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domingo, 2 de octubre de 2011

CHILE LIBERAL: 5 DE OCTUBRE DE 1988, EL TRIUNFO DE LA SENSATEZ UNITARIA EN EL PLEBISCITO CONTRA PINOCHET

UNA BURDA ESTRATEGIA PARA AFERRARSE AL PODER TERMINÓ POR HUNDIR A LA JUNTA MILITAR
Desde esta tribuna hemos argumentado que es legítimo que civiles organicen una milicia con el fin de derrocar a un tirano. No obstante, desde una perspectiva consecuencialista cabe preguntarse, ¿vale la pena proceder así?

El 5 de octubre de 1988 Pinochet intentó mañosamente perpetuarse en el poder dándose un aire de legitimidad electoral a través de una argucia política conocida como "Plebiscito de 1988". Luego de pulverizar la casa de gobierno en 1973 y de usurpar la presidencia del país, a poco andar ocurrió algo predecible: la Junta Militar se engolosinó con el poder y se asignó a sí misma la tarea mesiánica de refundar el país instaurando un sistema ultrapresidencial con visos teocráticos y de raigambre conservadora, aunque bajo un barniz democrático. La idea era mostrarse ante la comunidad de naciones civilizadas como un gobierno más que sólo hizo el trabajo sucio e inevitable, pero que era una válida alternativa de gobierno. Para lograrlo, se sometería a un plebiscito, el cual manipularía a su amaño para ganarlo.

En todas estas maquinaciones, desde el inaceptable enquistamiento en el poder pasando por el fraude de su Constitución y luego la campaña por el Sí, la derecha fue su cómplice. En vez de exigir el inmediato retorno a la democracia, eligió irse a la cama con el dictador y calló ante las tropelías, facilitando que Pinochet se volviese loco proclamándose él mismo Presidente de Chile, llegando incluso a inventarse el cargo de Capitán General. La primera movida fue la Constitución de 1980, la segunda fase de su maquiavélico esquema era plebiscitar el gobierno y, con artimañas varias, continuar gobernando el país hasta completar, si es que hubiese triunfado el Sí, un cuarto de siglo en el poder, hecho sin precedentes en nuestra historia.

HOMENAJE A LA CONCERTACIÓN

La verdad es que al mirar por el espejo retrovisor uno siente deseos de ponerse de pie y aplaudir a la Concertación. Después de años de atropellos del régimen militar, descuartizando, ejecutando por la espalda, exiliando, relegando, exonerando, deteniendo arbitrariamente, sometiendo a civiles a la justicia militar, torturando, censurando, mintiendo e intimidando, es entendible que el Partido Comunista haya llamado a la insurrección armada para derrocar la dictadura. Pero fue la civilidad la que se impuso, y el método elegante y racional llamado "Acuerdo Nacional", con la oposición del comunismo, fue lo que posibilitó al final seguirle el juego a Pinochet y esperar pacientemente hasta torcerle el brazo. Varios en la derecha moderada también entendieron que este acuerdo era la forma de hacer prevalecer la democracia, sea cual sea el resultado.

Hoy, la señorita Camila Vallejo y el resto de los estudiantes sólo tienen palabras de desprecio contra la Concertación, como incluso lo hizo el joven Francisco Figueroa cuando en CNN Chile recrimina a Sergio Bitar acusándolo de "vender al estudiantado a la banca". Bitar ofuscado y dolido lo llama "pendejo", "yo trabajé en el gobierno de Allende, estuve preso, fui exiliado". Claro, es que estos jóvenes comunistas de hoy ignoran que si fuese por el Partido al cual pertenecen, hoy no estaríamos en democracia, o al menos con la posibilidad real de conformar una, sino que nos habríamos despedazado en una guerra de guerrillas. Lo que la Concertación logró fue una cuestión ejemplar: sin odio, sin violencia, devolver al país a lo que ha sido su tradición: gobierno civil elegido por sufragio, con respeto a las libertades civiles e individuales.

El Acuerdo Nacional, y en particular la Concertación, representó lo mejor de Chile. Hoy parece increíble que se haya logrado, pero fue posible. También muchos en el propio gobierno militar ya tuvieron bastante como para entender que Pinochet era un enfermo. No fue sino años después en que el general Matthei, miembro de la Junta Militar (padre de la actual ministra del trabajo) contó lo que realmente ocurrió en aquellos cruciales momentos cuando la dictadura conoció los cómputos: Pinochet decreta que todos los poderes recaen en él y desconocería los resultados, decretaría estado de sitio y las tropas saldrían a las calles. El plebiscito era una estrategia que no podía fallar, y si fracasaba, entonces un autogolpe salvaría la situación.

UN ABORTADO AUTOGOLPE, UNA TENSA NOCHE DEL 5 DE OCTUBRE, Y UN PAÍS DIVIDIDO

El resto de los comandantes en jefe se enfureció, el jefe del Estado Mayor sufrió un infarto. El país aguardaba temeroso los resultados que no llegaban y se  temía lo que decía el chiste: "Si gana el Sí, sí me quedo; si gana el No, no me voy". Sólo se evitó el autogolpe porque al final, por inverosímil que parezca, en el seno de la propia dictadura le dijeron a Pinochet que ya está bueno ya, que el pueblo dijo que NO, que las fuerzas armadas gobernando no era normal y que llegó la hora de irse a casa. El mundo miraba preocupado a ese pequeño país que estaba a punto de lograr lo increíble: transitar pacíficamente, no como bestia, de una dictadura a un gobierno normal. Las siguientes palabras de Matthei son elocuentes:

"El Presidente les contestó que "si algo andaba mal" sacaría las tropas a la calle, daría órdenes de establecer una cadena nacional y solicitaría el estado de sitio (...) Sus disposiciones para ese día consultaban rodear la ciudad con blindados y vigilar las embajadas a fin de evitar que los comunistas se refugiaran en ellas".

"La Fach estaba conectada con la sala de cómputos que habíamos visitado en La Moneda (...) Pero a eso de las siete de la tarde se desconectó el terminal y nos quedamos sin información oficial".

"Merino y yo le hicimos ver (a Pinochet) que era necesario ser realistas, que habíamos perdido (...) En seguida expresó que estaba dispuesto a sacar las tropas y "barrer con los comunistas" si fuese necesario".

"Yo contesté inmediatamente a su comentarios: "A mis generales no los puede echar. Si quiere, écheme a mí". "Usted sabe que no puedo", me dijo. "Entonces a mis generales tampoco", le dije. "¿No cuento entonces con la Fach?", insistió, y le respondí: "Cuenta con ella, Presidente, siempre y cuando mantenga la sensatez. No estamos dispuestos a salir a la calle (...) Entonces —reclamó Pinochet— quiere decir que, como siempre, tendré que hacer las cosas solo, con el Ejército".

"Estábamos por terminar cuando Pinochet nos dice: "Bueno señores, ahora firmemos el acta". Nos miramos y le preguntamos de qué acta nos estaba hablando. "Del acta de la reunión", contestó (...) Cuando llegó a mis manos, vi que en virtud de ese documento le entregábamos todas nuestras atribuciones al general Pinochet, quien podría actuar sin consultar a las instituciones (...) Lo pesqué y lo hice pedazos".

La supuesta "campaña electoral" del plebiscito fue una pantomima. El gobierno gastó cuantiosos recursos en la campaña del ministerio del Interior "Sí, somos millones" —más de algún amable lector de Chile Liberal se acordará porque todos contestaban "Pero no huevones!!"—, en que la TV nos mostraba las maravillas del gobierno y luego invitaba a votar Sí. Al NO le dieron sólo 5 minutos en la franja política, y que con varios capítulos censurados y algunos arrestos, fue épica y llamó a no dejarse engatusar por la campaña del terror, en que las fuerzas de Pinochet insistían en que si ganaba el NO el país se desangraría en una guerra civil. Cabe destacar que uno de los prominentes partidarios del NO y uno de sus financistas era un conocido simpatizante de la Democracia Cristiana, un señor que ya veía en aquellos años la posibilidad de aspirar a la presidencia pero sólo podría lograrlo si Pinochet, obviamente, perdía el plebiscito. El nombre de este sujeto es uno que suena bastante por estos días: Sebastián Piñera.
Luego de los tensos momentos esa noche, en la madrugada siguiente se entregó el cómputo final que mostraba que el país claramente rechazaba esa forma autocrática de gobernar y que volvía a lo que siempre había sido, una nación democrática. No estalló ni la guerra civil ni empezamos a comer chancho chino, sino todo lo contrario.

Una de las víctimas del Plebiscito fue el liberalismo. Confrontados ante la decisión de continuar con una dictadura u optar por la democracia, uno pensaría que no hay en realidad mucho que pensar. Desgraciadamente, el liberalismo chileno siempre vivió una contradicción vital. Unión Liberal Republicana y elementos moderados del Partido Nacional conformaron una plataforma moderada de Oposición a Pinochet, no obstante muchos otros prefirieron apoyar la tiranía. No obstante, el liberalismo en masa se inclinó hacia el NO. Como consigna Wikipedia, uno de los dirigentes liberales de la época encara a los "liberales por el Sí":
O ignoran los fundamentos ideológicos del liberalismo, lo que conllevaría a una irresponsabilidad tremenda o pretenden aprovechar el enorme apoyo del gobierno (militar) a los que le dan el Sí.

RENOVARSE O MORIR

Todo lo anterior ya debe quedar en los libros de historia. Una generación entera ha nacido en democracia y desconoce por completo lo que a algunos nos marcó a fuego en nuestra niñez o juventud, no tanto quizás por lo que realmente ocurrió, sino al ver cómo nuestras propias familias y grupos de amigos se dividían y afloraban los rencores y las descalificaciones. No puede ser que por quien gobierne el país toda una nación intercambie epítetos, y hemos fallado en darnos cuenta que la nueva generación ya se instaló, ya son adultos, tienen derecho a votar, quieren vivir en el país que queríamos, pero seguimos arrastrando las divisiones de antaño.
En Chile en estos momentos miles de jóvenes exigen un cambio, nos piden que demos vuelta la página. El país ahora necesita urgentemente que la Concertación termine de actuar como chiquilla malcriada y que haga una Oposición decente. El ex coordinador del NO ahora es presidente —a todo esto, gobierna con los que votaron por el Sí— y no logra contener los reclamos que vocifera la ciudadanía que después de 20 años del "pacto de la transición" —en que aguantamos todas las cortapisas y amarres que puso la dictadura desde la noche del plebiscito hasta que abandonó el poder en 1990—, y es hora de mostrar que la civilidad prevalecerá. Demostremos que somos un país en que, como dijo un angustiado Piñera el 21 de mayo pasado, "los violentistas nunca tendrán la última palabra".

Es hora de reinventar la Concertación y para eso no traigan de vuelta a Bachelet, por favor, sean sensatos y renuévense. Nacieron para hacer transitar al país de la dictadura a la democracia. Lo logramos. Ahora definan para qué existen, cuál es su mission statement, y dejen que la nueva camada de líderes tome las riendas.

chileliberal@gmail.com

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martes, 15 de junio de 2010

SENADOR ALLAMAND: ‘VENEZUELA ES HOY UNA DEMOCRACIA AMENAZADA’, EN "ENCUENTRO DE PARLAMENTARIOS POR LA DEMOCRACIA"

El senador de Renovación Nacional (RN), Andrés Allamand, entregó su balance al participar como invitado especial en la jornada inaugural del "Encuentro de Parlamentarios por la Democracia", instancia organizada por el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, principal líder opositor al gobierno del Presidente Hugo Chávez junto a otras organizaciones civiles y políticas de la sociedad venezolana.

Allamand aseguró al concluir su exposición en el encuentro que "Venezuela es hoy una democracia amenazada, no existe ningún país en que el presidente pueda ser reelegido indefinidamente, en que la separación de los poderes del estado sea letra muerta y que permanentemente se hostigue a la oposición y a los medios comunicación".

En la oportunidad el senador RN de Chile, expuso antes más de 350 líderes opositores al gobierno de Chávez sobre la "Transición Chilena", a partir de tres momentos fundamentales: Acuerdo Nacional (1985), Formación de la Concertación (1988) y de la Coalición por el Cambio (2009).

Al ser consultado por la prensa local, sobre el rol que ha jugado la Organización de Estados Americanos (OEA), en Venezuela, Allamand indicó que "sin duda que la OEA podría hacer mucho más en Venezuela, más allá de la insuficiencias de la carta democrática de la organización; el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, debiera tener un rol mucho más activo para otorgarle transparencia al proceso electoral -parlamentarias del próximo 26 de octubre- e impedir que se siga erosionando la democracia venezolana".

Allamand concluyó asegurando, que "José Miguel Insulza no tuvo ningún empacho en participar e intervenir activamente, en la última elección presidencial y parlamentaria chilena, lo que ciertamente fue un despropósito, pero por lo mismo debería poner más atención al proceso electoral y democrático venezolano que está amenazado".

upi/cf

http://www.elmostrador.cl/ahora/2010/06/14/senador-allamand-venezuela-es-hoy-una-democracia-amenazada/
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miércoles, 19 de mayo de 2010

LA DERROTA DE LA CONCERTACION CHILENA, ALBERTO COURIEL |*|

Después de 20 años en el gobierno, en enero de 2010, la Concertación chilena perdió las elecciones presidenciales. Fue la coalición política de mayor duración en el gobierno, no solamente en Chile, sino a nivel mundial.

Durante su gobierno se restablecieron plenamente los principios democráticos, tuvo una exitosa inserción internacional y para muchos sectores una especie de país emblemático entre las economías emergentes.

Fueron 20 años exitosos desde el punto de vista macroeconómico. Alto ritmo de crecimiento con estabilidad económica y descenso de la pobreza. Sin embargo, electoralmente venía descendiendo. Había perdido las últimas elecciones municipales y terminó perdiendo las últimas elecciones nacionales.

¿Cuáles son las causas de dicha derrota? Asistí a dos seminarios organizados, entre otros por Fesur y Chile 21, que iniciaban el proceso de análisis y discusión de la situación. Un seminario tuvo lugar en Montevideo a fines de abril. El siguiente se realizó en Santiago de Chile el lunes 17 de mayo con una amplia participación. Se presentaron dos documentos, hubo un panel de dirigentes históricos de la Concertación, otro panel de jóvenes y de representantes de la sociedad civil, y un panel final de dirigentes políticos. Los panelistas se expresaban a título personal y pertenecían a la Democracia cristiana, al Partido Socialista, al Partido por la Democracia, al Partido Comunista, al Movimiento Nueva Izquierda, al Partido Progresista de Marco Enríquez-Ominami, al partido humanista; además de movimientos sociales como el Chile sustentable, dirigentes sindicales, y el observatorio de género.

En general surgían posiciones muy críticas a la Concertación. Hay que tener en cuenta que había integrantes de grupos políticos que nunca fueron de la Concertación, como el Partido Comunista y otros que se fueron de la Concertación, como los partidos humanistas y el progresista. Podríamos afirmar que hubo una especie de consenso, en la necesidad de conformar una nueva alianza mucho más amplia que la actual Concertación, pero también se preguntaban: ¿alianzas para qué?, ¿ganar el gobierno para qué?

Las causas de la derrota son multifactoriales. Hay coincidencias de que perdió la Concertación más que un triunfo de la derecha. La Concertación perdió muchos más votos que los que ganó la derecha de acuerdo a un estudio de Marta Lagos. Uno de los temas centrales de crítica era si la Concertación había generado un nuevo modelo de desarrollo o expresaba la continuidad del modelo implementado por la dictadura pinochetista.

No se alcanzó la distribución del ingreso esperada para un gobierno progresista. Se criticaba el conservadurismo del Ministerio de Hacienda y su hegemonía al interior de los gobiernos. Se criticaba la ortodoxia macroeconómica con citas al distinguido economista Ricardo French Davis, crítico de la concepción monetarista predominante en los gobiernos de la Concertación. Se expresaba que la Concertación fue perdiendo capacidad de transformación y no concretó reformas centrales de su programa, como la reforma tributaria, la reforma laboral y la de la previsión social.

Se planteó que la Concertación fue víctima de sus propios éxitos. María de los Ángeles Fernández, de Chile 21, expresa en su documento "La Concertación no logró entender al país que ella misma había ayudado a cambiar. Se habla de una Concertación "desconcertada" ante los efectos sociales, políticos y culturales de sus propios éxitos". (1) La Concertación se aisló y alejó de la sociedad. Perdió base de sustentación social. Los conflictos con los estudiantes, profesores, con distintos sectores de trabajadores organizados, con sectores indígenas; mostraron también problemas de representación de los partidos de la Concertación y del propio gobierno.

Los problemas internos de la Concertación y de sus propios partidos pudieron jugar un rol importante en la derrota electoral. Hubo escisiones internas dentro de la Democracia Cristiana, del Partido por la Democracia y del Partido Socialista. Estas escisiones alcanzaron al 25% de los senadores de la Concertación y al 12,5% de sus diputados. No se concretaron primarias abiertas, lo que entre otras cosas originó la salida de Marco Enríquez-Ominami y su posterior postulación como candidato presidencial.

En el supuesto que se hubiesen realizado primarias abiertas las encuestas daban el primer lugar para Ricardo Lagos, la segunda opción para José Miguel Insulza, la tercera para Soledad Alvear y recién la cuarta para Eduardo Frei, que terminó siendo el candidato oficial de la Concertación. El candidato a presidente obtiene un porcentaje de votos, en la primera vuelta, muy inferior al que obtuvieron los candidatos a parlamentarios de los distintos partidos de la Concertación. Problemas con el candidato, con las características de la campaña electoral, denunciadas en un reciente libro de Eugenio Tironi, marcan algunos problemas de la Concertación. También surgió en el debate la crisis de liderazgo, la soberbia de algunos dirigentes; pero sobre todo problemas internos de desconfianzas mutuas dentro de los partidos de la Concertación.

Los partidos que participaron en el seminario del lunes 17 de mayo denominado "De la derrota hacia un nuevo futuro: los caminos del progresismo en Chile", acordaron bases programáticas de 16 puntos para avanzar hacia la unidad de los partidos progresistas.

Sin duda hay mucho camino por recorrer. El debate recién comienza y se requiere curar muchas heridas para avanzar genuinamente hacia una unidad, que permita generar un nuevo modelo de desarrollo, que atienda el crecimiento con equidad, la justicia social, que atienda elementos de igualdad que siempre son centrales en la identidad de la izquierda y el progresismo. Que recuerde que estamos en el mundo del conocimiento, que las innovaciones son básicas, para una inserción más dinámica en el campo internacional con rubros de mayor contenido tecnológico.

Después de las elecciones departamentales y municipales del 9 de mayo en Uruguay, vale la pena iniciar un debate acerca del retroceso electoral sufrido por el Frente Amplio y aprender de esta experiencia chilena.

(1) María de los Angeles Fernández "La derrota electoral de la Concertación y del progresismo en Chile: ideas para un debate"
* Senador por la 609-FA. economista
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domingo, 17 de enero de 2010

ELECCIONES EN CHILE, GANO PIÑERA, FREI RECONOCIO EL TRIUNFO, 17 DE ENERO 2010

El ex presidente Eduardo Frei reconoció esta noche -apenas comenzó el recuento- la derrota de la Concertación. Y el empresario Sebastián Piñera será el nuevo presidente de Chile.

Los primeros cómputos le daban al candidato de la derecha, Sebastián Piñera, un resultado del 52% al 48% sobre Eduardo Frei, ex presidente y candidato de la Concertación.

"Vengo a reconocer el resultado y a agradecerle a todos los que trabajaron por nuestra fórmula" dijo Frei, sobre las 18.30 de esta tarde. A pesar de su remontada de las últimas semanas antes de este balotage, y de que la presidenta Michelle Bachelet deja su gestión con una notable popularidad y gestión positiva de más del 80% de la gente, eso no pudo traducirse en una victoria para su sector.

Por primera vez desde que la dictadura pinochetista dejara el poder, hace dos décadas, Chile no tendrá un presidente de signo socialdemócrata o perteneciente a la Concertación (que unía a socialistas y demócratas cristianos).

En su mensaje, Frei felicitó a Piñera y pidió que se defiendan los derechos sociales "y la justicia social" lograda en los últimos años. También el ministro del Interior chileno, Edmundo Pérz Yoma, dio por hecho el triunfo de Piñera: "El país quiere un cambio, viró hacia la derecha y no nos queda más que dsearle lo mejor al próximo gobierno".

Piñera, de 60 años, era candidato de la Coalición por el Cambio donde estaban la UDI y Renovación Nacional. Aunque allí se encuentran muchos partidarios de Pinochet, Piñera había precisado que no convocaría a "personajes del antiguo régimen" para su gobierno.

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jueves, 14 de enero de 2010

MARIO VARGAS LLOSA Y SU APOYO AL CANDIDATO DE LA COALICIÓN POR EL CAMBIO, "EL TRIUNFO DE PIÑERA VA A SER UN HITO EN AMÉRICA LATINA"

El escritor e intelectual peruano vino por seis días a Chile y se aloja en la casa del candidato. Dice que la eventual victoria de Piñera el próximo domingo mostrará a una derecha moderna y liberal y permitirá a los latinoamericanos darse cuenta de que un empresario honesto no es "un enemigo de los pobres", sino "una contribución al desarrollo".

Eduardo Sepúlveda y Gabriel Pardo
EL MERCURIO

Mario Vargas Llosa tiene reservada -para él y su esposa Patricia- una habitación ubicada al final de uno de los pasillos de la casa de Sebastián Piñera. Su dormitorio está en el primer piso y da a una pequeña terraza. Ahí se detiene un momento el escritor e intelectual peruano de 73 años para quitarse la chaqueta -manteniendo siempre su indefectible corbata- antes de salir a los patios.

En el lugar aún no están ni Piñera ni Cecilia Morel. Tampoco sus hijos. Todo está en silencio. Así que extrañamente Vargas Llosa está de "dueño de casa".

El candidato no sólo lo invitó a Chile al seminario "Conversaciones sobre libertad y futuro", sino también a alojar en su casa del barrio San Damián, en Las Condes. Mario -como lo llama con soltura Piñera- se queda seis días. Desde el jueves hasta el próximo martes.

Es viernes al mediodía. La noche anterior participó de una masiva cena en la que él fue, aunque lo niegue, el centro de atención. Ahora acaba de volver del seminario en la Biblioteca Nacional. En el escenario estuvo junto a Piñera, al novelista Roberto Ampuero y a sus amigos, el escritor Jorge Edwards y el economista David Gallagher.

De ambos habla con admiración y cariño sentado en la terraza de los Piñera Morel. Sobre Edwards, quien anunció hace unos días que tras años de votar por la Concertación ahora lo hará por Piñera, dice: "Es más que un amigo, es casi un hermano desde hace 40 y tantos años". De Gallagher afirma que "es un caso misterioso.. Había hecho una carrera literaria brillante y de la noche a la mañana se convierte en uno de los economistas más destacados".

Vargas Llosa llegó a Santiago para apoyar sin ambages la candidatura piñerista, a días de la segunda vuelta, y también fue invitado por la Presidenta Bachelet a la inauguración del Museo de la Memoria.
Él alguna vez también fue candidato presidencial, el año 1990. Y, pese a obtener la más alta votación en primera vuelta, perdió en el balotaje frente a Alberto Fujimori. "Ese riesgo creo que está conjurado con Sebastián porque lo he visto con mi libro 'El pez en el agua' bajo el brazo... va a saber lo que no se puede hacer en una campaña electoral", dice soltando una carcajada.
-Jorge Edwards dijo en el coloquio que la gente acostumbra a pensar que un intelectual debe ser de izquierda y él desmintió esa premisa. Pero de algún modo siempre se habla de que el monopolio de la cultura ha estado en la izquierda...

-Yo estoy en contra de todos los monopolios. Los liberales no creemos en los monopolios, creemos que traen siempre corrupción, empobrecimiento y mediocridad. Pero sí es verdad que en la era moderna, por diversas razones, la izquierda ha atraído mucho más que la derecha a creadores e intelectuales, sobre todo en el Tercer Mundo. Una de las razones es que los políticos de derecha no tenían ninguna preocupación de tipo cultural. Por otra parte, la izquierda ha creado una infraestructura tal que, consciente o inconscientemente, atrae a muchos intelectuales y escritores porque es el camino del reconocimiento y del éxito. No ser de izquierda en América Latina obliga al escritor a estar en una lucha para responder a las calumnias con que es inmediatamente satanizado.

-¿Y cómo se explica que Edwards y Roberto Ampuero, tras apoyar a la centroizquierda, ahora apoyen a Piñera?

-Porque son intelectuales lúcidos, honestos, que han sido capaces de reconocer los errores. Era muy difícil a fines de los años 50, cuando la revolución cubana triunfaba, no sentir una gran simpatía por ella. Pero a partir de los años 60, en mi caso, hubo síntomas que a muchos nos llevaron a ir revisando esas posiciones.

-¿Cómo siente que ha evolucionado la derecha chilena?

-El caso de Chile es muy interesante porque, tras la caída de la dictadura de Pinochet, hay una actitud de gran sensatez prácticamente en todo el cuerpo político, de la derecha a la izquierda, de comunistas a conservadores. En ese sentido, creo que es muy importante el triunfo de Sebastián. Es una manera de mostrar a una derecha moderna, democrática y liberal, que no puede identificarse con la derecha militarista, golpista, antidemocrática.

-¿Quién es Piñera para usted?

-Yo lo conozco hace muchos años. Creo que es un hombre profundamente democrático y un liberal en el mejor sentido de la palabra. Es muy significativo que en un país latinoamericano un empresario -que generalmente ha sido una figura satanizada- hoy en día sea popular y sea, de una manera casi segura, el nuevo presidente de Chile.

-Ese rol de empresario sigue siendo uno de los puntos en los cuales la Concertación centra sus críticas.

-No para los votantes. La voz definitiva la llevan los votantes. El triunfo de Piñera va a marcar un hito en la historia de la democracia latinoamericana.

-¿Por qué lo dice?

-Porque los latinoamericanos empezarán a entender que los empresarios no son los enemigos de los pobres, que si son honestos y han tenido logros en buena ley, pueden prestar una contribución de primer orden al desarrollo también en el campo político.

-La Presidenta Bachelet tiene un alto grado de popularidad que, sin embargo, no se traspasó a Frei en primera vuelta.

-Creo que hay una cierta sabiduría en el electorado.. Por una parte, premia a la primera Presidenta de Chile, que ha tenido un desempeño competente, y la despide con un alto índice de popularidad. Al mismo tiempo, hace una diferencia muy clara sobre lo que representa un nuevo gobierno de la Concertación. Ha habido una pérdida de energía, de vitalidad.

¿Cómo se explica el fenómeno de Enríquez-Ominami sin ese desencanto?

-¿Cómo visualiza un eventual gobierno de Piñera en el contexto internacional? ¿Lo ve como un posible opositor a Chávez, por ejemplo?

-Sí. Yo creo que lo que representa es anti-Chávez. Representa la democracia, la libertad, la alternancia en el poder.

-¿Y con qué países o mandatarios Piñera debería interactuar activamente?

-En América Latina hay gobiernos democráticos, empezando por el Perú. Un país que es la bestia negra de Chávez es el de Colombia. Son clarísimos gobiernos con los que un mandato de Piñera tendría que colaborar. Y después hay países muy interesantes en América Latina: el caso de Brasil, de Uruguay, donde gobiernos de izquierda están haciendo una política que no es nada de izquierda.

-El primer país que nombró fue Perú...

-Estoy nombrándolo porque ustedes saben que hay una gran inversión chilena en el Perú, que ha creado empresas, trabajo, y que es muy bien recibida. Afortunadamente, ahora comienzan a haber inversiones peruanas importantes en Chile. Esa es la buena política. A medida que crean intereses comunes, las susceptibilidades y las desconfianzas van cediendo.

-En ese contexto, ¿cuál es su mirada ante la demanda peruana ante La Haya?

-Ese tema está donde debe estar. Lamento que no hubiera sido posible un acuerdo a través de negociaciones bilaterales. Hubiera sido lo ideal. Pero no fue posible. Ahora está en una instancia que tanto el Perú como Chile respetan y que se han comprometido a acatar. Mientras tanto, sigamos colaborando y no echemos más aceite a la hoguera.

La OEA: "Organismo ineficiente e inútil"América Latina

-Fidel Castro se ha mantenido por años en el poder, pese a la oposición de sectores de la comunidad internacional. Usted ha dicho que Chávez va en camino de convertir a Venezuela en una nueva "dictadura comunista". ¿Cree que se eternizará en el poder al estilo de Castro, sin que haya forma de evitarlo desde el exterior?

-Yo creo que no hay que alentar ese pesimismo. Mire, yo he estado en Venezuela. Y veo que hay una resistencia muy fuerte y muy valiente. Es verdad que está dividida y tendría mucha más fuerza si tuviera un líder. Pero hoy en día hay una mayoría de venezolanos que no quiere a Chávez, que no quiere al régimen. Si hubiese elecciones libres sería derrotado.

-¿Y qué puede hacer la comunidad internacional frente al tema?

-La comunidad democrática debe apoyar a quienes en Venezuela están luchando con gran coraje y riesgo para que Venezuela vuelva a ser una democracia. Chávez no sólo es un aspirante a dictador, es aspirante a ser un caudillo latinoamericano. Su sueño bolivariano es un sueño delirante, megalómano y absurdo. El caso de Cuba es un caso muy trágico porque ahí sí que la dictadura da la impresión que ha esterilizado el espíritu de resistencia en un enorme sector de la población.

-¿Cómo analiza el rol de la OEA en este contexto?

-Si hay un organismo en América Latina que es ineficiente, inútil y, a ratos, hasta peligroso por su ineficiencia es la OEA. Creo que la OEA es un organismo que debe ser radicalmente transformado si queremos que sirva. En la actualidad no sirve, es un organismo que cuesta dinero, al que le dedicamos recursos, y simplemente no sirve. Además tiene esa perversa facultad de volver inútiles a sus secretarios generales.

-¿Cómo ve la gestión de la OEA comandada por José Miguel Insulza en el caso de Honduras?

-Se ha visto su inutilidad también en el caso de Honduras. La OEA nunca presentó facilidades mínimas. Finalmente, fue el ex presidente Óscar Arias el que dio una fórmula más o menos sensata y operativa para poder salir del impasse. Ese caso es complejo, ya que hay detrás un proceso que es de defensa de la democracia contra alguien (Manuel Zelaya) que, desde dentro, quería destruirla, siguiendo el ejemplo de Chávez. Ahora deja de serlo en el momento en que los militares intervienen y a un presidente legítimamente constituido lo sacan y lo botan del país. Eso ya no es aceptable, desde luego.

-Usted se ha referido en términos positivos al gobierno de Álvaro Uribe en Colombia, pero ha sido un duro crítico frente a su intento de volver a reelegirse.

-Sí, yo lo lamento mucho. Yo creo que hay un principio democrático: uno no puede cambiar las reglas de juego para que le favorezcan. Si uno sube al poder con unas determinadas reglas del juego, los cambios se pueden hacer para el futuro y a través de mecanismos institucionales
.
"Fui adversario radical de Alan García... hoy defiendo
su segundo gobierno"

-Usted fue un claro opositor de Alan García en su primer período. Sin embargo, hoy da señales de apoyo a su mandato...

-Yo fui un adversario radical de Alan García en su primer gobierno y soy una persona que defiende su segundo gobierno porque no es el mismo Alan García de entonces. Hoy día es un gobernante convencido de que es muy importante la disciplina fiscal, que la inflación es una catástrofe para los pobres, que deben abrirse mercados, alentarse la inversión e integrar al Perú al mundo.

-¿Cuál es el balance que hace del gobierno de quien fue su adversario en las urnas, Alberto Fujimori? ¿Ve luces y sombras?

-Catastrófico. Luces no veo ninguna. Fue un gobierno absolutamente catastrófico en el que el saqueo de los recursos públicos por el dictador y sus acólitos fue el más grave de la historia del Perú. Nunca se ha robado tanto en toda la historia del Perú como en el gobierno de Fujimori. La corrupción llegó a unos extremos verdaderamente vertiginosos en esos años. A ello se suman los abusos a los derechos humanos. Bueno, acaba de ser condenado a 25 años de cárcel por esos crímenes.

-¿Cuál es su opinión sobre ese juicio?

-Es un juicio ejemplar para América Latina, para el mundo. Se ha hecho a través de tribunales civiles, dándoles todos los derechos a la defensa y al acusado, con observadores internacionales que unánimemente han reconocido el carácter transparente del juicio. Es un precedente muy importante..

-¿Por qué cree que el fujimorismo sigue teniendo 20% de intención de voto en algunas encuestas?

-Porque hay muchísimo dinero robado que se usa todavía en publicidad. Por otra parte, la cultura democrática del país no es tan profunda como para rechazarlo. Y no habría sido posible la dictadura si en un momento dado no hubiera sido popular. Esa es la triste historia: las dictaduras no son tan impopulares como quisiéramos. Los dictadores dejan esa especie de imagen mentirosa de que el hombre fuerte está mejor preparado para resolver los problemas que un gobierno democrático.

-¿Se imagina cómo habría sido un gobierno de Mario Vargas Llosa si hubiese derrotado a Fujimori?

-Habría sido un gobierno mejor que el de Fujimori sin ninguna duda, no habría robado.
-¿Ha pensado volver a la política?

-A la política profesional no, soy una persona claramente inadaptada para ese ejercicio político, creo haberlo demostrado con creces.

"El libro que cambió mi vida"

-En la revista Foreign Policy apareció usted como uno de los grandes pensadores globales. Y lo identifican como alguien que "desafió la ficción de la utopía socialista. ¿Se siente cómodo con esa definición?

-Es una de las cosas sobre las que he escrito mucho. Estoy a favor de la ficción, pero creo que hay ficciones benignas y malignas. Las ficciones literarias son benignas, enriquecen extraordinariamente la vida, la lucidez de las personas, el espíritu cívico. Pero hay también las ficciones malignas, que son las que no se presentan como ficciones, sino como ciencia objetiva. Las utopías sociales y políticas son eso: ficciones con un gran poder de persuasión de verdad, que nublan la visión de la realidad y precipitan a cosas tan espantosas como el fanatismo.

-Usted se ha mantenido por décadas como un referente político y cultural. ¿Cómo diría que se mantiene vigente?

-Creo que nunca lo planeé, pero he terminado siendo una especie de ciudadano del mundo. En todas partes me siento en mi casa. Pasó entre tres o cuatro meses en Perú y el resto del tiempo en Estados Unidos o en América Latina. Me interesa todo lo que ocurre a mi alrededor, todo lo que ocurre en mi tiempo. Creo que los años no me han hecho perder la curiosidad. Mi trabajo tiene que ver fundamentalmente con la literatura, pero nunca he entendido la literatura como algo separado de una cierta actividad cívica.
-En su juventud era gran admirador de Jean Paul Sartre. ¿A quién admira hoy?

-Pues entre pensadores, Isaiah Berlin. Karl Popper. He aprendido muchísimo con él.. "La sociedad abierta y sus enemigos" es un libro que me cambió la vida, realmente. También otros como Raymond Aron, Octavio Paz, o Jean Francois Revel, un gran ensayista que leía con gran admiración. Y, además, un gran amigo. Es uno de los intelectuales europeos que mejor entendió a América Latina, que nunca se dejó cegar por los mitos.

-¿Hay autores chilenos que le parezcan relevantes?

-No conozco a tantos como para decirlo, pero conozco a mis amigos a quienes leo. Jorge Edwards, más que un amigo, es casi un hermano desde hace 40 y tantos años. Incluso en una época en que nos sentíamos bastante huérfanos de apoyo. Las cosas que Jorge escribía para mí fueron enormemente estimulantes y me ayudaron mucho a confirmar mis propias convicciones. Alberto Fuguet, otro amigo, de quien he leído casi toda su obra y me parece creativa y diversa. Arturo Fontaine, un caso de escritor muy interesante, porque es poeta, novelista y, al mismo tiempo, con una gran preocupación de tipo cívico, económico y social. David Gallagher, un caso tan misterioso, que tiene al mundo intrigado: había hecho una carrera literaria tan brillante, que alcanzó a tener un cátedra de literatura en Harvard siendo muy joven, y de la noche a la mañana abandona eso, salta a la City y se convierte en uno de los economistas más destacados. Felizmente no ha renunciado del todo a la literatura, pero su caso nos fascina. Espero que algún día escriba su autobiografía. Será la novela del siglo.

Museo de la Memoria: "Deben estar representadas todas las víctimas"
-Su visita es de algún modo "mixta". También va a estar presente en la inauguración del Museo de la Memoria.

-Tengo mucho interés y estoy muy agradecido de que la Presidenta Bachelet me haya invitado a la inauguración del Museo de la Memoria. Yo presido en Perú la Comisión de Alto Nivel para crear el Museo de la Memoria. Así que para mí y para otras personas que estamos trabajando en el tema será una experiencia muy instructiva.

-Usted dijo que debería, sin ocultar el horror y la violencia, ser un lugar acogedor. ¿Es posible hacer de un Museo de la Memoria un sitio acogedor?

-El criterio para mí debe ser que en ese Museo estén representadas todas las víctimas, que no haya víctimas privilegiadas. Todas las personas que han sufrido persecución, tortura, que han sido asesinadas en razón de sus ideas o por organizaciones terroristas, militares o policiales que, actuando en contra de la ley, las persiguieron, torturaron, desaparecieron. Todo eso debe aparecer y debe aparecer de una manera que sea pedagógica, no melodramática ni truculenta.
-El Museo en Chile contempla desde el año 73 hasta el 90. En la discusión de su directorio y de otros actores políticos ha surgido la polémica respecto de si era necesario tomar en consideración fechas anteriores y exponer el contexto político previo.

-Puede ser el principio. Si el museo funciona, probablemente se vaya ampliando, porque víctimas ha habido antes y seguramente si se incorporan, el reconocimiento y la aceptación del Museo será mayor. Nuestra idea en Perú es abrir lo más que se pueda el Museo para que todas las víctimas sientan que es su casa.
-¿Cree usted que tenga alguna incidencia el hecho de que se inaugure a días de la elección?
-La política es la política. Y todos sabemos que algunos políticos tratan de aprovechar todas las circunstancias que los rodean. Pero, en todo caso, creo que una institución como el Museo de la Memoria trasciende la actualidad política. Su acierto, su éxito y su fracaso no se van a ver ahora, se van a ver con el tiempo. Creo que los derechos humanos son una realidad y que no pueden entenderse de una manera sesgada ni partidista. No se puede aceptar que una persona sea torturada ni desaparecida, no importa cuál sea su ideología, su pertenencia política o religiosa.

'Todo lo que es necesario para el triunfo del mal, es que los hombres de bien no hagan nada'
Edmund Burke

Roberto MARTIN MONTILLA
robertomartinmontilla@yahoo.com
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martes, 22 de diciembre de 2009

CHILE / TODOS CONTRA PIÑERA, LA BATALLA FRENTE A LA DERECHA, AUGUSTO FIGUEROA

La fase final de la campaña, hasta el 17 de enero, mostrará un gran esfuerzo por parte del ex presidente Lagos que realizó la mejor gestión de la Concertación, y de Bachelet que aportará su prestigio para tratar el retorno de Frei. Demuestran los líderes socialistas una gran lealtad con sus aliados del centro democrático, la Democracia Cristiana.

Caracas, 21 dic (Enfoques365).- La batalla entre la izquierda y la derecha chilenas continúa para culminar el 17 de enero con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, de donde surgirá definitivamente quien ejercerá el gobierno hasta el año 2014. El gobierno de Concertación Democrática reforzará la campaña. Al efecto se anuncia la participación más abierta de la presidenta Michelle Bachelet que cuenta con el apoyo del 80 por ciento en las encuestas.

La vocera de La Moneda, Carolina Tohá, renunció a su cargo para dirigir la campaña del balotaje y tratar de reunir alrededor de Frei el apoyo de los disidentes socialistas incorporados al movimiento de Marco Enríquez-Ominami, quienes con un 20 % de los votos se convierten en una fuerza política que cuenta a la hora de las grandes decisiones que tome el país en el futuro.
Carolina Tohá es hija del ministro José Tohá del gobierno de Salvador Allende, ex presidente de la Federación de Estudiantes de Chile. Detenido en La Moneda durante el golpe de Pinochet, murió en prisión.

En la nueva etapa de los comicios la Concertación va a recurrir a rememorar a los chilenos el pasado absolutista y dictatorial de hace apenas 20 años, apoyado por la derecha, entre ellos Sebastián Piñera, quien obtuvo 44 % de los votos, y las fuerzas que lo rodean.


Pero sobre todo recurrirá a obtener el voto de la izquierda que apoya a Enríquez-Ominami y al candidato comunista Jorge Arrate, quien logró 6,6 %, también disidente socialista, ex ministro del gobierno de Concertación.
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DEMOCRATIZACIÓN A CAMBIO

La tarea de revertir los resultados de la primera vuelta será titánica. Por el lado de la alianza Juntos Podemos, integrada por el Partido Comunista e Izquierda Cristiana, fluye un virtual acuerdo mediante el compromiso de la supresión de los enclaves pinochetistas en el sistema electoral, especialmente en la revisión del Registro y del método binominal por el cual los dos grandes partidos o alianzas mayoritarias controlan los resultados de los comicios parlamentarios.
La ley electoral establece dos diputados para cada distrito o circunscripción. El resultado es que las facciones mayoritarias se llevan la representación, excluyendo a las minorías. Hay acuerdo entre CD y Juntos Podemos por reformar el sistema.

La otra propuesta será la eliminación de la Ley de Punto Final, o ley perdón, que dio amnistía a los culpables de actos genocidas, torturas y desapariciones de miles de chilenos. De cesar esta ley podrían continuar los juicios contra los culpables.

Desde una apreciación general, también, estos puntos forman parte de las posiciones del movimiento que apoya a Enríquez-Ominami hay aceptación. Pero se trata de otra negociación en la que el joven cineasta y diputado ha preferido que sea su padre adoptivo, senador ex socialista Carlos Ominami, quien la lleve adelante. Las previsiones permiten pensar que finalmente habrá acuerdo.
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¿SE SUMARÁN TODOS LOS VOTOS?

No se puede afirmar mecánicamente que los votos de Enríquez-Ominami y Jorge Arrate se sumarán a Frei. Sería un mecanicismo absolutamente irracional. Si ello ocurriera, el demócrata cristiano Eduardo Frei ganaría la presidencia con un aproximado de más del 54 % de los votos.
Sólo en el caso de los comunistas de Arrate el voto sería sólidamente depositado a favor del candidato oficial, previos compromisos establecidos. Ya en este caso, existen antecedentes de las alianzas entre Concertación y PC en varios distritos para las elecciones parlamentarias. Esto ha permitido que tres comunistas vayan a la Cámara de Diputados, tras 37 años de ausencia en el parlamento.

Mientras que las facciones de Enríquez-Ominami, no llevarán a ningún parlamentario. Una demostración de un liderazgo personal y no de un movimiento organizado. Situación que deberá corregir en lo inmediato, si quiere seguir persistiendo en la política. Pues no se trata de una fuerza homogéneamente integrada por gente de izquierda. Se comentó con sorpresa en Chile, el apoyo que un sector de jóvenes de derecha, identificados con la disidencia socialista, por sus deseos de cambio, y sumaron sus votos a la candidatura de Enríquez-Ominami. Además están los grupos radicales de izquierda cuyas posiciones maximalistas no les permiten ver sino la oposición a ultranza y no entienden de estrategias y negociaciones necesarias cuando no se tiene la fuerza decisiva.

La heterogeneidad de las fuerzas que apoyan a este sector de izquierda permite pensar que será muy difícil un traslado mecánico de los votos para Eduardo Frei. Hay que tener en cuenta que esta fuerza fue una de las más activas en las polémicas y en los enfrentamientos en los diversos actos electorales con los militantes oficialistas.
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PIÑERA UNA VOTACIÓN CONSOLIDADA

La superación del 44 por ciento de los votos, por parte de Piñera superó las propias expectativas del candidato. Es más del 14 % sobre el segundo de Frei y 24 sobre el tercero de Enríquez-Ominami. Luce muy sólida. Esa votación victoriosa no va a disminuir. Podría subir, por esa posición cómoda de anotarse a las opciones triunfadoras que existe en nuestros países. Calcule que bastará que obtenga 6% más de votos para llegar a la presidencia.

Mientras, a Frei le faltan 21 % para ir a un segundo mandato, tras un primero en el que obtuvo buenos resultados en su gestión. Pero, su presencia hoy, después de las administraciones de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, aparece como un candidato fuera de la actual realidad chilena, desfasado en el tiempo y contra esas características será muy cuesta arriba vencer al abanderado de la derecha.

La fase final de la campaña, hasta el 17 de enero, mostrará un gran esfuerzo por parte de Lagos que realizó la mejor gestión de la Concertación, y de Bachelet que aportará su prestigio para tratar el retorno de Frei. Demuestran los líderes socialistas una gran lealtad con sus aliados del centro democrático, la Democracia Cristiana.


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miércoles, 16 de diciembre de 2009

CHILE: PRÓXIMO GOBIERNO ESTARÁ OBLIGADO A LLEGAR A ACUERDOS EN EL PARLAMENTO, INFOLATAM, SANTIAGO DE CHILE, 14 DE DICIEMBRE DE 2009

La derecha tendrá un diputado más que la Concertación (58 a 57) en la cámara baja.

Sea quien sea el ganador de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, su Gobierno deberá negociar con la oposición para sacar adelante los proyectos de ley, debido al equilibrio de la fuerzas representadas. La derecha tendrá un diputado más que la Concertación (58 a 57) en la cámara baja en el Senado la Concertación tendrá ahora 19 asientos y la derecha 16, a los que hay que sumar tres independientes que suelen apoyar a uno u otro sector.

Las elecciones presidenciales y legislativas del domingo trajeron pocos cambios en la composición del Parlamento chileno, salvo el regreso de los comunistas después de 36 años de ausencia, que tiene sobre todo un efecto simbólico.

El ganador de la segunda vuelta presidencial fijada para el 17 de enero entre el derechista Sebastián Piñera y el oficialista Eduardo Frei, primer y segundo candidato más votado, respectivamente, deberá lidiar con un empate entre las fuerzas políticas con representación parlamentaria.

El Senado renovó el domingo dieciocho de sus 38 asientos y la repartición fue de nueve cargos para la oficialista Concertación y nueve para la derechista Coalición por el Cambio, según el tercer y último cómputo oficial, entregado hoy por el subsecretario del Interior, Patricio Rosende.

En el total, sin embargo, la Concertación tendrá ahora 19 asientos y la derecha 16, a los que hay que sumar tres independientes que suelen apoyar a uno u otro sector.

En la Cámara de Diputados, por bloques, la derecha, aunque obtuvo menos votos, tendrá 58 asientos contra 57 de la Concertación, cifra esta última en la que se incluyen tres diputados comunistas. Además habrá tres legisladores del partido regionalista (PRI), que suele apoyar a la derecha, y dos independientes, para completar los 120 escaños.

Entre las caras nuevas que llegarán a la cámara alta destaca la socialista Isabel Allende, hija del fallecido presidente Salvador Allende (1970-1973), elegida en la norteña región de Atacama con un 26,79 por ciento de los votos.

Sin embargo, lo más relevante de la elección senatorial fue la derrota de Joaquín Lavín, ex candidato presidencial de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), en la circunscripción "Costa", de la región de Valparaíso. Lavín obtuvo un 27,85% de los votos y fue superado por su compañero de lista, Francisco Chahuán, del partido Renovación Nacional (RN), que llegó al 28,21%.

La primera mayoría en esa circunscripción correspondió a Ricardo Lagos Weber, hijo del ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006), hasta hace un año portavoz de La Moneda y candidato del socialdemócrata Partido por la Democracia (PPD), con un 33,18% de los votos.

Lavín, ex alcalde de Las Condes y Santiago y derrotado por Ricardo Lagos en la carrera presidencial de 1999-2000, admitió una derrota que el senador Juan Antonio Coloma, presidente de la UDI, calificó de "dolorosa"

La UDI vivió otra amargura este lunes, pues su candidata Ena Von Baer, que hasta la pasada medianoche aparecía elegida en la circunscripción Araucanía Sur, fue desplazada por su compañero de lista José García Ruminot, de RN, que se presentaba a la reelección.

Dos hermanos democristianos ganaron sendos asientos en la cámara alta: Ignacio Walker Prieto, ex canciller en el gobierno de Ricardo Lagos, lo hizo en la circunscripción Valparaíso "Cordillera" y Patricio Walker en la austral región de Aysén. Un tercer hermano, Matías, fue elegido diputado por la norteña ciudad de Coquimbo.

Aunque la derecha tendrá un diputado más que la Concertación (58 a 57) en la cámara baja, la actual coalición oficialista obtuvo más votos, un 44,36% frente a un 43,44%. Por partidos, la derechista UDI obtuvo 37 diputados, la Democracia Cristiana logró 19 y Renovación Nacional 18, lo mismo que el oficialista PPD, mientras el Partido Socialista obtuvo 11 y el Partido Radical 5, el Partido Comunista 3 y el regionalista PRI 3. Además, seis candidatos independientes fueron elegidos diputados.





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AIRES DE CAMBIO EN CHILE, CARLOS MALAMUD, 15 DE DICIEMBRE DE 2009, TOMADO DE CADAL, CASO CHILE

(Especial para Infolatam). El resultado electoral de la primera vuelta ha despejado algunas dudas y ha instalado otras. Unas pocas de estas últimas podrán ser confirmadas el próximo 17 de enero, cuando se produzca la segunda vuelta, y para conocer las restantes será necesario algo más de tiempo. La primera duda que ha despejado el escrutinio es la identidad del rival de Sebastián Piñera en el próximo capítulo de esta fascinante batalla electoral.

Para ser honestos, ésta no era una gran incógnita. Es verdad que hubo muchos periodistas, especialmente españoles, que hasta último momento especulaban con la posibilidad de que Marco Enríquez Ominami fuera el que pasara a la segunda vuelta, o, que al menos, hubiera habido un final cabeza a cabeza, como dicen los aficionados a las carreras de caballos, entre Eduardo Frei y Enríquez Ominami. Para ser justos, la única duda que había, o al menos la que yo tenía, era el porcentaje de diferencia entre estos dos candidatos.

Casi diez puntos de diferencia a favor de Frei es mucho para que el joven político separado del tronco socialista pueda cantar victoria, aún cuando aluda a que surgió de la nada o a los escasos recursos de que dispuso durante la campaña (lo que no es del todo cierto). De no ser por el cansancio de los votantes de la Concertación, que supo aprovechar muy bien, con cierta dosis de arrojo y oportunismo, su carrera hubiera sido meteórica, pero por breve.

Es lógico que en estos momentos todos lo alaben, ya que todos, y esto significa tanto la Coalición de derechas como la Concertación hasta ahora gobernante, lo necesitan. Por eso es normal que Piñera y Frei le tiren los tejos, lo cortejen, aunque luego lo desechen por poco confiable. El 20% de los votos es un botín muy grande y puede permitir el triunfo en la segunda vuelta. En estos casos se suele decir que estamos frente a una nueva elección, lo que es cierto, si bien remontar un 14% de diferencia es un esfuerzo sobrehumano.

Y aquí entramos en el terreno de las incógnitas a despejar. La primera afecta directamente a la presidenta Bachelet. En la primera vuelta su compromiso con el candidato oficialista fue más bien escaso. Parecía que le interesaba más preservar su impresionante respaldo popular con vistas a un retorno dentro de cuatro años que jugárselo en la defensa de la Concertación. ¿Qué es lo que hará ahora?

Frei lo tiene difícil para enero, pero no es algo imposible.

Ocurre, sin embargo que el comportamiento de los votantes chilenos es impredecible, y más en esta particular ocasión. Ominami ha decidido no apoyar a nadie para la segunda vuelta, con el simplista argumento de que los dos son iguales y que él es el único que encarna la posibilidad de un cambio en la política chilena. Parece más bien una pataleta de un enfant enragé que la decisión de un político maduro que se mueve en función de lo posible y no de lo deseable. Otra cosa es su futuro político y su capacidad de armar una alternativa (¿socialdemócrata, más izquierdista, bolivariana?) por fuera de la Concertación. ¿Será capaz Enríquez Ominami de iniciar una larga travesía del desierto, sentando las bases de un nuevo partido político?

En buena medida la respuesta a este interrogante depende del futuro de la propia Concertación y del de cada una de sus partes. ¿Qué pasará con la DC, el PS y el PPD? ¿Serán capaces de seguir caminando unidos y de poner definitivamente los cimientos de un nuevo partido de centro izquierda, o, por el contrario, todo el entramado construido hasta ahora saltará por los aires? Los cambios conocidos por la sociedad chilena en estos últimos 20 años son espectaculares, y son todavía mucho más impactantes si uno mira en dirección a los vecinos. El mérito de los políticos de la Concertación de haber huido de las políticas dominantes en América Latina (el llamado neoliberalismo de los 90 y el populismo del siglo XXI) les honra y ha permitido que Chile esté hoy donde está.

Sin embargo, no fue suficiente. Las expectativas puestas en sus gobiernos eran enormes y por eso hubo mucha frustración: entre los sectores más pobres de la sociedad que veían como se mantenía la desigualdad, entre los estudiantes y los grupos juveniles incapaces de entender el lugar secundario reservado para la enseñanza pública, entre aquellos deseosos de modernizar la sociedad y se encontraban con feroces resistencias al aggiornamiento. Probablemente la gota que rebasó el vaso fue la no renovación de la cúpula dirigente y el hecho de que la batalla para encabezar la lista presidencial hubiera estado a cargo de ex presidentes.

Por eso es importante saber cómo votarán quienes siempre habían votado Concertación y en esta oportunidad votaron por Piñera; o de quienes apoyaban a la Alianza y el domingo se inclinaron por Enríquez Ominami. Pero también importa saber hacia dónde se decantarán los concertacionistas cansados y deseosos de cambiar que votaron en la primera vuelta por éste último. Ninguno de los dos candidatos en liza lo tiene fácil, ninguno es la alegría de la huerta ni es capaz de entusiasmar a las masas. Pero los dos son políticos solventes y gane quien gane algo habrá cambiado en la política chilena.

De todas formas, cualquiera sea el resultado de la segunda vuelta, Chile ha vuelto ha demostrar la fortaleza de sus instituciones. Si gana Piñera se constatará, sin ningún drama, que la alternancia es posible. Si gana Frei, en un colosal esfuerzo, se hará evidente que todavía hay futuro para la Concertación porque la gente creería en ella, más allá de las teorías del mal menor. Pero en ambos casos, lo cierto es que sin tutelas de ningún tipo, y en pleno uso de sus facultades, los chilenos habrán vuelto a decidir a favor del futuro democrático de su país.




Fuente: Infolatam
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viernes, 4 de julio de 2008

*PATRICIO NAVIA ESCRIBIÓ Y FUE PUBLICADO POR CADAL: “POR QUÉ LAGOS VA A SER EL CANDIDATO DE LA CONCERTACIÓN"


*PATRICIO NAVIA ESCRIBIÓ Y FUE PUBLICADO POR CADAL: “POR QUÉ LAGOS VA A SER EL CANDIDATO DE LA CONCERTACIÓN"

12 DE JUNIO DE 2008


A menos que él mismo opte por abortar su candidatura, el ex Presidente Ricardo Lagos será el candidato oficialista en 2009. Porque ninguno de los otros aspirantes tiene suficiente fuerza ni recursos para detenerlo, y aparentemente tampoco tienen demasiadas ganas, Lagos será el abanderado concertacionista. Ya que la Concertación sigue siendo una máquina electoral poderosísima, sus posibilidades de unirse a Arturo Alessandri como el único presidente en ganar dos elecciones democráticas no son para nada triviales.

Nacido el 2 de marzo de 1938, Ricardo Lagos cumplirá 71 años cuando la Concertación esté en pleno proceso de selección de candidato. Si logra ganar la presidencial, Lagos cumplirá 72 años una semana antes de iniciar su segundo periodo.

Abogado de profesión con un doctorado en economía en Duke ­que en nomenclatura actual sería más bien en historia económica­ Lagos es mucho más de centro que de izquierda. Si bien militó en el PS y fundó el PPD, Lagos parece más cómodo en la tradición de los presidentes del Partido Radical.

Laico hasta la médula, comprometido con la justicia social pero también con el desarrollo económico ­y la protección de los grandes grupos empresariales­ el ex presidente construyó de grandes obras de infraestructura y consolidación de un Estado desarrollista. Lo suyo no fue ni la salutación derechista reverencial al mercado cruel ni la diatriba anti-capitalismo de la izquierda.

Progresista y modernizador ­ocasionalmente izquierdista según algunas definiciones laxas­ Lagos tuvo muchas más luces que sombras en su primer periodo. La gran mayoría de los chilenos estaba mejor después de su gobierno que cuando Lagos llegó al poder. Ese éxito le otorga a Lagos una plataforma inmejorable para una candidatura. Pese a los esfuerzos de la Alianza ­y de críticos incluso en la Concertación­ Lagos sigue gozando de un alto apoyo popular y del respeto de la clase dirigente y empresarial.

Después de dos años de ataques e intentos vanos ­aunque no carentes de evidencia­ por desacreditarlo, Lagos sigue siendo el concertacionista mejor posicionado en las encuestas presidenciales.

A sabiendas de su popularidad, el propio Lagos echó a andar la carrera presidencial cuando anunció que, dada su condición de ex Presidente, no estaba disponible para primarias en la Concertación. Esto es, se atribuyó una condición impropia de un demócrata. Como si la votación de 2000 todavía tuviera validez, Lagos unilateralmente definirá las reglas del juego para la selección en la Concertación. Sorpresivamente, ninguno de sus potenciales rivales acusó el golpe. Ni la senadora DC Soledad Alvear ni el Secretario General de la OEA, el PS José Miguel Insulza, se atrevieron a contradecirlo. Aunque hubiera resultado fácil ­e incluso conveniente para la salud de la democracia­ ninguno llamó a entender a todos los chilenos, incluso los presidenciables, como iguales en dignidad y derechos.

La apuesta de Lagos, obviamente, es más compleja. Lo suyo fue anunciar su intención antes que los demás para posicionarse mejor en las encuestas. Si mantiene su primer lugar entre los aspirantes concertacionistas, las primarias serán innecesarias. Sin primarias, el candidato se definirá a comienzos de 2009. Con primarias, en cambio, la definición se produciría más tarde.

Las primarias exigen debates y discusión de propuestas antes que la gente decida. Las campañas pueden demostrar que un candidato perdió el contacto con las aspiraciones de los chilenos o que simplemente ya no tiene la salud que exige un puesto tan estresante y demandante como la primera magistratura. Al imponer que deben ser las encuestas ­y no unas primarias celebradas después de una campaña competitiva­ Lagos dio el primer golpe al interior de la Concertación. Y como va corriendo primero entre los oficialistas, mientras antes se defina al candidato, mejor para Lagos.

Producto del anuncio de Lagos, Alvear e Insulza se vieron obligados a mover pieza. Lo de Alvear fue la repetición de su frustrado intento anterior. Su anuncio enfrentó una férrea oposición interna. Además, ni las encuestas, ni los dirigentes del PDC, le otorgan buenas posibilidades. Peor aún, ya que necesita alterar el statu quo, su principal factor en contra es su propia aversión al riesgo. Si en 2005 perdió la candidatura precisamente porque no se atrevió a innovar, resulta difícil que hoy Alvear tome riesgos aún mayores. Adicionalmente, Alvear parece incapaz de contradecir al Presidente Lagos. Aún cuando Lagos le dio la oportunidad de distanciarse, al anunciar públicamente su preferencia por Bachelet en 2005, la Presidenta DC ha demostrado una lealtad excesiva con el presidente. Como si la figura paternal de Lagos afectara su capacidad de desafiarlo, Alvear parece incapaz de desafiar a Lagos a primarias.

Insulza, en cambio, parece preso de una inaceptable vacilación. Si bien sus responsabilidades en la OEA hacen difícil que se venga ya como candidato, sus escaramuzas ocasionales como potencial aspirante debilitan su capacidad para ejercer adecuadamente su puesto en la OEA. Como experimentado político, Insulza sabe que los tiempos electorales son lo que son y no lo que debieran ser. De ahí que su insistencia en pedir que se retrase el inicio de la campaña presidencial resulta, además de inútil, un reflejo de su propia incapacidad para tirarse a la piscina aunque haya, por ahora, poco agua. Si no sube rápidamente en las encuestas, Insulza no tendrá chance alguna frente a Lagos. Y si no se baja del tren de la OEA para subirse a la micro de la campaña, Insulza se va quedar fuera antes de que siquiera formalice sus intenciones.

Lagos ya anunció su intención. Se comporta como candidato en campaña. Además ya logró imponer reglas del juego favorables a su propia candidatura. Es cierto que carga con una pesada mochila (Transantiago, EFE, su edad, su asociación más con el pasado, su mal genio), pero sus fortalezas son también evidentes. Por dos años recibió fuego intenso sin responder. Pese a eso, sigue encumbrado en las encuestas. Ahora que entró a hacer campaña, sus números sólo debieran mejorar. Si bien en temas electorales la última palabra se dice sólo el día que se inscriben las candidaturas, a menos que el propio Lagos opte por declinar la candidatura, resulta cada día más difícil que alguno de los otros aspirantes concertacionistas le arrebaten la nominación al septuagenario ex presidente. Mientras más se demoren sus adversarios en formalizar sus candidaturas, más se consolida Lagos como el candidato concertacionista.

lunes, 16 de junio de 2008

*POR QUÉ LAGOS VA A SER EL CANDIDATO DE LA CONCERTACIÓN (EN CHILE)


*POR QUÉ LAGOS VA A SER EL CANDIDATO DE LA CONCERTACIÓN (EN CHILE)


Por Patricio Navia
12 de junio de 2008


A menos que él mismo opte por abortar su candidatura, el ex Presidente Ricardo Lagos será el candidato oficialista en 2009. Porque ninguno de los otros aspirantes tiene suficiente fuerza ni recursos para detenerlo, y aparentemente tampoco tienen demasiadas ganas, Lagos será el abanderado concertacionista. Ya que la Concertación sigue siendo una máquina electoral poderosísima, sus posibilidades de unirse a Arturo Alessandri como el único presidente en ganar dos elecciones democráticas no son para nada triviales.

Nacido el 2 de marzo de 1938, Ricardo Lagos cumplirá 71 años cuando la Concertación esté en pleno proceso de selección de candidato. Si logra ganar la presidencial, Lagos cumplirá 72 años una semana antes de iniciar su segundo periodo.

Abogado de profesión con un doctorado en economía en Duke ­que en nomenclatura actual sería más bien en historia económica­ Lagos es mucho más de centro que de izquierda. Si bien militó en el PS y fundó el PPD, Lagos parece más cómodo en la tradición de los presidentes del Partido Radical.

Laico hasta la médula, comprometido con la justicia social pero también con el desarrollo económico ­y la protección de los grandes grupos empresariales­ el ex presidente construyó de grandes obras de infraestructura y consolidación de un Estado desarrollista. Lo suyo no fue ni la salutación derechista reverencial al mercado cruel ni la diatriba anti-capitalismo de la izquierda.

Progresista y modernizador ­ocasionalmente izquierdista según algunas definiciones laxas­ Lagos tuvo muchas más luces que sombras en su primer periodo. La gran mayoría de los chilenos estaba mejor después de su gobierno que cuando Lagos llegó al poder. Ese éxito le otorga a Lagos una plataforma inmejorable para una candidatura. Pese a los esfuerzos de la Alianza ­y de críticos incluso en la Concertación­ Lagos sigue gozando de un alto apoyo popular y del respeto de la clase dirigente y empresarial.

Después de dos años de ataques e intentos vanos ­aunque no carentes de evidencia­ por desacreditarlo, Lagos sigue siendo el concertacionista mejor posicionado en las encuestas presidenciales.

A sabiendas de su popularidad, el propio Lagos echó a andar la carrera presidencial cuando anunció que, dada su condición de ex Presidente, no estaba disponible para primarias en la Concertación. Esto es, se atribuyó una condición impropia de un demócrata. Como si la votación de 2000 todavía tuviera validez, Lagos unilateralmente definirá las reglas del juego para la selección en la Concertación. Sorpresivamente, ninguno de sus potenciales rivales acusó el golpe. Ni la senadora DC Soledad Alvear ni el Secretario General de la OEA, el PS José Miguel Insulza, se atrevieron a contradecirlo. Aunque hubiera resultado fácil ­e incluso conveniente para la salud de la democracia­ ninguno llamó a entender a todos los chilenos, incluso los presidenciables, como iguales en dignidad y derechos.

La apuesta de Lagos, obviamente, es más compleja. Lo suyo fue anunciar su intención antes que los demás para posicionarse mejor en las encuestas. Si mantiene su primer lugar entre los aspirantes concertacionistas, las primarias serán innecesarias. Sin primarias, el candidato se definirá a comienzos de 2009. Con primarias, en cambio, la definición se produciría más tarde.

Las primarias exigen debates y discusión de propuestas antes que la gente decida. Las campañas pueden demostrar que un candidato perdió el contacto con las aspiraciones de los chilenos o que simplemente ya no tiene la salud que exige un puesto tan estresante y demandante como la primera magistratura. Al imponer que deben ser las encuestas ­y no unas primarias celebradas después de una campaña competitiva­ Lagos dio el primer golpe al interior de la Concertación. Y como va corriendo primero entre los oficialistas, mientras antes se defina al candidato, mejor para Lagos.

Producto del anuncio de Lagos, Alvear e Insulza se vieron obligados a mover pieza. Lo de Alvear fue la repetición de su frustrado intento anterior. Su anuncio enfrentó una férrea oposición interna. Además, ni las encuestas, ni los dirigentes del PDC, le otorgan buenas posibilidades. Peor aún, ya que necesita alterar el statu quo, su principal factor en contra es su propia aversión al riesgo. Si en 2005 perdió la candidatura precisamente porque no se atrevió a innovar, resulta difícil que hoy Alvear tome riesgos aún mayores. Adicionalmente, Alvear parece incapaz de contradecir al Presidente Lagos. Aún cuando Lagos le dio la oportunidad de distanciarse, al anunciar públicamente su preferencia por Bachelet en 2005, la Presidenta DC ha demostrado una lealtad excesiva con el presidente. Como si la figura paternal de Lagos afectara su capacidad de desafiarlo, Alvear parece incapaz de desafiar a Lagos a primarias.

Insulza, en cambio, parece preso de una inaceptable vacilación. Si bien sus responsabilidades en la OEA hacen difícil que se venga ya como candidato, sus escaramuzas ocasionales como potencial aspirante debilitan su capacidad para ejercer adecuadamente su puesto en la OEA. Como experimentado político, Insulza sabe que los tiempos electorales son lo que son y no lo que debieran ser. De ahí que su insistencia en pedir que se retrase el inicio de la campaña presidencial resulta, además de inútil, un reflejo de su propia incapacidad para tirarse a la piscina aunque haya, por ahora, poco agua. Si no sube rápidamente en las encuestas, Insulza no tendrá chance alguna frente a Lagos. Y si no se baja del tren de la OEA para subirse a la micro de la campaña, Insulza se va quedar fuera antes de que siquiera formalice sus intenciones.

Lagos ya anunció su intención. Se comporta como candidato en campaña. Además ya logró imponer reglas del juego favorables a su propia candidatura. Es cierto que carga con una pesada mochila (Transantiago, EFE, su edad, su asociación más con el pasado, su mal genio), pero sus fortalezas son también evidentes. Por dos años recibió fuego intenso sin responder. Pese a eso, sigue encumbrado en las encuestas. Ahora que entró a hacer campaña, sus números sólo debieran mejorar. Si bien en temas electorales la última palabra se dice sólo el día que se inscriben las candidaturas, a menos que el propio Lagos opte por declinar la candidatura, resulta cada día más difícil que alguno de los otros aspirantes concertacionistas le arrebaten la nominación al septuagenario ex presidente. Mientras más se demoren sus adversarios en formalizar sus candidaturas, más se consolida Lagos como el candidato concertacionista.

Fuente: Revista Poder, junio 2008