“Mirada de cerca, la vida es una tragedia, pero vista de lejos, parece una comedia” Charles Chaplin
La
ciudad de El Tigre, epicentro de la explotación de La Faja Petrolífera del
Orinoco, ya contabiliza en sus 81 años de existencia, con 13 años y 5 meses de
gobiernos chavistas, revolucionarios, humanistas, socialistas y 4 alcaldes
electos de sus filas, en medio de grandes expectativas y muchas promesas. Llegó
el Mesías, proclaman los rojos rojitos, pero ¡Oh! desilusión. Todos pasan,
salen ricos y los problemas se acrecientan. A estas alturas del juego. No se
soluciona nada y pareciera, por el camino que vamos, que difícilmente se podrán
solucionar. Una tragedia roja rojita.
En
estos casi 14 años, con 4 alcaldes chavistas, un solo gobierno desde Caracas,
Barcelona y PDVSA, no se ha actualizado el Plan de Desarrollo Urbano Local. La
ciudad crece sin orden ni concierto. No hay planificación y las autoridades no
cuentan con un plan de vuelo y menos capacidad gerencial. Como vaya viniendo
vamos viendo, es la filosofía de estos Mesías rojos rojitos. Ese desorden priva
a los vecinos de buenos servicios públicos – Excelentes es alucinar – El
problema del agua se acrecienta y los sectores que disfrutaban del servicio, hoy
están, con las tuberías secas. Una tragedia roja rojita.
No hay visión de futuro. Hasta la fecha, no se ha ubicado un nuevo campo de pozos, no se han proyectado sistemas de almacenamiento y tratamiento, mucho menos la sustitución del viejo y obsoleto acueducto, sembrado en la década del 60. En lo que no fallan estos gobiernos improvisados, es en la demagogia de ampliar el acueducto a los sectores populares sin aumentar el caudal. Ilusión óptica. Llega la tubería, pero sin agua y los camiones cisternas hacen su agosto. En materia de drenajes no hay avances. Los mismos que se construyeron hasta 1998. Vienen las lluvias y, el problema de las inundaciones, es recurrente. Tragedia roja rojita.
Otros
servicios vitales como la electricidad y el gas doméstico, no tienen solución a
la vista de estos gobierno chavistas. El racionamiento eléctrico, ligado a las
constantes fallas, les hace la vida añicos a los vecinos de la ciudad y sus
asentamientos campesinos. Días y noches completos de terror. El gasoducto que heredaron
de los gobiernos democráticos no ha avanzado un milímetro en estos 13 años y 4
alcaldes chavistas. Es más la distribución de bombonas, que era la salvación,
prácticamente desapareció y las largas y humillantes colas en las instalaciones de PDVSA-GAS,
antes TIGASCO y VENGAS, son vergonzosas. Tragedia roja rojita.
La
tragedia de la ciudad de El Tigre, en estos 13 años de gobiernos y 4 alcaldes
chavistas, llega al extremo de que el Hospital General de El Tigre, único en la
zona sur, no tiene quirófanos operativos, Defensa Civil no tiene ambulancia y
el Cuerpo de Bomberos, no tiene un vehículo de combate, para atender
emergencias. La situación de El Tigre, en materia de equipamiento urbano,
también es calamitosa, basta acercarse a los mercados, la plaza Bolívar, etc.,
Eso no tiene explicación racional. Hay petróleo para regalar y patria para
adorar, pero no hay solución a los problemas de la ciudad que acogotan a los
vecinos. Indiscutible: una tragedia, hecha en socialismo.
José
“Cheo” Salazar
sjose307@gmail.com
@Cheotigre
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