Un ecocidio es la destrucción
de un ecosistema, es decir “de una
comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí en un
mismo ambiente”. Lamentablemente es un evento que ocurre en el mundo con cierta
frecuencia. A veces es por el deseo de enriquecerse, como es el caso de la tala
de bosques para desarrollar ganadería. Otras es por acción individual, como el derrame de petróleo
ocasionado por negligencia del capitán del Exxon Valdez. El reciente derrame de petróleo en
Jusepín es atípico, por ser un ecocidio causado por negligencia de una empresa del
Estado.
En efecto, el derrame
fue ocasionado por la política de Pdvsa de menospreciar las labores de
mantenimiento. Una vez que se produjo la fuga
por corrosión del oleoducto, la empresa demoró unas 21 horas en iniciar
las labores de cierre del flujo del crudo y de inicio de la contención del
mismo. Probablemente no funcionaron las válvulas automáticas y el personal del plan de contingencia estaba
ausente por venir a Caracas para
aplaudir al teniente coronel lenguatón y
a su pantomímico desfile del 4F. Además,
Pdvsa cometió el delito de inducir, mediante un cuantioso pago, a que
habitantes de la zona se sumergieran en el petróleo sin ninguna protección para
intentar contener el petróleo derramado en el rio Guarapiche.
En este caso, los
embusteros directivos de Pdvsa declararon inicialmente que el derrame no había
llegado al rio; posteriormente informaron que estaba controlado, lo que era
incierto y el Ministro del Ambiente negaba el ecocidio. La aparición de
culebras y peces muertos y las
dramáticas fotos de manglares embadurnados de petróleo los desmintieron. Finalmente, el director de Producción, señor
Eulogio Del Pino, tomó agua del rio para
demostrar que era potable, cuando según los análisis contenía 50 veces el nivel
de contaminantes permitido, lo cual fue corroborado por el gobernador.
Días después se produjo
otro derrame, esta vez en el rio
Tascabaña, afectando comunidades Kariña, el cual tardaron diez días en
detectar, lo que indica falta de control entre el petróleo que sale del pozo y
el que llega a la estación. Como excusa, el presidente de Pdvsa declaró que
“fue un hecho provocado, queriendo crear una matriz de opinión sobre una
supuesta ineptitud de la empresa”. Es
posible, pero poco probable, que
alguien ocasione un daño que lo
perjudicará en alto grado.
Ante estos ecocidios y
muchos otros eventos que han ocasionado muerte de trabajadores, pérdidas
económicas para empresa y daños al ambiente, los ministerios, el Inpsasel y el Poder Moral
asumen papel de Celestinas.
Como en botica: Malas
lenguas dicen que después de beber del Guarapiche a Del Pino tuvo una diarrea
casi tan fuerte como la que le dará el 7 octubre. Tiene razón el Cap. Aníbal Brito cuando dijo “Con Chávez todo, sin
Chávez nada”, ya que marinos como él no llegarían a capitanes de peñero sin el
apoyo de Chávez. Aplaudimos iniciativa de Vicente Díaz de desmontar la “bomba
de odio”. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie Ramirez
eddiearamirez@yahoo.com
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