Se
busca magnicida de buena presencia y con moto propia.
Hurgando en la historia patria desde que
somos república es difícil sino imposible, encontrar un gobierno como el
actual. No hay comparación. Su ineficiencia, su incapacidad, su capacidad de
mentir y engañar, su capacidad de destruir y de propagar el odio, de dividir,
no tienen parangón. Jamás gobierno alguno ha sido tan corrupto y tan violador
de los derechos humanos y de la institucionalidad como este.
Ninguno había
podido acabar con la institucionalidad de las Fuerzas Armadas. Destruyó el
aparato productivo, tiene a punto de quiebra a la industria bandera del país,
PDVSA. Trampea las estadísticas. Acabó con la meritocracia como forma de
gerenciar los recursos humanos. Convirtió al BCV en su caja chica. Pulverizó la
divida nacional. En fin que está logrando lo que parecía imposible, volver
pobres y miserables a los habitantes de esta súper-rica parte del mundo. Misión
imposible hecha realidad gracias al socialismo.
Pero más allá de esto aspectos, este régimen
ha conseguido destruir la capacidad de reacción de la población, o al menos así
parece.
Lo decimos porque no entendemos cómo es posible que un pueblo, otrora
bravo pueblo, que era contestatario, rebelde, amante de su libertad, reclamador
de sus derechos, se haya convertido en un sumiso pueblo.
Se dejó engañar por un
encantador de serpientes que les prometió un paraíso y les dio un calvario. Y
no solo en vida, sino que ya desparecido físicamente de la faz de la tierra
todavía su imagen es adorada y venerada y sus promesas se mantienen pendiente.
Quizás el proyecto to mediático más exitoso conocido hasta ahora. Se le engaña,
se le burla, se le incumple, se le somete a vejatorias colas para adquirir
alimentos, medicinas o cualquier bien. Se le reparten migajas. Se le incumplen
contratos laborales, se le niega educación y salud. Se le miente. Se le engaña.
Pero Maduro es pueblo y seguimos en la ruta de Chávez. Actitud incomprensible
de un pueblo. No creemos que hay ocurrido algo similar en algún lugar del
planeta.
Se ha condenado a inocentes, se ha dejado
morir venezolanos en huelga de hambre. Se han botado de sus empleos a
trabajadores de un solo pitazo. Se han expropiado y confiscado bienes. Se han
cerrado medios de comunicación. Se han asesinado personas ante la mirada
complaciente del gobierno. Se han ensalzado supuestas virtudes de criminales,
estafadores, corruptos, convictos y confesos. Se ha ordenado a jueces dictar
sentencias amañadas. Se destituyen funcionarios electos. Se regalan recursos al
exterior aun cuando hacen falta internamente. Se otorgan medias humanitarias a
corruptos y bandidos pero se niegan a ciudadanos honestos. En pocas palabras se
ha hecho desde el gobierno todo lo que se les ha ocurrido y les ha dado en
ganas. Y el pueblo, en una buena proporción, sigue fiel al comandante supremo y
eterno.
Lo último, encarcelan a un joven luchador
político y a unos muchachos estudiantes por el solo hecho de pedir liberad y
respeto. Persiguen y amenazan a todo aquel que osa disentir o criticar. Y
todavía hay quienes dudan de la calaña de este gobierno. Comunistas. Los
comunistas son así y nada ni nadie los hará cambiar. Continúa el negocio de la
venta de urnas blancas.
Iván
Olaizola D’Alessandro
Iolaizola@hotmail.com
@iolaizola1
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