LIBERTAD
Dice el escritor y
periodista ruso Vasili Grossman (Todo Fluye, Galaxia Gutenberg): "Habían
destruido el viejo mundo y aspiraban a uno nuevo que aún no habían construido.
Los corazones de esos hombres, que habían inundado la tierra de tanta sangre,
que habían odiado con tanto ardor, estaban infantilmente privados de rencor:
corazones de fanáticos, tal vez de dementes. Odiaban por amor...
Habían sido la
dinamita con la que el Partido había hecho volar la vieja Rusia, para limpiar
el terreno donde pondrían los cimientos de la nueva construcción: el grandioso
Estado de granito." "La hipocresía de Stalin expresaba claramente la
hipocresía de su Estado. La expresaba sobre todo en su manera de jugar a la
libertad. ¡El Estado no escupió sobre la libertad muerta! El contenido
infinitamente precioso, vivo, radioactivo de la libertad y de la democracia fue
asesinado y transformado en un animal disecado, en cáscara de palabras... Así
pasó con la libertad. La libertad asesinada se convirtió en un ornamento para
el Estado, pero un ornamento que no era inútil. La libertad muerta se convirtió
en el primer actor de una gigantesca puesta en escena, de una representación
teatral de unas dimensiones jamás antes vistas. El Estado sin libertad creó una
maqueta del parlamento, las elecciones, los sindicatos, una maqueta de la
sociedad y la vida pública... Incluso el presidium del Comité Central del
Partido era un teatro."
"Ese teatro estaba
presente en el carácter de Stalin. Y estaba igualmente presente en el carácter
de aquel Estado sin libertad. He aquí la razón por la cual el Estado necesitaba
un Stalin que, a través de su propio carácter, realizara el carácter del
Estado... La fuerza real era Stalin. Era él quien decidía... " "El
hecho de que el Estado sin libertad actuara siempre en nombre de la libertad y
de la democracia, que tuviese miedo de dar un paso sin mencionarla, atestigua
la fuerza de la libertad. Stalin temía a poca gente pero constantemente, hasta
el fin de sus días, le tuvo miedo a la libertad. Después de haberla matado,
adulaba su cadáver."
"Por enormes que sean
los rascacielos y potentes los cañones, por ilimitado que sea el poder del
Estado e imponentes los imperios, todo eso no es más que humo y niebla que
desaparecerá. Lo que permanece, se desarrolla y vive es sólo una verdadera
fuerza, que consiste en una sola cosa: la libertad. No todo lo real es
racional. Todo lo que es inhumano es absurdo e inútil."
"... HUMO Y NIEBLA QUE
DESAPARECERÁ".
En Venezuela se vive la
misma operación de confiscación de la libertad pero, claro, siempre en su
nombre. Si ayer las operaciones de represión masivas ejecutadas por los
soviéticos se hicieron como expresión de "democracias populares",
nada de extraño tiene que el control tiránico del poder en Venezuela se haga
con las banderas de esa revolución, pasada por el agua bautismal de los
cubanos.
La pérdida de la libertad
comienza cuando se la amenaza. La combinación necesaria para un tirano es:
brigadas de choque (Hitler con sus Sturmabteilung (SA), Mussolini con sus Fasci
di Combattimento) como los colectivos armados que han retado y sustituido a la
Fuerza Armada, la ausencia de cualquier límite legal, intelectual o moral para
hacerse del poder del Estado e incrementar su control, y una valoración débil
de la libertad por parte de las sociedades en las que estos salvadores
desembarcan; cuando logran este récipe, la opresión se derrama como pesado y
oscuro aceite. Los intentos de los escarnecidos para arreglarse con el poder,
mediante el "apaciguamiento", sólo conducen a más humillaciones, sin
que las tiranías demoren el abuso y la ferocidad. Pueden quedar
"espacios" pero, obsérvese, jamás son espacios abandonados por el
tirano sino aquéllos que todavía no ha podido conquistar. Este rincón de la
palabra, por ejemplo, se sostiene no por las concesiones del déspota sino
debido al entramado institucional y social que significa este periódico. Aquel
ha tenido fuerza y circunstancias para cerrar unos medios, pero no toda la
fuerza o el momento para hacerlo, con otros. Seguramente lo intentará y tendrá
trofeos, pero mientras no lo haga, son esos medios todavía libres y amenazados
parte del escudo que protege la libertad.
Autocracias como esta
requieren enjuagarse diariamente la boca con las palabras libertad y
democracia, como Stalin lo hacía, porque son conceptos demasiado poderosos como
para contradecirlos, demasiado universales para sembrarles otros de similar
poder (revolución y socialismo los tuvieron por un tiempo) y demasiado
fascinantes para abandonarlos en las solas conciencias y manos de los hombres
libres. Pero se les usan tramposamente y no tardan en vérsele las costuras
cuando ambas palabras son pateadas por la maldad y el cinismo. Les encanta
hincar los dientes en la carne de presos políticos y si los sueltan (que no sea
por un clamor de multitudes en la calle) es porque con esas liberaciones pretenden
demostrar cuan amantes de la libertad son. Sin que falte algún espantajo
institucional que le enmiende (falsamente) la plana al caudillo al afirmar que
una vez el liberado se cure, deberá reportarse a la taquilla del penal.
LA LIBERTAD TOCA A LA PUERTA.
Creen que pueden controlar a
Venezuela como a Cuba porque han contado una historia que no es. La parte que
es, consiste en la voluntad de Fidel Castro y la cúpula cubana de hacer una
revolución que en los primeros años se dibujó como una posibilidad
transformadora y criminal; la parte que no se ha contado es que la permanencia
de la familia Castro viene de las sucesivas transacciones que ha hecho o que
han hecho en su nombre con sus enemigos. No hay que olvidar que Kennedy y
Kruschev negociaron la salida de los cohetes soviéticos de Cuba y los de EEUU
en Turquía, y la oferta de seguridades de que el vecino norteamericano no
invadiría la isla. Eso fue en los 60s. En los 80s y tempranos 90s, la danza de
Fidel fue con Carlos Andrés Pérez, Carlos Salinas de Gortari y César Gaviria,
para una reentrada en la comunidad latinoamericana. Hasta que llegó aquel
criollo que no podía esperar el bautismo de revolucionario más que de Fidel, a
cambio de las riquezas y dignidad de Venezuela.
El régimen de acá no es
pieza del ajedrez mundial. Es usado para venderle cachivaches, armas y
contratos, a cambio de lo cual simulan tomar en serio al tiranillo, ahora
fanatizado con la idea de una Federación de Jefes de Estado Enfermos.
La libertad está refugiada
en el alma del país. No sólo en las entrañas de los opositores sino de muchos
de los chavistas de a pie; esos vestidos de rojo, empleados del Estado o
atormentados por una oferta de vivienda o beca que no llegarán, que se sienten
obligados a un silencio todavía más opresivo.
Allí, en esas almas ateridas
respira, irrevocable, la libertad. Y ella respira mientras su hermana, la
esperanza, esté a su lado. Está escrito.
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