Mucho se
está publicando sobre la crisis económica que sufrimos y mucho se seguirá publicando,
especialmente sobre su impacto social pero no mucho, diría que poco, en
relación con las razones ideológicas que influyeron en ella y por tanto los
criterios de las personas a quienes
correspondió administrarlas, en los diferentes países, y susconsecuencias.
Vulgarmente se va admitiendo que las políticas económicas de signo socialdemócrata provocan las crisis nacionales y a las liberales les corresponde superarlas, según nos pone de manifiesto la observación histórica del siglo XX y lo que va del actual.
Sería por
tanto aconsejable buscar en el pensamiento ideológico las razones de ambas
conductas y nada mejor que repasar someramente sus fundamentos.
EL
SOCIALISMO
El
Diccionario de la Real Academia Española
(DRAE) lo define como “El sistema de organización social y económico basado en
la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y
en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales y la
distribución de los bienes” o bien “Teoría filosófica y política del filósofo
alemán Karl Marx que desarrolla y radicaliza los principios del socialismo”
(Comunismo)
Son otras
muchas las definiciones de este sistema político que van desde las más
intransigentes: “El socialismo es la
filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, el evangelio de la envidia y
su virtud es el reparto igualitario de la miseria” ( Sir Winston Churchill) a
las más irónicas: “El socialismo dura hasta que se les acaba el dinero… de los
demás” ( Margaret Thatcher).
El que
suscribe estas líneas entiende, a la vista de los antecedentes históricos más
recientes, (surgidos tras la caída del “Muro de Berlín”, que hicieron saltar
por los aires un sistema social y
productivo, enquistado más allá del mundo libre durante muchos años), que el
socialismo como proyecto político agoniza lentamente, víctima de una sucesión
histórica de fracasos que se han puesto de manifiesto cada vez que intentó
aplicar su práctica teórica.
Las
contradicciones intrínsecas más sobresalientes, a la hora de interpretar el
fracaso del sistema vienen dadas por la propia definición del DRAE que del
marxismo dice: “Doctrina derivada de la teoría de los filósofos alemanes
Frederich Engels y Karl Marx , consistente en interpretar el idealismo
dialéctico de Hegel como materialismo dialéctico y que aspira a conseguir una
sociedad sin clases” o como escribe A. Garrigues: “Obsesión socialista es colocar
a la sociedad como valor superior al individuo y a la igualdad como principio
que prima sobre la libertad, lo que conduce a sobrevalorar el papel del Estado
colocando a la sociedad civil en situación de infancia perpetua”
H.W. Spiegel
escribe que “A pesar de las imperfecciones del pensamiento de Marx, se ha dicho
de él, que ha sido el pensador más influyente del siglo XIX… En los países más
desarrollados su influencia no ha sido muy fuerte y donde influyó ha ido
decreciendo”
Correlativamente
a la pérdida de influencia del socialismo (Son pocas las dictaduras que aún se
resisten a sustituir este sistema social y productivo) ha ido ampliándose el
ámbito de la socialdemocracia.
De nuevo
acudimos al DRAE que define la socialdemocracia como: “Disidencia del marxismo
consistente sobre todo en rechazar la orientación revolucionaria de la lucha de
clases y en propugnar una vía
democrática hacia el socialismo”
Los
antecedentes de la socialdemocracia hay que buscarlos en 1899, en la obra de
Berstein “Premisas del socialismo y tareas de la socialdemocracia”, donde se
pone de manifiesto la capacidad de las clases medias para desaparecer y “Reforma o revolución” donde manifiesta los cinco elementos que deben
tenerse en cuenta frente a las
propuestas revolucionarias de Rosa Luxemburgo y que enumera: 1.- El mayor
esparcimiento de las crisis periódicas en el s.XIX. 2º El desarrollo del
sistema crediticio. 3º La aparición de las asociaciones patronales. 4º La
persistencia de pequeñas y medianas empresas y 5º Mejora de situación de la
clase obrera.
En 1907 con
la aparición de la obra de Otto Bauer,
“La cuestión de las nacionalidades y la socialdemocracia” se apostilla el
pensamiento de Berstein
La
diferencia sustancial entre el socialismo y la socialdemocracia no es una
cuestión de grado, sino su respeto por la libertad y abolición de la
orientación revolucionaria, no obstante los objetivos finalistas son los mismos.
EL
LIBERALISMO
Según el
DRAE el liberalismo es: “Actitud que proporciona la libertad y la tolerancia en
las relaciones humanas” y “Doctrina política que defiende las libertades y la
iniciativa individual y limita la intervención del Estado y de los poderes
públicos en la vida social, económica y cultural”
Alguien ha
dicho que: “el liberalismo es una conducta, y por tanto, es mucho más que una
política y como tal conducta no requiere profesiones de fe, sino ejercerla de
un modo natural, sin exhibirla ni ostentarla. Se debe ser liberal sin darse
cuenta, como se es limpio o como por instinto nos resistimos a mentir”
No sin
cierta carga política se ha intentado identificar el liberalismo con la opción
“neoliberal”, que según el DRAE “Es la
teoría política que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado”
Conviene
matizar que el neoliberalismo es lo contrario del liberalismo, limita el
liberalismo al mundo económico y pretende reducir al mínimo la intervención del
Estado en la actividad económica. Olvida que o se es liberal en todo o no se es
en nada. El liberalismo no es una teoría económica, al liberalismo le importa
más el SER que el TENER (Proclamas de Roma y de Oxford)
Seguimos
entresacando de las aludidas proclamas: “El liberalismo no mitifica ni sacraliza
el mercado, si bien entiende que el mercado es el sistema que permite una más
eficaz asignación de los recursos y por ello es el que mejor facilita no sólo
la creación si sino la distribución de la riqueza, por lo que defiende la
actuación del sector público y su
influencia directa, pero no permanentemente y en todo caso siempre que pueda
ser controlado por la sociedad civil ( Proclamas de Oxford y Roma)
“No es
posible el madridaje entre liberalismo y socialdemocracia con el anillo nupcial
del marxismo entre sus dedos…” (A. Garrigues)
“ El socialismo fue un error intelectual… sólo la libertad económica y
la libertad política garantizan una vida civilizada y próspera… El
conservadurismo carece de objetivo propio … Los conservadores son siempre esclavos
de la vía intermedia, según la cual la verdad se encuentra en un punto
intermedio” (Hayek) “Los conservadores y los socialistas (En sentido amplio)
(1) se han visto forzados a aceptar la superioridad intelectual y mayor
eficacia práctica del liberalismo (A.Garrigues)
(El concepto
político de conservador no es exclusivo sólo del pensamiento de derechas, lo es
también del de izquierdas. –Truman no fue más conservador que Stalin).
CONSIDERACIONES
FINALES
Una vez más
seguimos al DRAE para puntualizar dos conceptos que no debo dejar en el olvido:
Capitalismo: “Régimen económico fundado en el predominio del capital como
elemento de producción y creador de riqueza”. Salvaje: “Dicho de una actitud o
de una situación. Que no está controlada o dominada”
En la
práctica se han desarrollado dos modelos de capitalismo: de Estado o Liberal:
El de Estado se ha desarrollado en los países en régimen comunista donde la
propiedad del capital, es decir, de los medios de producción, y la distribución
del producto social se ha realizado por el propio Estado, siempre en régimen
severo de limitación de libertades individuales. Hoy está en decadencia
progresiva. El Liberal se ha desarrollado en los países con regímenes
democráticos y mercados en régimen de competencia y libertad de concurrencia.
Su desarrollo desde la Revolución Industrial hasta nuestros días ha
evolucionado progresivamente.
Y que es el
¿Capitalismo salvaje?... ¿Quizás el capitalismo de Estado?
PUNTUALIZACIÓN
Decía Marx
que el capitalismo llevaba intrínsecamente el germen de su propia destrucción:
Las crisis económicas.
Nadie duda
que las crisis económicas, tal y como vienen apareciendo en la sociedad
occidental, son un problema que periódicamente se genera en el seno del sistema
de producción capitalista y siempre aparecen tras un período de actividad y prosperidad
crecientes, pero no es menos cierto que siempre, el sistema, ha salido de
ellas fortalecido.
No se conoce en los dos últimos siglos una
depresión a lo largo de un período muy
dilatado de tiempo que haya
regresado a índices de riqueza de
tiempos pasados. Al contrario, la recuperación siempre ha sido pujante.
Enlazando
con lo que se expresa en las primeras líneas, cabría concluir que las
diferentes políticas económicas aplicadas con criterios socialdemócratas o
liberales son contradictorias e
incompatibles.
Las primeras
se vienen caracterizando por una intervención económica necesaria para poder
cumplir sus programas populistas, generalmente muy ambiciosos, y con costes tan
elevados que finalizan en fuertes inversiones que siempre conducen a elevados
endeudamientos para poder ejecutarlos, por lo que exigen, a la postre, de otras
alternativas liberales más realistas que se ven obligadas a corregir los
desequilibrios a base de políticas de ajuste y planes de estabilización
severos, en casi tosas las ocasiones, previos para reanudar con éxito políticas
expansivas.
http://www.elfarodigital.es/blogs/186-chiki/82092-la-crisis-del-socialismo-y-la-formula-liberal.html
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