A 7 años del 27-02-04. Quien valore la vida, la libertad, la justicia, la igualdad y la paz, no puede olvidar a quienes han dado su vida en la defensa de esos valores.
Durante este régimen han sido muchos los sucesos en los que la
gente con sueños de libertad ha sido asesinada, herida, perseguida, apresada y
discriminada. En los sucesos del 27-02-04, de los miles que estuvieron en
riesgo, 15 fueron asesinados, decenas heridos, cientos detenidos, personas con
nombre y apellido que han quedado en el olvido. El 27 sólo se habló del
caracazo.
En este espacio rindo homenaje a quienes han sufrido la injusticia
roja como consecuencia de su lucha por el recate de la democracia.
A lo largo de la historia las naciones han reconocido los hechos
heroicos en defensa de esos valores; la historia nos demandará un mínimo de
racionalidad, inteligencia y reflexión sobre lo trascendente. Ya la gente
percibe que hay cosas trascendentes superiores a las dádivas, eso lo evidencian
quienes dejaron el refugio de la rinconada, una señora explicó que prefería
irse antes de que le mataran a su hija aunque perdiera la casa. El resto
prefirió quedarse, sobrevivir con miedo, silenciados, presos en los refugios,
sometidos a todo tipo de violencia por una esperanza de adjudicación de una
casita. No tienen una voz que les hable, que les llene de valor para hacer
valer su dignidad como personas.
Como dice Constanza Espinel: “un líder no sólo debe entrar en sintonía
con la gente, sino también ejercer una labor pedagógica” (la jefatura lo hace
en el antivalor).
El sector demócrata ha perdido 13 años para sembrar en la gente
valores trascendentes, fundamentales para el bienestar y sin los cuales la vida
no vale la pena, por aquello de que a la gente hay que hablarle de su problema
porque con libertad, justicia, igualdad y paz no se llena la nevera.
Si algo han hecho los camaradas es heroizar a su gente, allí está
el Che, un asesino convertido en héroe de la “revolución roja” y quien se ha
comido el cuento lleva su rostro en la ropa con orgullo. En cambio los
demócratas venezolanos en vez de hacerle un reconocimiento a la gente que ha
luchado y dado su vida por la libertad, la han ignorado, por ejemplo en vez de
erigir un monumento, una placa, a los caídos en Plaza Altamira, han convertido
la Plaza en un sitio para bailo terapia. Señores ¡Sobre los muertos no se
baila!
Hay presos políticos muy enfermos, como Simonovis, pero a esos ni
los nombran, no son los enfermos importantes.
“No sólo de pan vive el hombre”, en un régimen en el que sobre
todo los de menos recursos se sienten presos en “barrios sin Ley”, es
importante mostrarles que la causa de su prisión está en el tipo de régimen
político que impera, que la libertad si importa y que no vale la pena renunciar
a ella para acceder a una beca o a una casita.
Elinor Montes
elmon35@gmail.comEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA
La periodista Montes dice verdades del tamaño de una Catedral en este artículo. Un escrito que nos convoca a la reflexión, a la proposición y a la acción.
ResponderEliminarSu lector de siempre;
Andrés Simón Moreno Arreche