BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

sábado, 13 de septiembre de 2014

EDITORIAL DE AMANECER HABANERO, CUBA, " LAS CAMPANAS TAMBIÉN DOBLAN POR TÍ ”

El mundo asiste al espectáculo de esta beligerancia (del Estado Islámico), con una mezcla de indignación, compasión y tristeza.

 ¿Por quién doblan las campanas?


Dos reporteros estadounidenses fueron decapitados en Irak.

El brutal homicidio fue filmado y colocado en internet. La autoría de ambos crímenes pertenece al denominado Estado Islámico (EI). Los ejecutores directos son soldados Yihadistas del grupo terrorista ISIS, brazo armado del EI.

James Foley y Steven Sotloff, intentaron reportar desde las zonas ocupadas por el (EI). Trataron de reflejar la cruda realidad de la población civil, aterrada y subyugada por una banda de asesinos.

La dictadura de terror, representada por los soldados de la Yihad, impiió con la muerte que realizaran esta labor. Los militantes de ISIS, han ocupado varias zonas en Irak.

En estos territorios han impuesto, a sangre y fuego, un credo extremista y de odio. Una versión deformada y enferma del Islam. ISIS, existe como grupo armado desde el año 2011. Su centro de operaciones fue ubicado por entonces en Siria.

En buena medida, Foley y Sotloff fueron como todos los corresponsales que buscan la noticia o el reportaje en zonas de peligro.

Su muerte nos toca de cerca a los que intentamos un periodismo independiente y ciudadano, reflejo del dolor y las carencias de nuestras comunidades.

Hoy el peligro también acecha a los informadores, en México, Honduras, Venezuela...

También en Libia o la franja de Gaza. Palestinos e Israelíes continúan desangrándose en un círculo vicioso de guerra y muerte. El mundo asiste al espectáculo de esta beligerancia, con una mezcla de indignación, compasión y tristeza.

El gobierno cubano ha condenado, de manera pública, lo que considera masacre contra la población civil palestina. Pero nada ha dicho con respecto a este doble asesinato que involucra al Estado Islámico e ISIS. Es como si de manera subconsciente, apoyara a estos últimos.

Como si desearan haber logrado en la isla, lo que los Yihadistas han impuesto en sus territorios ocupados. El poder total e incontestable sobr e la base de una doctrina de execración con barniz anti norteamericano.
Una vez más, el trasnochado antiimperialismo, que forma parte de la puesta en escena del castrismo, se desliza a través del silencio del gobierno cubano respecto a estos crímenes.
En Cuba, sobre cada periodista independiente que intenta reflejar la agobiante realidad de sus conciudadanos, pende la amenaza de represión y prisión.

Las cabezas cercenadas de Foley y Sotloff, son la advertencia de hasta dónde pueden llegar los totalitarismos de cualquier signo religioso o ideológico.

El no pronunciamiento público de las autoridades cubanas respecto a este crimen, resulta una omisión sintomática.

Las campanas de muerte y luto que hoy suenan en Irak, mañana pudieran sonar muy cerca, en esta ciudad, este ba rrio y esta calle, por cualquiera de nosotros.

Editorial de Amanecer Habanero, un boletín independiente, que publica El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa, 

Enviado a nuestros correos por:

Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco

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VICENTE BRITO, "ES EVIDENTE LA CAÍDA DEL CONSUMO DE ALIMENTOS DE LOS VENEZOLANOS, RED POR LA DEFENSA AL TRABAJO, LA PROPIEDAD Y LA CONSTITUCIÓN.-

ES EVIDENTE LA CAÍDA DEL CONSUMO DE ALIMENTOS DE LOS VENEZOLANOS.

Cuando analizamos las cifras de alimentos almacenados, las estimaciones de producción para este año y los montos a ser importados, nos encontramos que habrá una disminución del consumo de alimentos de los Venezolanos entre un 10 y 25% en el 2014 comparado al año anterior.

Sustentamos nuestros cálculos en el crecimiento de los niveles de escasez, aumentos de precios y las crecientes dificultades que observamos para adquirir los  alimentos en todos los centros donde se comercializan los de mayor demanda para el venezolano.

Cuando comparamos el consumo de alimentos en función del salario, nos encontramos que este ha aumentado apenas un  70% del incremento de precios de los alimentos en los últimos 12 meses. Esto significa que los trabajadores venezolanos tienen que utilizar mayor parte de su salario para consumir la misma cantidad de alimentos del año 2013, lo cual para los sectores E, D y C le es dramático, ya que sus ingresos están por debajo de Bs.15.000 al mes, que es nuestra estimación para cubrir un 70% de las necesidades básicas de una familia de 5 miembros.

Nos permitimos dar a conocer cifras de los consumos estimados de algunos alimentos en el 2014 comparándolos con los del 2013:

Leche con un consumo de 85 litros por habitante al año pasado bajara a 75 litros este año.

Arroz de un estimado de 35 kilos por persona en 2013 se reduce a 28 kilos el 2014.

Carne de un promedio de 20 kilos por persona se reduce a 13 kilos, es donde se observa una mayor caída en consumo.

Maíz blanco de un total de 1,5 millones de toneladas en 2013 no alcanzara 1,2 millones de toneladas. Entre producido e importado el 2014

Azúcar de un consumo per cápita de 35 kilos baja a 26 por habitante.

Otros alimentos básicos como pescados, pollo, pastas, caraotas, aceites, cerdos, huevos etc., la caída de consumo oscilaran entre 15 y 30%.

Las razones se deben a una caída en la producción nacional de alimentos, a una disminución en los recursos asignados para las importaciones de materia prima  y productos terminados. Así como a la creciente ineficiencia operativa   de las empresas publicas responsables de las importaciones, producción procesamiento, almacenaje, distribución y comercialización de alimentos. Lo demuestran el creciente gasto operativo que consume hasta un 35% del total de recursos manejados; que cuando lo comparamos con las empresas privadas que realizan las misma actividades es de hasta 3 veces mayor su costo de operación.

Los resultados están a la vista es el sector privado el que produce un 80% de lo que no se importa y comercializa el 75% de los alimentos que consumimos .Es donde el servicio de atención al cliente requiere un 30% el tiempo que se demoran en los abastos públicos.


Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
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CHARITO ROJAS, LA YIHAD CHAVISTA

Temo a Dios, y después de Dios temo principalmente al que no le teme. Muslih-Ud-Din Saadi, (1184-1291), poeta persa.

Millón y medio de ciudadanos han emigrado de Venezuela en tres grandes oleadas que se han producido después del “golpe” del 2001, luego del revocatorio del 2006 y desde que Maduro ganó la presidencia por cuestionable margen en 2013. Ningún país en buena situación económica y política o con expectativas positivas a corto plazo eyecta de su territorio a tal estampida de emigrantes que además, se van estresados, desesperados por respirar un poco de seguridad y civilización, buscando un futuro que ya ven inalcanzable en su propia patria.

Según el analista internacional Moisés Naim, hay una cifra terrible que revela la fuga masiva de talentos, la pérdida de una generación de primera línea. Del millón y medio de emigrantes venezolanos, el 90% son graduados universitarios; de ellos el 40% tiene maestría y el 12% doctorado. Es decir, títulos de segundo, tercero y cuarto nivel que van a contribuir con sus conocimientos al desarrollo de países y empresas extranjeras.

Las familias venezolanas prefieren el dolor de la separación antes que ver a sus seres queridos sucumbir a la violencia diaria. Pero esto es una grave pérdida para el país, no solo porque quienes se van son una elite profesional, sino porque la mayoría no piensa regresar.

Aparte de las razones políticas, económicas o de seguridad que mueven a quienes se van, muchos manifiestan que Venezuela no tiene remedio, que pasaran años antes de volver a ser un país donde se aprecien el grado de instrucción, la educación, los valores morales y religiosos. Durante 15 años la barbarie revolucionaria le ha caído a mandarriazos a todo lo que signifique superación, competitividad, calidad, calificación, gerencia. O una palabra que detestan los palurdos que imponen su estilo a la fuerza: NIVEL.

Venezuela no es precisamente un país que se ha destacado por su buena educación. Pero sí por el espíritu de superación, ése que llevó al llanero José Antonio Páez a hablar varios idiomas, tocar violín y disfrutar de la ópera; ese que hizo que los rústicos andinos que tomaron por asalto a la refinada Caracas cuando Castro y Gómez invadieron la capital, aprendieran a usar zapatos y bastón e intentaran hablar como caraqueños. Ese mismo espíritu de superación que llevó a los “roba gallinas” adecos a ser “doctores”, a las adecas a imitar modales y vestuario y a sus hijos crecer socialmente.

Nada hizo más por el nivel académico y cultural de la sociedad venezolana que el Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, que sacó a jóvenes de los más recónditos poblados, de las más humildes zonas y los llevó a estudiar al primer mundo, para que aprendieran no solo a comer con cubiertos, sino a ver con sus ojos que existían metas superiores y que las podían alcanzar. Venezuela fue otra después de que miles de venezolanos se graduaran en el exterior, muchos en carreras que ni siquiera existían en el país. La gran mayoría de ellos regresó a con expectativas, con emprendimientos que empujaron la economía venezolana por derroteros pioneros.

Pero los venezolanos, siempre inconformes, siempre radicales, siempre buscando cambios para mejorar, creyeron en los cuentos de camino de un militar, patán como él solo ( doy fe de esto por conocimiento personal), planetario como son quienes se creen ungidos por Dios para salvar a la humanidad, con un desprecio total por la academia, por la educación y hasta por las buenas costumbres, que hizo todo lo que estuvo a su poderoso alcance para destruir las instituciones, las universidades, los medios de comunicación. Ni siquiera se salvó del veneno revolucionario la Iglesia Católica, que ha soportado estoicamente groseros embates y la abierta protección gubernamental hacia la santería y otras religiones ajenas a la fe tradicional del pueblo venezolano.

Usaron el poder del estado, la riqueza del país, se montaron en una revolución de mentiras que lo único que revolucionó fue al país, sembrándolo de odio entre hermanos, de abusos y arbitrariedades, irrespetando los derechos básicos de propiedad, de libre tránsito, de justicia igualitaria, de expresión.

Desde el comienzo dije que se trataba de una secta, con una deidad de pies y alma de barro, ritos destructivos, ceremonias de idolatría y adoradores por doquier. La clave de la secta la acaba de dar Tareck El Aissami: “Mientras más pobreza, más lealtad a la revolución”. Se trata de poner de rodillas a un país cortándole todas las salidas legales, físicas y morales a sus ciudadanos, burlando a la Constitución descaradamente pero alegando que lo hacen por amor al pueblo.

Para la revolución es indispensable la ignorancia. Para ello, cerraron medios, compraron medios, permitieron y financiaron emisoras ilegales, fundaron cientos de periódicos y televisoras que repiten en todas sus páginas y las 24 horas, que hay un dios en esa revolución, que murió y resucitó porque vive y vencerá a quienes se opongan. La propia Yihad chavista.

La venganza está instalada. El maltrato físico y moral, la condena judicial, el despojo contra quienes se atreven a enfrentar esta inquisición que gobierna a Venezuela, la cayapa a los sospechosos de ser opositores, el castigo que va desde la injusta cárcel como la que sufren Iván Simonovis, Leopoldo López, Enzo Scarano y Daniel Ceballos hasta el escarnio público a la juez Afiuni, a los estudiantes, a empresarios, periodistas, clase media que protesta.

Un país donde la justicia es el brazo armado que sostiene al régimen, donde los poderes obedecen su solo interés, donde los militares son el partido de gobierno y no están subordinados al poder civil. Un país cuyo gobierno desprecia a sus gobernados que no son de su secta, que hace diferencias entre “los míos y los otros”, donde un presidente se atreve a botar a 20.000 profesionales petroleros porque le dio la gana, que sin dolor alguno ve morir a Franklin Brito defendiendo su pedazo de tierra expropiado, que arrebata empresas levantadas por generaciones de venezolanos para luego arruinarlas. Y óigase bien: que engaña al pueblo que cree en él ofreciéndole amor y poder para someterlo después a la humillación del hambre, a la promesa incumplida.

Quienes no puedan ver lo que está sucediendo con Venezuela, es porque están ciegamente anotados en la secta. Solo el fanatismo da tal ceguera, sólo el fanatismo es capaz de insultar la fe de los ancestros plagiando la oración más sagrada de los católicos para blasfemar en honor a su líder.

La ofensa continua contra los venezolanos de valía, contra la fe mayoritaria, contra las libertades que se había ganado este pueblo, ya es rechazada por la inmensa mayoría. La salida pasa por quitar la venda a quienes hacen colas diarias, son atracados en los buses, pagan peajes en los barrios, no tienen buenos colegios para sus hijos ni hospitales que los atiendan, pero siguen creyendo en la revolución del ídolo. Hay que decirles que los yihadistas seudo revolucionarios están podridos en dólares chupados del erario nacional, que si no hay justicia, disfrutarán en paraísos fiscales y legales, mientras que el pueblo pagará por años las ruinas dejadas por la destructiva secta. Si creen que me pasé, en un futuro cercano la investigación de las cuentas de los jerarcas de este desastre me dará la razón. Nadie, absolutamente nadie, que pase 15 años manejando el presupuesto nacional sin contraloría ni límites, tiene las manos limpias.

Los venezolanos merecen un buen país y un buen gobierno. Uno que respete a los ciudadanos, que proteja vidas y bienes, que cuide la infraestructura nacional, que promueva la libertad de empresa y respete la propiedad, que no venda las riquezas del país al mejor postor, que entienda de qué se trata una democracia.

Venezuela se ha convertido en el país del no hay, en el destino del no se puede. A las carencias hay que agregarle la depresión que nos produce el no poder disfrutar como lo hacíamos antes de la involución. El confinamiento a círculos cada vez más reducidos de trabajo y hogar porque es peligroso hacer turismo por el país, se afronta todo tipo de inconvenientes en las salidas más inocentes. Quienes conocimos la bella Venezuela, vemos esto feo, sucio, agresivo, peligroso.

El fundamentalismo obsceno de la revolución expresado por voceros que hablan como si vivieran en Suiza, es ofensivo. Si quisieran intentar salvar su pescuezo (hablando en lenguaje yihadista), les diría que callaran: desde el Presidente hasta el último comunero deben parar ese discurso irresponsable que culpa a todo el mundo menos a quienes tienen 15 años con el poder absoluto en sus garras. Después de callar, asuman responsabilidades y escuchen a quienes saben. Ya vemos síntomas en algunos funcionarios de entender que si no ponen reparo en forma drástica al desastre económico que se los está devorando, es muy poco el tiempo que les resta.

Y por favor traten de respetar. Si la secta quiere tener altares del finado en su casa o en sus propiedades, adelante, son libres de hacerlo y lo respetamos. Pero respeten a la nación, basta de ponerle el nombre del muerto a cuanta plaza, calle, empresa socialista, evento que haya. Basta de montarle altares y exposiciones iconográficas en oficinas públicas que pertenecen al estado venezolano y no a un partido político. Basta de estatuas y de comparaciones igualadas con el Libertador Simón Bolívar. Hay que tener proporciones, a falta de sensatez.

Charito Rojas
Charitorojas2010@hotmail.com
@charitorojas

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MERCEDES PULIDO, DEGRADACION AMBIENTAL: MAS HAMBRE

Ante la evidencia del racionamiento del agua, de la energía eléctrica, de la contaminación que escandalosamente revive las enfermedades crónicas, sumadas al manejo de los desechos industriales y de la vida cotidiana como la basura, la pérdida de la pesca y de nuestras fuentes de alimentación, la respuesta es ignoremos el ambiente y reforcemos precariamente lo inmediato. Como Luis XV: Después de mí, el diluvio.

En el momento en que se discuten las consecuencias del cambio climático y se palpa la confrontación entre el lucro inmediato y la sobrevivencia humana, se elimina el faro rector regulador por lo más sencillo de la salud pública. Es el retroceso hacia la sobrevivencia y el rechazo a la modernidad.

Al revisar los valores propios de la sobrevivencia éstos se caracterizan por buscar la satisfacción de las necesidades básicas  y económicas tal y como lo recogen estudios de Hart  Inglehart  en la "Revolución silenciosa" y Abraham Maslow sobre motivación y desarrollo que han dado origen a enfoques complejos de los valores en las sociedades.

 La sobrevivencia es la prioridad en los valores materialistas, es el orden social como: seguridad física y afectiva, pertenencia, control. Solo cuando éstas han sido satisfechas surgen las necesidades sociales, culturales e intelectuales de mayor participación en las decisiones,  libertad de expresión, autonomía, ciudadanía, realización personal y colectiva, esto es: donde las ideas cuentan más que el dinero.

La decisión de degradar el Ministerio del Ambiente en nombre de un eco socialismo, segregando  ideológicamente cualquier otro enfoque es un claro mensaje de retroceso institucional y de las prioridades de la gente. Lo que interesa es el espectáculo.  No se buscan soluciones a los problemas sino cómo responder a las aspiraciones materialistas de vivienda precaria sin servicios y negocios inmediatos, sin importar las consecuencias en la convivencia futura. Hechos significativos es recordar cómo Costa Rica ha pagado su deuda y es polo de atracción de inversiones por las alternativas ambientales. Y más aun los dilemas electorales en el Brasil se ventilan entre la protección y el futuro de la calidad de vida,  un crecimiento  industrial de satisfacción de necesidades inmediatas  limitados por los imprevistos de la velocidad de la modernidad, y las exigencias de las condiciones  humanas de  la diversidad al  equilibrar  oportunidades humanas y ritmos económicos sociales que construyan dinámicamente futuro.  


Tal y como lo señala la Red de Organizaciones Ambientales no Gubernamentales, ARA, es un desconocimiento de un futuro sustentable. Es pretender resolver problemas de reacomodo de poder ideológico sacrificando el bienestar de la gente.

No estamos ante una cortina de humo, es la imposición de lo primitivo que nos obliga a reaccionar ante nosotros mismos. El poder se confronta con ideas, valentía, voluntad y acciones…

Mercedes Pulido
mercedes.pulido@gmail.com
@mercedespulidob

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ANGELICA MORA, LOS DOS 11 DE SEPTIEMBRE

Golpe de estado es el derrocamiento ilegal de un gobierno ...Ataque contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001

GOLPE EN CHILE
Para mí, escribir sobre el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile es doloroso. Sin embargo, no puedo dejar pasar la fecha sin aportar lo que sé, quizás en una tentativa de que se conozcan algunos pormenores no sabidos por la mayoría de la gente.
Nuevamente, como el acróbata, tengo que poner lo mejor de mí para contar la verdad y llegar al otro lado, sin haber caído en histrionismos ni dejarme llevar por la pasión de escribir sobre lo que no estoy completamente segura.
Como chilena me ha tocado ser testigo de una de las jornadas más extraordinarias de la era moderna de mi país, su lucha y su victoria contra el comunismo. Y esa lucha no puede narrarse sin mencionar a Augusto Pinochet.
La figura del General Pinochet es vista por la historia diseccionada en dos perfectas mitades: una que lo aclama como Salvador de Chile y la otra que lo presenta como un Dictador con las manos manchadas de sangre.
La verdad está en las dos partes.
Comenzar por el principio es difícil. Lo más aproximado a que se podría llegar es decir que Chile estaba en una terrible encrucijada política desde hacía meses.
Salvador Allende, el primer presidente marxista llegado al poder, hacía valer sus dogmas izquierdistas por encima de su concepto de proteger la Patria.
¡Cómo estaría de buena la situación para el comunismo en Chile que Fidel Castro, quien había viajado por unos días a la nación sureña, quedó tan complacido con lo que vió que en vez de una visita protocolar se quedó TRES MESES!
Y es que Allende era otro de los hijos de Fidel, en quien tenía puesta todas sus complacencias, como hoy lo es Hugo Chávez.
Los militares chilenos sabían que la izquierda preparaba un auto golpe para el 18 de septiembre, día en que las Fuerzas Armadas desfilan tradicionalmente en un área conocida entonces como Parque Cousiño, hoy Bernardo O'Higgins.
Las fuerzas armadas sólo se adelantaron en lo que llamaron "El Pronunciamiento", una figura elegante de llamar el Golpe.
Hubo persecución, arrestos y muertes de unas dos mil a tres mil personas, que en ningún momento se puede condonar.
Algunos analistas piensan que millones habrían muerto, si los designios forjados por la violenta ultra izquierda chilena se hubieran materializado.
A Augusto Pinochet, durante una comida en el Palacio de la Moneda, se le preguntó específicamente el por qué de los muertos.
Su lacónica respuesta fue: "Porque era una guerra. O ellos o nosotros".
Luego, y nadie le puede restar el mérito, Pinochet efectuó un plebiscito el 5 de octubre de 1988 -el cual muchos lo aconsejaron de no llevarlo a cabo- y respetó los resultados.
Y aquí tengo que revelar una confidencia que me contó mi colega y mentor chileno Rafael Kissteiner, quien era Jefe de Prensa del general Pinochet.
Me reveló Kissteiner que algunos funcionarios del gobierno, rodearon a Pinochet y le aconsejaron que, debido a lo escaso del margen a favor del NO, ignorara los resultados.
El general los miró y dando un golpe en su mesa gritó:
"NO, JAMAS, ESA ES LA VOLUNTAD DE PUEBLO Y HAY QUE RESPETARLA Y CUMPLIRLA".
Más tarde el Viejo General fue acusado de malversar caudales públicos. En buen chileno de "haber robado mientras estuvo en el poder".
Pero para mí y millones, este gesto del plebiscito --que ya muchos se quisieran para sus respectivos países gobernados por Dictadores-- hace pasar al General a la historia y Chile le debe el mérito de haber detenido el Comunismo y haber encauzado la nación hacia una era de prosperidad económica.
¿Qué habría pasado, si Pinochet hubiera ignorado los resultados del referendum, como se le pidió? Quizás se habría mantenido algunos años más en el poder o hubiera habido una revuelta. Nadie lo puede saber.
Lo que sí se sabe, es otra falacia que los izquierdistas trataron de colgar en los días de la muerte de Allende y que era que "lo habían asesinado".
El rumor cundió, hasta que llegó la órden desde La Habana que era incluso más impactante presentarlo como "suicidado", como un Valiente.
Que en realidad lo fue, al pedir que todas las mujeres y los que le rodeaban abandonaran la Moneda, para él quedarse solo.
El periodista, "El Perro Olivares", (se le llamaba así, no en insulto sino por su tenacidad en buscar la noticia), quien cubría la Moneda y quien estuvo durante el ataque al Palacio, ratificó más tarde los hechos.
Lo mismo la Secretaria de Prensa de Allende, Frida Modak -a quien conozco por haber sido colega mía en Radio Balmaceda en Santiago de Chile- y quien escribió:
“El presidente Allende ordenó que todos salieran desarmados, porque él sería el último en hacerlo. Cuando todos iban descendiendo hacia la puerta de Morandé 80, el compañero presidente se disparó en la cabeza con la metralleta que le había regalado el comandante Fidel Castro y que es con la que combatió durante todas esas horas".
Hay tanto que contar. Pero esto es lo que yo viví de primera mano. Quiero aclarar que no soy refugiada política que huyó de Allende. Salí con mi familia a Venezuela durante la administración del Presidente Eduardo Frei Montalva. Este Mandatario le preparó el camino expedito a Salvador Allende. Por algo pasó a la historia como el Kerensky chileno.
NOTA: El "Perro" Olivares, Augusto Olivares Becerra, murió durante el asalto del Palacio de la Moneda. Fue su hermano quien hizo más tarde las declaraciones del suicidio de Allende.
ATAQUE TORRES GEMELAS EEUU
La otra fecha dolorosa es el 11 de septiembre del 2001, día de terrorismo, dolor y luto en Estados Unidos, escrita con fuego en nuestras almas y que jamás podremos olvidar.
Dos 11 de septiembre que quedaron para siempre marcados en la Historia y que me impactaron personalmente.

Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco

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MARIO VARGAS LLOSA, LAS GUERRAS DEL FIN DEL MUNDO

Francis Fukuyama publicó en 1989 su famoso artículo sobre el fin de la historia y, en 1992, el libro en que amplió y argumentó su teoría, explicando que, con la desaparición de la Unión Soviética y del comunismo, la democracia no tendría ya en el futuro alternativas de peso e iría poco a poco integrando al mundo en una civilización global de paz y libertad.

¿Quién se atrevería un cuarto de siglo después a sostener una tesis tan optimista? Donde uno vuelva ahora los ojos, la historia está más viva que nunca, las contradicciones y rechazos violentos a la cultura democrática son el signo de la época y ganan terreno por doquier. 

La URSS y el comunismo han desaparecido para todos los efectos prácticos y los dos últimos Estados comunistas —Cuba y Corea del Norte— son dos antiguallas destinadas a extinguirse más pronto que tarde. Pero Rusia, bajo el liderazgo de Vladímir Putin y su cogollo de antiguos agentes del KGB, resucita como una potencia despótica que desafía a Occidente con éxito y va reconstituyendo su imperio ante un Estados Unidos y una Europa que, con el respaldo de su respectiva opinión pública, protestan y amenazan con sanciones pero no van a ir hoy a la guerra por Ucrania, ya medio devorada por el gigante ruso, ni mañana por los Estados bálticos que serán probablemente el próximo objetivo del nuevo imperialismo ruso.

La primavera árabe, que despertó tantas esperanzas en todo el mundo democrático, está muerta y enterrada. Sobrevive de milagro en Túnez,
pero desapareció en Egipto, donde las elecciones libres subieron al poder a unos Hermanos Musulmanes que comenzaron a instalar una teocracia excluyente y agresiva y han sido echados del Gobierno por una dictadura militar vesánica. En Libia, la dictadura paranoica de Gadafi se hizo trizas y su caudillo fue liquidado, pero el país vive ahora en una anarquía sangrienta en la que facciones religiosas y militares se desangran sistemáticamente y en la que, sin duda, terminarán prevaleciendo los fundamentalistas islámicos.

El caso más trágico, sin duda, es el de Irak. La intervención militar destruyó la tiranía sanguinaria de Sadam Husein pero, luego de un breve paréntesis en que pareció que un régimen de legalidad y libertad podía echar raíces, se declaró una guerra sectaria entre chiíes y suníes, y los terroristas de Al Qaeda y otras organizaciones islamistas extremas se hicieron presentes y han perpetrado verdaderas orgías de atrocidades, clima en el que un movimiento aún más cruel y fanatizado que Al Qaeda, el Estado Islámico, se ha apoderado de parte del país al igual que de Siria e instalado allí un nuevo califato, en el que imperan la sharía y demás formas extremas de la barbarie, como decapitar, crucificar y enterrar vivos a quienes se niegan a convertirse a la rama fundamentalista del islam y donde las mujeres son esclavizadas y, aún niñas, entregadas como concubinas a los militantes y futuros mártires.

En los últimos tiempos la causa de la libertad  ha estado perdiendo muchas batallas

El gran movimiento de liberación que se alzó en armas contra la dictadura de Bachar el Asad en Siria, y en la que, en un primer momento, dominaban las fuerzas democráticas y modernizadoras, fue traicionado por los países occidentales, que se bajaron los pantalones ante Putin, proveedor de armas de la dictadura, permitiendo de este modo que los principales protagonistas de la lucha contra El Asad fueran los fanáticos del Estado Islámico. 

Ahora, la situación en Siria ha llegado a una pantomima grotesca, en que, como la última alternativa es la peor, Estados Unidos y la Unión Europea consideran bombardear a los enemigos del tirano, ya que éste, aunque un asesino genocida de su propio pueblo, resulta un mal menor comparado al califato.

No menos trágica es la situación de Afganistán, donde los talibanes
parecen invencibles. Durante su campaña electoral, Obama criticó al
presidente Bush, afirmando que éste se había equivocado dando la
primera prioridad a Irak, cuando el verdadero peligro para el mundo
libre lo constituían los fanáticos talibanes. Y, al subir al poder,
aumentó el número de efectivos y de armas para combatirlos.

Unos años después, ante el fracaso de este esfuerzo, ha retirado las tropas, al igual que el resto de los países de la OTAN, de modo que allí queda sólo una pequeña dotación militar más bien simbólica y no es improbable que el régimen que prohibió a las mujeres estudiar, ejercer cualquier profesión, las encerró en el hogar como esclavas, restauró la sharía, destruyó el patrimonio cultural del país e instaló una dictadura oscurantista medieval, vuelva al poder más pronto que tarde.

Dentro de semejante barbarie, quién lo hubiera dicho, América Latina parece un ejemplo de civilización. No hay guerras, la mayor parte de los países tienen elecciones más o menos libres y en la mayoría de ellos se practica la convivencia en la diversidad. 

Pero sería imprudente echar a volar las campanas. La más larga dictadura de la historia del continente, Cuba, está allí todavía, en manos de dos momias que parecen aquejadas de inmortalidad, y, con la excepción del puñadito heroico pero poco efectivo de resistentes, en la isla da la impresión de que no se moviera ni una mosca.

Y en Venezuela, donde hace algunos meses la movilización de los estudiantes parecía haberle dado a la oposición una dinámica ganadora, Maduro y compañía parecen haber consolidado por ahora su poder mediante una represión feroz retrasando una vez más la hora de la liberación. El país está en ruinas, pese a la riqueza de su subsuelo, pero la pobreza, el racionamiento, la inflación y la corrupción no son suficientes, como demuestra la historia hasta el cansancio, para traerse abajo una dictadura.

Por el contrario, un pueblo sometido a la carestía, la escasez, al miedo y a la mera supervivencia suele volverse más propenso a la resignación y a la pasividad, lo que explica tal vez la longevidad de tantas dictaduras latinoamericanas y africanas.

La primavera árabe que despertó tanta esperanza en el mundo democrático está muerta y enterrada.

Esta visión a vuelo de pájaro del estado de la democracia en el mundo se enturbia todavía más si analizamos la profunda crisis que atraviesa la Unión Europea, el más ambicioso proyecto contemporáneo de la cultura de la libertad. 

La unidad europea ha traído ya enormes beneficios a los países del antiguo continente, entre otros hacerlos vivir el más largo periodo de paz y convivencia de su historia. 

Pero, en los últimos años, sobre todo a raíz de la crisis económica y financiera, el cuestionamiento de Europa en su propio seno ha crecido con el retorno de los nacionalismos y de fuerzas de extrema izquierda y de extrema derecha que rechazan la Unión, quisieran acabar con el
euro y regresar a las viejas nacionalidades.

De hecho, la primera fuerza política es hoy, en Francia, el Front National, un partido neofascista que quiere liquidar la moneda única y la integración de Europa. Todas las encuestas dicen que en Reino Unido una mayoría de ciudadanos quiere salirse de la Unión y que el referéndum que, al respecto, ha prometido convocar el Gobierno, lo perderían los europeístas. Sin Reino Unido, Europa nacería baldada.

¿Qué concluir de esta deprimente visión panorámica de la eterna pugna entre la civilización y la barbarie? ¿Que esta última avanza incontenible y terminará por aplastar pronto a aquella?

Eso sería tan falso como sostener, ahora, la tesis que lanzó hace un cuarto de siglo Francis Fukuyama sobre la irreversible victoria de la democracia. 

La pugna sigue en pie, con fluctuantes alternativas, y sólo en un sentido —aunque importantísimo— se puede decir que la democracia gana puntos.

A diferencia del comunismo, un mito capaz de seducir a mucha gente con su sueño igualitarista, el fundamentalismo religioso islámico, hoy el principal adversario de la civilización, sólo puede convencer a los ya convencidos, pues sus ideas y paradigmas son tan primitivos y cavernarios que se condena a sí mismo a ser derrotado tarde o temprano por agentes exteriores o por descomposición interna. Esa guerra nunca nadie la ganará de manera definitiva; se ganarán y se perderán batallas, y, eso sí, lo realista sería reconocer que, en los últimos tiempos, la causa de la libertad las ha estado perdiendo muchas más veces que ganando.

Mario Vargas Llosa
vargas_llosa@gmail.com
@vargas_llosa

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ALBERTO RODRIGUEZ BARRERA, EN SUS 73 AÑOS, AD: HIJA LEGITIMA DEL PDN

El estudio del PDN implica penetrar en los orígenes del sistema democrático que hoy ha perdido legitimidad. Ahí están los inicios del modo de organizarse de los partidos y de relacionarse los militantes con los dirigentes. Más aún, encontramos las raíces de muchos de los elementos de la “cultura política” actual de los venezolanos. 

Su profundización permitiría  rescatar las dimensiones humanas que la constituyeron, como la íntima vinculación entre ética y política. También permitiría volver al cauce de la democracia como talante y camino para encontrar el modo de reconstruir la trama de relaciones de la sociedad civil, servida de un Estado socialmente productivo. Bebiendo de ese pozo, tendría mucho que predecir si su comprensión del proceso la lleva a señalar los caminos posibles, con sus virtudes y defectos. Podría, también, indicar el camino probable si los cursos de acción existentes se mantienen o se desvían en una dirección u otra. Toca en este momento histórico no eludir nuestras responsabilidades frente al descalabro trasnochado con que el chavismo destroza el presente.

     La vida del Partido Democrático Nacional entre el 14 de febrero de 1937 y el 21 de julio de 1941 implica avanzar en el conocimiento sistemático del proceso político venezolano del siglo 20. Sabemos que la vida real, personal y social normalmente desborda los esquemas teóricos y sistemáticos. Ese es el caso del PDN y de las personas que lo encarnan. Su vida tiene raíces y tradición, historia personal y grupal, antes de 1937 y, a su vez, es semilla que germina en otros árboles y frutos después de 1941.

     El legado inmediato es Acción Democrática. El PDN desaparece para que aparezca Acción Democrática. La continuidad entre uno y otro fue subrayada por mucho tiempo dentro de AD, publicando como Tesis y Programa del partido, la aprobada en la Conferencia Nacional del PDN de septiembre de 1939. Acción Democrática siguió utilizando el “Por una Venezuela libre y de los venezolanos”, así como el apellido “El Partido del Pueblo”, declarándose hija legítima del PDN.

     Más aún, Acción Democrática actuando legalmente llevó a cabo lo que fue imposible al PDN. Se extendió por todo el país, generó una inmensa organización campesina, revitalizó la vida sindical, reclutó militantes en todos los sectores sociales y multiplicó su presencia en la vida nacional. La gran aspiración de tener medios de prensa propios, para difundir el proyecto y las consignas del Partido del Pueblo, se realizó a través de El País y del semanario Acción Democrática, bajo la dirección de Valmore Rodríguez. La práctica heredada del talante pedenista, al darse cuenta de que era imposible la aprobación del sufragio universal para las elecciones de 1945, lleva a que la dirigencia de AD entable negociaciones con el Presidente Medina de manera de asegurar un sucesor que, al igual que en 1941, significara la posibilidad de seguir ampliando los márgenes de la democracia. La negociación tuvo éxito y se acordó el apoyo a Diógenes Escalante como candidato a la Presidencia, con el compromiso de que las próximas elecciones se harían mediante el voto popular. La enfermedad que elimina la posibilidad de que Escalante fuese elegido Presidente rompe el equilibrio político que se había logrado y se desemboca en la Revolución de Octubre.

     La decisión de participar en el golpe del 18 de octubre significa un cambio importante en el modo de concebir la política y la estrategia de transformación de las estructuras sociales venezolanas que se inaugura con el PDN. Significa una separación entre el fin y los medios. Entre la voluntad de conquistar el poder, razón de ser tanto del PDN como de AD, y el modo primero de obtenerlo y luego de ejercerlo. La vía de la fuerza estaba aparentemente descartada en el horizonte pedenista y acciondemocratista hasta la coyuntura en la que Escalante desaparece como posibilidad de transición negociada.

     La indagación en fuentes primarias, existentes y sin estudiar, como el archivo de Rómulo Betancourt y otras, posiblemente arroje nuevas luces sobre estos hechos y permita responder las interrogantes que nos hacemos. Lo mismo puede decirse de la evaluación del gobierno de la Junta Revolucionaria, presidida por Rómulo Betancourt entre octubre de 1945 y febrero de 1948. Este gobierno nace del golpe contra Medina con participación de un sector de jóvenes oficiales de las Fuerzas Armadas Nacionales, que se sienten también portadores de un proyecto de modernización para Venezuela y capaces de dirigirlo desde el poder.

     Sin embargo, es Acción Democrática la que domina el gobierno con la intención de iniciar la realización acelerada de su proyecto. Los resonantes triunfos electorales del Partido del Pueblo en las elecciones de 1946 (Asamblea Constituyente) y 1947 (Presidente de la República) borran  definitivamente el traspiés golpista para llegar al poder. A fin de cuentas, el pueblo ratificó con su entusiasta participación electoral y con la enorme mayoría de votos, lo que se afirmaba desde tiempos del PDN, que si se dejaba votar a la población el gobierno del Estado estaría en manos del Partido del Pueblo.

     Los socios militares del 18 de octubre no pensaron así. Aplicaron el mismo método el 24 de noviembre de 1948, esta vez sin aliados políticos y contra Rómulo Gallegos, primer presidente elegido por el voto popular en la historia republicana de Venezuela, pero responsabilizando a AD y su modo de hacer política y ejercer el poder. De esa historia, sonsacaremos también muchas raíces, ya que queda mucha tela por cortar.

     Y no sólo de historia, también de presente. El estudio del PDN implica penetrar en los orígenes del sistema democrático que hoy ha perdido legitimidad. Ahí están los inicios del modo de organizarse de los partidos y de relacionarse los militantes con los dirigentes. Más aún, encontramos las raíces de muchos de los elementos de la “cultura política” actual de los venezolanos. Su profundización permitiría  rescatar las dimensiones humanas que la constituyeron, como la íntima vinculación entre ética y política. También permitiría volver al cauce de la democracia como talante y camino para encontrar el modo de reconstruir la trama de relaciones de la sociedad civil, servida de un Estado socialmente productivo. Bebiendo de ese pozo, tendría mucho que predecir si su comprensión del proceso la lleva a señalar los caminos posibles, con sus virtudes y defectos. Podría, también, indicar el camino probable si los cursos de acción existentes se mantienen o se desvían en una dirección u otra. Toca en este momento histórico no eludir nuestras responsabilidades frente al descalabro trasnochado con que el chavismo destroza el presente.

     El surgimiento del PDN, el Partido del Pueblo, fue un proceso complejo que tuvo la valentía de provocar deslindes ideológicos y políticos para así formular una doctrina y un programa, partiendo de un amplio diagnóstico de la realidad venezolana y ofreciendo una idea precisa de la transformación de Venezuela. Todo se hizo con eficacia desde la vida clandestina. La comprensión del siglo XX venezolano comienza por la gestación del Partido Democrático Nacional. Sólo indagando en las raíces del proceso es posible comprender la actual situación del país, condición necesaria para diseñar el futuro y encontrar el camino para hacer realidad ese diseño.

     Lo que hemos resumido hasta el momento no son escenarios estáticos ni artificiales dibujados a la medida. Es la historia confirmada y aún por ahondar de la "biografía" del PDN, donde se presentan los pedenistas ante una situación internacional con dos polos de atención: el New Deal norteamericano y la avasallante presencia del nazismo y el fascismo. El pedenismo entiende, además,  la complejidad incrementada con la muerte de Gómez y la situación medioeval en que dejó al país. Diversos movimientos de izquierda latinoamericanos han vuelto sus miradas a las propias raíces culturales y han descubierto la potencialidad de las fuerzas nacionales y populares para marchar hacia la democracia, que era como una teoría impalpable, no existente.

     El desarrollo económico, social y político era una necesidad perentoria; se requería la creación de un sistema de relaciones interamericanas que impidiera el excesivo beneficio de los capitales privados extranjeros a expensas del estancamiento del pueblo. La vida del PDN empieza confrontando al gobierno de López Contreras, quien el 13 de marzo de 1937 firma el decreto que expulsa del país a los 47 dirigentes principales de la oposición de izquierda, con el objetivo de limitar las posibilidades de la corriente pedenista. La clandestinidad se convierte en la escuela de organización política para el Partido del Pueblo. Desde allí se peleó para abrir espacios cada vez mayores a la democracia y constituirse en alternativa de poder. 

     López Contreras es el "líder" de un Ejército sin cuyo apoyo el gobierno carece de fundamento. Conviven ahí militares tradicionales del gomecismo y jóvenes comprometidos con la modernización de la institución. López tiene clara conciencia del poder de los altos oficiales tradicionales, como se demostró al designar al General Medina Angarita como candidato por encima de la proposición de un civil. En su gobierno alternan figuras conservadoras de tradición gomera con personas progresistas (Alberto Adriani, Héctor Cuenca, José Rafael Pocaterra, Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri, entre otros). El PDN percibe esa variedad y define su política hacia el gobierno en el sentido de ahondar las diferencias entre el ala conservadora o reaccionaria y el ala progresista, de manera tal que el Presidente se sienta inclinado a ensanchar los espacios democráticos para mantener un amplio apoyo social hacia su gobierno.

     La situación mundial es un ingrediente que ayuda a esta flexibilización política del PDN dentro de Venezuela. Las consecuencias en los planos económicos y políticos de la guerra europea empujan al gobierno a buscar una mayor unidad nacional. La dirección pedenista decide aceptar una "política de convivencia" con el gobierno y contribuir en torno a medidas de emergencia económica que alivien un mayor desmejoramiento de las condiciones de vida para la mayoría de los venezolanos. La vocación política con que nace el PDN lo hace, además, tener claro desde el comienzo que la clandestinidad es una etapa pasajera y que alcanzar la legalización para actuar públicamente es una condición necesaria para constituir un movimiento social democrático y un partido popular capaz de conquistar y ejercer el gobierno del Estado. Más aún, desde la misma clandestinidad logra seguir actuando públicamente a través de la prensa, las organizaciones legales en que militan pedenistas, las fracciones municipales y parlamentarias, aprovechando toda ocasión que se presente.

     La capacidad de percibir la complejidad de las situaciones y de actuar con flexibilidad política fue el fruto de un costoso proceso de aprendizaje personal y colectivo, como lo evidencian el diálogo entre dirigentes de peso como Rómulo Betancourt, Valmore Rodríguez, Raúl Leoni, Alejandro Oropeza Castillo y otros, quienes lucharon también por hacer entender y aceptar a sus propios militantes la "política de convivencia"; un paciente proceso cuyos frutos son notables. Así como se hizo todo lo posible para impedir que Medina Angarita accediera a la Presidencia, posterior e inmediatamente a su acceso se hizo todo lo posible para establecer relaciones con él y así no suspender el proceso de democratización. La legalización del Partido del Pueblo, ahora con el nombre de Acción Democrática, fue un fruto temprano de esta actitud.

     El proceso pedenista muestra el proceso humano de personas concretas en plena maduración política, con sus dudas, incertidumbres, alegrías y tristezas, en una trama histórica. El deslinde con los comunistas, en el terreno teórico, implicó romper con la perspectiva anterior y adquirir una nueva visión de la realidad; sentirse parte del pueblo venezolano y de su historia, y desde allí superar los compartimientos estancos aprendidos de otras experiencias. El pueblo venezolano no se limita a los proletarios, sino que está comprendido por una vasta diversidad, mestizaje que requería un instrumento político para representar esa diversidad sin más división que el deseo de transformar a Venezuela en un país moderno, independiente de toda tutela extranjera. El nacionalismo, asociado a los orígenes del país independiente, es un importante vínculo entre la identidad popular y el Partido del Pueblo. Cabe destacar que el deslinde estuvo signado por la consideración con el adversario, incluso cuando se establecen posiciones con extrema claridad y firmeza.

     De este conjunto de circunstancias, experiencias personales y colectivas nace el pedenismo como una manera de entender el proceso histórico venezolano, una doctrina y un programa para convertir a Venezuela en una sociedad moderna y democrática, y el PDN como el instrumento organizativo para obtener el poder y utilizarlo para hacer posible ese proceso.

     Fue una gestación progresiva cuya novedad consistió en su identidad doctrinal y programática y en el tipo de organización que conformó, una organización partidista que significó la profesionalización de la política, no como una lucha entre bandos, sino imponiendo la fuerza de vivirla como un debate de ideas, de alternativas programáticas, en el que triunfa quien mayor capacidad tenga de convencer al pueblo, es decir, a la diversidad de personas y sectores que conforman la nación venezolana. La intención no era sustituir el personalismo por una partidocracia ciega y sorda.

     De la misma manera, el PDN representa en el proceso histórico venezolano una novedad organizativa. La base del partido quiere ser representativa del pueblo venezolano. En ese sentido convoca a todos los sectores capaces de identificarse con su programa y su base teórica. Se incorporan a él aquellas personas dispuestas al compromiso cotidiano con las tareas necesarias para conquistar y ejercer el poder. Esas personas se integran a la organización a través de los "grupos de base"; sus representantes en el Congreso o Conferencia del Partido deciden las líneas a seguir y eligen a los organismos encargados de dirigir su realización. Los organismos dirigentes del partido se ubican a tantos niveles como sea necesaria su acción. Coordinados por un organismo central nacional (CEN), con sus diferentes secretarías nacionales, se establecen "comités ejecutivos" regionales, distritales, municipales, parroquiales, de zona y de sector, encargados de proponer y coordinar la acción del partido en cada nivel y mantener el flujo de comunicación entre la base y la dirección partidista.

     Someterse a la disciplina interna es una condición perteneciente al Partido Democrático Nacional. Sin disciplina no puede haber acción efectiva. Los militantes participan en el proceso de la toma de decisiones directamente en los grupos de base o por medio de sus representantes en los organismos intermedios o nacionales. Pero también se comprometen a realizar las "tareas" que se deduzcan de las decisiones tomadas. A diferencia de las organizaciones comunistas y de su "centralismo democrático", el PDN introduce los Tribunales Disciplinarios como organismos especializados para sancionar a quienes se desvíen de la disciplina partidista. Las condiciones de clandestinidad en las que se desarrolla la vida pedenista hacen que se extremen las exigencias disciplinarias, pues además de la efectividad de la acción política se juegan, día a día, la vida misma de los militantes, de los dirigentes y de la propia organización.

Alberto Rodriguez Barrera
albrobar@gmail.com
@albrobar

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