o privada, Facebook refleja una parte de lo que somos como personas y como sociedad, en esta red social nos quejamos, formamos grupos, hacemos denuncias, criticamos a los políticos, a los equipos favoritos, a los curas y a los artistas, se denuncia la atención de una empresa o institución, se hacen oraciones, chismes, se convocan a fiestas y mientras algunas personas critican la comida de un restaurante, otras lo recomiendan, todo esto es comunicación.  

Según algunos expertos del tema, esta red social podría absorber la mayoría de los contenidos que tiene Internet en un futuro cercano, cierto o no, lo que sí podemos afirmar es que Facebook  -al menos por ahora-  revolucionó como nadie la comunicación social.

Como todo en la vida, esta plataforma social tiene sus admiradores y adversarios, entre los primeros nos encontramos con el presidente de iLike, (sitio de intercambio de música) Hadi Partovi, que afirmó que "En la historia de la computación, se creó la computadora personal, luego Windows, luego la Web y ahora la plataforma Facebook", entre los segundos, -los detractores- está José Steinsleger, un escritor y periodista argentino radicado en México quien ha escrito varios artículos sobre el tema, en el periódico la Jornada apareció uno de sus escritos titulado “La ideología Facebook” entre otras cosas dice “En el ciberespacio hay redes y… telarañas. Internet es una red (de redes), y Facebook una telaraña (de personas). Internet vincula, Facebook captura.”

Estamos seguros que Facebook evolucionará, la tecnología avanza rápidamente y no es nada raro que en un futuro cercano podamos  “chatear” en un idioma y el que lo reciba en otro, los programas de traducción instantánea están a la vuelta de la esquina.   ¿Usted que opina?
              
http://www.carlosvilcheznavamuel.com
http://porunaprensamashumanayobjetiva.blogspot.com/
carlosvilcheznavamuel@gmail.com

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miércoles, 30 de noviembre de 2011

ANDRÉS SIMÓN MORENO ARRECHE: LA NECESARIA UBICACIÓN IDEOLÓGICA

El ambiente político venezolano es, lamentablemente, electorero. Y afirmo que lo es y que lo lamento, porque tanto el Poder Ejecutivo Nacional -el gobierno del Estado- como el resto de la ciudadanía tendríamos que estar enfocados en la solución de los muchos y graves problemas, de todo tipo y complejidad, que nos aquejan, sin desgastar energías y talentos en la discusión ¿Bizantina? De si ellos son ‘heredados’ del siglo pasado o son ‘generados’ por la actual administración, que de todas maneras habrá que precisar como parte del diagnóstico y no como enfoque central.
Pero cargamos con la mácula de ser una población de inmediatistas carentes de conciencia histórica, peligrosamente olvidadizos y políticamente presidencialistas, una rémora del caudillismo de la ‘cosiata’ o ‘revolución de los morrocoyes’ que desde el 30 de abril de 1826 traemos incrustado los venezolanos en el genoma político. Y siendo ese y no otro el comportamiento nuestro y el escenario, toca a quienes nos reputamos como demócratas la necesaria tarea de ubicarnos ideológicamente antes de manifestar preferencia por cualquiera de las alternativas que se nos presentan desde la acera de la libertad y el respeto al disenso. Y así como cada uno de los pre-candidatos tiene el compromiso de presentarnos un programa político, social y económico a corto plazo (1 año para sentar las bases de la reversión del comunismo por la democracia) un plan a mediano plazo (los 5 años de su gestión para retomar el rumbo del progreso y crecimiento sustentable) y un proyecto a largo plazo (una visión de país a ser proseguida en el futuro), nosotros los electores también tenemos la obligación de auscultar nuestra orientación política, para luego seleccionar de entre aquellos que se postulan para las ‘primarias’, aquel que interprete mejor nuestra visión de país.
Esta es una labor nada fácil para cualquiera de nosotros, acostumbrados a resumir al máximo la vida en función de los obstáculos y las dificultades que se nos presentan en los diferentes entornos que nos toca vivir, y que utilizamos esos ‘atajos intelectuales’ para hallar las muletillas con las que nos construimos mentalmente nuestro particular universo, con imágenes ancestrales autónomas, constituyentes básicos de lo inconsciente colectivo y que nos simplifican la toma de decisiones: Es decir, que estamos acostumbrados a ‘arquetipar’, siendo los arquetipos sociales aquello que Carl Gustav Jung definiera como las posibilidades heredadas de representaciones del inconsciente colectivo. ¡Es que somos adictos al consumo de esos procesos organizados bajo la estructura de esquemas a priori, que castran la circulación de la energía social y nos confiscan las posibilidades de captación e interpretación de la realidad!
Para hallar mi ubicación ideológica consulté el ‘Diagrama de Nolan’ (), me respondí con honestidad las 20 preguntas referenciales que integran el cuestionario y hallé la definición de mi ubicación ideológica: Soy centro-liberal. Y compruebo con la realidad que sí lo soy, pues comparto con otras ideologías algunas de sus mejores y más sobresalientes características políticas. Yo prefiero un sano equilibrio entre Estado y libertad individual; estoy convencido que el Gobierno del Estado debe tener unas funciones limitadas, siempre anteponiendo la libertad individual, así en lo económico como en lo político y social. Sí, soy en esencia un liberal. Uno de los que cree en que el Estado debe tener un gobierno con funciones limitadas al cobro de los impuestos, a traducir esos dineros exclusivamente en bienestar público, con un agresivo programa de infraestructura nacional, máxima seguridad social y ciudadana, excelente educación básica pública y el aseguramiento de la integridad territorial y la paz social.
En materia de libertad de expresión, comunicación y opinión, sostengo que en ningún caso o circunstancia, debe existir censura de opiniones por parte del Estado, aunque algunos individuos y medios de comunicación difundan con facilidad opiniones equivocadas con objetivos cuestionables.  Son las Leyes y los Tribunales de la República los encargados de determinar, a petición de la parte afectada, la pena en lo civil, mercantil y judicial para quienes valiéndose de la libertad de expresión y opinión afecte al colectivo o a particulares con sus afirmaciones. El Gobierno, representado en el Poder Ejecutivo, nada tiene que hacer más que cumplir el mandato de ejecutar el corpus legal de la nación y permitir que el otro Poder, el Judicial, se encargue de dictar justicia, sujetando a las partes involucradas al imperio de las leyes, por mandato de la voluntad popular.
Creo en un Estado esencialmente laico que permita la libertad de cultos e incluso que apoye con subsidios y otras modalidades de respaldo indirecto, las labores de carácter social que adelantan las iglesias de diferentes orientaciones y cultos, sin que medien concordatos o acuerdos Estado-Iglesia que favorezcan a una congregación o religión por encima de las demás. En mi visión de una Venezuela próspera, libre y soportada sobre la independencia de los Poderes del Estado y el imperio de la Ley, la defensa del país corresponde exclusivamente a las distintas ramas de un ejército nacional y estrictamente profesional, al que acude la ciudadanía de manera voluntaria, bien para formarse como profesional en los diferentes niveles de cada una de las fuerzas, o para prestar como apoyo a los profesionistas un servicio por un lapso limitado, equivalente a cualquier otro servicio público voluntario. Es a la fuerza policial preventiva del Estado, mas no a las Fuerzas Armadas, a quien corresponde controlar la inmigración, siguiendo los controles establecidos y respetando los derechos humanos de los ciudadanos infractores, y junto con la integridad territorial y la vigilancia activa de la inmigración por las fronteras, debe ser prioridad para el próximo Gobierno que el Estado proteja y promueva las expresiones culturales, el idioma, las lenguas y las identidades que identifican a los pueblos y sus moradores autóctonos y recientes, y que desde estas regiones perfilan el rostro multicultural, multiétnico y polifacético de la Nación.
En lo que toca a la moralidad, soy de los que concibe las relaciones sexuales entre adultos como un asunto de la esfera privada e íntima de las personas, aunque personalmente creo que las manifestaciones públicas y notorias de la homosexualidad, la poligamia y la prostitución deben estar fuertemente controladas y ante cualquier evento de exposición pública, deben primar los valores morales de las familias afectadas por encima de la libertad de ‘exposición pública’ de aquellos que ofenden el recato y la moralidad de los menores de edad. La libertad que tiene una persona para manifestar o exhibir una determinada conducta u orientación sexual llega hasta donde los otros lo consideren ofensivo y para ello tal ejercicio de libertad y manifestación de la sexualidad individual pasa por el ejercicio del respeto a los demás.
Sin menoscabo de que las libertades religiosas y sexuales poseen limitaciones propias que deberán regirse por las leyes en un Estado de Derecho, el Ejecutivo Nacional que yo quisiera para mi país tendría que impedir cualquier imposición o beneficio sustentado en criterios discriminatorios por el sexo, la edad, la condición social, la religión o cualquier otra afinidad política o social, pues ello viola el principio de igualdad ante la Ley y establece precondiciones anticonstitucionales. Los futuros integrantes del Poder Ejecutivo tendrán que ser particularmente estrictos con quienes promuevan la segregación social con listas como la tristemente célebre ‘Lista Tascón’ o la fallida ‘Lista Maisanta’.
En lo relativo a las drogas, los narcóticos y los estupefacientes, deseo la llegada de un Gobierno democrático y liberal que legalice el uso de algunas de estas substancias, de manera vigilada y controlada, con el objetivo puesto en la curación y la reinserción a la sociedad productiva de los adictos, tratándoles en primera instancia como enfermos, y atacando el aspecto perverso de su dependencia: la distribución ilegal y descontrolada de las substancias que le subsumen en ese mundo de narco dependencia. Alcanzar este objetivo presupone un esfuerzo muy grande, no exclusivo del Gobierno, mas sí liderado por él. La despenalización del consumo, que se evidencia con el compromiso por parte del adicto al sometimiento a planes de desintoxicación, consumo moderado y vigilado y reinserción productiva, debe sumarse a una política de persecución, aprehensión y enjuiciamiento de traficantes a todo nivel. Solo así podrá atacar un Gobierno liberal el flagelo actual de la drogadicción y sus secuelas.
Mencioné anteriormente que la seguridad ciudadana es una de las obligaciones fundamentales de próximo gobierno democrático que reemplace al actual desgobierno socialista. Las nuevas autoridades policiales tendrán que lidiar con una delincuencia organizada, desatada y muy bien armada, y aunque las medidas preventivas que se tomen presupongan una mejoría de la seguridad de los ciudadanos, habrán de respetarse estrictamente los derechos individuales. Para alcanzar este propósito, un próximo Gobierno centro-liberal habrá de apoyarse en la ejecución de las Leyes y en un Poder Judicial reconstituido, independiente, con jueces estables y probos, para dictaminar cuándo la justicia colectiva ha de anteponerse, preventiva y momentáneamente, a ciertos derechos individuales. Serán los tribunales y las leyes quienes le determinen al Poder Ejecutivo cómo llevar a cabo, y en cuáles condiciones legales, cualquier medida de fuerza policial.
Una de las mayores amenazas para la civilización es el deterioro del Medio Ambiente. No obstante que seamos un país petrolero, para garantizar un mejor nivel de vida para las próximas generaciones el venidero Gobierno centro liberal tendrá que promover la energía limpia mediante incentivos a aquellos que contaminen menos y cargas a los que contaminen más, incluyendo a la industria petrolera ‘aguas abajo’.
En lo relativo al comercio exterior,  considero que la importación de bienes del extranjero puede ser parcialmente limitada por el Estado mediante diversos instrumentos, como los aranceles aduaneros o ciertas regulaciones, pero el Estado no debe limitar el comercio internacional. Éste debe ser libre y los aranceles deben reducirse o eliminarse.  De igual forma, los impuestos, necesarios para sufragar los gastos de mínima buracracia del gobierno del Estado no deberían subir. Deben ser los justos y necesarios para dotar a la nación de la infraestructura física necesaria, de una conveniente seguridad ciudadana y de una salud y educación básica, gratuita y de primer nivel.
Las pensiones para la jubilación que garantizan el bienestar cuando se llega a la tercera edad, deben estar garantizadas por el Estado, con algún tipo de modelo mixto que pueda conjugar un sistema público y planes privados.En todo caso, nunca daban ser inferiores al costo de la Cesta Básica Nacional, y deberá incluir programas de subvención temporal (articulado entre Gobierno y empresas públicas) para que los pobres y necesitados obtengan una verdadera solidaridad social del resto de la sociedad, mientras se le reinserciona en el aparato productivo nacional. El Estado debe gestionar estas ayudas y asistencia adecuada a los necesitados, independientemente de que las instituciones privadas de caridad puedan complementarla voluntariamente. En esa misma línea, el Estado debe construir centros médicos de carácter público y financiarlos mediante contribuciones a un seguro médico público de carácter obligatorio (Seguridad Social) sin menoscabo de que particulares puedan extender esa cobertura médica con pólizas y planes de HCM de empresas aseguradoras privadas. 
Entrando en la materia productiva, quisiera que el próximo gobierno democrático tomara en cuenta que algunas profesiones requieren no sólo de una cualificación para ejercerlas, sino que esa cualificación inicial (usualmente técnica y universitaria) debe ratificarse periódicamente. Toda licenciatura universitaria o técnica debe actualizarse para garantizarle al que contrata al profesional que el conocimiento y experticia van de la mano. Los sectores profesionales deben estar regulados por organismos independientes, como los colegios profesionales y los profesionales cualificados deben colegiarse en ellos, para que los usuarios y beneficiarios de sus servicios profesionales sepan que esas licenciaturas, maestrías y doctorados están actualizados y respaldados por colegiaciones profesionistas cuya supervisión garantiza la calidad de sus servicios.
En lo laboral, no hay dudas que los sindicatos representan los intereses de los trabajadores, pero estos deben regirse por las normas aplicables a cualquier otra asociación, y no recibir financiación pública o atribuírseles funciones especiales, pues un sindicato es una agrupación de iguales que deben autogestionarse con el aporte de sus miembros y sujetarse estrictamente a las normativas estipuladas en la Ley Orgánica del Trabajo.
Los contratos laborales vinculan a empresarios y trabajadores en sus obligaciones, pero los contratos laborales deben gozar de más libertad de cláusulas entre las partes. La legislación debería interferir menos en materias puramente contractuales, como su duración o causas de rescisión, aún cuando se disponga de un aparataje legal, amplio e incluyente, con el que se legisle imparcialmente los derechos y deberes de las partes, libremente convenidas bilateralmente siempre que no se violen derechos constitucionales y supraconstitucionales, asumidos por el Estado en sus convenios con instituciones internacionales.
Mi visión sobre las finanzas públicas es que el Banco Central y el sistema bancario, formado por los bancos comerciales, son los que ponen en circulación el dinero de curso legal. No el Gobierno. El Banco Central debe tener como función esencial la regulación de la economía, por lo que debe ser independiente y supervisar a los bancos comerciales.
Los grandes comercios y los Mega Mall tienen ventajas competitivas frente al pequeño comercio tradicional, pero estos son empresas como cualquier otra. Tienen derecho a competir libremente en el mercado, sin restricciones en sus horarios o precios.
La gran incógnita es el Plan de Gobierno y el Proyecto de País de los precandidatos demócratas que satisfagan estas inquietudes y conjugue con mi ubicación ideológica. Como muchos otros venezolanos, espero un debate entre ellos (el anterior fue una ‘presentación en sociedad’) y además de los debates (uno solo no alcanzaría) espero tener en mis manos, antes de la selección del candidato único y demócrata, ese plan, ese proyecto, porque vamos a estar claros: Yo no le daré a ninguno de ellos mi preselección y posteriormente mi voto sin que medie ‘antes de’ su selección, un compromiso público de cada uno de ellos sobre estos temas.
También a ellos se les acabaron los ‘cheques en blanco’.

Andrés Simón Moreno Arreche

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