“El CÁNCER es un proceso descontrolado en la
división de las células del cuerpo. Puede comenzar de manera localizada o
diseminarse. El cáncer es el resultado de dos procesos sucesivos: el aumento de
la proliferación de un grupo de células denominado tumor o neoplasia y la
capacidad invasiva que les permite colonizar y proliferar en otros tejidos u
órganos, proceso conocido como metástasis”. (Wikipedia)
“El
síndrome de inmunodeficiencia adquirida, conocido por su acrónimo SIDA, es el
conjunto de enfermedades de muy diverso tipo (generalmente, procesos
infecciosos o tumorales) que resultan de la infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH). Clínicamente, el sida es declarado cuando un
paciente seropositivo presenta un conteo de linfocitos T CD4 inferior a 200
células por mililitro cúbico de sangre. En esta condición, el sistema inmune se
halla gravemente deteriorado, de modo que el paciente queda expuesto a diversos
procesos patológicos generados por un conjunto de infecciones oportunistas”. (Wikipedia)
Como
podemos apreciar, podemos entender que el cáncer es un conjunto de células que
empiezan a funcionar dentro del cuerpo del paciente, de acuerdo a una
“constitución” o reglas de orden distinto al que el cuerpo humano del paciente
tiene o debe tener de acuerdo a la genética. O sea, no respetan los códigos
genéticos de la especie humana. Estas células se alimentan del cuerpo y lo
consumen. El sistema inmunológico sigue funcionando y ataca al cáncer; pero, no
puede contra su poder.
El
SIDA por su parte, es un grado tal de deterioro del sistema inmunológico del
paciente que éste no sabe, no puede o no quiere reconocer los alérgenos que
atacan al organismo y el paciente no puede rechazarlos y entonces las
enfermedades oportunistas, hasta las más fáciles de combatir por un organismo
sano, al encontrar el cuerpo sin defensas, aprovechan para atacarlo
y éste se muere.
Puede
decirse que uno muere de cáncer como también que, al morir la persona, el
cáncer sigue vivo y alimentándose del cuerpo del cual venia viviendo, hasta que
ya no quedan más células a las cuales sacarle nada y él también muere. Por
fortuna, el cáncer no es contagioso.
Por
otra parte, uno no muere de sida; pero, muere de cualquier gripecita que le dé;
porque, el sistema inmunológico está tan dañado o deprimido, que no sale a defender al cuerpo. Es como un ejército
desmoralizado, alienado y confundido, que se niega a reconocer las amenazas y a
combatirlas.
De acuerdo con las definiciones médicas y las apreciaciones de lego que he parafraseado, uno podría hacer un análisis para determinar de qué está sufriendo nuestra Venezuela, ¿De cáncer o de SIDA? Haga su propio diagnóstico amigo lector.
Eddy
Barrios
eddybarrios@gmail.com
@eddybarrios2
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