“Cállense la boca. El ejercicio de malandro
no sólo es probabilísticamente a favor del delincuente, sino que además
representa varios múltiplos de salarios mínimos. Nada tiene que ver con la
familia convertida en chivo expiatorio por unos ciudadanos que la culpan de los
males sociales, sin percatarse de que se trata de la falta de
institucionalidad, de leyes que no deben reparar en casos especiales o que se
detienen en atributos políticos o económicos que son el camino a la impunidad,
verdadera causa de nuestra altísima tasa criminal.
Por eso, frente a los abominables crímenes y
ante tanta ineficiencia e incomprensión intencionada del tema, las autoridades
deberían como mínimo callarse la boca, por respeto a los deudos y a todos
nosotros, que somos posibles próximas víctimas.” Luis Pedro España, El
Nacional, Página de opinion, 9 de enero de 2014.
La historia no contada
Si nos fuera concedido escribir una obra
sobre las historias de quienes han caído víctimas de la violencia en estos 15
años, tendríamos para leer un enorme tomo en el que condensaríamos solo lo
relatado por los reporteros policiales de los pocos periódicos a los cuales no
ha ingresado la censura total, porque si
entramos a las páginas Web del gobierno, allí solo se muestra lo que se ha dado
en llamar la patria bonita o sea noticias con Maduro hablando con Fidel,
crónicas de las andanzas del vicepresidente o de las Ministras de Defensa y
Comunicación, niños abrazando a Chávez como homenaje a su legado d amor y de
belleza.
Allí no se mencionan los muertos, ni las
huelgas, ni las rocambolescas historias de los
rojos corruptos que se han llevado el dinero de los pobres y han hecho
una caja chica de gastos propios sin que nadie se ocupe de ofrecer la noticia
en lo que se denomina como Agencia Bolivariana y se ocupa solo de las andanzas
del hijo del difunto, de sus ministros hoy renunciantes y los encantos de
Cristina Kirchner a quien la familia Chávez envió un costosísimo perrito que
apareció a su lado el día en el cual
volvió a la vida, después de una intervención que a estas alturas de la vida no recuerdo en
qué lugar de su cuerpo se hizo, porque lo que me encantó de la fotografía publicada
fue el cachorrito. Ni siquera recuerdo la leyenda ni el vestido que llevaba la
señora restablecida.
Divino Niño KIM
Ayer no más leía en AVN, Agencia Bolivariana
de Noticias, la columna de un periodista que
firma como Aurelio Gil Beroes en la cual escribía un precioso panegírico
del dictador de Corea del Norte afirmando que todo lo que se había escrito en
el “asqueroso” mundo de las derechas, sobre el encantador Kim Jon un, era una
mentira publicitada por China para desacreditar al socialismo ya que ese Divino
Niño Kim no ha llegado a los altares, porque la canalla internacional lo ha
calumniado al revelar que mandó a fusilar a su tío, para luego enviarlo de
merienda a un centenar de perros hambrientos. Eso, me ha conmovido hasta el
punto de querer enviar una carta al Papa Francisco para que
lo tenga en cuenta cuando revise la lista de los elegidos al próximo
Santoral, en donde por cierto espera nuestro José Gregorio.
La muerte como bandera
Un hecho trágico nos tiene aún en un mar de
lágrimas y se unió a las historias ya contadas que han ido apareciendo durante
16 años en la prensa nacional independiente, la poca que tenemos. Miles de
Mónicas y miles de Henry Thomas, han sido asesinados. A la vez , centenares de
niños han fallecido en intercambio de balas en los barrios y miles han sido
heridos. En la misma semana en que llorábamos un hecho tan doloroso como el
ocurrido a una joven cuyo trabajo en Venezuela se prodigó en ayudar a personas
desvalidas, leíamos una crónica escrita para El Universal por los reporteros
Deivis Ramírez y Marianela Rodríguez.
Allí se
especificaba que en esa misma fecha habían asesinado a tres mujeres en
Caracas y masacrado con ráfagas de fusil a siete jóvenes entre 14 y 20
años,mientras en Mérida dejaban sin vida a un estudiante de la Universidad de los Andes. Un día después, dos adolescentes quedaron
atrapados en una pelea de bandas en la Cota 905.El 5 de enero, una dama e 49
años perdió la vida en el centro de Caracas durante un tiroteo, donde
asesinaron a un indigente. Ayer, se contaban 108 cadáveres ingresados en la Morgue de bello Monte y un grupo de
profesores y estudiantes protestaban por
el absurdo crimen del profesor de historia de la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL) Guido Méndez de
43 años y de su su madre Clory
Arrellano de Méndez a quienes asesinaron a puñaladas en un apartamento del Bloque 4 de Casalta III, para robarlos.
Maduro ha dicho que la violencia ha sido
magnificada por los medios, ha pedido la renuncia a sus ministros y si no es
capaz de detener este río de sangre que se derrama en Venezuela que tenga el
valor de irse y dejar el campo a quienes puedan curar a esta patria enferma , incapaz de seguir
resistiendo el dolor de ver que sus hijos dejan el país, ante el temor de ser
asesinados en la primera esquina.
Mariahe Pabon
mariahep@yahoo.com
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