La
celebración del primero de mayo se ha convertido para los venezolanos en el
escenario de las tristezas. Se destaca para la fecha la desbordada inflación;
devaluación de los salarios; anuncios presidenciales de pírricos incrementos;
ataque y destrucción de la empresa privada; violaciones a la contrataciones
colectivas; férrea disposición al control social por parte del régimen; escasez
generalizada; delincuencia desbordada; corrupción e impunidad
institucionalizadas; alocuciones presidenciales denotando lastima; incremento
del desempleo y la burocracia. Planificación del oficialismo para imponer la
pobreza y miseria como forma de vida.
Las
luchas de los trabajadores por conquistar y reivindicar condiciones sociales,
económicas, laborales, de salud y alimentación, se han visto disminuidas por la
aplicación de mecanismos confiscatorios de lo consagrado en la Constitución
Nacional, convenciones colectivas y actas convenio por parte del régimen. Los
organismos encargados de velar por la defensa de sus intereses, pasaron a
defender los del oficialismo, generando la indefensión y el abuso, quienes
hicieron de la práctica partidista la actividad laboral, excluyendo a quienes
osen mantenerse al margen.
El
primero de mayo 2015, amanecerá con las familias ubicadas en distintos puntos
de venta o recorriendo los diferentes supermercados, para ver si tienen suerte
de adquirir los alimentos, el jabón para lavar, los productos de limpieza e
higiene personal, la leche y pañales para el bebe; en unos conseguirán algunos,
en otros simplemente no conseguirán nada. Tal vez decidan repartirse la carga
de la cola, y se rifarán quienes van a las de alimentos, la gasolina, y la
búsqueda del camión repartidor del gas domestico, para adquirir la bombona.
Las
luchas de los trabajadores no cesaran en sus reclamos; la estrategia del
régimen de mantener a los ciudadanos en colas, pretendiendo con ello evitar las
protestas de calle contra el abuso y la mediocridad, puede terminar siendo el
aliciente para consagrarla y reivindicarla. Tal vez a los líderes sindicales se
les ocurra pasearse por las diferentes colas y llevar su mensaje de aliento y
esperanza. Los cambios en la gerencia del país son reclamados con fuerza por el
pueblo. El primero de mayo para los venezolanos será de todo, menos de
celebración.
Josue
Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1
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