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domingo, 2 de agosto de 2015

EDUARDO GUZMÁN PÉREZ, MILITARISMO, PODER Y CORRUPCIÓN.

André Guide: Todas las cosas han sido  ya dichas, pero como nadie escucha, hay que volver a empezar.

Que de  cosas  de la historia de este país, mi país, tu país, el país de nadie. La próspera Venezuela Modélica que quedo en orfandad de conducción y mando, pero eso sí,  en “democracia para y por el pueblo”,
Una vez que el presidente Marcos Pérez Jiménez quien nos  sacó, y afortunadamente, del miserable país que heredo en 1952 de la famosa como esta  “Revolución de Octubre”, y de todas  las anteriores, Y decide abandonar el poder  la  madrugada del 23 de enero del 58, y óiganme, en donde los gringos jugaron un papel trascendental,  Pérez Jiménez , previo  un acuerdo  con su compadre el Cnel. Pedro Jose Quevedo  le recomienda: “Compadre pongan a Larrazábal al frente de la Junta  que es el oficial  más antiguo en jerarquía” y Quevedo lo hace,  otro desastre.
Algo así como aquello que 12 años atrás  al medio día del  19 de octubre de 1945, le dijo el Presidente Medina al rendirse en el Cuartel Plaza  a manos del  Tecnel Marcos Pérez Jiménez, jefe visible del movimiento militar , le dijo Medina: “Comandante no le entreguen el gobierno a lo adecos gobiernen Uds. con una Junta Militar”. Pérez Jiménez no podía, espero tres años.   En ese instante  histórico  del 23 de enero del 58 se puso fin a 57 años de gobiernos de los cinco  dinastas andinos que nos habían gobernado para bien o para mal.-1898-1957.
Los  resultados de esa decisión  de Pérez Jiménez fue  un desastre: El difunto al final  y ahora el imputable.  Y de seguidas ya el país en manos de una Junta,  es negociado a espaldas del pueblo, pero eso sí,  en su nombre en  un contubernio político  falaz en los que Rómulo era experto y enseño a Caldera, aprueban la Constitución presidencialista, representativa  y centralista del 61.  Un traje hecho a la medida para apoyar la llamada “democracia de los partidos” que era lo que vendían, “por y para el pueblo.” 
Luego de 40 años del ensamble AD-Copei- izquierda trasnochada hoy en el poder y militares,  vean  en que   desemboco ese desastre en 1998 y las consecuencias que estamos viviendo;  de eso que ellos llegaron a llamar: “la más perfecta democracia de America latina,” y  pensaron que para salvarse fusilaron a  CAP en otro contubernio falaz propio de los adecos y copeyecos/masistas, que  era la solución y se coló el difunto,. 
Y hoy, tras 15 años  de un “régimen revolucionarios y bolivariano” como aquel de la otra “Junta Revolucionaria de Gobierno” presidida por Betancourt-1945-47-,  diseñada por Rómulo Betancourt cuando a lo Chávez se prestó para derrocar a Medina y asaltar el poder, propinándole el  sangriento  antihistorico y perverso golpe militar en 1945 que fue un salto al vacío.
Hoy, el  país, el mismo de 1945-1947 y de tantas otras épocas pasadas “revolucionarias” de  nuestra nada  hermosa historia política militarista instaurada por Bolívar en este país, o ex país yo no sé. 
Lo que si es cierto, es que   el régimen del Pacto de Punto Fijo  está viviendo su fin con el llamado régimen cívico militar castro comunista, en  este   monumental funeral”, 
De un régimen  que  según  mi amigo Jose Machillanda Pinto es: “….Un proceso político  que a partir de 1999 está atado a la violencia cercano al militarismo y con uso del radicalismo político. En la medida en que estos tres elementos han mostrado su ineptitud e incapacidad para ejercer la política, aparece la militarización de la política y la militarización de la sociedad… El militarismo hecho poder político hoy. 
Pero  lo que si no creo ni puedo admitir  de Jose, es que diga que: “El 6 de diciembre es una cita para la civilidad, es un hecho civilizatorio propio de países desarrollados que entienden el hecho electoral como una oportunidad para premiar o castigar un gobierno siempre y cuando haya cumplido con resolver las demandas prescritas y pospuestas de un cuerpo social.
Jose, mi coronel amigo. Eso es en otro país y en otras culturas, ¿pero aquí?  Por Dios  Jose ¿Ud. has visto a un gobierno comunista de los habidos en el mundo, salir del poder electoralmente o perder elecciones? y aquí menos,  Señores !!!Alea jacta est
Jose Eduardo Guzman Perez
guarauno2000@gmail.com
@guzmanperez1

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sábado, 31 de enero de 2015

LEONARDO FERNÁNDEZ, LA TRANQUILIDAD DEL DICTADOR, 23 DE ENERO 1958

En los días previos al 23 de enero de 1958, la tranquilidad  parecía reinar en la dictadura de Pérez Jiménez, los medios silenciados no publicaban las movilizaciones de quienes se atrevían a protestar contra el régimen. 
La gran mayoría de los líderes de la oposición estaban presos o en el exilio. Los esbirros estaban prestos a arremeter contra las manifestaciones populares, los Poderes Públicos secuestrados y en teoría quedaban por lo menos 5 años más de Pérez Jiménez.
Pero en el fondo el pueblo de Venezuela tenía una sed de libertad insaciable y toda la represión y censura no iba a alcanzar para detener la determinación de esos hombres y mujeres que salieron a la calle a devolvernos la democracia. 
A pesar del silencio al que estaban obligados los medios de comunicación, de la brutalidad de cuerpos como la Seguridad Nacional; los estudiantes, amas de casa, profesores, obreros y pueblo en general salieron valiente y organizadamente a dar fin a una dictadura. El 23 de enero la Vaca Sagrada salía de Caracas cargada de dinero fruto de la corrupción y el saqueo a las arcas venezolanas.
Si este relato se les hace familiar y notan parecidos tal vez no sea simple coincidencia, pero lo que es importante es aprender de nuestro pasado para poder abrir paso a un mejor futuro. Las manifestaciones que simultáneamente se dieron por varias ciudades del país, a pesar del intento de invisibilizarlas en los medio masivos de comunicación, demuestran que una vez más nuestro pueblo está decidido a retomar la senda de la democracia y las libertades que una vez conquistaron nuestros antepasados aquel 23 de enero.
La ruta para poder salir de esta terrible crisis en todos los aspectos de la vida nacional, pasa por la presencia de nuestro pueblo en la calle, es un derecho que reivindicamos y que está garantizado en nuestra constitución en su artículo 68. Nadie nos podrá quitar ese derecho sagrado de manifestarnos y de protestar por el terrible manejo de la economía, de la salud, la educación, y que nos tiene sumidos en una catástrofe general.
No se trata de alentar atajos ni escenarios de violencia, quien alegue que  la salida es por esa vía debe ser sospechoso de connivencia con el gobierno, porque en momentos de la popularidad más baja del oficialismo y en el que la crisis golpea a los que una vez vistieron las camisas rojas, los escenarios de violencia y caos solo le convienen a los que pretenden atornillarse al poder a toda costa.
Pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados esperando las siguientes elecciones, mientras nuestro pueblo padece los efectos de un sistema ruinoso y en decadencia. No se puede pensar solo en elecciones mientras pacientes mueren en hospitales y clínicas por falta de insumos tan simples como un yelco, o mientras una madre sufre con su hijo epiléptico porque el fenobarbital desapareció, y así miles de historias que diariamente nos encontramos en nuestro recorrido por los sectores de Maracaibo.
Las manifestaciones deben ser pacíficas, sí, pero contundentes y contestatarias. Deben ser organizadas y no buscar el caos o la anarquía sino acompañar a los ciudadanos a expresar su indignación con un gobierno que nos trajo a la actual situación. La protesta debe estar centrada en los temas que diariamente inquietan a los ciudadanos, logrando que día a día más se sumen a esta causa y se rompa el silencio y el miedo. Salgamos seguros que el pueblo una vez toma las riendas de su destino es imparable, y que detrás de la tranquilidad del dictador se esconden siempre los vientos de cambio.
Leonardo Fernandez
leocat100@hotmail.com
@leofernandezf

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jueves, 20 de marzo de 2014

HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA, DOS DICTADURAS, SESQUIPEDALIA,

El doctor Martí-Carvajal es uno de esos galenos que no pasan consultas sino que se dedican a la investigación, es muy reconocido a nivel internacional por la calidad y precisión científica de los estudios que presenta a la comunidad médica, y tengo el honor de considerarlo como un apreciado amigo.  Recientemente, me escribió para hacerme las preguntas que copio más abajo y que intentaré contestar hoy.  Antes, en el introito, me explicó que tuvo la oportunidad de presenciar algo que no dudo en calificar como una aberración: al mismo tiempo que “un policía y un paramilitar disparaban a los edificios situados al lado del Sambil”, a él lo “retuvieron porque portaba la bandera nacional (…) la bandera sí les molestó, no los disparos”.  
Ya eso dice mucho de cómo el régimen irrespeta la norma constitucional.  Por un lado, emplea armas de guerra para reprimir manifestaciones, cosa que está específicamente restringida en el texto constitucional.  Y el colmo es que hubiesen sido empleadas para constreñir a personas que estaban dentro de sus viviendas, sin participar en manifestación alguna. Por el otro, la “retención” de una persona solo por portar una bandera demuestra, cuando menos, insensatez funcionarial.  Y, por otro lado más, eso de que se permita que civiles armados actúen de consuno con unidades militares deja muy mal plantados a sus comandantes.  Además, permite ver que lo que tuiteó el detentor de la gobernación de Carabobo es cierto: el régimen está dispuesto a enfrentar a pueblo contra pueblo.  Por cierto, en lo que es una digresión, el tipo poco domina el idioma: a pesar de que pertenece a la terminología militar, no sabe que “contraataque” se escribe como una sola palabra; y desconoce lo que implica “fulminante”.  ¿O sí, y lo escribió ex profeso? 

En todo caso, retomo el tema y transcribo las interrogantes del amigo: “¿Cuándo la dictadura de Pérez Jiménez había tanta indolencia, indiferencia y frivolidad en el pueblo venezolano?  ¿Qué diferencias o similitudes existen entre esas dictaduras?  ¿Se puede hablar que uno era más malvada que otra?”

Mi respuesta: No creo que sean comparables la dictadura de Pérez Jiménez y la actual que sufrimos. Empezando porque estamos hablando de dos Venezuela diferentes. Lo que era posible en los mediados del siglo XX, ya no lo es. Sobre todo en lo que respecta a la teoría de los derechos humanos (que ya sabemos cómo es la cosa en la práctica, ayer y hoy).  El ambiente suramericano dejaba ver gobiernos de fuerza en muchos países: Perón, Odría, Stroessner, Rojas Pinilla, etc.  Por ello, el régimen del “Nuevo Ideal Nacional” se sentía que podía actuar por la libre.  Hoy, el único régimen militaroide que hay en el subcontinente es el que nosotros padecemos.  Lamentablemente, aunque no hay chafarotes en los otros países, sus mandatarios, en un caso de “ceguera grupal selectiva” se solidarizan automáticamente con el innombrable; porque están en la nómina, porque entienden a las organizaciones internacionales como “clubes de presidentes” —no como instituciones de defensa de los derechos y libertades— y porque temen que su precaria popularidad acabe y los deje desnudos ante su gente.

Otra diferencia es que PJ escogía a sus ministros por lo que sabían y valían; el afán en ese tiempo era adelantar al país hacia el desarrollo (aparte de robar, claro).  Ahora, mientras más mediocre el ministro, ¡mejor!, no hará sombra al hegemón.  Por eso es que no más de 40-50 personas se rotan desde hace quince años por los ministerios y organismos públicos.  Y por donde pasan, dejan una estela de incompetencia y latrocinios.  Hoy, lo que se busca no es que Venezuela progrese, sino que se hunda más en la anomia, donde pudieran actuar sin cortapisas. 

La gente de antes no es que fuese apática o conformista, sino que no tenía cultura política y estaba acostumbrada a los gobiernos fuertes que eran mayoría en Sur América.  Pero el gobierno tampoco se metía con los que no se metían con él.  Todo lo contrario de lo que sucede ahora, cuando —dejando de lado el apotegma de que “gobierno no busca peleas”— se disputa de manera incivilizada con todos y por todo. Si no, recuerden al Nicol-ass, adornado con banda presidencial y gran collar, insultando de la manera más baja a quienes no están de acuerdo con el pensamiento único.  Lenguaje de baja estofa todo el tiempo.  En eso también se diferencia de  Marcos Evangelista, quien leía los discursos escritos por Vallenilla en una prosa elegante y concorde con la dignidad del cargo.  El actual cree que puede irrespetar como le dé la gana, porque para eso reparte mendrugos que, él cree, sirven para mantener tranquilas a las masas. Lo malo para él es que se le está acabando el pan.

Yo creo, indudablemente, que esta dictadura es más malvada que la anterior. Porque aquella se interesaba solo en hacer obras que les permitiesen sisar réditos indebidos.  Y si para mantenerse en el poder había que mandar a algunos a la cárcel, apuntaba solo a los líderes que los antagonizaban. La dictadura actual, además de robarse todo lo que pueden —y endeudar al país para seguir medrando— quiere colonizar nuestras mentes con un “pensamiento único”, como si estuviésemos en Cuba o la URSS.  Aparte de que mete en chirona a todos los que puede agarrar.  Hasta autistas y minusválidos han sufrido prisión, con golpizas naZionales previas… 

La culpa no la tiene el ciego, sin embargo.  En verdad, lo que nos pasa es por culpa del paterrolismo y lo muerto-de-hambre de muchos de nuestros paisanos.  De todos los niveles; desde los necesitados que aguantan colas de horas al sol para que les den un pollo o un frasco de aceite, hasta los muy acomodados (incluidos muchos de los de la cúpula uniformada), más interesados en la ganancia personal que en los principios.  Provoca decir como Mariano Picón Salas: “…no cambio esta olvidada calma por el compromiso y la traición que están en la cuenta corriente de muchos triunfadores". 

Humberto Seijas Pittaluga
hacheseijaspe@gmail.com

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domingo, 26 de enero de 2014

HUMBERTO MARCANO RODRÍGUEZ, PROHIBIDO OLVIDAR, REFLEXIONES DEMOCRATICAS

En este 23 de enero del 2014 a CINCUENTISEIS (56) AÑOS, de la caída de la dictadura  sangrienta   de Marcos Pérez Jiménez,  que durante diez años asoló este país, recordamos  la inmensa alegría  del pueblo de Venezuela, pero  en especial  en aquellos  que luchamos   con denuedo  contra las  huestes de la Guardia Nacional y de la Seguridad Nacional, el 23 de enero que ha debido ser una fecha gloriosa hoy casi olvidada, fue  la  culminación de infinidades de reuniones, de cambios  de planes que se precipitaron  durante  el mes de  enero del 58 desde  el día primero  con el intento insurreccional de un grupo de  aviadores militares, fueron 23 días  de una   enorme agitación, de grandes sustos en la preparación de la gran huelga nacional  que estalló el 21 de  enero a las doce del día con el repicar de las campanas en las Iglesias  y el toque de las bocinas  de  los  vehículos particulares y de transporte, fue una HUELGA TOTAL, que  culminó  con la salida  del dictador Marcos Pérez Jiménez en la madrugada del 23,


Fueron instantes de inconcebible alegría,  sobre todos  entre aquellos  que estábamos  comprometidos en la lucha y perseguidos  ferozmente  tanto  por la Seguridad Nacional  como por la Guardia Nacional, brazos  ejecutores  de la sangrienta dictadura, las cárceles  venezolanas, los sótanos de la Seguridad Nacional en Caracas, los sitios de reclusión en el interior  del país de la Seguridad Nacional, los campos de concentración de Guasina y Sacupana  en Guayana, fueron todos testigos  de las increíbles   torturas, de los crímenes  cometidos por esas dos fuerzas de represión  contra todos  los  que  luchaban de verdad  contra la dictadura,  donde se sabía  que caer en manos de estos verdugos, era entrar en el olvido y de donde se sabía  que se entraba pero no se sabía  cuando se saldría y se saldría vivo.

Éramos unos jóvenes imberbes poseídos  de una gran mística y de conciencia democrática y nos sabíamos dirigidos por hombres y mujeres de temple  que no le tenían miedo a las prisiones, a las torturas ni a la muerte, entre ellas destacaba  la señora Carmona aún viva, la insigne  periodista Ana Luisa Llovera, primera presidenta  de la entonces Asociación Nacional de Periodistas (ANP).

Sin embargo a 56 años de distancia recordamos  con tristeza   los asesinatos  de  líderes  genuinos, hombres que en ningún momento vacilaron, que nunca  depusieron  su lucha y  su convicción democrática, que no pensaban  en ellos  ni en estar  haciendo negocios, su solo pensamiento “era la libertad y la democracia”,  como Droz Blanco, Leonardo Ruíz Pineda , Pedro Antolín, Juan Diego Marcano, Alberto Carnevali, Eutimio Ortiz y otros  tantos  que escapan en  estos momentos  a mi memoria.

A costa de la vida y de la sangre, de las torturas de tantos se logró rescatar la democracia y la libertad, derrotando esa sangrienta  dictadura, que  entre todas sus  cosas males y su barbarie  demostró también un gran nacionalismo frente a la ambición de naciones  extranjeras limítrofes en  especial Colombia y Brasil.

Pero hoy cuando nuestra patria gime  encadenada y  entregada  a Cuba, con su  soberanía perdida y su identidad casi  en las mismas  condiciones, cuando nuestras riquezas  son regaladas, cuando  somos gobernados  por traidores  a la patria, cuando  se ha perdido la  democracia y la libertad, la reflexión sería, valió la pena  tantos  sacrificios, tanta  sangre vertida en esos diez años, tantos  sufrimientos y lagrimas  derramadas por nuestros familiares, cuando  vemos y palpamos  la indiferencia de este pueblo hacia  sus instituciones, la cobardía  y la  entrega de esos seudos  dirigentes políticos, que tiemblan ante  el opresor, que los legitiman  y que solo están pendientes de sus llamadas  “parcelas de poder”, que no son  sino otra forma  de hacer negocios y lucrarse  en lo personal.

Cuando vemos   los presos  políticos  condenados  inhumanamente aún  siendo inocentes, a los cientos de miles de exiliados  en tierras extrañas, cuando  vemos una flamante y rimbombante  Mesa de La Unidad Democrática  (MUD) que  alardea  de  tener una dirección de de los derechos humanos y que  nada  se recuerda  que haya  hecho o intentado hacer por esos presos políticos, cuando  los  que alzamos la voz y pedimos acciones somos  condenados  por los  directivos  esa entelequia llamada MUD y acusados de RADICALES  Y EXTREMISTAS, se  nos hace   difícil  seguir el camino, pero seguimos adelante porque  en nuestra conciencia está  demasiado arraigado ese sentimiento de PATRIA, DEMOCRACIA  Y LIBERTAD. Hemos demostrado  que no somos  mercenarios, que nuestra lucha  no es por un cargo.

Condenamos  a esta dictadura  castro comunista de traidores a la patria, pero también  condenamos  a los colaboradores  y colaboracionistas  que directa  e indirectamente con sus  actitudes  son   sostenes  de este régimen al legitimarlo. Una  oración por el descanso eterno de todos los caídos  en esta lucha ayer y hoy y una palabra de aliento a  los  que aún vivimos y luchamos.

hjmrodriguez@gmail.com   ///   Twitter: @Hmarcanor

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martes, 3 de diciembre de 2013

ENRIQUE MELÉNDEZ, UN 1 DE DICIEMBRE DE 1952

Este domingo se cumplieron 61 años de lo que pudiéramos considerar como el desenmascaramiento de Pérez Jiménez; momento en el que le es desconocido el triunfo a Unión Republicana Democrática (URD), en las elecciones del 30 de noviembre de 1952, y las que habían sido convocadas para una Asamblea Constituyente (AC).
         En la justa habían participado URD, el Frente Electoral Independiente (FEI), que era el partido de Pérez Jiménez, y Copei. URD doblaba en bancadas al FEI, al sacar 60 diputados frente a 29 del otro, mientras Copei obtenía 17 diputados; lo que indica que el país quedaba en manos de la oposición democrática; tanto más a través de una AC, y la que suele atribuirse suprapoderes. ¡El guaro!, dijo Pérez Jiménez. ¡Aquí mando yo!
         Fue entonces cuando puso a Laureanito (Laureano Vallenilla Planchart), que era su operador político, a que convocara a una rueda de prensa, a los fines de emitir los resultados que, a juicio del gobierno, eran los verdaderos, y no los que habían reventado los titulares de prensa de la del día mañana siguiente, a propósito de ese resonante triunfo que le daban a URD; resultados que ahora se alteraban, y el FEI terminaba adjudicándose 60 bancadas, además de las 29, que ahora le atribuía a URD en el cambalache; pero como este partido había sido ilegalizado en el acto, entonces también asumía esas curules; total, que ahora la AC se componía de 89 diputados que pertenecían al oficialismo, y de 17 diputados, que le habían dejado a Copei en la nueva repartición; pero como este partido había decidido no acudir a la convocatoria a la Constituyente; entonces Laureanito se dará a la tarea en los próximos días, antes de su instalación, de sonsacarles a los suplentes de los diputados, que habían quedado electos en sus respectivas regiones; sobre todo, porque la ausencia de la representación parlamentaria de Copei, pesaba mucho para el quórum de la misma, se dio a la tarea de quebrar voluntades; a las que, en efecto, compra; de modo que estamos ante una de las Constituyentes más truculentas que conoce nuestra historia; muy parecida a la Hugo Chávez en 1999; donde  la oposición queda con sólo cuatro diputados, arrasando con el resto de las bancadas el chavismo, y esto porque apeló al sistema de escogencia de los candidatos a constituyentes, conocido como Quino, utilizado en lotería; es decir, un ventajismo para contar con la mayoría absoluta, y lo que menos salieron allí fueron expertos constitucionalistas.
         La aparición de Laureanito se había producido el día 2 de diciembre, y mis colegas periodistas, a quienes les correspondió cubrir esta rueda de prensa, y quienes hoy en día son ancianos ya, por lo demás, me comentaban que, al finalizar de emitir aquellos resultados, éste había alegado que allí no se admitían preguntas; que esos eran los resultados.
         Para contrarrestar el efecto primera plana, y volviendo al punto de lo que había traído la prensa ese día en sus principales titulares, en la noche del primero de diciembre habían puesto a un personaje muy oscuro, y lo llamo oscuro, porque se trataba del distante presidente de la República, Germán Suárez Flamerich, a leer un comunicado del gobierno, donde se argumentaba que se había decidido desconocer esos resultados, en virtud de que se había descubierto que en los sufragios habían participado militantes del partido Acción Democrática, votando a favor de URD; por lo que ese voto era nulo, si se partía de la circunstancia de que AD era un partido proscrito; una trastada que fue corregida más adelante, bajo el argumento de que se había descubierto que se habían infiltrado elementos de URD al sistema electoral; fraguando allí el fraude; lo cierto es que a partir del primer argumento el gobierno admitía haber perdido, e iba en contra de las cifras que iba a manejar al día siguiente.
         Pero hasta allí llegaba la historia de este señor, y quien había ocupado la jefatura de Estado; luego del asesinato de Carlos Delgado Chalbaud; que venía a constituir el último eslabón de Pérez Jiménez en su carrera fría y calculada hacia el poder; la que había comenzado con la utilización de la figura de Rómulo Betancourt, a quien había desechado en su momento; luego de la de Delgado Chalbaud,  y ahora la de este señor; una especie del Nicolasote nuestro, es decir, un personaje de mampostería; sin autonomía propia en el ejercicio del mando, un ser sumiso, que fue lo que le causó malestar a un tal Altuve Carrillo, un sujeto ligado a ese régimen; quien se quejó por no ser más pendejo que Suárez Flamerich para merecer ese premio, y que quedó como una moraleja de la situación que se vivía a partir de allí, ya que ese fue el requisito que se exigió, es decir, ser muy bolsa. Claro, se trataba de un sujeto que había pertenecido a la Generación de 1928; famosa por sus héroes estudiantiles, y, luego, porque contaba con una cierta trayectoria como diplomático. Precisamente, ese fue el tinte que le quiso dar Pérez Jiménez a esa junta de gobierno, que llamaban colegiada, un tinte civilista con la presencia de este señor allí.
         Lo despide esa misma noche del 1 de diciembre de 1952, en tanto que nombra a Laureanito Ministro de Relaciones Interiores; mientras asume la presidencia; conservando Pérez Jiménez el Ministerio de la Defensa. Es decir, ese día se da un fraude electoral, y, lo que llaman un golpe en seco: Pérez Jiménez le pide la renuncia a Suárez Flamerich a la brava, ya ladillado de este lacayuelo, a quien humilla hasta en público; que es lo que yo llamo su desenmascaramiento, su salida del closet.
Por último, Laureanito les tendía una emboscada en su propia oficina a Jóvito Villalba y a la dirigencia de URD; a quienes había convocado, supuestamente, para negociar, secuestrándolos, y enviándolos en un avión fletado desde Maiquetía hasta Panamá.

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domingo, 24 de noviembre de 2013

EDUARDO GUZMÁN PÉREZ, EL 24 DE NOVIEMBRE DE 1948, LA VUELTA DE LOS ANDINOS

“Es necesario y apremiante a la vera de lo  que  hoy pasa en este país, que las nuevas generaciones de venezolanos sepan verazmente  por qué  ocurrió el golpe militar contra el gobierno constitucional del Presidente Medina  18 de octubre de 1945,  y  la razón  del contragolpe del 24 de noviembre de 1948”

Ars longa vita brevis nunc  est semper

Antecedentes de una jugada

¿Una revolución también  golpista?  Así  como ya  olvidada.

El 18 de octubre de 1945 la juventud militar del Ejército, liderada  por los  mayores Marcos Pérez Jiménez, (Alférez Mayor de su promoción) Carlos Delgado Chalbaud, Luis Felipe Llovera Páez,(Alférez Mayor de su promoción), y el  capitán Mario Vargas Cárdenas,  congregada en la llamada “Unión patriótica Militar,” luego de conseguir  a través del Dr. Edmundo Fernández el apoyo del partido AD, que era la organización  de mayor penetración política  en la vida  del país, fundado en 1941 durante el primer año de gobierno del Presidente  Isaías Medina. Fue una  alianza que logro propinarle un incruento y sangriento  golpe de estado al Presidente  constitucional Medina Angarita. 
De ese Golpe militar nace lo que los adecos una vez en el poder llamarían la “Gloriosa revolución de octubre”. Constituyéndose  de inmediato un gobierno colegiado que se denominó “Junta Revolucionaria de Gobierno” presidida  por Rómulo Betancourt a solicitud  e imposición del mayor Pérez  Jiménez,  e integrada además por el capitán Mario Vargas en representación del ejército,  el mayor Carlos Delgado Chalbaud ocuparía el Ministerio de la Defensa, y además,  por  4 miembros de  AD :  Luis Prieto  B. Figueroa, Raúl Leoni,  Gonzalo Barrios, y  Edmundo Fernández, este último que fue el enlace entre los militares golpistas y los socios adecos . El  gabinete ministerial lo  integraron en su totalidad 9  militantes activistas del partido Acción Democrático.

Ese día había comenzado  también el juego  político-militar de  Marcos Pérez Jiménez  al no querer  integrar  ese cogobierno colegiado pletórico de adecos. Debemos observar que  una vez  rendido el  Presidente Medina  la tarde del  19 de octubre a manos del Comandante Pérez Jiménez, este le recomendó. “Comandante Pérez Jiménez no le entreguen el gobierno a los adecos, formen ustedes un gobierno solos.” Y eso fue lo que precisamente no  hicieron. Pérez Jiménez sabía lo que estaba haciendo.

La justificación de la asonada militar  del 45

 La razones  adecas  aducidas hasta hoy día, aun en el 2013,  para  justificar el rompimiento del hilo constitucional que se había mantenido desde 1936 una vez que muere J. Vte. Gómez en diciembre de 1935,  y es electo  en febrero de ese año en unas elecciones de segundo grado, (Por el Congreso Nacional), el general  Eleazar López Contreras  para el periodo 1936-41, tal como lo fue posteriormente el Presidente Medina -1941-45-. Repito, para  derrocar al Presidente Medina faltando  4 meses para finalizar su presidencia aducían  que, el Presidente de la república y los  representantes a los cuerpos deliberantes tenían que ser por elección directa, universal y secreta y no por el Congreso Nacional en forma  censitaria. En ese momento  Venezuela  tenía unos 3 millones de habitantes,  un país  incomunicado,  con 78 % de analfabetismo y una sociedad enferma, un pueblo miserable   afectado por severas patologías  que eran los que iban a elegir (¿?).  Y, los militares que integraban la logia “Unión Militar Patriótica” justificaron la asonada   expresando que: “Persistían en los cargos de comando y de decisión, oficiales  no profesionales de las armas,  así como la existencia de una  situación  de inadecuada condición social y pecuniaria  del personal militar y  atraso en la formación técnica y profesional  de la oficialidad. Y  a juicio de Mario Vargas, oficial cercano al partido AD, y que el Presidente Medina había abandonado al ejército. Sin darse cuenta esa alianza, que con ese golpe militar en donde los adecos sirvieron de comadrones a la juventud militar, de que iban a fracturar por IV vez la  historia del país, y, se ponía fin, por otra parte, a 46 años de hegemonía andina en el desempeño del poder (1899-1945), finalizando así la “Republica liberal autocrática” que  el Gral  J.A. Páez instalo en 1830. Tres años más tarde, el 24 de noviembre 1948,  se produce un contragolpe militar encabezado por los mismos  oficiales que llevaron a los adecos al poder el 45, liderado nuevamente por el  ahora Tecnel.  Marcos  Pérez Jiménez, que  sería el partero de un régimen que en los 10 años posteriores, eso no se dice, que  convertiría la Venezuela miserable del momento  en una nación moderna, próspera, y ocupando el sitial que, según él, nos correspondía en el concierto interamericano, y lo logro asombrosamente. Tal que hoy,   a 63 años de su salida de Miraflores  el 23 de enero de 1958, no se ha podido hacer una obra  física, educacional, vial, de salud, de florecimiento y crecimiento económico, de prosperidad material, de salud,  y de modernización del componente militar como esa,  ni superada mucho menos por ninguno de los llamados gobiernos democráticos y autocráticos -1958-2012-. Administro Pérez Jiménez, oigan,  en 10 años un  pírrico presupuesto  total de 17.226 mil millones de Bs. F.,  (Dólar a 3.35/Bs), equivalente  al presupuesto anual de la Alcaldía de Tucupita. El anunciado  milenio  adeco y despelote político   que montaron,  duro, pero exactamente 1.050 días.

 “ El Milenio adeco”, algo semejante a esto que el país vive con horror hoy día, así llamaron el gobierno adeco quienes   Inmediato al asumir el poder Betancourt, el 20 de octubre del 45  en su condición de Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno,  junto a la dirigencia nacional y regional del partido AD,  todos en el poder,  comenzaron a desarrollar un acción de gobierno  agreste y sectario; crearon un Tribunal ad hoc para juzgar a los medinistas, lopecistas y gomecista; iniciaron la incautación  y expropiación de propiedades de los anteriores gobernantes, salieron al exilio cientos de venezolanos perseguidos por el régimen y otros a la cárcel, incumplieron los postulados militares que llevaron al golpe de 1945; persiguieron en forma implacable a los opositores; demostraron una ineficiencia y un populismo exacerbado en el ejercicio de poder y  en la función de administración del gobierno; crearon bandas armadas tipo milicia, (Como  los llamados  colectivos de hoy), y comenzaron a penetrar  el Ejercito con ideología   comunistas a través de diferentes formas de acción. Esta última actuación fue la gota que rebaso el vaso y sobrevino el contragolpe del 24 de noviembre de 1948.  Ese fue el retrato de la llamada “Gloriosa  revolución de Octubre”, signada por la  anarquía, agitación social, desasosiego político, corrupción, ineficiencia    y forma personalista  de conducir el Estado. Años más tarde diría Betancourt: “La revolución de octubre fue un vulgar golpe militar, no hubo tal revolución.. … y a nosotros no nos tumbaron los militares, nosotros nos caímos solos”

El país a constituyente.

Tras dos años de gobierno de Betancourt, presionado por el sector militar encabezado por el  Ministro de la Defensa  Tecnel. Delgado Chalbaud, el 17 de diciembre de 1946 se instala la Asamblea Nacional Constituyente presidida por el poeta Andrés Eloy Blanco y tras seis meses de deliberaciones el 15 de junio de 1947 se sanciona la nueva Constitución Nacional, y el 22 de octubre clausura sus sesiones la Asamblea Nacional. Se había  de esta manera instalad la Republica Liberal Democrática, el pueblo era el depositario nuevamente de la soberanía popular electoralmente.   Entre los meses de julio y noviembre del mismo año, se desarrolla la campaña electoral presidencial: El 29  de agosto Rómulo Gallegos se inscribe como candidato de AD, el 6 de octubre se postula Gustavo Machado del Partico Comunista , y el 15 del  mismo mes lo hace por Copei Rafael Caldera. El 14 de diciembre en medio de un país polarizado y encrespado políticamente  se va a elecciones presidenciales y  Rómulo Gallegos gana por una abrumadora mayoría y  es declarado el 5 de enero de 1948  por el Consejo Electoral Presidente constitucional para el periodo 1948-52. De inmediato el 2 de febrero se instala el Congreso Nacional bajo la presidencia del adeco  Valmore Rodríguez, con amplia mayoría de AD. Y  comienza la cuenta regresiva, Betancourt se solapa detrás de su partido AD y es quien dispone detrás del autor de Doña Bárbara

 Gallegos un Presidente apantuflado

 El 15 de febrero de 1948,  el novelista  Rómulo Gallegos asume  la Presidencia de una novela llamada Venezuela,  y aparentemente con su elección  se había restituido  el hilo constitucional roto tres años atrás con el golpe militar que depuso al Presidente Medina. Pero Gallegos como Maduro devenían de un golpe, Gallegos por tercería de  uno militar y Maduro de otro, pero constitucional. Tras ocho meses en  la presidencia el autor de Doña Bárbara, sencillamente  no pudo pagar la factura del desastre que le dejo Rómulo, tal como Chávez se la  dejo a Maduro, ambos no fueron responsables de ello, ambos no le dieron repuesta al caos.  A partir   de noviembre  de 1948 ya se habla públicamente de golpe. El Alto Mando Militar le entrega  al presidente un pliego en donde piden rectificación, Gallegos no puede. Los tenientes coroneles del Ejercito   Mario Vargas y Luis F. Llovera Páez trataron de mediar  a última hora para evitar el golpe militar, mas todo fue en vano, de nuevo el Tecnel. Marcos Pérez Jiménez era nuevamente dueño de la situación, y el 24 de noviembre un mando combinado en un golpe seco derroca al Presidente. Cuatro días antes del Golpe  el Presidente Gallegos fue entrevistado por Miguel Otero Silva  del diario El Nacional y a la pregunta de este de que se hablaba de un golpe, el Presidente Gallegos le dijo: “Miguel, todo está bajo control mira yo tengo pantuflas puestas eso te indica que no puedo correr.   


Corolario: Que ¿porque cayo Gallegos?, porque según  me dijo el general Llovera Páez en 1967: “No se puede gobernar echándole vaina a todo el mundo”. Y, porque de acuerdo a lo expresado tiempo después en 1950 en New York por Betancourt, repito: “A nosotros  no nos  tumbaron los militares, nosotros nos caímos solos”. Se  volverá  repetir la historia con Maduro?, ese es el comentario de los historiadores. Alea jacta est.

  Obras Consultadas, Bibliografía:
-El 18 de Octubre, Una revolución olvidada, Jorge Olavarría Tezanos.
- 4 años de Democracia, Isaías Medina Angarita
 -Venezuela País Contra Insurgente,  José Eduardo Guzmán Pérez
 Isaías medina democracia y negación, José Eduardo Guzmán Pérez
 -La verdad inédita, Ana Mercedes Pérez
 -El 18 de octubre de 1945. Edito José Ramírez
 -Trayectoria de una revolución democrática. Rómulo Betancourt
 -El 18 de octubre, Julio Diez
 -Mis conversaciones personales con: El ex Presidente Marcos Pérez Jienenez, el Gral Luis F. Llovera Páez el Dr. Arturo Uslar, Julio Diez, Luis Prieto B.  Figueroa,  Gral. Antonio Chalbaud Cardona, y otros. 

Jose Eduardo Guzman Perez 
guzmanperez@gmail.com

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lunes, 21 de enero de 2013

MANUEL FELIPE SIERRA, ENERO 1958, 23 DE ENERO DE 1958

El 1 de enero de 1958 se subleva la Fuerza Aérea en Maracay. El mayor Luis Evencio Carrillo jefe de la Base concluye la cena de fin de año con una lacónica frase:”hay que defender la patria y no a un hombre” y de inmediato sesenta efectivos ocupan la instalación de Boca de Río. La conspiración se venía urdiendo desde meses atrás en largas reuniones en el restaurant “Beergartem” frente a la Plaza Girardot.

PRIMERA JUNTA MILITAR DE GOBIERNO
A las siete de la mañana fue desarmado y detenido el jefe de la base coronel Abel Romero Villate y una hora después un Venus del Escuadrón de Caza 36 pilotado por el mayor Edgar Suárez Mier y Terán sobrevuela Caracas como un  anuncio para los complotados. Cuenta el periodista Antonio Manrique: “Maracay estaba sumida en un ambiente revolucionario, con la gente en la calle persiguiendo a los “seguranales”(los agentes de la policía política del régimen). Las puertas del Cuartel Páez habían sido abiertas y muchas armas fueron tomadas por el pueblo maracayero. Militantes de AD, Copei (uno de los más activos lo era el abogado Godofredo González), PCV y URD, salidos de sus “conchas”, coordinaban las acciones de los civiles. El Cuartel Sucre era el centro del fragor revolucionario. En sus calabozos estaban presos más de treinta integrantes de la Seguridad Nacional que el pueblo quería linchar. Desde Radio Maracay, Hugo Montesinos Castillo, oficial pasado a retiro por su antiperezjimenismo, arengaba al pueblo y leía consignas contra el “régimen dictatorial”.

Pérez Jiménez reúne el Gabinete, mientras se repiten incursiones aéreas sobre Miraflores, una de las cuales da en el blanco de la oficina presidencial y un portero conocido como “Perecito” se desploma carbonizado. Se conoce que el capitán Martín Parada piloto de confianza del Presidente encabeza la insurrección. A los minutos una columna de blindados del Cuartel Urdaneta al mando del joven oficial Hugo Trejo se declara también en rebeldía. Hay noticias, rumores y versiones cruzadas. A la media tarde se anuncia que el coronel Romero Villate ha retomado la base aérea y horas después que el grupo de rebeldes comandado por Parada huyen hacia Colombia. Trejo, en una operación que nunca pudo ser explicada, marchó hacia la capital aragüeña y fue apresado en La Encrucijada por el coronel Roberto Casanova. En la noche Pérez Jiménez, con el bastón de mando en la mano derecha, anuncia en cadena de radio y televisión el aplastamiento de la sublevación  y sanciones ejemplarizantes para los insurrectos. Ciertamente, la acción de Maracay resultó un fracaso militar, pero exacerbó un clima político ya demasiado sensible.

El día 9, oficiales de la Armada liderados por el capitán de navío Eduardo Morales Luengo, desplazan varios destructores en La Guaira. Morales es detenido y en la noche curiosamente se produce la renuncia del Gabinete y del gobernador del DF Guillermo Pacanins. Al día siguiente, Pérez Jiménez se ve obligado a nombrar al general Rómulo Fernández ministro de la Defensa quien le presenta un memorandum con severas exigencias,  que plantea un Gabinete militar y la salida de Laureano Vallenilla Lanz y Pedro Estrada, los principales operadores del régimen. Al día siguiente, Pérez Jiménez destituye al ministro Fernández y él personalmente asume el ministerio de la Defensa. El oficial destituido es enviado a Santo Domingo, pero la dictadura entra en el juego de los golpes y contragolpes. El 17 la Junta Patriótica convoca a una huelga general el día 21. El 20, Pérez Jiménez nombra al vicealmirante Wolfang Larrazábal Comandante de las Fuerzas Navales en medio de una huelga de prensa. El 21 hay revueltas callejeras, manifestaciones, quema de autobuses, heridos, muertos y se decreta el toque de queda desde las cinco de la tarde.

El 22 se produce la sublevación de oficiales en la Base Naval de Mamo y la Comandancia General de la Marina en el Centro Simón Bolívar. El capitán Vicente Azopardo está al frente de la acción  y se comunica con sus compañeros de conspiración en la Escuela Militar, el capitán Felipe Párraga Núñez del Ejército y el teniente José Luis Fernández de la Aviación, a quienes acompaña el activista civil Oscar Centeno Lusinchi.

Informan entonces al coronel Pedro José Quevedo director del Instituto de la acción subversiva y éste conviene en que para la paz del país ya es necesario que el dictador abandone el poder. Pérez Jiménez llama telefónicamente a Quevedo quien se niega en varias ocasiones a atenderlo. El mandatario está convencido que una sublevación de la Escuela Militar tendría un efecto psicológico decisivo en todos los componentes. El coronel Adolfo Medina Sánchez, jefe del Batallón Bolívar, llega a Miraflores y le presenta un plan para recuperar la escuela. Según cuenta el piloto presidencial mayor José Cova Rey, Pérez Jiménez revisó el documento y respondió: “prefiero irme antes que matar cadetes”.

Ya la Junta Patriótica había perdido contacto con la mayoría de los enlaces comprometidos con la huelga. El buró político del PCV reunido en el edificio “San Pedro” de los Chaguaramos, integrado por Pompeyo Márquez, Eloy Torres, Alonso Ojeda Olaechea, Guillermo García Ponce y el líder universitario Héctor Rodríguez Bauza, hacen en la tarde un balance desfavorable de la jornada. Entrada la noche Márquez recibe una llamada de Rodríguez Bauza, quien había salido a olfatear el ambiente y que identificado con su seudónimo le dice: “sube a la terraza y espera una sorpresa en pocos minutos”. Márquez y sus compañeros se miran a la cara con desgano. Luego deciden ir a la parte superior del edificio.

Al poco tiempo, ven las luces y oyen el estrépito de un avión que se tambalea bordeando El Ávila. Pérez Jiménez huía en la “Vaca Sagrada”. Era el resultado de un típico Golpe de Estado, pero la decisión de marcharse es la consecuencia de un clima de malestar pasivo que finalmente se tradujo en una movilización activa e indetenible de las masas, que ya no podía neutralizar políticamente y menos aún aplastar con el uso de las armas.

manuelfsierra@yahoo.com

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sábado, 19 de enero de 2013

JAVIER VÍLCHEZ, EL 23 DE ENERO CELEBRAMOS EL DÍA DE LA DEMOCRACIA

El 23 de enero de 1958, Venezuela vivió una de sus más hermosas faenas libertarias cuando un movimiento cívico-militar derrocó al gobierno de Marcos Pérez Jiménez, quien se marcha a República Dominicana a bordo del avión presidencial "la Vaca Sagrada", a pesar de que un mes antes, se había efectuado un plebiscito para prolongar su mandato, darle cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas. 
Sin embargo; ya se había acelerado un profundo proceso de deterioro que terminó 23 días más tarde con su caída, el derrocamiento de la dictadura se convirtió en una causa nacional, pues al conocerse la noticia el pueblo se lanzó a las calles, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional, linchando a varios funcionarios, destruyendo la sede y los equipos del periódico oficialista El Heraldo.
El Palacio de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado. La Junta la constituyeron el Contralmirante Wolfang Larrazabal, como Presidente, y los Coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al amanecer del día 23, los venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del depuesto régimen; quienes fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti. Para facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose a un militar, el Coronel Jesús María Castro León, el Ministerio de la Defensa.
Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan presos políticos, se amplía la Junta Patriótica con sectores independientes, se ratifica en la presidencia al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno saliente y regresan los exiliados.
Esos días sellaron una nueva etapa en la historia de la Venezuela contemporánea. El 23 de enero de 1958 se considera un triunfo del pueblo. Ese día, turbas enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del régimen y a tratar de acabar con los funcionarios que se habían ensañado en la persecución política durante toda la década. Miembros de la terrorífica Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por largo tiempo o escaparon al exterior.
http://www.cultura.luz.edu.ve/index.php?option=com_content&task=view&id=201&Itemid=208
@culturaLUZ

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sábado, 26 de mayo de 2012

ALBERTO RODRÍGUEZ BARRERA, EL ANTIDESARROLLO DEL CHAVISMO

“Y todos vemos que los hombres se agarran de la vida aun al costo de soportar grandes infortunios,porque encuentran en la vida dulzura y felicidad naturales.”Aristóteles

En los tiempos de estancamiento que le ha impuesto el chavismo a Venezuela desde su llegada al poder, caracterizado por un fracaso total que omite la palabra desarrollo, se exalta más una verdad que muchos parecen ignorar: entre 1958 y 1998, los famosos cuarenta años de democracia, obtuvimos un desarrollo social y económico –en tan grande escala y extensión- como jamás se había visto en ningún período anterior de nuestra historia. La exacerbación crítica hacia ese período contiene una sola verdad: no se logró todo lo que debía haber realizado, pero se logró un desarrollo integral estadísticamente documentado, y que realmente ocurrió.

Tras el saqueo de los 10 años de militarismo del dictador Marcos Pérez Jiménez, tan parecido a la actual voracidad del chavismo,  Venezuela llegaba más allá de la primera mitad del siglo 20 sin industrias, sin gente entrenada e instruida, sin siquiera producir un litro de petróleo porque no había una sola empresa petrolera nacional, ni hablar de refinerías, petroquímicas, infraestructuras de salud, educación, comunicaciones, etc.; algo sumamente diferente a lo que encontró el chavismo cuando arribó al poder, cuando ya PDVSA figuraba entre las empresas petroleras más efectivas  del mundo, como no lo es hoy.

En aquellos años y hasta el presente, lo que no se desarrolló en todas partes del planeta fue el comunismo, ya que ahí se dio el “antidesarrollo”; ahí el tiempo se detuvo en un estancamiento, a la espera de su caída. Pero Venezuela surgía de la nada heredada en más de un siglo de ineficiencia militarista, aunque no se llegó a la derrota de la pobreza, ya que esto sólo es posible cuando se conquista el desarrollo económico. Y a Venezuela había que integrarla con herramientas básicas ausentes: sistemas de comunicación, salud, educación...

Es lo que llamamos la “alfombra roja”  sobre la cual se posó el chavismo, cuya única obra anterior fue el golpismo y sus muertos.  Con las manos vacías, las alforjas sin talento y una lengua larga, el grupito rústico y escaso de conocimientos, conformado por los últimos de la clase y las ambiciones de la frustración, inició la aplicación de su “plan sovietizante”. La planeación soviética era el estilo que –desde 1990- demostró al mundo que su crecimiento no eran más que ficciones de la fantasía y de la imaginación burocrática. Ejemplos: la URSS, después de 70 años de comunismo, estaba por debajo de la mayoría de los países del Tercer Mundo en todas las categorías de salud; Cuba, después de más de 50 años, hoy produce menos que antes de Castro; Checoslovaquia, antes de ser sometida al plan soviético, igualaba a Alemania Occidental en productividad y tecnología, por encima de Francia, pero luego de décadas de comunismo –y sin haber sufrido sus industrias daños tras la Segunda Guerra Mundial- la producción checa por obrero bajó a menos de la cuarta parte de Alemania Occidental o Francia, que sí sufrieron daños debido a la guerra... Con la planeación soviética, la productividad se va al demonio porque asigna los recursos equivocadamente, y tampoco los coordinan. Al ocuparse más de la politización burocrática y militar, destruyen, impregnándose de corrupción y precipitando la inflación.

Porque la mecánica del chavismo, heredada de fracasos comunistas para ellos invisibles, yerra en lo que es “estadísticamente significativo”; es ahí donde lo que es macro se vuelve micro, y el resultado es una evidencia de su incapacidad para lidiar con las complejidades de la Venezuela que requiere del desarrollo. La teoría de la complejidad, que es la que más rápido crece en las matemáticas modernas, no entra en la fanatización cerebral del chavismo. La teoría de la complejidad ha demostrado con rigurosas pruebas, que los sistemas complejos no admiten predicción, y que son controlados por factores que no son estadísticamente significativos, y es lo que se conoce como el “efecto mariposa”: un teorema caprichoso pero matemáticamente riguroso y probado demuestra que el aleteo de una mariposa en la selva amazónica puede determinar y determina el tiempo que va a hacer en Chicago algunas semanas o meses después. Esto implica que en los sistemas complejos, el “clima” es predecible y tiene gran estabilidad; pero el “estado del tiempo” es impredecible y es totalmente inestable.

Aunque a veces se crea que el “mariposeo” es una exclusiva del chavismo, la realidad del chavismo es que excluye todo lo “externo” y su carencia de sistema los lleva al caos. Por eso los intentos de controlar, dirigir y regular la economía no les dan resultados. No han entendido el “efecto mariposa”. Y por contraste, las maripositas son teñidas de rojo sangre en Amazonas.

Cabe recordar aquí a Albert Camus, el ensayista y artista rebelde que también superó y se alejó del comunismo, cuando afirmaba que la rebelión debe estar basada en la aceptación de límites, el rechazo a la injusticia y tener una medida para lo que consiente. Primero, Camus creía necesario reconocer la imperfección del hombre, más cuando fundamenta su ideología sobre culpas absolutas, sin comprender su irracionalidad y aspirando a dirigir el curso de la historia. La segunda fuente de medida es conseguir un balance entre la naturaleza y la historia, entre el mundo que el hombre consiente y sus intentos por cambiarlo. Para Camus, la acción política eficaz comienza con la realidad, no con la ideología; la verdadera rebelión no busca una justicia absoluta ni una libertad imposible; y que se aproximará a sus metas sin conflictos con la solidaridad humana; y el rebelde, reconociendo la relatividad de sus conocimientos, no sacrificará a los hombres vivos por una promesa de ideal futuro.

El chavismo promete un futuro que no puede alcanzar y sacrifica la vida presente de los venezolanos llevándonos del subdesarrollo al antidesarrollo, contoneándose con la coquetería de un mariposeo que no tiene ningún efecto...

chinorodriguez1710@yahoo.com

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miércoles, 2 de mayo de 2012

EDDIE A. RAMÍREZ S., LA IGLESIA Y EL 1 DE MAYO

En reconocimiento a la célebre Carta Pastoral de Monseñor Arias Blanco del 1 de mayo de 1957 y a la valiente  defensa de la democracia de Su Eminencia Jorge, Cardenal Urosa, obispos y clero en general, más adelante reproducimos algunos párrafos de dicha Pastoral. Quizá a los jóvenes que no vivieron esos terribles años  de tiranía les extrañe que una Pastoral, que no menciona  los asesinatos y presos políticos sino solo  las desigualdades sociales y la necesidad de los sindicatos,  se considere como un hito importante que marcó el inicio del derrumbe de Pérez Jiménez. 

Para entender hay que tomar en cuenta que durante la tiranía del general nativo de Michelena, había una censura estricta en los medios de comunicación. En cambio hoy la dictadura chavista adaptada al siglo XXI tolera cierta libertad de expresión, aunque quienes opinan corren riesgos y los medios de comunicación  son ahogados por medio de las presiones del régimen a los anunciantes para que no suministren publicidad. Entre comillas citamos al ilustre prelado.

“La Iglesia no solo tiene el derecho, sino que tiene la gravísima obligación de hacer oír su voz para que todos, patronos y obreros, gobierno y pueblo, sean orientados por los principios eternos del Evangelio en esta descomunal tarea de crear las condiciones necesarias de vida para que todos los ciudadanos puedan disfrutar del bienestar que la Divina Providencia está regalando a la nación venezolana…Requisito indispensable para el mejoramiento de los trabajadores es su unión. Por esto la Iglesia Católica ha defendido siempre con tanta insistencia el derecho natural de asociación de los obreros”. 

En otro párrafo, la Pastoral señala : “Frutos amargos ha cosechado con lágrimas la humanidad en los países que han caído víctimas de la revolución marxista. Y con las palabras de Pio XII os recordamos que -no es en la revolución, sino en una evolución armónica donde está la salvación y la justicia. La violencia nunca ha hecho más que derribar en vez de levantar; encender las pasiones en vez de calmarlas; acumular odios y ruinas, en vez de hermanar a los combatientes, y ha lanzado a los hombres y a los partidos a la dura necesidad de reconstruir lentamente, tras dolorosas pruebas, sobre las ruinas de la discordia-”.  Hoy, el oficialismo llama a la violencia, los sindicalistas son asesinados, nos imponen inconsultamente  una nueva Ley del Trabajo e impera  la desigualdad social. Sin duda Monseñor Arias sigue vigente.
 
Como en botica: Los generales chavistas no intentarán un golpe de estado porque saben que sería un suicidio. La amenaza vendrá de los grupos violentos del oficialismo y de la guerra sucia para descalificar a la alternativa democrática y desviar la atención sobre lo declarado por el hampón Aponte referente a los otros hampones que manipulan la justicia. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!.

eddiearamirez@yahoo.com

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sábado, 28 de abril de 2012

PEDRO PAUL BELLO, ¿CUAL HA SIDO EL PEOR GOBIERNO DE VENEZUELA? PARTE III

El 24-11-1948 se constituyó una Junta Militar de Gobierno con tres Tenientes Coroneles. La presidía Carlos Delgado Chalbaud, a quien acompañaban Marcos Pérez Jiménez como Ministro de la Defensa y Luis Felipe Llovera Páez, Ministro de Relaciones Interiores. Se derogó la Constitución de 1947, para retornar a la de 1936, con la oferta de “tomar disposiciones de carácter progresista” contenidas en la en ese momento derogada.

Muchos dirigentes del gobierno derrocado fueron apresados, otros salieron al exterior; el Presidente Gallegos, detenido, pudo ir a La Habana el 5 de diciembre, mientras Betancourt, asilado en la Embajada colombiana, pudo salir el 23 de enero 1949. Los partidos AD y PCV fueron ilegalizados y muchos de sus dirigentes perseguidos, o fueron encarcelados. Con todos sus conflictos y avatares, el breve disfrute democrático que duró 37 meses, pasó al recuerdo. Era el innecesario regreso del “Gendarme Necesario.” El jefe de la conspiración fue, de nuevo, Pérez Jiménez. Delgado Chalbaud, quien era Ministro de la Defensa de Gallegos, habló al país por radio, al mediodía de ese 24 de noviembre, para garantizar a los venezolanos que las FFAA respaldaban al Presidente Constitucional y que había normalidad en todo el país; a las 2 pm, se dirigió de nuevo a la Nación, por la Cadena de Radio y en su condición de Presidente de la Junta Militar, para explicar las razones de “imperiosa obligación” por las que había sido derrocado el gobierno. Las garantías constitucionales quedaron suspendidas por un año, pero no las libertades de opinión y reunión, sino hasta “cuando se reglamentaran.” Entonces, se inició el clandestino regreso de líderes de AD y PCV, mientras se ejercía fuerte control sobre los medios de comunicación. Los trabajadores petroleros del país declararon huelgas a partir de 1950. La Junta disolvió sus sindicatos. En mayo de ese año hubo subversión en la Base Aérea de Maracay, que fue sofocada y apresados muchos oficiales comprometidos, excepto su líder, quien, gracias al silencio de los oficiales presos, continuó en la Fuerza hasta el 1-1-1958, siendo el Jefe conductor del alzamiento aéreo de ese día.[1]
La juventud estudiantil de entonces, se replegó para estudiar las doctrinas políticas de entonces, cobrando gran interés la comunista que, así, se hizo mayoritaria en las Universidades nacionales, lo que, más tarde, se reflejó luego del triunfo de Fidel Castro en Cuba, con la subversión guerrillera urbana y rural,  así como también en las divisiones de Acción Democrática y, en menor grado, Copei.
Los partidos aún legalizados (Copei y URD), pero seriamente restringidos, reclamaban el retraso en crear el Estatuto Electoral y la promesa de la Junta de convocar a elecciones parlamentarias. Sin embargo, desde el inicio fueron evidentes las diferencias del modo de ser del Presidente Delgado (serio pero amable, adusto pero educado y muy cordial) respecto a la de Pérez Jiménez, quien era obvio que ambicionaba el poder, mientras que Llovera se mostraba “deportivo” y con otros intereses personales. La imagen del Presidente era favorable a él, a quien se calificada de civilizado, tal vez por su formación militar francesa y sus orígenes familiares. También en la Junta había tres posiciones, que, en la práctica se reducían a dos: la del Presidente y las de los Ministros. De ello se fue formando, en ciertos sectores, la idea de una posible candidatura de Delgado Chalbaud. ¿Algo que ver con el magnicidio?

El 13-11-1950, en la mañana y en la quinta Maritza de Bello Monte, fue asesinado Delgado Chalbaud. Capturado, después de salir de su casa en El Pedregal, con sólo 1 escolta y acompañado por el Capitán (Navío) Carlos Bacalao Lara, conjurados armados los sometieron y condujeron a esa casa al Presidente y al Edecán Bacalao. El jefe del grupo fue Rafael Simón Urbina, célebre por su asalto a Curazao. Después del crimen, Urbina se refugio en la Embajada de Nicaragua, pero fue entregado a la Policía política. Se sabe que a alguno de los conjurados se le disparó el arma, lo que hirió en un pie a Urbina, quedando en manos el grupo de Domingo Urbina quien habría decidido el asesinato. El Capitán Bacalao trató de defenderlo, pero fue neutralizado. El Presidente recibió varios disparos que le mataron. La opinión pública interpretó, sin otra prueba que una declaración de Urbina quien exigía a las autoridades policiales que le dejaran hablar con Pérez Jiménez expresándoles “él sabe”, que éste era el cerebro del crimen. El gobierno hizo circular un grueso expediente sobre este asunto, pero que no fue suficientemente esclarecedor.[2] Nada en firme se supo de autoría intelectual de ese crimen, cuyos más de 20 implicados se juzgaron y condenaron. En cuanto a Rafael Simón Urbina, se dijo que “se suicidó” cuando la policía lo trasladaba a una cárcel.

El Coronel (post mortem) Delgado Chalbaud fue solemnemente enterrado, y se designó al Dr. Germán Suarez Flamerich como Presidente de la, entonces llamada, Junta de Gobierno. Se determinó que se convocaría una Constituyente cuya función era el hacer una nueva Constitución. El Estatuto Electoral preparado por el Dr. Luis Gerónimo Pietri, fue modificado y promulgado el 18-4-1951, al tiempo que se negó la participación en la Asamblea de AD y el PCV, así como la del Bloque Nacional Democrático constituido por personalidades destacadas de la vida política venezolana. Hubo varios intentos subversivos; ataques a puestos policiales; agitación en las Universidades, en especial la UCV, cuyas autoridades fueron sustituidas por un Consejo de Reforma: prisión y fuga de Alberto Carnevali; apertura del campo de concentración de Guasina, (isla del Orinoco en Amacuro) que tuvo más de mil presos políticos, muchos de ellos murieron en prisión. Se inició así la Dictadura. 

Para noviembre de 1952 se convocó la Constituyente. La campaña electoral comenzó en marzo. Agentes del gobierno apalearon a políticos y periodistas, entre ellos Mario Briceño Iragorry, Edecio La Riva Araujo, José Gonzáles Gonzáles y Julio Ramos. El gobierno inventó que se quería asesinar a Pérez Jiménez: no hay tiranía que no diga que se quiere asesinar al tirano. Continuaron las sublevaciones: en Setiembre, la Base de Boca del Río, bajo el comando del Capitán Wilfredo Omaña y el Tte. Navarro Torres; en Portuguesa, campesinos; en Maturín, el 2 de octubre, el Cuartel José G. Monagas, muriendo el Capitán Juan Bautista Torres; fue asesinado el 22 de ese mes Leonardo Ruíz Pineda, líder de la resistencia de Acción Democrática.

FRAUDE ELECTORAL

La elección para Constituyente fue el 30-11-1952. Cuatro partidos se presentaron: URD, Copei, FEI (del gobierno) y el Partido Socialista fundado por J.T. Rojas Contreras. Se pronosticaba contundente victoria de URD y las primeras cifras conocidas, dadas por el Consejo Supremo Electoral, así lo indicaron. Luego de éstas cifras, no se conocieron más resultados. Los cálculos de los partidos de oposición eran: URD 65%; Copei 18,5%; FEI 16,5%. Por presión del gobierno, el CSE modificó las cifras. Su Presidente, Dr. José Salazar Ramírez renunció. El Alto Mando Militar apoyó a PJ y Vallenilla le convenció para que aceptara la Presidencia. Era el 2 de diciembre de 1952. Los partidos opositores no aceptaron el fraude. Vallenilla convocó a su despacho de Ministro del Interior a la Dirección de URD; en Maiquetía, un avión esperaba a los dirigentes que concurrieron a la cita, y los llevó a Panamá. Briceño Iragorry, quien no asistió al Ministerio, asumió la protesta: fue apresado y exilado. El pequeño Napoleón venezolano, con un mismo 2 de diciembre, logró el sueño de su coronación. El gobierno, inútilmente, trató de comprar candidatos de los partidos URD y Copei: no lo logró.

Instalada la Asamblea, completada con algunos advenedizos, designó Presidente Provisional a P.J. En abril, éste cambió la denominación de Venezuela, con 85 años de duración, por la de República: entonces comenzó la Quinta República, que prevalece hasta hoy, pues nada modificó lo de “Bolivariana” que incorporó la Constitución de 1999. La Constituyente, ilegítima, asumió las facultades de designar al Presidente y a los Diputados y Senadores del Congreso y a la Corte Federal.   
La sombra de José Tadeo Monagas volvía a reinar en el Capitolio.

Gestión de gobierno.

Las libertades se mantuvieron restringidas; la CTV disuelta y sustituida por una Confederación oficial; las Iglesias fueron respetadas; las protestas, en especial las Universitarias, fueron reprimidas duramente; continuó la represión contra los partidos y su ejercicio político controlado y limitado; la Oficina de Seguridad Nacional fue temible instrumento de represión en todo el país; muchos opositores fueron apresados, perseguidos y asesinados aún en el exterior, como el Capitán Droz Blanco y el Capitán del  Ejercito Jesús Alberto Blanco. Es nuestra historia: Es largo el tiempo de asimilar tiranías, pero hay un momento cuando la rabia desplaza al terror;  entonces caen.

Una concepción acertada del desarrollo.

No se podría negar que el régimen, con valiosas mentes, hizo cambios socio-económicos muy importantes: La seguridad de la población y el orden en las ciudades, prevaleció sobre el desorden.  El mercado interno creció con gran fuerza en paralelo con un acertado proceso de urbanización, favorecido ello por el real auge petrolero; los programas de masivas inmigraciones; el desarrollo vial; la mejora de los puertos; las nuevas grandes represas; el desarrollo del complejo industrial de Guayana: Siderúgica, Ferrominera, Iron Mines en el Pao; Orinoco Mining el Cerro Bolívar; nuevas ciudades como Puerto Ordaz y Ciudad Piar; Petroquímica en Morón; Central Hidroeléctrica Macagua; y quizá lo más resaltante, que era entender que Venezuela no debe depender solo del petróleo, sino entrar en los mercados internacionales para con exportaciones muy diversificadas, todo lo contrario de la errada y ruinosa política de sustitución de importaciones.

La ira venció al miedo en 1957. El Arzobispo de Caracas, Mons. Arias Blanco, se pronunció con valiente Carta Pastoral; los estudiantes universitarios tomaron las calles. El ridículo fraude del referendo en diciembre de 1957 fue la puntilla. Oficiales de la Fuerza Aérea volaron sobre Caracas en intento de golpe que fracasó; fue debelada una insurrección encabezada por el Ministro de Defensa; se realizó una huelga general y llegó el 23 de enero.
Y REGRESÓ LA DEMOCRACIA.

Como esta parte la historia es más reciente podemos ser más breves.

La misma noche de del 23 de enero de 1958 se constituyó una Junta Militar de Gobierno, encabezada por el Contra Almirante Wolfgang Larrazábal Ugueto, por las Fuerzas Navales, como Presidente; el Coronel Carlos Luis Araque, comandante de las FFAC; el Coronel Pedro José Quevedo, Director de la Escuela Superior de Guerra, y los Coroneles Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al día siguiente una multitud manifestó ante el Palacio pidiendo la salida de los dos últimos, quienes apoyaban a P.J. Fueron sustituidos por el empresario Eugenio Mendoza y el Dr. Blas Lamberti, lo que cambió en nombre de la Junta para denominarla Junta de Gobierno. El secretario fue el Dr. Edgar Sanabria, luego Presidente al ser Larrazábal candidato presidencial de URD y otros grupos políticos.

El gobierno de Larrazábal tuvo muchos problemas, tanto en el terreno de lo laboral, también subversiones militares como dos intentos del Gral. Castro León, uno de ellos invadiendo desde Colombia por el Táchira, siendo ambos sofocados. Sin embargo, el país llegó a puerto seguro y se pudo celebrar las elecciones presidenciales del 7 de diciembre 1958, en las que Rómulo Betancourt. de AD, ganó la Presidencia, quedando segundo Larrazábal, apoyado por URD y otros partidos, y tercero Rafael Caldera, candidato de Copei. Los partidos AD, URD y Copei habían suscrito, tiempo antes de las elecciones, lo que se denominó Pacto de Puntofijo, que fue un acuerdo suscrito por los lideres de los mismos cuyo objetivo fue garantizar la vigencia del sistema democrático de gobierno en Venezuela. Firmaron los tres candidatos de esos partidos y, también Larrazábal, a quien apoyaba el Partido Comunista, por lo que éste partido, pese a que no integró la coalición de gobierno que se constituyó con AD, URD y Copei, si se comprometió con los términos del acuerdo.

GOBIERNO DE RÓMULO BETANCOURT


Desde el mismo día de su victoria electoral, comenzaron los conflictos para el Presidente Betancourt provocados por sectores de Caracas que apoyaban a Larrazábal, lo que se prolongó hasta su toma de posesión de la Presidencia el 13-2-1959. El 1-1-1959 había llegado al poder, en Cuba, Fidel Castro Ruz. El día 23 del mismo mes visitó por vez primera a Venezuela, en ocasión del primer aniversario de la caída de Pérez Jiménez, pero era su  propósito, después explicitado, abrir el camino para crear una alianza de Cuba con este país y con Argentina, para fortalecer mutuamente sus economía, pero luego ni Betancourt, ni Frondisi acogieron su propuesta lo que le desagradó visiblemente. Al año siguiente, Castro, ya declarado comunistas, él y su régimen, comenzó la invasión que se propuso, para tomar, indirecta o directamente, el poder en Venezuela, lo que generó, por varios años, guerrillas urbanas en ciudades y luego rurales. Contemporáneamente, después de iniciado el nuevo gobierno, surgieron en el país numerosas protestas y manifestaciones de desempleados; solicitudes de tierras por parte de campesinos; peticiones de construcción de hospitales, viviendas, escuelas y servicios públicos reclamadas por juntas y organizaciones de diversas poblaciones y, para colmo, los precios del petróleo bajaron, así como los ingresos del impuesto sobre la renta.

En 1962 el gobierno enfrentó tres sangrientas intentonas golpistas: El 4 de mayo en Carúpano, el llamado “Carupanazo”; menos de un mes después, el 2 de junio, en Puerto Cabello, el “Porteñazo” y, antes de rendirse los comprometidos allí, en Barcelona estalló el “Barcelonazo.” En Carúpano actuó el Batallón de Infantería de Marina y fue comandado por tres oficiales: Cap. Jesús Teodoro Molina Villegas, el Mayor Pedro Vegas Castellón y el Teniente Hector Fléming Mendoza. El hecho fue combatido y controlado por Batallones de la Armada y Aviones de la Base Aérea de Maracay. Hubo más de 400 detenidos y fueron ilegalizados los partidos MIR y PCV comprometidos en el intento. El “Porteñazo” fue una sublevación de la Base Naval de Puerto Cabello, conducida por los Capitanes Manuel Ponte García, Pedro Medina Silva y Víctor Morales. Hubo casi 500 víctimas y cientos de heridos. El Barcelonazo tuvo como líderes al Mayor Luis Alberto Vivas, apoyado por los Capitanes Rubén Massó, José Marín y Tesalio Murillo. El Gobernador Solórzano fue apresado por los conspiradores que asaltaron emisoras de radio, la Policía de Puerto La Cruz y la sede de AD, con un saldo de más de 50 muertos.

Aparte de estos conocidos hechos, a lo largo del gobierno del Presidente Betancourt, fueron neutralizados por parte de organismos gubernamentales, en especial la Secretaría de la Presidencia, más de 20 intentos y proyectos subversivos no conocidos por el país. Uno de los momentos más críticos del gobierno fue el intento de homicidio en Los Próceres, urdido por el tirano dominicano Rafael Leonidas Trujillo, el 24-6-1960, al  celebrar los actos por la fecha de la Batalla de Carabobo, cuando un vehículo cargado de explosivos, colocado en el Paseo Los Próceres, explotó al pasar el carro presidencial. Falleció allí el Jefe de la Casa Militar, Cnel. Ramón Armas Pérez y el Presidente sufrió quemaduras en sus manos. Por el hecho, la OEA sancionó al gobierno dominicano aislándolo.
SUBVERSIÓN CASTRO-COMUNISTA.

Alienados en su obsesión pro-cubana, jóvenes de universidades públicas dejaron su mundo por internarse en montañas de oriente y occidente para adherir a la insurrección comunista armada, mientras las Universidades nacionales se convirtieron en depósitos de armamentos, refugio de insurrectos y centros de conspiración rebelde. El frente guerrillero rural estaba dividido en facciones que tenían conflictos entre ellas, sea en tácticas, estrategias, fundamentos ideológicos y hasta rivalidades personales entre sus comandantes. Las FFAA enfrentaron el conflicto donde se produjera, combatieron invasiones castristas y redujeron, en tiempos de Betancourt y Leoni, la amenaza guerrillera a zonas aisladas del territorio nacional.

GESTIÓN DEL GOBIERNO BETANCOURT

Pese a la conflictividad referida, se alcanzaron logros muy importantes, comenzando por la participación en la fundación de la OPEP, en la que el Ministro Juan Pablo Pérez Alfonso tuvo un papel muy principal. Ello fortaleció nuestra producción de crudo y dinamizó la industria petrolera. Eso permitió mejorar los ingresos de los trabajadores; cubrir necesidades básicas de la población; adelantar la Reforma Agraria; favorecer con aranceles la producción interna; expandir notablemente la matrícula de educación que pasó de 850 mil en 1958 y a 1 millón 600 mil en 1963. Se mejoró también la vialidad del país en general y en Caracas en particular, así como la construcción de viviendas populares.

GOBIERNO LEONI.


URD por crisis determinada por el Canciller Arcaya, de URD, a raíz de decisiones de la OEA, en agosto de 1960, para censurar y sancionar la Cuba castrista por sus intervenciones en Venezuela, no continuó con Leoni, quien logró formar otra con su partido AD y el Frente Nacional Democrático que respaldó a Uslar Pietri. El gobierno continuó con el diseño económico de su antecesor, acentuando, en particular, el  satisfacer necesidades sociales, en especial el empleo; aumentar el ingreso familiar; realizar viviendas; represas; hacer crecer los sectores industrial y agrícola; aumentar la escolaridad que duplicó la alcanzada por el gobierno de Betancourt; reducir la deuda pública. Una iniciativa muy importante fue la de proponer e iniciar la política de pacificación, que culminó con el gobierno de Caldera, pues la insurrección comunista ya había sido liquidada por nuestras FAN.

GOBIERNO CALDERA.
El 1-12-1968, celebradas elecciones para elegir Presidente y Congreso de la República, por estrecho margen Rafael Caldera alcanzó la Presidencia. En el Congreso, la mayoría la obtuvo AD, de manera que el nuevo mandatario tuvo la incómoda situación de un Parlamento adverso. AD obtuvo 19 senadores y 66 diputados;  Copei  16 senadores y 59 diputados, pero el resto de los partidos eran todos de oposición al nuevo gobierno, por lo que su programa social de “Promoción Popular,” diseñado por Arístides Calvani, no fue acogido por las Cámaras.
Caldera profundizó en la política de pacificación iniciada por Leoni, logrando que la gran mayoría de los insurrectos se acogiera a ella, excepto un grupo pequeño, encabezado por Douglas Bravo, que se mantuvo en las montañas para asumir la idea de éste, de cambiar la estrategia subversiva por la penetración sistemática de las FFAA, que es el origen y fuente de lo que padece hoy Venezuela.  
Gestión de gobierno.
En lo económico continuó el crecimiento progresivo de producción e ingresos del petróleo (de $ 0,94/barril en 1969, se llegó a $2/b a fines de 1973), pero poco antes de la entrega de mando del Presidente Caldera, por una coyuntura mundial, el precio subió a $14/b. En la misma materia, el gobierno logró apoyo del Congreso para unas bases de nacionalización del petróleo. Fueron construidas represas; desarrollada una intensa política de viviendas, pues Caldera había ofrecido en su campaña llegar a construir 100 mil unidades por año. Por razones económicas y políticas, entre 1969 y 1972 se construyeron 250 mil, pero en el año 1973 fue superada la cifra de 100 mil, por lo que el total fue de más de 350 mil viviendas en el período, cifra aún no superada en el país. Entonces, Venezuela asumió un liderazgo en la materia en general, lamentablemente perdido. En escolaridad, la matrícula llegó a 4 mill. 222 mil inscritos; pese a que la industrialización sustitutiva comenzaba a mostrar sus debilidades, siendo cercanamente previsible el agotamiento; el alza de los precios del petróleo, que alcanzó más de $34/b en el siguiente período de gobierno, sostuvo la ilusoria creencia de que el sistema económico sustitutivo era indefinido. El gobierno, además,  inició el proyecto “La Conquista del Sur”, para el desarrollo de Guayana y los Llanos del Sur. En política exterior, el brillante Canciller Calvani, apoyando al Presidente, impuso internacionalmente la tesis de la Justicia Social Internacional y se insistió en la integración del sub-continente, para lo cual Venezuela ingresó al Pacto Andino.
GOBIERNO PÉREZ

El 9-12-1973, los venezolanos votaron para elegir nuevos Presidente y Congreso. Carlos Andrés Pérez, con el 44,87% de los votos alcanzó la presidencia; Lorenzo Fernández, de Copei, 36,74%; la abstención fue, solo, el 3,07%, revelación demostrativa de la confianza que, entonces, tenían los venezolanos en el voto. El bipartidismo democrático sumó, pues, el 85, 51%, lo que desmiente que fuese rechazado por los venezolanos, quienes iban a las urnas sin coacciones ni compra de votos.
Apenas iniciado el nuevo gobierno, el precio del petróleo alcanzó $34/b. Con ese apoyo, fue diseñado el IV Plan de la Nación en la idea de desarrollar, masivamente, áreas de producción de bienes diversos generadores de capital, mediante nuevas industrias pesadas; desarrollar el crudo aguas abajo; reforzar la industria del acero y producir niveles de energía eléctrica para vender a los países sudamericanos aprovechando el potencial energético que, entonces, tenía el país. Pérez Alfonzo, entonces Ministro, propuso crear un Fondo de Inversiones para represar la enorme masa de dinero que entraría, y otro Fondo Agropecuario para fortalecer nuestra producción agrícola e independizar al país de toda dependencia al respecto. Pero los recursos, pese a los Fondos creados, circularon continuamente en la economía por lo que se desató una siempre creciente inflación. Además, el gobierno invirtió grandes recursos en empresas distintas a la normal actividad productiva, lo que hizo crecer la deuda externa y  afectó dramáticamente al presupuesto, del cual el servicio de la deuda alcanzó niveles sumamente altos, con perjuicio para la producción. Así, se adelantó, aceleradamente, la crisis terminal del modelo populista vigente, pues la escasez de recursos monetarios y la inflación iba, inevitablemente y en un futuro muy próximo, a oponer los intereses contrapuestos de los sectores que constituían la alianza que fundamenta a ese modelo.
Las primeras manifestaciones de la inevitable crisis que se avecinaba se produjeron durante el gobierno de CAP, pero iniciado el siguiente gobierno, presidido por Luis Herrera Campins, hubo un nuevo salto que elevó los anteriores precios y la crisis se pospuso unos años para manifestarse, dramáticamente, hacia fines de el gobierno de LHC cuando hubo la devaluación el “viernes negro”. En síntesis, el V Plan abrió la crisis final del modelo de desarrollo de venezolano, fundado en la diversificación de exportaciones y en la economía rentística generada por el mal uso del petróleo.
Por ser conocidos suficientemente, dejemos de lado los aspectos políticos del gobierno Pérez I, excepto el señalar la corrupción administrativa; la de ciertos grupos empresariales que aprovecharon la falsa bonanza; la mayor dependencia del sector productivo respecto al Estado; la pérdida de fe en la democracia de los sectores de población más afectados y, especialmente, el señalar que el gigantismo económico-político que alcanzó el Estado facilitó, para un futuro próximo, el advenimiento de tendencias marxistas y totalitarias de ejercer el poder.
GOBIERNO HERRERA.
Vencedor en las elecciones de diciembre de 1979, el gobierno de Luis Herrera Campins comenzó con la voluntad de restablecer las bases morales del país; racionalidad administrativa y sobriedad en lo económico y perfeccionar la democracia. Pero el nuevo y superior aumento de los precios del crudo, despertó nuevas y exageradas expectativas en la sociedad y demandas económicas que frustraron al país el volver a la sensatez.  El equipo gubernamental, incoherente en su composición humana, no logró “enfriar la economía”, frenar el gasto público que creció irracionalmente; sincerar precios; eliminar protecciones arancelarias y subsidios indiscriminados. El gasto público no se contuvo, sino que aumentó a tasas del 33% anual y el presupuesto nacional,  entre 1979 y 1981, casi se duplicó. El 12-2-1983, día del “viernes negro”, fue el inevitable resultado final.
GOBIERNO LUSINCHI.
Jaime Lusinchi venció con gran mayoría en las elecciones de diciembre de 1948. El nuevo Presidente captó, desde su campaña electoral, enormes simpatías y adhesiones personales. Fue tan así, que al entregar su gobierno las encuestas le daban índices superiores al 60% de popularidad.
Ya a inicios del nuevo gobierno, aparecían síntomas de agotamiento del modelo, pues comenzó a surgir la frustración y el escepticismo sobre la posibilidad de que la democracia superara las desviaciones económicas o los problemas políticos del sistema que la sostenía, aunque continuaba el apoyo de las élites económicas y políticas y el respaldo popular al Presidente. La democracia verdadera, dice Burdeau, deja de ser una teórica declaración de principios y propósitos, para hacer realizaciones concretas de las necesidades reales de una sociedad. Acá, han prevalecido, juntas, la riqueza adventicia desproporcionada, en comparación de la enorme, y también desproporcionada miseria de la mayoría de los habitantes de Venezuela.
Pacto Social y manejo monetario y de la deuda.
El Presidente tenía un proyecto de “Pacto Social” que fue elemento de su campaña  en 1983, pero jamás se concretó más allá de las palabras. Por otra parte, pese a la experiencia del “viernes negro” la mayoría de la población, gobierno incluido, continuaba en el error de creer que los precios del petróleo superarían la crisis económica y, en esa creencia, el gobierno estableció un sistema de cambio controlado, con un dólar preferencial a Bs. 4,30/$ y diversos otros niveles que, con el tiempo, fueron aumentando por la depreciación del bolívar. Entonces nació Recadi que se caracterizó por impune corrupción.  
Por su parte, el gobierno estuvo largo tiempo negociando un refinanciamiento de la deuda, hasta alcanzar lo que fue llamado “El mejor refinanciamiento del mundo” y que resultó un fiasco cuando se supo que varias naciones, entre  las cuales México, habían obtenido, con sus acreedores, condiciones mucho mejores que la que obtuvo Venezuela.
PÉREZ II
Escribí, a la muerte de Carlos Andrés Pérez, que él fue un soñador que creyó en sus sueños. El primero de esos sueños lo vivió en su primer gobierno: el sueño equivocado de lo que llamó “la gran Venezuela”, y no porque no sienta la grandeza de mi país, sino porque su sueño contenido en el IV Plan de la Nación, no era más que un sueño imposible, al margen de los errores y corruptelas que beneficiaron a supuesto amigos del Presidente. Pero soñó, realmente, por lo que siendo imposible fantasía, él lo concibió y creyó posible. En cambio, su segundo sueño, el de su segundo mandato, no sólo era posible, sino indispensable por necesario. El primer sueño, el imposible, fue compartido por casi todos los venezolanos. Por quienes siempre juraron que éste era un país muy rico. Lo era y lo es aún, pero en potencia, no en acto.  En cambio, el segundo sueño si que era posible, pero errores políticos del Presidente desaparecido y actitudes políticas de quienes dirigían entonces su partido, lo hicieron imposible. El popularmente llamado “paquete”, concebido por un selecto grupo de compatriotas, pudo haber sacado a Venezuela de la fosa en la que entonces se encontraba y, sobre todo, evitado el infierno que estamos viviendo. Para ser breve, los errores del Presidente fueron dos: 1º  La oportunidad en la que anunció su Plan de Ajustes, sin haber tenido la paciencia de ir convenciendo, poco a poco, a los venezolanos, quienes fueron tomados de sorpresa y 2º  El haber señalado errores  del saliente Presidente Lusinchi, de su partido, quien en la práctica se convirtió en el líder y había dejado la presidencia con un gran apoyo popular, merecido o no. El gran error de dirigentes del partido fue cobrarle a Pérez, destituyéndole sin válidas razones jurídicas ni honestamente políticas, una factura que íbamos a pagar, como la estamos pagando, todos los venezolanos.  

Concluirá con la próxima entrega IV.

 Pedro Paúl Bello
http://www.paulbello.blogspot.com



[1] El Gral. Jesús María Castro Léon.
[2] Ver en Internet:  http://articulo.mercadolibre.com.ve/MLV-12882937-sumario-del-juicio-por-asesinato-de-carlos-delgado-chalbaud-_JMEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA