La interrogante
emerge de la enseñanza documentada que aporta la investigación histórica. Si
bien para 1917 la población rusa, mayoritariamente campesina, “siervos de la
gleba”, con el triunfo de la Revolución Bolchevique pasó a ser “abono de la
tierra”. Así transformado por el genocidio mediante el cual se impuso la colectivización.
En Cuba ocurrió otro tanto. Confiscaron toda empresa productiva, por pequeña
que fuera, segando la vida de muchos emprendedores que no lograron escapar,
respaldados por los desposeídos de la fortuna cuyo odio social subyacente
exacerbaron hasta la ferocidad criminal.
La confiscación
arruinó empresas agrícolas, industriales y comerciales productivas, en especial las transformadoras
de la caña de azúcar, importantes proveedoras de divisas. Sobrevino el
racionamiento. Logró sobrevivir la Guerra Fría porque al Kremlin interesaba una
cabeza de playa a 90 millas de USA. Cuando se derrumbó la URSS, sobrevino la
hambruna del llamado Período Especial.
Gracias al petróleo venezolano tomaron nuevo aliento para sobrevivir y
evitar la implosión y firmaron convenios de asesoría en todo lo asesorable,
pero esta vez no se sometieron al protector. Validos del fanatismo anti-imperialista de quien se
creyó pionero de lo que al sub-desarrollo le ha dado en denominar la América
Grande, asumieron el papel dominante. Así, con mayores o menores detalles, el
ignaro “galáctico inmortal” Hugo Chávez Frías nos hizo súbditos de los hermanos
Castro.
Pero no se crea que
haya perdido el hilo. Es que el asunto amerita ser tocado, si bien a
vuelapluma, para mejor entendimiento de la crisis generalizada que padecemos.
Porque únicamente a un cretino aplastado por su impostura, se le ocurre
proclamar que regresa de una fracasada gira de Estado, más bien vacacional,
familia incluida, pregonando la falacia de haber conseguido dólares suficientes
para honrar los compromisos que incluyen la importación del 90% de cuanto
consumimos y el servicios de la deuda externa, cuando los ingresos en dólares
fueron calculados a 60/barril, el precio actual está por debajo de los
40/barril, la producción no supera los 1.8 millones de barriles diarios y los
dólares sólo se multiplican con producción. De la interna ni hablar. La pagarán
con dinero inorgánico y… ¡Viva la inflación!
Ahora bien, como la memez de Maduro no tiene
límite, lanza sobre los despojos de la actividad almacenadora y distribuidora
de alimentos una jauría con la misión de hacer firmar a los dueños de esos
establecimientos comerciales “un ultimátum de respeto a Venezuela”
responsabilizándolos del desabastecimiento de la dieta básica para así comenzar
“la transición económica hacia el Socialismo Productivo”. ¿Acaso ignora que el
almacenamiento y distribución de productos de la dieta y consumo familiar está
en manos del gobierno que él cree presidir? Pero es que además de tonto, consustancial
con su ignorancia, es un comunista fanático de esos que leen, como en oración,
las proclamas de Stalin, el libro rojo de Mao y los dislates de Fidel Castro,
todos desfasados y enterrados por el peso de la libertad y el desarrollo e
integración económica.
La gravedad de la
crisis generalizada padecida y la profundización que se barrunta para este 2015
da vigencia al concepto que sobre este modelo político-económico sustentó
Wiston Churchil: “El socialismo es una filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia
y el evangelio de la envidia, su virtud inherente es la distribución igual de
la miseria”, tal como comienza a ocurrir en Venezuela.
Esa es la razón por
la cual quisiéramos enterarnos en cuál de los países esclavizados por los
comunistas, en cualquier latitud del orbe, el socialismo ha sido productivo.
¿Dónde se dio el milagro?
German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.