Dejémonos
de cuentos. El 14A ganamos en Anzoátegui, Bolívar, Lara, Mérida, Miranda, Nueva
Esparta y les dimos una paliza en Táchira y en Zulia. Técnicamente empatamos en
Carabobo y le ladramos en la cueva al lobo (Barinas por 18 mil votos).
Arrasamos en las universidades casi con el 90% y en muchos barrios en los que
no teníamos vida como en Petare, hoy les damos una paliza (53%). De no tener a
casi nadie en los barrios, hoy contamos con el 42% de sus votantes y 600 mil
chavistas votaron con nosotros. ¿Qué no ha pasado nada? De ser 2,6 millones a
7,5 millones, el gobierno está declarado en emergencia y arrasando todo a su
paso. Con el 14A. ¡Pasó de todo!
Así
que desenredemos el nudo de las trampas. Impugnar las elecciones por fraude e
intimidación y llamar a votar, no es un contrasentido. Es internacionalmente
reconocido como la mejor estrategia política ante unas elecciones abusivas. Lo
han hecho en México, Estados Unidos, Canadá o Inglaterra sin que esto
signifique dejar de llamar al voto. Nuestro problema no es que hicimos la
impugnación, sino que nunca debimos salir cantando y aplaudiendo a reconocerle
en el pasado a Chávez sus victorias abusivas. Así que por primera vez, hicimos
lo correcto.
Ahora
entendamos nuestra realidad para no confundirla con la ficción. Más allá de la
campaña abusiva, en la impugnación de la MUD se pide: "la nulidad de las
votaciones de 5.729 mesas", es decir de un 14% de las mesas y de un 12% de
los electores, porque estas "mesas están viciadas de nulidad" y al
impugnarlas "suman 2.320.490 sufragios". Con esta "nulidad de
(esas) votaciones, modificaría el resultado de la elección, dejando a Henrique
con 6.438.108 votos, mientras que Maduro quedaría con 6.150.627".
Esa
es nuestra realidad. O Maduro nos ganó por 223.590 votos o nosotros le ganamos
por 287.481 votos. O Maduro nos ganó con el 1,18% de los votantes, o nosotros
con el 1,52% de los mismos. Así que no "nos robaron millones de
votos", se trata de una pelea muy cerrada que se corresponde con todas las
encuestadoras serias. Por eso ganamos o perdimos por tan poco y por eso
arrasamos o empatamos en 9 estados que representan el 80% del PIB. El asunto es
muy sencillo nuestros estados fuertes (capitales) en los que les dimos palo,
equilibraron sus estados fuertes (altamente dependientes del estado) donde nos
ganaron. Y perdimos (o ganamos) por una media de apenas 27 mil votos en los
restantes y algunos incluso por 4 mil votos.
Ahora
¿sabes a que conclusión llegué luego de leer los 133 supuestos de impugnación?
Que perdimos por culpa de ese 16% que en todas las encuestas te sueltan de
antemano y premeditadamente ese: "definitivamente no voy a votar" y
que no son menos de 1.209.622 de nuestro lado. Se infiere que unos
(estadísticamente pocos) colocaron su huella, en lugar de esos que no fueron y
me quedó claro que si hubieran ido a votar, no habrían podido usurpar su voto,
ni ocupar sus espacios de "unos y ceros" en la maquina.
Perdimos
por que muchos de estos 1.209.622 dicen: "si voy a votar legitimo a la
dictadura". Si conoces a alguien que piense así, pídele que busque la
encuesta más recalcitrantemente opositora que encuentre, las que dicen que
Capriles era un crack y le daba una paliza a Maduro. Luego pídele que vea lo
que su opositora y recalcitrante encuesta decía cuantos apoyaban a Maduro. Verá
que la que más le gustó, contumazmente opositora, le daban un apoyo de mínimo
6,5 millones de votos.
Ese
ejercicio es importante, para que le demuestres que quien legitima a Maduro o
la "dictadura" no es él con su voto, sino precisamente esos 7
millones (promedio de encuestadoras serias) que van a votar por él. Y si esa
gente vota por Maduro, aunque no votemos ninguno de nosotros, le dan
electoralmente un poder mayor que el que tiene Obama, quien hoy que solo cuenta
con el 31% de los votantes inscritos, o Mariano Rajoy en España (30%) o Ángela
Merkel en Alemania (27%).
Con
eso le demuestras que paradójicamente termina siendo él quien legitima más a
Maduro no yendo a votar. Porque Maduro es legitimado por los suyos, pero ante
el planeta entero, es su abstención la que permite que los chavistas sean, sin
serlo, la mayoría de los venezolanos, ganando abrumadoramente. Así que pensando
que con no ir a votar, legitiman a Maduro, hacen exactamente todo lo contrario.
Lo que por primera vez en la historia opositora deslegitimó a la revolución
ante el mundo entero, no fueron las guarimbas, ni los paros, ni las piedras,
sino precisamente ese 50-49 del 14A y la impugnación por abusadores, que los
tiene espantados y mundialmente contra las cuerdas, porque la revolución
electoralmente, ya no representa "al pueblo".
La
trampa salió justo cuando el 81% fue a votar y lo que resta es seguir
convenciendo.
Si votas vendrán cosas buenas, si no lo haces, volveremos al
60/40 y la rana, no volverá al "fuego lento" sino al microondas.
Así
que si votas, esto se va a acabar. Pero es muy posible que si no votas también,
pero no te gustará cómo.
tpenalver@me.com
@thayspenalver
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