ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ |
En tiempos juveniles en los cuales Nicolás Maduro, para angustia de su
legítimo padre, hacía pasantía en la Revolución Cubana, los antillanos estaban
colmados de pesos, moneda oficial igualada al dólar. Ni pensaba que
algún día se sentaría al lado del dictador a recibir instrucción de cómo
gobernar al país para el cual se
entrenaba como miliciano. Ni siquiera pasó de pionero, porque en lucha social
en su Patria apenas llegó a otra pasantía en sindicalismo, donde le apodaban
reposero como conductor del bus del metro.
Nada que los cubanos anhelaran aumentos de sueldos, porque dinero les sobraba. Los milicianos, es
decir los miembros de Fuerza Armada no tenían privilegio. Justo también es
reconocer que no estaban contaminados con el narcotráfico. Al menos lo demostraron
con el fusilamiento en julio 1989 del Héroe de la República, General de
División Arnaldo Ochoa, acusado de
transportar unas seis toneladas de cocaína. Formó parte del grupo de quince
cubanos que vino a alistarse en la Guerrilla venezolana en 1966, en la cual luchó por un año. Participó en
emboscadas a las Fuerza Armada Nacional (FAN) en “Cerro Atascadero”, Yaracuy
donde mataron a un oficial, a un suboficial e hirieron a dos soldados; “El
Mortero”, Lara, donde registró tres muertos y ocho heridos. Su ascendente
carrera la truncó el narcotráfico. Fue acusado de transportar seis toneladas de
cocaína vía Cuba, por lo cual recibiría $ 3,4 millones. Fue llevado al Paredón
junto a un coronel y un capitán.
Otra intromisión cubana se dio al año siguiente por las playas de
Machurucuto, en Miranda, con veinte cubanos que después tuvieron destacada
figuración en el régimen castrista.
No fue invasión porque esta se produce ahora
donde pasan de 80 mil los cubanos que operan en el llamado socialismo, en el
cual actúan protagónicamente en nuestra
FAN altos militares que en aquel entonces la combatieron.
En esta emergencia del desgobierno castrocomunista, caracterizado por la inseguridad, inflación de las más altas del mundo, desabastecimiento de productos básicos, corrupción, narcotráfico, violación los derechos humanos; abusa al establecer distancia salarial con el resto de venezolanos. Decreta el aumenta del 45% al sueldo militar, lo cual completa el 75% de incremento, pues en mayo recibió un 30%.
Y para trabajadores civiles el aumento salarial fue solo del 15%.
Prebendas militares son práctica del
autoritario régimen. En destrucción de
la histórica FAN, que ha llegado a subestimar con implantación de milicias agrupadas en los
“Colectivos”. Mientras tanto impone intereses militares por encima del pueblo.
En su primer cuatrienio el incremento
salarial fue de 30% anual; en 2004
ascendió al 60%; del 2005 al 2009 volvió al 30%; en 2010 al 40%; llevado al 50%
en 2011; en 2012 el aumento volvió a ser
de 40%; en 2013, hubo tres incrementos,
que oscilaron entre 60, 50 y 45% además de tres fondos y bono navideño. Alejan
la FAN y cultivan odio.
AL MARGEN: Nuestros afamados cantantes están afectados de salud. Primero
Yordano, después El Puma José Luis Rodríguez y ahora Guillermo Dávila.
Alberto
Jordan Hernandez
Jordanalberto18@yahoo.com
@albertojordanh
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