De no producirse algo
inesperado, la nueva Ley del Trabajo será aprobada el 1° de mayo, vía
habilitante, tal como lo anunció el Presidente de la República. Varios
escenarios se colocan en la palestra porque el instrumento tiene detractores y
defensores.
Eventualmente los
trabajadores estarían resteados con la propuesta de volver a lo que era una
practica usual, es decir, la liquidación de las prestaciones según el último
sueldo, se plantea el pago anual de las mismas en dos partes, propone
Fedecamaras; en la misma ley se establece jornada laboral reducida y otras
ventajas para mujeres embarazadas, son algunas de las más sonadas en los
últimos meses.
Toda reforma trae
consigo ciertas presiones porque toca intereses particulares o privados. Es el
caso de los empresarios ya han manifestado su inconformidad y al mismo tiempo por las condiciones poco
productivas o chivata que presenta el país, sumado a la tasa de desempleo y la
inflación, estos serian los ingredientes más efectivos para que disminuya el
entusiasmo en algunos sectores. Sin embargo, la masa trabajadora, va con todo a
la realización y aprobación de esta nueva ley que no contiene en grandes
proporciones, novísimas reformas.
Un punto que si es
determinante es la técnica de la manipulación para llegar a producir el efecto
que se busca con la nueva Ley del Trabajo.
Se toca el aspecto emocional como bien lo expone el lingüista Noam
Chomsky, al contemplar en unas de las 10 estrategias mejor utilizadas que el
plantea, la de la utilización del registro emocional que permite abrir la
puerta de acceso al inconsciente y así
implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o
inducir comportamientos”…
Por una parte, se
menciona la eliminación de la figura denominada trabajador tercerizado o que
conocemos como empleados que no son fijos sino contratados, algún aspecto sobre
el preaviso y el salario integral. Pero, ¿adónde nos lleva todo esto?, se comenta
que a la conformación de una estrategia política con fines electorales, bajo el
argumento de ofrecer “lo que el pueblo pide”, con la extraña máscara de otras
formas de manipulación que se emplean con el objetivo de aumentar la
mediocridad.
La iniciativa ha sido
catalogada como una nueva “soga al cuello” para los empresarios y un método
para estimular la estupidez en la gente. Todo lo que se quiera ver distinto es
parte de la oferta electoral que se diluye en este instrumento legal, que lejos
de promover la dignidad del trabajador va en camino directo y sostenido a
perpetuar el régimen establecido.
Como dijo Abraham
Lincoln en una de sus premisas: Usted no puede elevar al asalariado,
presionando a quien paga el salario.
Susana Morffe
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Este excelente artículo de la Dra. Morffe pone el dedo en la llaga: La manipulación electorera que hace el des-gobierno con la modificación de la LOT. Lástima que no menciona (para desnudar aún más la patraña electorera del 'coma-andante') que en las gavetas de la Asamblea Nacional aun reposa en largo sueño el mandato constitucional de 'la perfectísima del 99', de convertir en Ley una necesaria Protección Social nacional.
ResponderEliminarSu lector de siempre;
Andrés Simón Moreno Arreche