BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL
LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA
viernes, 31 de diciembre de 2010
GRACIAS SEÑOR, POR TODO LO QUE ME DISTE. ARTURO BENAVIDEZ. (VIDEO)
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CARTA DE SACERDOTE CATOLICO AL NEW YORK TIMES
Querido hermano y/o hermana periodista:
Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que vivo en Angola como misionero.
Veo en muchos medios de información, sobre todo en vuestro periódico la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo. Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos recientes… Ciertamente todo condenable! Se ven algunas presentaciones periodísticas ponderadas y equilibradas, otras amplificadas, llenas de preconceptos y hasta odio.
Me da un gran dolor por el profundo mal que personas, que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes. No hay palabra que justifique tales actos. No hay duda que la Iglesia no puede estar, sino del lado de los débiles, de los más indefensos. Por lo tanto todas las medidas que sean tomadas para la protección, prevención de la dignidad de los niños será siempre una prioridad absoluta.
Pero ¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo! Pienso que a vuestro medio de información no le interesa que yo haya tenido que transportar, por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena (Angola), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas; que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado; que le hayamos salvado la vida a miles de personas en México mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas. Que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños...
No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU. No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina, que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio.
Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados. No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a seropositivos… o sobretodo, en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.
No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región… Ninguno pasa los 40 años.
No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.
La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.
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LA LARGA MARCHA DE LA SUIZA A LA FINLANDIA DE AMÉRICA (I). GONZALO PERERA. COLUMNISTA. CASO URUGUAY
Introducción
La Historia no es materia de estudio en las aulas, ni modus vivendi para sus docentes, ni pasatiempo para diletantes. Es la indispensable revisión de los procesos sociales, sus razones, causas y efectos- jamás mágicos ni caprichosos- para poder comprender cómo, en qué plazos y con qué objetivos intermedios, pueden alcanzarse las metas a las que una comunidad aspira.
El Uruguay vivió a lo largo del siglo XX un largo proceso que condujo desde el Uruguay batllista de Don Pepe, aquella vieja "Suiza de América" , que para ponerle fechas, puede situarse entre 1908 y 1954, hasta el Uruguay neo-liberal que comienza a despuntar en 1959 y muere con la crisis bancaria del 2002.
Dos etapas de más de cuatro décadas (en cada una de las cuales cabe distinguir microprocesos, oscilaciones, momentos de mayor o menor "pureza" del modelo hegemónico), con un breve interregno de unos 5 años.
Hoy resulta evidente que el Uruguay y la región entera revisan su hoja de ruta. Sin embargo es prematuro aún anunciar que esté en vigencia un nuevo modelo. Quizás ya lo esté y no se recorte claramente su formato, quizás estemos en un proceso de transición hacia un nuevo paradigma societario, quizás estemos en un interregno en que distintas aletrnativas pugnan por moldear la sociedad. Desearía que, en un futuro cercano, el Uruguay fuera conocido como "la Finlandia de América".
Dedicaré algunas notas a compartir esa convicción. Pero se debe empezar por la apasionante e imprescindible Historia.
Particularmente a 30 años del plebiscito del 80, donde el más de 40% de uruguayos que apoyaron el proyecto dictatorial parece haberse evaporado. En la reconstrucción de la suplantación del Uruguay batllista por el Uruguay neoliberal, indispensable para entendernos como sociedad, hay recurrencias. Se repiten, a lo largo de décadas, nombres, posturas doctrinarias e intereses económicos y se desvanece el travestismo histórico. El que alimenta una Historia borroneada, difusa, y para la cual, en política, "todos son lo mismo" y "que se vayan todos".
Criticable es todo, pero no es cierto que "todos son lo mismo": por eso es posible pensar distintos futuros. Y repasar algunos " ilustres olvidados", ayuda a comprender hasta qué punto no todos son lo mismo.
Los "ilustres olvidados".
Es bien sabido, querido lector, que nuestro país fue denominado "la Suiza de América". En su momento, como elogioso apelativo a un país- el nuestro- que había tomado a través de Don Pepe Batlle y su adhesión a la doctrina krausista, un perfil democrático, pacífico, laico, con un fuerte Estado de Bienestar.
El elogio por similitud siempre supone que el modelo de referencia es loable, por lo que subyacía en esta expresión la imagen de una Suiza socialmente avanzada, multicultural, fabricante de chocolates y relojes. Que muy parcialmente tiene que ver con la Suiza real. Con la que quizás esté tanto o más emparentada el Uruguay de fines del siglo XX, el del secreto bancario hecho axioma, la sacrosanta plaza financiera.
Pero dejando de lado alegorías helvéticas, el Uruguay inclusivo, equiparador, integrador y con un fuerte Estado-actor productivo de comienzos del siglo pasado, dio lugar, a fines del mismo, a un Uruguay polarizado, excluyente, con un Estado minimizado en sus atribuciones, ausente en funciones estratégicas y sustractor de los recursos de los más pobres a expensas de los delincuentes de cuellos blanco.
Y ese proceso no fue obra exclusiva de la dictadura militar, así como la dictadura terrista no logró destruir el molde del Uruguay Batllista. Las dictaduras expresan picos en las tensiones sociales, cuando el poder económico abandona las buenas formas para preservar privilegios que siente amenzados.
El fascismo, por ejemplo, es ante todo la dictadura del gran capital: la barbarie y atropello sistemático a los derechos humanos aparecen como atroz medio político al servicio de un fin económico.
El proceso del Uruguay del siglo XX transcurrió en su mayor parte, en democracia y fue conducido y diseñado por civiles. Algunos que llegaron a justificar la dictadura militar y formaron parte del 40% que acompañó a los militares en el 80, y otros que jamás aprobaron el proceso políticos de esa década tenebrosa, pero que no se opusieron al proceso económico subyacente, que continuaron y profundizaron. Algunos nombres, algunas trayectorias, permiten ilustrarlo claramente. No se trata de juzgar éticas personales ni intenciones o convicciones íntimas. Simplemente repasar hechos y rescatar de un pudoroso manto de olvido- que en ciertos casos suena a complicidad- el rol de algunos actores decisivos.
Comencemos el recorrido en el año 1959, en el primer gobierno colegiado del Partido Nacional cuando el Ministro Juan Eduardo Azzini impulsaba la reforma cambiaria y monetaria que se aprobó en diciembre de dicho año: el primer gran paso hacia liberalización de la economía uruguaya.
El clásico Estado batllista era replegado a un Estado que dejaba el protagonismo al libre juego de las leyes del mercado y que guardaba para sí el rol de moderador de la discusión.
Sin embargo, y como cierto contrapeso, a los inicios de 1960, Azzini creaba la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE), dirigida por el entonces joven economista Enrique Iglesias, con la intención de planificar planes de desarrollo estructurales, asegurarles sustentabilidad financiera y éxito. Inspirados fuertemente en el pensamiento de Raúl Prebisch, quien entre 1950 y 1963 desde la CEPAL se constituyera en verdadero maestro intelectual de generaciones de economistas de la talla del vicepresidente Danilo Astori, por ejemplo.
El pensamiento prebischiano, desarrollado desde fines de la década del 40, comprendía elementos diagnósticos y propositivos. En su parte diagnóstica, se basa en la comprensión- a mi juicio correcta- de que la aceleración de la demanda de productos manufacturados supera largamente a la de la producción de materias primas, por lo cual la relación de intercambio real entre los países "centrales" (productores de bienes manufacturados) y los países "periféricos" ( productores de biene sprimarios o "commodities") es objetivamente perjudicial a los países periféricos (en Economía Política, esta es la llamada tesis de Prebisch-Singer).
En su nivel propositivo, a mi juicio menos incisivo que el diagnóstico, postulaba un proceso de industrialización por sustitución de importaciones, la generación de polos locales de desarrollo, de los cuales un ejemplo es la instalación del polo industrial de Paysandú hacia mediados del siglo XX.
La visión desarrollista prebischiana, siendo distante a la doctrina económica socialista, lo es también al liberalismo económico. Por ende, desconocer que el propio Azzini dió, entre una paleta de fuertes tonalidades liberales, unas pinceladas de corte desarrollista, sería faltar a la verdad y escondería la gradualidad con la que se forjan algunos procesos.
Pero la piedrita que corrió definitivamente el fiel de la balanza, Azzini la colocó en 1960, firmando la primera carta intención con el Fondo Monetario Internacional: un préstamo por 300 millones de dólares destinados a políticas agropecuarias. Allí sí Azzini y el primer gobierno blanco del siglo XX tiraban al cajón de los recuerdos el protector sobretodo de Don Pepe. E iniciaban el largo camino al endeudamiento externo endémico, formidable negocio de colocación de dinero y supervisión política para los países ricos, a expensas de los recurrentes ajustes de cinturones de los pobres de los países pobres.
En abril de 1965 quebró el Banco Transatlántico desatando una feroz crisis financiera. Bancos cerrados durante dos semanas, cuatro de ellos intervenidos por el Banco República en ruinas tras salir a cubrir todos los boquetes. Devaluación y solicitud directa de préstamo a los Estados Unidos para refinanciar el desangrado Banco República (cualquier similitud con hechos del 2002, me temo que no es mera coincidencia). Por dos veces, las Medidas Prontas de Seguridad intentaban contener el creciente descontento social, pues, como siempre ha ocurrido, la crisis podría hacer perder mucho a casi todos, pero mientras que algunos perdían hectáreas, otros perdían el derecho a una vida mínimamente digna.
Respeto todo los dolores fruto de quebrantos bancarios. Pero quien tiene mucho y pierde parte puede salir adelante. Quien sólo tiene un ranchito y lo pierde, es un nuevo marginado, excluido y, potencialmente, un desesperado. Esta impronta se reiteraría y agravaría: retirada la colchoneta del Estado batllista- que no era la panacea pero sí un claro factor regulador y moderador de tensiones sociales- la creciente crisis financiera y económica haría caer a los de más abajo al vacío absoluto. Y los anillos de las periferias metropolitanas comenzaron a poblarse con lo que, en cruel ironía, los uruguayos denominamos "cantregriles", en alusión al elegante Cantegrill Country Club de Punta del Este.
En 1967, tras cierta esperanza producida por el ascenso a la presidencia de la República del General Oscar Gestido, la economía no sólo no se enderezaba sino que la inflación anual alcanzaba el 130% . Así, comenzaba lo que durante décadas sería absolutamente "normal" a los uruguayos: si algo hoy sale 100 pesos, dentro de un año, como mínimo, saldrá 200 pesos. Todo quien tenga más 35 años debe recordarse razonando así a menudo.
A la muerte de Gestido el 7 de diciembre del mencionado año, sucede la ascensión a la presidencia de Jorge Pacheco Areco y la multiplicación vertiginosa del proceso de liberalización, endeudamiento y exclusión. Mucho se ha dicho y escrito sobre Pacheco y su presidencia, pero no se ha hecho justa revisión de los hombres que diseñaron primero bajo su mandato, luego con los militares y también luego con gobiernos democráticos, la hechura, corte y confección del modelo económico que estalló en mil pedazos en el 2002.
La "reforma naranja" que modificara la constitución nacional en 1967, transformaba la CIDE en la crucial OPP (Oficina de Planeamiento y Presupuesto), de rango ministerial, y creaba el Banco Central del Uruguay.
Allí entrarían en escena algunos de los "ilustres olvidados" más relevantes. Me refiero, por ejemplo, al Dr. Ramón Díaz, el Ing. Alejandro Végh Villegas, los contadores Ricardo Zerbino y Alberto Bensión.
El presidente Pacheco designó al frente de la cartera de Industria y Comercio a Jorge Peirano Facio. Sí, el mismo Peirano Facio del 2002, el padre de los Peirano Basso del 2002. Como subsecretario, se designó al Dr. Ramón Díaz, abogado especializado en temas económicos, profesor de la Facultad de Derecho, un fanático cruzado del liberalismo económico. Y "cruzado" es buena metáfora, ya que el Dr. Díaz ejemplifica, junto a nuestros compatriotas Ignacio de Posadas, Peirano Facio y descendientes, a los argentinos José Martínez de Hoz y Domingo Cavallo y al chileno Hernán Büchi, esa rara vertiente del liberalismo que constituyen los ultra liberales- ultra católicos.
Para quienes el uso de preservativo puede ser materia de objeción de conciencia, pero la supresión por decreto de 70 mil plazas de trabajo (Martínez de Hoz, por ejemplo) no lo es , y hasta se exhibe con orgullo como un "acto de responsabilidad".
Peirano Facio y Ramón Díaz emprendieron el plan de estabilización económica. Al frente de la OPP: el Ingeniero Alejandro Végh Villegas, uno de los más brillantes estudiantes que recuerda la Facultad de Ingeniería, formado en Economía en Estados Unidos al influjo de la Escuela de Chicago. Tan fanático del libre mercado como Díaz, pero sin su impronta religiosa, Végh fue por dos veces ministro de Economía de la dictadura, embajador en USA del "proceso", y - antes y después de ello- uno de los generadores de ideas más cercanos al Dr. Jorge Batlle durante toda su vida pública. Fue sucedido luego por Díaz, dando pie a una anécdota que resume el Uruguay de las siguientes dos décadas.
Ramón Díaz tomó como segundo en la OPP a Ramiro Rodríguez Villamil (socio y columnista en "Búsqueda", humorista de dicho semanario bajo el seudónimo "Kid Gragea", director de Radio Sarandí, Director de Canal 5 en el gobierno de Jorge Batlle). En 1970 la dupla Díaz- Rodríguez Villamil presento una Rendición de Cuentas de tan solo 26 artículos, una suerte de balance de la gestión presupuestal, sin ningún incremento de la inversión pública ("gasto público", para Díaz: la lucha de ideas suele empezar por el lenguaje). Díaz advirtió al Presidente Pacheco que evitara que otros ministros agregaran artículos que aumentaran "el gasto público". Pacheco aceptó en principio la propuesta, pero la rendición de cuentas de Díaz-Rodríguez Villamil comenzó a recibir, como es usual, artículos adicionales por parte de otros integrantes del Ejecutivo. Díaz exigió entonces a Pacheco que interviniera y de ser necesario, interpusiera el recurso del veto, llegado el caso. Ni Pachecho Areco fue capaz de acceder a una propuesta tan draconiana en pleno año electoral.
El presidente Pacheco, capaz de gobernar en constante recurso a las Medidas Prontas de Seguridad, el hombre fuerte que se jactaba de ponerle el pecho a la insurección política y social, vio que el fundamentalismo economicista del Dr. Díaz desconocía por completo la política. El 26 de octubre de 1970 Ramón Díaz y Ramiro Rodríguez Villamil renunciaron a la OPP, y a partir de allí fustigaron toda concesión "sensiblera" o "populista" a la disciplina económica que Díaz pregonaba, como suerte de cacería de los moros invasores de la "Tierra Santa" de su entelequia economicista.
Había quedado también allí claramente asentado - de manera aún provisoria - un principio que el neoliberalismo estamparía hasta años recientes como "ley de fuego". El carácter de "super-ministerio" de la conducción económica, desde la cual se"filtra" y se pone en cuestión cualquier iniciativa que pueda tener otra cartera, con escaso derecho a réplica.
La supremacía de la defensa de un modelo económico libre mercadista al 100%, por encima de todo, fue paradigmáticamente expuesta por Rodriguez Villamil en "Búsqueda" en noviembre de 1979, cuando frente a una condena de la OEA a las violaciones a los derechos humanos de la dictadura militar uruguaya, expresara:
"Es obvio que muchos derechos humanos quedaron en suspenso, fueron expresamente o implícitamente ignorados. Pero este no fue un ejercicio deportivo de desprecio o violación sistemática del orden jurídico, sino una consecuencia inevitable de una situación de una gravedad tal que puso en riesgo valores que había que defender de cualquier modo, y a cualquier precio"
Dicho de otro modo, si de destrucción de la "rémora" del aparato estatal y apertura total a las sacrosantas leyes del mercado se trataba, el fin justificaba los medios. Aunque los medios significaran desapariciones, torturas y asesinatos.
Es de estricta justicia señalar que Rodríguez Villamil marcó luego distancias con lo que escribió en aquel momento. Y que, en las mismas épocas, en el mismo semanario "Búsqueda", otras plumas no cedían del mismo modo libertades civiles y garantías constitucionales a cambio de libertad de empresa. No se trata de demonizar ni caricaturizar, sino de entender. Y lo que es central aquí es constatar hasta qué punto el dogmatismo económico, la defensa de un modelo propicio a la buena fortuna de ciertos sectores y clases de la sociedad, llevó a varias personas de cuya inteligencia nadie duda, a pasar por alto las mayores atrocidades cometidas en el Uruguay moderno.
La próxima semana veremos cómo recuperada la democracia, encontramos los mismos nombres, las mismas ideas, los mismos axiomas. Despuntaron en el 59, con pinceladas de desarrollismo. Se hicieron descarnadamente neoliberales a fines de los 60 y no repararon en sutilezas como los derechos humanos con tal eliminar la injerencia estatal en pos del libre mercado. Y siguieron impertérritos bajo administraciones democráticas, hasta el gran estallido del 2002. Los "ilustres olvidados" y su obsesiva concepción economicista y deshumanizada de la sociedad.
Libre mercado puro y duro. La libertad del gran empresario a elegir entre veranear en el Caribe o en la Polinesia y la libertad del gurí de cantegril a morise de mal puchereado o de una neumonía.
Flor de libertad. Libertad de todo delito cometido (y antecedentes) para el que funde bancos y arrastra muchedumbres a la quiebra o hasta el suicidio.
Flor de libertad.
VARGAS LLOSA: ‘EL ESTREPITOSO FRACASO ECONÓMICO DE VENEZUELA VISLUMBRA SOMBRAS DE CONFLICTOS’.EFE
A partir de enero del 2011 el presidente Hugo Chávez enfrentará uno de los mayores escollos de sus casi doce años de mandato: gobernar por primera vez sin la mayoría calificada de la Asamblea Nacional y en medio de un desmoronamiento su popularidad.A pesar del escenario adverso que se le avecina, Chávez aprovechó los últimos días del congreso saliente, con mayoría oficialista, para lanzar un paquete de leyes que incrementan los controles sobre los medios, la economía y las organizaciones no gubernamentales y sientan las bases para su modelo socialista.
Además, a fin de aislar la acción de la nueva Asamblea, que podría bloquear el avance de sus planes, el gobernante logró una cuarta ley habilitante en sus casi doce años de mandato, que lo faculta para legislar por un año y medio en diversos ámbitos.
Foto: EFE / Miguel Rajmil / archivo
Al radicalizar su proceso Chávez cerró la posibilidad de diálogo con sus adversarios, lo que hace prever que el 2011 será un año de crispación, que podría complicar más la desfavorable situación económica del país.
El mandatario lanzó en noviembre una abierta provocación a sus adversarios al señalar, durante un acto en la Asamblea Nacional, que “este parlamento venezolano, a partir del 5 de enero, debe ser de extrema izquierda; y no sólo el parlamento, el gobierno. Necesitamos un gobierno y una fuerza armada más radicalmente a la izquierda“.
Aunque el anuncio no sorprendió al país si dejó claro que el gobernante está dispuesto a imponer su proceso socialista a cualquier costo y sin tomar en cuenta a más de la mitad de los venezolanos que rechaza el modelo radical, según señalan las principales encuestas.
“La única alternativa que le queda al gobierno respecto de su propio base de apoyo es cohesionarla ideológicamente” y por ello recurre a la radicalización.
“En las ocasiones en las que el presidente Chávez se ha visto en aprietos, se ha visto en un escenario adverso, normalmente la tendencia ha sido huir hacia adelante, es decir radicalizarse, aumentar el nivel de confrontación y tratar de provocar incluso hasta violencia para justificar digamos un nivel de persecución mayor hacia la oposición”, afirmó el periodistas y escritor peruano Alvaro Vargas Llosa, al analizar las razones que llevaron a Chávez a asumir una línea más radical.
Vargas Llosa indicó a la AP que uno de los factores que privó en esa determinación es el “estrepitoso fracaso” del sistema económico venezolano, que se evidencia en la inflación de 27,5% que enfrenta el país, la mayor de la región desde hace cinco y seis trimestres consecutivos de contracción.
Al respecto el director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela Angel Alvarez dijo que el deterioro de los ingresos fiscales, generado en parte por la lenta recuperación de los precios petroleros y la alta inflación, ha limitado las posibilidades de Chávez de mantener su popularidad, lo que se ha evidenciado en el incremento de protestas callejeras en los últimos meses.
Alvarez dijo a la AP que a las dificultades económicas se ha sumado la “ineficiencia” del gobierno para resolver problemas como la delincuencia, el deterioro del sistema de salud y del resto de servicios públicos, que han generado “una evaluación muy negativa (del gobierno) por parte de un sector muy importante de la población”.
El académico sostuvo que “la única alternativa que le queda al gobierno respecto de su propio base de apoyo es cohesionarla ideológicamente” y por ello recurre a la radicalización.
Los analistas estiman que otro factor que influyó en la decisión de Chávez está relacionado con los resultados de los comicios legislativos del 26 de septiembre en los que la oposición logró 67 de 165 escaños, y le bloqueó al gobierno la posibilidad de controlar dos tercios de la Asamblea Nacional.
Por casi un lustro la oposición no tuvo representación en el congreso debido al boicot que hicieron a las elecciones legislativas del 2005.
La bancada oficialista y sus partidos aliados tuvieron por casi once años más de 110 congresistas (una mayoría calificada), pero a partir del 5 de enero sólo contarán 98 diputados.
Aunque el oficialismo cuenta con los votos suficientes para aprobar nuevas legislaciones, en el caso de las leyes orgánicas no tendrá la misma suerte puesto que se requiere una mayoría calificada para sancionarlas. La oposición consciente de esa realidad ha asegurado que se centrará en incrementar el debate legislativo y el control de la gestión del gobierno.
Vargas Llosa dijo que los resultados electorales de septiembre constituyeron “un aviso muy serio” para Chávez “de lo que se puede venir en las elecciones presidenciales” del 2012.
Las últimas sesiones de la Asamblea han sido usadas por el oficialismo para elegir nueve magistrados y 32 suplentes del Tribunal Supremo y definir leyes claves como el presupuesto del 2011
“El ha entrado en un cierto nivel de desesperación porque sino logra establecer un control muy firme de todo el proceso antes de las elecciones presidenciales se puede ver ante un escenario de derrota electoral, lo que evidentemente no solamente no está en sus planes sino que va en contra de todo lo que ha sido el objetivo de este modelo desde el primer día”, aseveró el analista.
Decidido a extremar los controles sobre todo los sectores del país, Chávez intensificó en los últimos meses del 2010 las expropiaciones en los sectores de alimentos y construcción y retomó las amenazas contra los alcaldes y gobernadores opositores, la corporación Empresas Polar, que es el mayor grupo privado del país, y el canal de noticias Globovisión, que es la única televisora opositora al gobierno.
Las últimas sesiones de la Asamblea han sido usadas por el oficialismo para elegir nueve magistrados y 32 suplentes del Tribunal Supremo y definir leyes claves como el presupuesto del 2011, la administración financiera del sector público, y de las instituciones bancarias que abre el camino para declarar de utilidad pública a la banca, un sector que mayoritariamente está en manos privadas.
El analista político Ricardo Sucre afirmó que las acciones que ha tomado Chávez en las últimas semanas están orientadas a “tratar de intimidar al país un poco para ver si puede doblegarlo” y “anular las fuentes que se considera pueden ser decisivas en una elección presidencial”.
“La temperatura política va ser mucho mayor en el 2011… pero es la misma lógica, el país resistiendo y el gobierno tratando de imponerse”, agregó Sucre.
La forma cómo los sectores adversos al gobierno reaccionarán a las acciones de Chávez resulta aun una incógnita. Alvarez dijo que todo dependerá de las “estrategias de resistencia” que desarrolle la oposición, y de que “no le hagan el juego a la estrategia radicalizadora”.
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VENEZUELA, 24 HORAS ANTES DEL CAÑONAZO VA AL DESASTRE, ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA. PEATÓN, ES HORA DE DESPERTAR. IVÁN ENRIQUE LEÓN HERNÁNDEZ
Peatón. en lo que concierne a la mayoria todavia inconscientemente de la población, sólo una situación critica tiene la capacidad de quebrar la dura cáscara del ego y de obligar a la entrega y forzar al estado de despertar. Una situación critica surge cuando a través de algún desastre, una conmoción drástica, una pérdida profunda, o el sufrimiento, toda Venezuela se hace añicos y ya no tiene sentido. Es un encuentro con la muerte, sea fisica o mental. La muerte egoista, el creador de este mundo, se derrumba. De las cenizas del viejo mundo, uno nuevo puede nacer.
Peatón. No hay garantia, por supuesto, de que incluso una situación limite lo haga, pero el potencial está siempre ahi. La resistencia de algunos Peatones a lo que es se intensifica incluso en tal situación, y de esa forma se convierte en un descenso al infierno. En otros, puede haber sólo una entrega parcial, pero incluso eso les dará cierta profundidad y serenidad que no tenian antes, Parte de la cáscara del ego se rompe, lo que permite que pequeñas cantidades de brillo y paz que estaban más allá de la mente la traspasen.
Peatón. Las situaciones limite han producido muchos milagros. Ha habido caso (asesino) condenado a muerte que en las últimas horas de su vida , esperando su ejecución, experimentarón el estado de no ego y la profnda paz y alegria que lo acompañan. La resistencia interior a la situación en la que se encontraban se hizo tan intensa que produjo un sufrimiento insoportable y no habia ningún sitio a donde huir ni nada que hacer para escapar de él, ni siquiera un futuro proyectado por la mente. Se vierón forzados a una aceptación completa de lo inaceptable. Se vieron forzados a la entrega. De esta forma, pudieron entrar en el estado de gracia con el que viene la redención: la liberación completa del pasado. Por supuesto, no es realmente la situación limite la que hace sitio al milagro de la gracia y la redención, sino el acto de entrega.
Peatón. Siempre que lo golpee un desastre, o que algo ande muy "mal", enfermedad, incapacidad, pérdida del hogar o la fortuna o de una identidad socialmente definida, ruptura de una relación cercana, muerte o sufrimiento de un ser amado, o la cercania de su propia muerte, sepa que hay otra cara en ello, que usted está sólo a un paso de algo increible: una transmutación alquimica del metal bajo del dolor y el sufrimiento en oro. Ese paso se llama entrega.
Peatón. No quiero decir que usted se sentirá feliz en esa situación. No será asi. Pero el miedo y el dolor se transmutarán en una paz interior y una serenidad que viene de un lugar muy profundo, de lo no manifestado. Es la "paz de Dios, que sobrepasa toda comprensión".Comparada con eso, la felicidad es algo muy superficial. Con esta paz radiante, viene la comprensión, no en el nivel de la mente sino en la profundidad de su ser, de que usted es indestructible, inmortal. Esta no es una creencia. Es una absoluta certeza de que no necesita evidencia externa o prueba de alguna fuente secundaria.
Peatón. En ciertas situaciones extremas, aún puede ser imposible para usted aceptar el ahora. Pero siempre tiene una segunda oportunidad en la entrega. Su primera oportunidad es entregarse cada momento a la realidad de ese momento. Sabiendo que lo que es no puede deshacerse, porque ya es, usted dice si a lo que es o acepta lo que no es. Entonces usted hace lo que tiene que hacer, lo que la situación requiere. Si usted vive en este estado de aceptación , no crea más negatividad, mpas sufrimiento, más infelicidad. Vive entonces en un estado de no resistencia, un estado de gracia y ligereza, libre de esfuerzo.
Siempre que sea incapaz de hacer esto. siempre que pierda esa oportunidad, bien porque no está generando suficiente presencia consciente para evitar que surja algún patrón de resistencia habitual e inconsciente, o porque la condición sea tan extrema que es absolutamente inaceptable para usted; usted está creando alguna forma de dolor, alguna forma de sufrimiento. Puede parecer que la situación es la que crea el sufrimiento, pero en úntimas no es asi, es su resistencia la que lo crea.
Aqui esta su segunda oportunidad para la entrega. Si usted no puede aceptar lo que hay afuera, acepte lo que hay adentro. Si no puede aceptar la condición externa, acepte la condición interna. Esto significa: no se resista al dolor. Permitalo estar ahi. Entréguese a la pena, la deseperación o el miedo, la soledad o cualquier forma que el sufrimiento tome. Sea testigo sin etiquetarlo mentalmente. Abrácelo. Etonces vea cómo el milagro de la entrega transmuta el sufrimiento profundo en paz profunda. Esta es su crucifixión. Deje que se convierta en su resurrección y ascensión.
Peatón. Olvide la entrega por un momento. Cuando el dolor es profundo, toda charla sobre la entrega probablemente parecerá sin sentido, de todas formas. Cuando su dolor es profundo, usted probablemente tendrá una fuerte necesidad de escapar de él en lugar de entregarse a él. Usted no quiere setir lo que siente.
¿Que puede ser más normal? Pero no hay escapatoria, no hay modo de salir. Hay muchos pseudoescapes; el trabajo, la bebida, las drogas, la ira, la proyección, la supresión, etcétera, pero no lo lberan a usted del dolor. El sufrimiento no disminuye en intensidad cuando usted lo hace inconsciente. Cuando usted niega el dolor emocional, todo lo que hace o piensa, asi como sus relaciones se contaminan con él. Usted lo emite, por decirlo asi, como la energia que emana y los demás lo recogerán subliminalmente. Si son inconsciente, pueden incluso sentirse empujado a atacarlo o hacerle daño en alguna forma, o uested puede herirlos en una proyección inconsciente de su dolor. Usted atrae y manifiesta lo que corresponde con su estado interior.
Peatón. Cuando no hay salida, todavia hay un camino a travpes del dolor, asi que no se aparte de él. Enfréntelo. Siéntalo plenamente. ¡ Sientalo, no piense en él! Expreselo si es necesario, pero no cree un quión sobre él en su mente. Dele toda su atención al sentimiento, no a la persona, evento o situación que parece haberlo causado. No deje que la mente use el dolor para crear una identidad de victima en usted a partir de él. Sentir compasión de si mismo y contarles a los demás su historia lo matendra atascado en el sufrimiento.
Puesto que es imposible apartarse del sentimiento, la única posibilidad de cambio es entrar en él; de lo contrario, nada cambiará. Asi que preste toda su atención a lo que siente u abstengase de clasificarlo mentalmente. Según entra en el sentimiento, esté intensamente alerta. Al principio, puede parecer un lugar oscuro y aterrador, y cuando surja el impulso de alejarse de él, obsérvelo, pero no actúe sobre él. Siga poniendo su atención en el dolor, continúe sintiendo la tristeza, el miedo, el espanto, la soledad, lo que sea. Permanezca alerta, esté presente, presente con todo su SER, con cada célula de su cuerpo. Mintras lo hace, está trayendo una luz a esta oscuridad. Es la llama de su conciencia.
Peatón. En esta etapa, usted no necesita preocuparse más de la entrega. Ya ha ocurrido. ¿Cómo? La atención plena es aceptación plena, es entrega. Al prestar atención plena, usted usa el poder del ahora, que es el poder de su presencia. En ella no puede sobrevivir ninguna bolsa de resistencia. La presencia suprime el tiempo. Sin tiempo, ningún sufrimento ni negatividad puede sobrevivir.
La aceptación del sufrimiento en un viaje hacia la muerte. Enfrentar el dolor profundo, permtirle ser, llevar su atención a él, es entrar en la muerte conscientemente. Cuando usted ha sufrido esta muerte, se da cuenta de que no hay muerte y no hay nada que temer. Sólo el ego muere. Imagine un rayo de sol que ha olvidado que es parte inseparable de él y se engaña a si mismo creyendo que tiene que luchar para sobrevivir y crear y aferrarse a una identidad diferente que la del sol. ¿No seria increíblemente liberadora la muerte de ese engaño?.
¿Quiere una muerte facil? ¿Preferiria morir sin dolor, sin agonia? Entonces muera al pasado en cada momento y deje que la luz de su presencia brille fuera del ser pesado y atado al tiempo que usted pensaba que era "usted".
VENEZUELA NOS NECESITA A TODOS BIEN DESPIERTOS..............
Un Peatón
Arq.Iván Enrique León Hernández
www.peatonessinbarreras.tk
peatones.sin.barreras@gmail.com
arq_ivan_leon@cantv.net
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TRIBUNA LIBERTARIA.- COMPENDIO OPINÁTICO.- RAUL AMIEL. 31/12/2010. ESCRIBEN RAUL AMIEL, OSCAR MONTILLA Y EFREN RODRIGUEZ TORO
"¿Cual es el sueño de los que están despiertos?. La esperanza." Carlomagno
Esfuérzate, anímate y trabaja. Solo faltan 741 dìas. Artículo 231. Constitución de 1999. El nuevo Presidente tomará posesión el 10/01 del primer año de su período constitucion
2011: EL AÑO QUE NOS ESPERA... RAÚL AMIEL
EL CORAJE NO ES LA AUSENCIA DE MIEDO. OSCAR MONTILLA
BENESUELA SOPORTA, VENEZUELA RESISTE. EFRÉN RODRÍGUEZ TORO
2011: EL AÑO QUE NOS ESPERA... RAÚL AMIEL
EL CORAJE NO ES LA AUSENCIA DE MIEDO. OSCAR MONTILLA
BENESUELA SOPORTA, VENEZUELA RESISTE. EFRÉN RODRÍGUEZ TORO
Cuando empecé con los mails list de TRIBUNA LIBERTARIA, aparte de tener la emoción y el compromiso, tenía la necesidad de empezar a escribir y también a difundir importantes opiniones de otros, no para que me leyesen, ese era un plus, sino para que me pudiese comprender yo mismo. Me siento orgulloso de haber mantenido un compromiso constante, y me siento feliz de la receptividad de ustedes mis lectores. El feedback de sus correos así me lo hacen sentir. Seguimos adelante en el 2011 con mayor fuerza y dedicación.
Ahora, remóntense al año 2002 y pasen en limpio todo lo que se hizo en los últimos 9 años: es tiempo de hacer una selección, un balance de vida. Las energías necesitan renovarse. Ya reflexionó acerca de nuevos proyectos: cuídelos, tómense su tiempo. Busquen a las personas correctas para que recibir de ellas la ayuda que necesitan, olvidándose de las personas que les hicieron perder el tiempo.
Desháganse de cargas pesadas, de costumbres infructuosas. Prepárense para un año 2011 donde todo estará permitido. No tendrán tiempo de descansar a partir de Enero. Siempre tengan en mente que la unión hace la fuerza.
La palabra clave es “adaptación”. Tengan paciencia hasta que descubran que todo el mundo mira en la misma dirección. Los primeros tres meses del año darán sus frutos. La gente comenzará a reaccionar y pasará a la acción. Llegará el tiempo de decidir, de asumir responsabilidades. Es el momento del compromiso. Sabemos todos que el año 2012 nos reserva grandes sorpresas según algunas predicciones. Entonces que el año 2011 sea para todos el año de la preparación de una inteligente estrategia que nos lleve a coronar el éxito en la reconquista de la Libertad perdida.
EL CORAJE NO ES LA AUSENCIA DE MIEDO. OSCAR MONTILLA
Investigando acerca de los principios y valores en el liderazgo, me encontré con una definición bastante curiosa de coraje. La mayoría de la gente diría que coraje es algo innato o probablemente es algo que ha sido inculcado por nuestros padres, quizá mediante relatos del valor legendario de líderes antepasados. Sin embargo, según el señor Nelson Mandela el coraje es algo que eliges para cada ocasión y radica en cómo se reacciona ante diferentes situaciones.
Curiosamente él llegó a esta conclusión después del ritual de la circuncisión. Lo que para los Xhosa (Tribu de Mandela), es el paso esencial en la vida de todo varón.
En África no se trata de un ritual privado sino público, en el cual participan todos los miembros de la tribu. No es solo un rito sino una prueba pública de coraje. Uno tras otro, los chicos Xhosa cuando cumplen 16 años, son circuncidados en público por un anciano experto en la materia.
Según escribió el propio Mandela en su autobiografía, el día de su circuncisión no reaccionó de la mejor manera y él concluye que sus compañeros de ritual demostraron más coraje. Se suponía que una vez el anciano experto en circuncisiones les cortaba el prepucio, cada chico debía gritar con toda su fuerza ¡soy un hombre!, pero Mandela no pudo hacerlo de inmediato, no gritó con voz firme y contrario a esto corrió a esconderse para aliviarse del dolor. Durante muchos años ¿confiesa- se sintió decepcionado de si mismo, sin embargo a partir de ese día decidió que siempre se le vería fuerte y que nunca daría la impresión de flaquear.
Una lección muy importante para poder sobrevivir a los 27 años que estuvo preso.
Fue una experiencia que le sirvió para enfrentarse ¿aun sintiendo mucho miedo- a sus peores enemigos y le sirvió para mantenerse con dignidad ante sus carceleros.
En nuestro país cargado de violencia cotidiana, muchas veces nos sentimos que el coraje radica tener la capacidad de atropellar a los demás, con nuestras palabras o actitudes, -No dejarnos de nadie- no obstante, las lecciones de grandes líderes, nos enseñan que contrario a esto, el coraje es un camino para afrontar la vida con dignidad aun sintiendo miedo.
BENESUELA SOPORTA, VENEZUELA RESISTE. EFRÉN RODRÍGUEZ TORO
Hace poco más de una década, un viejo amigo llamado José Luis Cordeiro publicó un libro que llevó por título “Benesuela versus Venezuela. El combate educativo del siglo”. En dicha obra, se expresaban severas críticas sobre el sistema educativo venezolano, las cuales, al día de hoy, subsisten ante el desolador diagnóstico de aquel entonces, pero con el agravante de soportar durante varios años un proceso político que pretende liquidar cualquier atisbo de pluralidad.
La utilización de la palabra soportar no es casual. Buena parte de la sociedad democrática venezolana ha soportado el creciente número de violaciones a la Constitución Nacional, la instrumentalización de la justicia, el desconocimiento de la voluntad popular, la pérdida de la majestad presidencial. En fin, hechos que evidencian una clara deriva autoritaria y la imposición de un régimen socialista o, sin mayores florituras, comunista.
No obstante, en el ámbito universitario, profesores, estudiantes y autoridades han hecho suya una palabra mucha más digna que soportar. Esa palabra es resistir. Y no es lo mismo soportar que resistir. Soportar se traduce en pasividad, en aceptar algo que molesta o, lo que es peor aún, en padecer lo impuesto por falta de referentes. Resistir en cambio exige plantearse nuevas opciones para oponerse, para ofrecer alternativas. Resistir es pensar, crear y actuar.
Mucho se ha hablado de las carencias de nuestro sistema educativo, desde el nivel básico hasta el universitario, lo cual resulta evidente una vez que analizamos las estadísticas y evaluamos cualitativamente nuestro capital humano. Sin embargo, quizás vaya siendo hora de hablar también del coraje cívico que han asumido miles de venezolanos ante la pretensión gubernamental de imponer un pensamiento único.
La iniciativa de presentar un proyecto alternativo de Ley de Educación Universitaria, respaldado por 38.000 firmas, así como la emergencia de nuevos actores políticos e intelectuales en temas relacionados con nuevas tecnologías y defensa de los derechos humanos de primera, segunda y tercera generación, hablan de resistencia democrática y no de un resignado y lastimero soportar.
El modelo que pretende imponer el actual gobierno nacional se parece a un país mal escrito, a un país que le está dando la espalda a nuestra tradición republicana de promover libertad, igualdad y solidaridad. Por ello, nada más oportuno que seguir el ejemplo universitario para escribir nuestra historia pensando en el futuro humanista y no retrocediendo hacia un pasado marxista.
Ciertamente, nuestro sistema educativo sigue siendo muy pobre, pero con el coraje cívico mostrado en éstos días por nuestros profesores, estudiantes y autoridades, ha quedado muy claro que la educación debe ser la piedra angular de la Venezuela del Siglo XXI. La clase política, la experimentada y la emergente, así debe entenderlo.
Resistamos, no soportemos, para que Venezuela no termine siendo Benesuela..
jueves, 30 de diciembre de 2010
CASTROCAPITALISMO. MANUEL MOLARES DO VAL. CRÓNICAS BÁRBARAS
Se acabó el pleno empleo del que presumía la propaganda cubana, conseguido porque cinco personas recibían sumada la mitad del salario de una, y todos juntos trabajaban por medio obrero.
Más o menos así era el comunismo allá donde se impuso. Comían malamente de la olla grande, como decían en China, y al final, sólo los matones del Partido se saciaban.
Raúl Castro anunció que despedirá al diez por ciento de los trabajadores estatales, el 85 por ciento de los cubanos, y les ha dicho que se busquen la vida.
A la vez, le ha prometido al capitalismo internacional que si invierte allí obtendrá cuantiosos beneficios.
Medio siglo de socialismo-comunismo impuesto por los Castro para volver al sistema que derrumbaron en 1959.
Luego, crearon un país más pobre y menos libre que el de Batista.
Los Castro quieren imitar ahora a los comunistas chinos: lograr una economía capitalista bajo la bota brutal y dictatorial del Partido Comunista.
Pero aspiran a más: como ahora, quieren cobrarle a los empresarios un salario normal por cada trabajador, y entregarle a este la décima parte.
Puro esclavismo, por lo que sería un crimen contra los cubanos invertir allí ahora.
El castrismo está hundiéndose. Lo ratifican incluso los documentos estadounidenses de WikiLeaks, que afirman que tiene dos años de vida.
Todos los que creyeron en el comunismo, en el socialismo, incluso en la socialdemocracia, están comprobando que todo confluye hacia el capitalismo, que del pasado quedan algunas dictaduras y que los estados del bienestar están tambaleándose.
Los sueños y esperanzas en las sociedades comunistas, incluso socialdemócratas –las fascistas también hablaban de justicia social—, se han entregado al capitalismo.
Llegados aquí, habrá que pensar si no conviene que gobiernen los capitalistas de verdad: quizás lo harán mejor.
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UN CUENTO DE HADAS SOBRE CUBA. MARY ANASTASIA O'GRADY
En sus memorias que cubren cuatro años en Cuba como corresponsal de Televisión Española (TVE), Vicente Botín escribe sobre una mujer de La Habana que estaba frustrada por la escasez de médicos en el país. Colgó una sábana en el balcón con las palabras "comércienme a Venezuela". Cuando llegó la policía les dijo: "Miren, compañeros, soy tan revolucionaria como todos, pero si uno quiere ver un médico cubano, tiene que ir a Venezuela".
Esta historia no estaba incluida en el programa de tres partes de Ray Suárez sobre el sistema de salud cubano emitido en el programa "NewsHour" de la cadena estadounidense PBS. Ni tampoco la historia del cubano al que la citación para su operación de glaucoma le llegó en 2005, tres años después de haber muerto y cinco años después de haberla pedido. Ni hubo ninguna cobertura de la ciudad sobre la que escribe Botín, cerca de la ciudad de Holguín, que en 2006 tenía un médico que atendía a cinco clínicas que trataban a 600 familias. De hecho, era difícil reconocer el país que Suárez afirmaba estar describiendo.
La serie fue grabada en Cuba con "cooperación" del gobierno así que no es sorprendente que apoyara mucho la línea del partido. De todos modos, había algo perturbador en la forma en que Suárez permitió ser usado por el estado policial, recitando sus dudosas afirmaciones como si estuviera narrando grandes avances en la ciencia médica.
La dictadura miliar de Castro cumple 52 años en el poder la próxima semana. Pero la "revolución" esta muerta. Una nueva generación de enojados jóvenes cubanos ahora se expresa ahora en blogs de Internet y a través de la música, y se burlan del viejo y de su despiadado hermano menor. El 29 de noviembre, en la ciudad de Santa Clara, cientos de estudiantes lanzaron una protesta espontánea cuando les negaron el acceso a un partido de fútbol televisado que habían pagado para ver. Lo que comenzó como una demanda de reembolsos pronto se convirtió en gritos de "libertad", "abajo Fidel" y "abajo el socialismo", según informes de prensa.
La disensión se extiende por Cuba como la fiebre de dengue porque la vida cotidiana es tan onerosa. Una de las fuentes mejor documentadas en este tema es la narración de Botín (Los funerales de Castro, 2009), que corre la cortina del "pueblo Potemkin" que los extranjeros ven en las visitas oficiales a Cuba. Detrás de la fachada hay una necesidad desesperada. Alimentos, agua, transporte, acceso a cobertura médica, electricidad, jabón y papel higiénico, todos son difíciles de conseguir. Incluso hay escasez de viviendas, con muchas familias amontonadas en casas para una sola familia. El gobierno intenta mantener la olla tapada a través de la represión. Pero en privado no hay límites para la irrisión de los hermanos Castro.
El informe de Suárez, en cambio, es como una película estatal de propaganda. En un segmento, una mujer estadounidense llamada Gail Reed que vive en Cuba le cuenta que la afirmación del gobierno sobre la longevidad de la gente se debe a un sistema de primera categoría de prevención de enfermedades. Luego él reproduce la línea oficial que señala que la abundancia de médicos de Cuba es el ingrediente clave. Es más, afirma, estos desinteresados "soldados de a pie" revolucionarios atienden en los hogares. "Es medicina preventiva enérgica", explica Suárez. "Las viviendas son investigadas, se controlan la calidad del agua y las tomas de electricidad".
¿Abundancia de médicos?". No en la Cuba en la que vivió Botín. En 2006 el gobierno afirmó que había 65.000 médicos pero ésta, sostiene el autor, era "una cifra que muchos profesionales consideraban inflada". Cuando los cubanos se quejaron de que no podían obtener atención médica, señala que el estado aumentó la cifra "mágicamente" a 71.000 médicos cinco meses después. Considerando el hábito de Fidel de inventar cosas, es difícil saber cuántos médicos competentes ha entrenado el gobierno. Pero no se puede disputar el hecho de que miles de médicos han sido enviados al extranjero en grandes números para ganar dinero para el régimen. Tampoco se puede dudar de que los cubanos pagan el precio en su país.
En cuanto a que los médicos controlan la calidad del agua y los enchufes de electricidad, el reportero de PBS podría sorprenderse al saber que la mayoría de los hogares cubanos no tienen agua corriente ni electricidad de manera regular. Esto es verdad incluso en la capital. En 2006, sostiene Botín, un ministro del gobierno admitió que 75,5% de las cañerías de agua de La Habana eran "inusables" y "reconoció que 60% del agua que se bombeaba se perdía antes de llegar a los consumidores". Para "solucionar" el problema, la ciudad comenzó a proveer agua en cada vecindario sólo en ciertos días. El agua de La Habana también está notoriamente contaminada. Los extranjeros toman sólo la embotellada, la cual los cubanos no pueden comprar. En el resto del país la calidad y la cantidad del suministro de agua son incluso menos confiables.
Suárez también informó que, según Reed, Cuba además padece un "embargo de medicamentos". Pero no hay embargo sobre alimentos o medicamentos. El problema es que el gobierno no dispone del dinero para pagar por los medicamentos nuevos que están protegidos por patentes.
Los periodistas que quieren acceso a Cuba saben que deben seguir la línea de Castro. Yo lo entiendo. Suárez debe darse cuenta de que su audiencia estadounidense no.
Mary Anastasia O'Grady: Editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.
Este artículo fue publicado originalmente en The Wall Street Journal (EE.UU.) el 27 de diciembre de 2010.
http://www.elcato.org/un-cuento-de-hadas-sobre-cuba
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LA DEMOCRACIA SE DEBILITA EN AMÉRICA LATINA. EMILIO J. CÁRDENAS (*) (DESDE ARGENTINA)
En la primera década del siglo XXI el escenario político latinoamericano se caracterizó por una presencia extendida –realmente inédita– de la izquierda política en el poder. Es cierto, hablamos de una izquierda de dos tipos. Uno, moderado y el otro, radical. El primero, más serio, pudo destruir pobreza. El segundo, que es apenas un mal disfraz del marxismo fracasado, se empeña en cambio en mantenerla, porque –en buena medida– de ello depende su propia supervivencia. Éste es el caso de Cuba, en el que un interminable medio siglo de siembra de odios y resentimientos no ha sino profundizado el atraso relativo de su pueblo, que además vive privado de las libertades más esenciales. Venezuela va por idéntico camino, a pesar de los petrodólares.
Más allá de lo económico, esa primera década del siglo en curso ha sido una de retroceso constante para la democracia en la región. Como subproducto inevitable de la demagogia, el populismo tramposo y la retórica. Por esto, una de las mejores y más respetadas mediciones de la salud de la democracia –la que produce y publica anualmente "The Economist"–, a la que nos referiremos más abajo, habla de una "democracia en retirada". Así nos ven desde afuera.
Curiosamente esa "retirada" –en rigor, deterioro– no se percibe con claridad en el interior mismo de las naciones que más la sufren; esto es de aquellas que tienen gobiernos "bolivarianos", eufemismo con el que ahora se disimula –mal– al "marxismo". En parte, porque ya no tienen sino una reducida libertad de prensa. Y la verdad, ante ello, sufre. Pero también porque la manipulación deformante de la democracia ha sido lenta y engañosa y ha estado envuelta en toda suerte de excusas, biombos y disfraces.
Pero lo cierto es que en ese grupo de desafortunados países: (1) los equilibrios y contrapesos entre de los poderes del Estado, mecanismo que hace a la esencia misma de la democracia, han sido destruidos o profundamente socavados; (2) la libertad de prensa, lastimada, si no suprimida; (3) la independencia judicial, extraviada; y (4) los Parlamentos, sumisos, delegan alegre e irresponsablemente sus facultades constitucionales al Ejecutivo de turno, renunciando así a jugar su verdadero rol democrático, esto es aquel que tiene que ver con el debate abierto y respetuoso, lo que no se acepta cuando, en cambio, se predica el discurso único.
Para "The Economist", hoy sólo Uruguay y Costa Rica son "democracias plenas" en la región. Los demás países no. Más allá de los discursos. Son, en cambio, "democracias imperfectas", esto es: patológicas, desfiguradas o lastimadas. Con excepción de un grupo de países que vive una situación peligrosa, que es peor aún, la que no cabe ya disimular. Porque sus miembros ya no viven ni están en democracia. Éste es el grupo que incluye a Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Honduras y Haití. Todos estos últimos son, para "The Economist", "regímenes híbridos", es decir que no son democracias sino algo diferente. Cuba, en cambio, está más allá de la democracia; es un régimen autoritario, de lo que no cabe duda alguna. Como Corea del Norte, Irán o Zimbabwe.
Sobre un máximo puntaje de 10 para los países más democráticos, Uruguay obtuvo 8,1. Así se consagra –claramente– como el país más democrático de la región, lo que ya había sido reconocido por otras mediciones similares de instituciones diferentes. Está ubicado en el puesto 21 cuando consideramos a todas las naciones del mundo. Lo que debe reconocerse y ser aplaudido.
Le siguen Chile en la posición 34 del "ranking democrático", Brasil en el puesto 47 y recién detrás aparece la Argentina, hoy ubicada en el lugar 51, lo que no es demasiado sorprendente a la luz de las delegaciones de facultades legislativas al Ejecutivo, la manipulación e intimidación del Poder Judicial, la sumisión del Poder Legislativo, los ataques a la libertad de prensa, la corrupción extendida, los manoseos de los calendarios electorales, el discurso único, machacado con insistencia, las islas de impunidad para los amigos del poder, la inseguridad personal creciente, la falsificación de las cifras y estadísticas oficiales y algunos otros "pecadillos" de similar porte que se han ido acumulando, paso a paso.
Una lástima. No somos lo que alguna vez fuimos. Es obvio. Salimos de la dictadura. Pero no nos aferramos a la democracia. El problema es que extraviar las instituciones de la democracia no es un tema menor. Porque genera desbordes. Y supone peligros. Particularmente cuando algunos extremistas, al advertir la fragilidad de las instituciones de gobierno, deciden actuar y hasta hacer justicia por la propia mano sin que nadie les exija respetar la ley y a las autoridades, lo que no es muy distinto de respetar a sus semejantes.
Alguna vez el extraordinario líder checo Vaclav Havel nos decía: "Nos habíamos acostumbrado todos al sistema totalitario y lo aceptamos como un hecho inalterable, lo que ayudó a perpetuarlo". Hablaba de la época comunista. Lo mismo ocurre con la democracia, la vemos deformada, nos parece normal y no luchamos por rescatarla. Grave. Porque la deformación adquiere perfil de normalidad.
(*) Ex embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas
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miércoles, 29 de diciembre de 2010
LAS 100 PRINCIPALES MENTIRAS DE CHOMSKY. PAUL BOGDANOR. TRADUCCION DE MARIANO BAS URIBE.
A. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre las matanzas masivas comunistas
10.
La mentira: "En comparación con las condiciones impuestas por la tiranía y la violencia de EE.UU., el Este de Europa bajo la esfera rusa era prácticamente un Paraíso".[1]
La verdad: Los comunistas mataron entre 4 y 5 millones de personas en Ucrania; 400.000 en Polonia; 360.000 en Rumanía; 300.000 en Bielorrusia; 200.000 en Hungría; 100.000 en Alemania del Este; 100.000 en Lituania; 70.000-100.000 en Yugoslavia; 30.000-40.000 en Bulgaria; 20.000 en Checoslovaquia y 5.000 en Albania. Otras atrocidades incluyen la muerte de más de 500.000 prisioneros de guerra y las violaciones masivas a más de 2 millones de mujeres por parte del Ejército Rojo en áreas de Alemania ocupadas por los soviéticos.[2]
La mentira: "También es relevante la historia de la colectivización en China, que, comparada con la Unión Soviética, muestra una mayor confianza en la persuasión y la ayuda mutua que en la fuerza y el terror y parece haber tenido más éxito".[3]
La verdad: Los comunistas declararon oficialmente que habían matado a 800.000 personas en los primeros años de dictadura, de forma no oficial admitieron la muerte de 2 millones en un solo año.[4] La colectivización forzosa china culminó en el Gran Salto Adelante, la peor catástrofe en la historia humana, en la que murieron 30 millones de personas.[5]
8.
La mentira: "las fuentes básicas para las altas estimaciones de muertes en por la reforma agraria de Vietnam del Norte fueron personas relacionadas con la CIA o el Ministerio de Propaganda de Saigón (...) de hecho no hay evidencia de que los líderes ordenaran u organizaran ejecuciones masivas de campesinos".[6]
La verdad: Vietnam del Norte anunció que el 30% de las víctimas fueron inocentes y que 15.000 fueron ejecutados por error, lo que significa una matanza de 50.000 personas. Informaciones de desertores de Vietnam del Norte indican que se mató a 50.000. A un diplomático húngaro se le dijo a través de una fuente oficial que se había matado a 60.000. Un izquierdista francés que trabajaba en Vietnam del Norte escribió que se había masacrado a 100.000. El total de muertes habría sido muchas veces mayor, ya que las familias de los ejecutados murieron de hambre bajo la política de "aislamiento".[7]
7.
La mentira: "El éxito revolucionario en Vietnam, tanto en la teoría como en la práctica se basó principalmente en tratar de atender las necesidades de las masas (...) Un movimiento adaptado para ganarse el apoyo de las masas rurales no ocasionaría baños de sangre entre la población rural".[8]
La verdad: Según estimaciones conservadoras, los escuadrones de la muerte del Vietcong asesinaron a 37.000 civiles en Vietnam del Sur; la cifra real fue mucho mayor, ya que se registró sólo una pequeña parte de los asesinatos anteriores a 1967 y los datos sólo llegan hasta 1972. Los terroristas del Vietcong también iniciaron una campaña de matanzas masivas contra aldeas civiles y campos de refugiados; en la parte álgida de la guerra, cerca de un tercio de las muertes civiles fueron resultado de atrocidades deliberadas del Vietcong.[9]
6.
La mentira: "Dado lo confuso de los acontecimientos y evidencias, sumado a la completa falta de fiabilidad de las 'pruebas' de EEUU-Saigón, como mínimo puede decirse que el 'baño de sangre' del NFL-DVR[10] en Hue fue inventado a partir de evidencias realmente muy endebles".[11]
La verdad: Los comunistas se jactaron de asesinar a miles de personas en la ciudad sudvietnamita de Hue. Un regimiento informó que sólo sus unidades habían matado a 1.000 víctimas. Otro informe indicaba que 2.867 personas fueron asesinadas. Otro documento interceptado habla de una "enorme victoria" en la que mataron a más de 3.000 personas. Un documento posterior contaba 2.748 ejecuciones.[12]
5.
La mentira: "En un fenómeno con pocos paralelos en la experiencia occidental, parece que ha habido un número de muertes injustificadas cercano a cero en la posguerra de Vietnam. El milagro de la reconciliación y la moderación (...) ha sido casi totalmente ignorado".[13]
La verdad: El desertor Nguyen Cong Hoan afirmó que entre 50.000 y 100.000 personas fueron masacradas por los comunistas. El prisionero político Doan Van Toai y el oficial comunista Nguyen Tuong Lai informaron que 200.000 desertores del Vietcong fueron fusilados. Un número estimado en 165.000 disidentes y prisioneros de guerra murieron en campos de concentración. Las expulsiones masivas llevaron a la muerte ahogados de 200.000-250.000 boat people, de acuerdo con cifras de la ONU.[14]
4.
La mentira: "parece justo describir la responsabilidad de Estados Unidos y Pol Pot por atrocidades durante 'la década del genocidio' como más o menos del mismo calibre".[15]
La verdad: No son ni remotamente del mismo calibre. Las fuerzas estadounidenses causaron en Camboya aproximadamente 40.000 víctimas entre miembros de los Jemeres Rojos y civiles. Los Jemeres Rojos mataron a más de 1,8 millones de civiles entre 1975 y 1979.[16]
3.
La mentira: "Una comparación que presentamos con gran detalle es especialmente reveladora: el 'baño de sangre benigno' llevado a cabo por Indonesia tras su invasión de Timor Oriental en 1975 y el 'baño de sangre vil' de los Jemeres Rojos cuando se apoderaron de Camboya el mismo año (...) las dos matanzas son comparables en escala y características".[17]
La verdad: No son comparables ni en escala ni en sus características. La invasión indonesia de Timor Oriental causó 100.000-180.000 muertes.[18] El genocidio de los Jemeres Rojos en Camboya causó más de1,8 millones de muertes.[19] Los militares indonesios llevaron a cabo una brutal represión de la resistencia armada en un territorio extranjero. El baño de sangre de los Jemeres Rojos fue un ataque motivado ideológicamente contra una población indefensa en su propio país.
2.
La mentira: "Si 2-2½ millones de personas, alrededor de ⅓ de la población hubieran sido asesinados sistemáticamente por una banda de peligrosos criminales que hubieran accedido al gobierno, [el senador] McGovern estaría dispuesto a considerar una intervención militar. Suponemos que no habría hecho esta propuesta si la cifra de muertos fuera, digamos una centésima parte, es decir, 25.000 personas (...) [o] si las muertes no fueran consecuencia de matanzas o hambrunas sistemáticas organizadas por el estado sino más bien atribuibles en buena medida a venganzas entre campesinos, unidades militares indisciplinadas fuera del control del gobierno, hambrunas y enfermedades que son consecuencia directa de la guerra de EE.UU. u otros factores".[20]
La verdad: Ningún observador serio piensa que sólo murieron 25.000 personas bajo los Jemeres Rojos o que las muertes masivas fueran consecuencia de otra cosa que las matanzas y hambrunas sistemáticas organizadas por el estado. Incluso el líder de los Jemeres Rojos Khieu Zampan reconocía 2 millones de muertes, que atribuía a la invasión vietnamita.[21]
1.
La mentira: "La evacuación [de los Jemeres Rojos] de Phnom Penh, ampliamente denunciada desde entonces hasta ahora por su indudable brutalidad, puede en realidad haber salvado muchas vidas. Es sorprendente que los hechos cruciales raramente aparecen entre las voces condenatorias".[22]
La verdad: Al menos 30.000 niños muy pequeños murieron como consecuencia directa de la evacuación de Phnom Penh por los Jemeres Rojos.[23] En total, al menos 870.000 hombres, mujeres y niños de Phnom Penh murieron bajo la dictadura de los Jemeres Rojos.[24]
B. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre la historia moderna
10.
La mentira: "Tomemos nuestra propia historia, la historia de la conquista del hemisferio occidental (...) Los trabajos antropológicos actuales indican que el número de nativos en el hemisferio occidental puede haber sido de alrededor de 100 millones (...) Tomemos sólo el norte de Río Grande donde había unos 10 o 12 millones de indios americanos (...) Muchos de ellos fueron totalmente erradicados o exterminados, otros sucumbieron a enfermedades traídas por los europeos. Eso en un genocidio masivo (...)".[25]
La verdad: Esas cifras de población las inventó el antropólogo Henry Dobyns y han sido desacreditadas.[26] Más del 90% de los indios americanos murieron por enfermedades, no por guerras o masacres, de acuerdo con estudios recientes.[27]
9.
La mentira: "La magnitud de los logros de EE.UU. al perseguir sus 'buenas intenciones' [en Filipinas] sólo puede adivinarse. El general James Bell, que mandó las operaciones al sur de Luzón, estimó en mayo de 1901 que un sexto de los nativos de Luzón había sido muerto o murió por dengue, considerado la consecuencia de la hambruna producida por la guerra; así que [hubo] más de 600.000 muertos sólo en esta isla".[28]
La verdad: En 1906 se demostró que esta estimación provenía de "una entrevista no verificada, no con el bien conocido general James F. Bell, sino con el general James M. Bell, una persona completamente distinta, cuya experiencia personal estuvo prácticamente limitada a las tres provincias de más al sur de Luzón, donde hubo comparativamente poca lucha. Si la entrevista fue auténtica, el soldado en cuestión no tenía los datos sobre los que basar esa afirmación".[29] En 1984, el historiador John M. Gates concluía que el número máximo de bajas de la guerra fue de 234.000 de los cuales unos 200.000 lo fueron por una epidemia de cólera sin prácticamente ninguna relación con la guerra.[30]
8.
La mentira: "Los Estados Unidos y Gran Bretaña pelearon en la guerra, por supuesto, pero no principalmente contra la Alemania nazi. La guerra contra la Alemania nazi la realizaron los rusos (...) tenemos que preguntarnos si la mejor manera de librarse de Hitler era matar a decenas de millones de rusos. Quizá una forma mejor era directamente no apoyarles, tal como hicieron Estados Unidos y Gran Bretaña".[31]
La verdad: Estados Unidos luchó contra la Alemania nazi y el Japón imperial; Gran Bretaña luchó principalmente contra la Alemania nazi. Los soviéticos fueron aliados de los nazis hasta 1941; después Estados Unidos les salvó del ataque nazi ofreciéndoles una masiva ayuda económica y militar.[32] Ni Estados Unidos ni Gran Bretaña mataron a decenas de millones de rusos: el ataque nazi mató a decenas de millones de ciudadanos soviéticos, muchos de los cuales no eran rusos. Al contrario que la Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña nunca fueron aliados de la Alemania nazi.
7.
La mentira: "En Stalingrado en 1942, los rusos rechazaron la ofensiva alemana y quedó bastante claro que Alemania no iba a ganar la guerra. Bueno, hemos sabido por los archivos rusos que Gran Bretaña y EE.UU. empezaron entonces a apoyar a los ejércitos de Hitler para contener el avance ruso. Decenas de miles de tropas rusas murieron. Supongamos que estamos en Auschwitz. ¿Querríamos que se contuviera a las tropas rusas?".[33]
La verdad: No hay la menor evidencia de que Estados Unidos o Gran Bretaña utilizaran los ejércitos nazis para atacar a la Unión Soviética y prolongar el Holocausto. Más tarde Chomsky negó haber hecho esta afirmación (ver la última sección).[34]
6.
La mentira: "el principal representante asiático del Tribunal de Tokio, el juez R. Pal de la India, afirmó en su voto particular que la decisión de usar la bomba atómica 'el lo único que se parece aproximadamente' a los crímenes nazis en la Guerra del Pacífico. Y que 'nada parecido a esto puede encontrarse en contra de los actualmente acusados'. Por si vale de algo, creo que tiene razón y que, en particular, el bombardeo de Nagasaki fue el experimento más abominable de la historia".[35]
La verdad: El juez Pal fue un apologista del Japón imperial que votó absolver a todos los acusados en el tribunal de crímenes de guerra de Tokio. Los crímenes de los acusados japoneses (incluyendo 10 millones de muertos sólo en los años posteriores a Pearl Harbor) excedieron con mucho el total de muertos por los bombardeos atómicos. Nagasaki no fue bombardeada como experimento, sino porque Japón no se rindió después de Hiroshima.[36]
5.
La mentira: "Por tanto, resulta que si atravesamos el aluvión de propaganda, Washington se ha convertido en la capital mundial de la tortura y el asesinato político".[37]
La verdad: Chomsky escribe esto poco después de que 750.000-1,5 millones de personas fueran masacradas en la Revolución Cultural china; 200.000 boat people habían sido empujadas a la muerte por el Vietnam comunista; 100.000 miembros tribales habían sido masacradas en el Laos comunista; 1,8-2 millones habían sido asesinados en la Camboya comunista y los comunistas habían empezado a masacrar a 1,5-2 millones de personas en Afganistán y 1,5 millones en Etiopía.[38]
4.
La mentira: "Irán era 'moderado' hasta la caída del Shah en 1979, al tiempo que acumulaba uno de los peores registros sobre derechos humanos del mundo, como Amnistía Internacional y otros grupos de derechos humanos documentaban regularmente, sin afectar a la clasificación de Shah como un 'moderado' con el aplauso de las élites de EE.UU.".[39]
La verdad: Amnistía Internacional acusó al Shah de llevar a cabo 300 ejecuciones políticas. Durante el mismo periodo, Macías Nguema asesinó a 50.000 personas en Guinea Ecuatorial, Idi Amin masacró a 300.000 en Uganda y Pol Pot mató hasta a 2 millones en Camboya.[40]
3.
La mentira: "Libia es de hecho un estado terrorista, pero en un mundo de terrorismo internacional, es un jugador muy pequeño (...) [Sus ataques terroristas se] han reducido de casi cero a casi cero [tras el ataque aéreo estadounidense]".[41]
La verdad: El terrorismo internacional de Libia incluía intervenciones militares en apoyo a asesinatos masivos en Uganda y Etiopía; patrocinio de terroristas responsables de matar a miles de personas en Filipinas; crear campos de entrenamiento para miles de terroristas internacionales y una implicación directa en guerras civiles y levantamientos violentos en toda África y Oriente Medio.[42]
2.
La mentira: "Hubo un tiempo en que Saddam Hussein era peligroso, había cometido terribles crímenes y era capaz de cometer peores y aquellos que ahora dicen que es demasiado peligroso le apoyaban y ayudaban a ser un peligro mayor".[43]
La verdad: La mayoría de las armas de Saddam Hussein venían de países que luego se opusieron a la guerra de Irak. De acuerdo con el Instituto de Investigación para la Paz Internacional, de Estocolmo, el 57% venían de Rusia, el 13% de Francia y el 12% de China. Sólo el 1% venía de Estados Unidos o Gran Bretaña.[44] En otras palabras, los principales opositores a la invasión, cuya posición Chomsky compartía, suministraron más de 80 veces la cantidad de armas que los principales partidarios de la misma, cuya posición condenaba.
1.
La mentira: "Ya he mencionado la devastación de la sociedad civil iraquí [por las sanciones apoyadas por EE.UU.], con alrededor de 1 millón de muertos, de los que más de la mitad eran niños, de acuerdos con informes que sencillamente no pueden ser ignorados".[45]
La verdad: De acuerdo con el experto en genocidios Milton Leitenberg, "Todas las supuestas cifras posteriores a 1990 de mortalidad infantil en Irak provienen de las agencias gubernamentales del propio Irak".[46] Irak rechazó las solicitudes de la ONU para admitir expertos independientes para evaluar las condiciones de vida.[47] Después de la invasión, los doctores iraquíes dijeron que toda había sido una "campaña de propaganda" y que "las sanciones no mataron a estos niños, Saddam los mató (...) sus madres vivían en zonas empobrecidas abandonadas por el gobierno".[48]
C. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre la Guerra Fría
10.
La mentira: "En su segunda fase, desde 1945, los principales acontecimientos de la Guerra Fría en el bando ruso fueron sus repetidas intervenciones en los satélites del Este de Europa y la invasión de Afganistán (...) Los delitos internos disminuyeron; aunque siguieron siendo muy serios en pocos casos estuvieron al nivel de los típicos satélites estadounidenses, algo común en el Tercer Mundo, donde no se siguen las normas de educación occidentales".[49]
La verdad: En 1947 el régimen soviético retuvo comida para la población durante una hambruna, causando 1-1,5 millones de muertes.[50] De 1945 a 1953 hubo más de 300.000 muertes oficialmente registradas en el Gulag; para 1953 la población en trabajos forzados se había incrementado a más de 5,2 millones de hombres, mujeres y niños.[51] Ningún satélite estadounidense (ni en Europa ni en Latinoamérica) fue responsable de nada remotamente comparable.
9.
La mentira: "La versión ortodoxa se esboza en términos crudos y vivos en el que se reconoce generalmente como el documento básico de EE.UU. sobre la Guerra Fría, el NSC 68 de abril de 1950 (...) Cinco años después de que la URSS fuera virtualmente aniquilada por las potencias del Eje, debían reconstruirse dentro de una alianza dominada por EE.UU. para la eliminación final de sistema soviético que no habían podido destruir".[52]
La verdad: El NSC 68[53] no decía nada acerca de reconstruir la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperial bajo liderazgo estadounidense con el fin de destruir la Unión Soviética. Proponía políticas "consecuentes con los principios de la libertad y la democracia" y un incremento en los gastos de defensa para contrarrestar la expansión soviética.[54]
8.
La mentira: "Como todos reconocen, un importante crimen soviético ha sido la ayuda de Moscú a países o movimientos del Tercer Mundo que los Estados Unidos intentan sublevar o aplastar (...) la Unión Soviética apoyó movimientos indígenas que resistían la enérgica imposición de las intenciones de EE.UU. (un esfuerzo criminal, como comprende cualquier intelectual consciente)".[55]
La verdad: Los principales clientes soviéticos en el Tercer Mundo fueron asesinos masivos en China (Mao Zedong, antes de la ruptura chino/soviética), Corea del Norte (Kim Il Sung), Vietnam del Norte (Ho Chi Minh), Uganda (Idi Amin), Etiopía (Mengistu Haile Mariam), Siria (Hafez el-Assad) e Irak (Saddam Hussein). Entre otras atrocidades, asesores soviéticos diseñaron el Gulag chino, en el que murieron millones de personas.[56]
7.
La mentira: "[En 1965, Estados Unidos facilitó] el flujo de armas y otros equipos militares para implantar la anunciada política de 'exterminar el PKI (Partido Comunista de Indonesia) (...) Los generales indonesios habían liquidado el partido de los pobres, destruido la amenaza de democracia y abierto al país al saqueo extranjero".[57]
La verdad: Lejos de plantear la amenaza de democracia, los comunistas habían tratado de hacerse con el poder por la fuerza después de reclamar abiertamente la exterminación masiva de capitalistas y "enemigos del pueblo".[58] Los dirigentes estadounidenses se vieron tan sorprendidos por la crisis de 1965 que al principio no podían identificar ni al general Suharto, que mandaba las fuerzas anticomunistas.[59] Estados Unidos rechazó suministrar armas para llevar a cabo la masacre de comunistas indonesios.[60]
6.
La mentira: "Virtualmente todas las partes afectadas, excepto Estados Unidos, estaban realizando serios esfuerzos a inicios de los años 60 para evitar una guerra inminente haciendo neutrales a Vietnam del Sur, Laos y Camboya; era la posición oficial del Frente de Liberación Nacional, el "Vietcong" de la propaganda de EE.UU, sustancialmente la rama del sur del Viet Minh".[61]
La verdad: Según admite ella misma, Vietnam del Norte decidió iniciar una revuelta armada en Vietnam del Sur en 1959. Vietnam del Norte creó el Vietcong y envió 20.000 hombres a atacar al Sur. En 1961, Vietnam del Norte empleó 30.000 hombres para construir rutas de invasión a través de Laos y Camboya.[62] En 1964, entraban al sur 10.000 tropas norvietnamitas al año, ascendiendo a 100.000 en 1966. Según admite ella misma, Vietnam del Norte "jugó un papel decisivo" en llevar al poder al Pathet Lao en Laos y los Jemeres Rojos en Camboya.[63]
5.
La mentira: "Los portavoces de la administración han mantenido la opinión de que destruyendo Vietnam de alguna forma se mantenían firmes contra la agresión china o rusa (...) hubo determinados esfuerzos, siempre inútiles, por establecer un enlace directo que demostrara el control del Viet Minh por Moscú o Pekín, aunque la imposibilidad de lograrlo no alteró en modo alguno la creencia, virtualmente un dogma, de que los revolucionarios vietnamitas deben ser agentes chinos o rusos (...) hasta donde sabemos, un producto de la imaginación".[64]
La verdad: La participación de chinos y soviéticos fue absolutamente crucial para el ataque de Vietnam del Norte al Sur. En julio de 1965, China estaba enviando 200 millones de dólares en ayuda militar y económica, mientras que en octubre de 1966, los soviéticos ofrecieron mil millones de dólares: la "decisión de pasar a una guerra convencional no podía haberse tomado sin esos pactos". En 1971, el año anterior al que escribía Chomsky, la ayuda china para el esfuerzo de guerra ascendía a mil millones de dólares y la asistencia soviética a tres mil millones.[65]
4.
La mentira: "El crimen vietnamita de acabar con las atrocidades de Pol Pot [en Camboya] se castigó con una invasión china apoyada por EE.UU, al tiempo que EE.UU. pasaba a apoyar diplomática y militarmente al derrocado régimen de Pol Pot...".[66]
La verdad: Vietnam no entró en Camboya para acabar con las atrocidades de los Jemeres Rojos sino para instaurar una dictadura comunista más sumisa, liderada por antiguos asesinos de los Jemeres Rojos. El nuevo régimen esclavizó a 380.000 campesinos, matando a 30.000 civiles.[67] Apologistas de Vietnam como John Pilger acusaron posteriormente a Estados Unidos y Gran Bretaña de armar a los Jemeres Rojos. Las mentiras de Pilger acabaron en una admisión de libelo y el pago de daños "muy elevados".[68] Las pruebas demuestran que toda la ayuda occidental se dirigió hacia las fuerzas de resistencia no comunistas lideradas por Son Sann y el príncipe Sihanouk, no a los Jemeres Rojos.[69]
3.
La mentira: "La defensa de Angola fue una de las contribuciones más significativas de Cuba a la liberación de África. No se sabía [hasta hace poco] la importancia de esas contribuciones".[70]
La verdad: La intervención militar de Cuba para asegurar el dominio exclusivo de la dictadura comunista del MPLA en Angola llevó a tres décadas de guerra civil en la que murieron un millón de personas. Otras "contribuciones" cubanas "a la liberación de África" incluyen la intervención militar en apoyo de la dictadura comunista de Etiopía, que asesinó 1, 25 millones de personas mediante masacres y hambrunas programadas.[71]
2.
La mentira: "La escala de esos crímenes [en Angola y Mozambique] se ve por un estudio de la ONU que estima más de 60.000 millones de dólares en daños y 1,5 millones de muertos sólo durante los años de Reagan, vía Sudáfrica, con apoyo de EE.UU. y Gran Bretaña bajo el disfraz de 'compromisos constructivos'".[72]
La verdad: El estudio de la ONU estimaba las pérdidas ocasionadas por las guerras civiles en esos países y simplemente las achacaba en su totalidad a Sudáfrica.[73] En realidad, los combatientes eran revolucionarios del Tercer Mundo (MPLA contra UNITA en Angola, FRELIMO contra RENAMO en Mozambique) y las principales intervenciones foráneas las llevaron a cabo la dictaduras marxistas (Cuba en Angola, Zimbawe en Mozambique).[74] Los gobiernos de Reagan y Thatcher se opusieron a los rebeldes de Mozambique apoyados por Sudáfrica.
1.
La mentira: "En Angola, el 'luchador por la libertad' apoyado por EE.UU., Jonas Savimbi [de UNITA] perdió unas elecciones supervisadas por la ONU, recurriendo de inmediato a la violencia, generando un terrible resultado. Cuando acabó uniéndose al resto del mundo reconociendo el gobierno electo [es decir, el MPLA], los Estados Unidos no hicieron nada [para detener a UNITA] (...) Apenas se ha informado de las atrocidades, que aparentemente sobrepasaron a las de Bosnia".[75]
La verdad: Ocho partidos de la oposición rechazaron por manipulación los resultados de las elecciones de 1992. Un observador oficial de las elecciones escribió que había poca supervisión de la ONU, que 500.000 partidarios de UNITA no estaban en las listas electorales y que se hicieron 100 mesas electorales clandestinas. UNITA envió negociadores pacíficos a la capital, donde el MPLA los asesinó, junto con 20.000 partidarios de UNITA. Savimbi seguía estando dispuesto a continuar las elecciones. Entonces el MPLA masacró a decenas de miles de partidarios de UNITA en toda la nación, con lo cual se reanudó la guerra civil. Los observadores de derechos humanos africanos acusaron al MPLA de "atrocidades genocidas" "exterminación sistemática", "crímenes de guerra" y "crímenes contra la humanidad".[76]
D. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre la Guerra contra el Terrorismo
10.
La mentira: "Las potencias europeas conquistaron buena parte del mundo con una brutalidad extrema. Con muy raras excepciones, no fueron atacados por sus víctimas foráneas (...) Por tanto, no es sorprendente que Europa debería estar completamente conmocionada por los crímenes terroristas del 11 de septiembre".[77]
La verdad: Las conquistas árabe-islámicas incluyeron los territorios de Portugal, España, Cerdeña, Sicilia, Creta y zonas del sur de Francia e Italia. El Imperio Otomano se extendía hasta Hungría y el sur de Polonia, así como la totalidad de Centroeuropa, incluyendo partes de Grecia, la antigua Yugoslavia, Rumanía y Bulgaria.[78]
9.
La mentira: "El 11-S, el mundo reaccionó con conmoción y horror y simpatizando con las víctimas. Pero es importante recordar que para buena parte del mundo, hubo además otra reacción: 'Bienvenido al club'. Por primera vez en la historia, una potencia occidental había sufrido una atrocidad de ese tipo que era demasiado familiar en muchos otros lugares".[79]
La verdad: Las conquistas árabe-islámicas en Europa produjeron incontables atrocidades. La agresión y el terror nazis mataron a 200.000-250.000 civiles en Francia, 200.000 civiles en Holanda, más de 150.000 civiles en Grecia, 60.000 civiles en Gran Bretaña y muchos otros en Europa Occidental.[80]
8.
La mentira: "Para Estados Unidos, esta es la primera vez desde la Guerra de 1812 que el territorio nacional ha sido atacado o incluso amenazado. Muchos comentaristas lo han comparado con Pearl Harbor, pero eso es erróneo. El 7 de diciembre de 1941 se atacaron bases militares en dos colonias de EE.UU, no en territorio nacional, que nunca se vio amenazado".[81]
La verdad: Japón atacó Pearl Harbor en Hawai y Clark Field en Filipinas. Tanto Hawai como Filpinas eran parte del territorio nacional. Japón también atacó Guam, Wake, Kiska y Attu; todas ellas eran parte del territorio nacional.[82]
8.
La mentira: "La red de Bin Laden, dudo que nadie la conozca mejor que la CIA, ya que contribuyeron materialmente a construirla".[83]
La verdad: Las acusaciones de que Estados Unidos creó la red de Bin Laden "no tienen ninguna prueba" (Peter Bergen). Las acusaciones "no son ciertas" y los fondos de la CIA "fueron exclusivamente a los grupos muyaidines afganos, no a los voluntarios árabes" (Jason Burke). Bin Laden estaba "fuera de la vista de la CIA" y "no hay registro de ningún contacto directo" (Steve Coll).[84]
6.
La mentira: "Sin duda este es un momento decisivo: por primera vez en la historia las víctimas devuelven el golpe a su tierra de origen".[85]
La verdad: Los terroristas islámicos no fueron "víctimas" de Estados Unidos antes del 11-S: ya habían intentado matar a 250.000 estadounidenses en el World Trade Center y masacrado a cientos en sus objetivos estadounidenses en Kenia, Tanzania y otros lugares.[86]
5.
La mentira: "[Los atacantes] están llevando a cabo enormes atrocidades en respuesta a las atrocidades reales de las cuales somos responsables y que continúan hoy día (...) Puede que aquí nos importen poco y prácticamente no le importan a nadie en Occidente. Pero eso no significa que no importen a las víctimas".[87]
La verdad: Los terroristas islámicos llevaron a cabo sus ataques porque eran islamistas fanáticos.[88] Otros actos de asesinatos masivos se han cometido por islamistas en países musulmanes como Argelia, Egipto, Indonesia, Irán y Sudán y no musulmanes como India, Israel, Filipinas y Rusia.
4.
La mentira: "Los ataques terroristas fueron grandes atrocidades. En proporción pueden no alcanzar el nivel de muchos otros, por ejemplo, el bombardeo de Clinton a Sudán sin ningún pretexto creíble, destruyendo la mitad de su industria farmacéutica y matando a un número desconocido de gente (nadie lo sabe, porque EE.UU. bloqueó una investigación en la ONU y a nadie le preocupa llevarla a cabo)".[89]
La verdad: Después de que al-Qaeda destruyera las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, matando a cientos de personas, Estados Unidos bombardearon una supuesta fábrica de armamento químico en Sudán. El bombardeo se realizó de noche, para no herir a ningún civil.[90] Murió un guardia de seguridad. Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Oxfam y Médicos sin Fronteras tuvieron libertad para investigar los resultados: ninguno dijo que los bombardeos causaran muertes masivas.
3.
La mentira: "Muchos de los que conocen bien las condiciones también dudan de la capacidad de Bin Laden para planear la increíblemente sofisticada operación desde una cueva en algún lugar de Afganistán (...) Es completamente posible que Bin Laden esté diciendo la verdad cuando dice que no sabía nada de la operación".[91]
La verdad: Poco después del 11-S, Bin Laden dijo que había sabido del plan y empleado sus conocimientos de ingeniería civil para calcular cuánto daño podían producir los aviones en el World Trade Center.[92] Los cerebros de los ataques del 11-S, Khalid Sheikh Mohammed y Ramzi Binalshibh, dijeron que "ejecutaron los vuelos de la muerte con la aprobación de Bin Laden".[93]
2.
La mentira: "La civilización occidental está anticipando la matanza de, haciendo correctamente la cuenta, 3-4 millones de personas o algo así [en Afganistán] (...) Parece que lo que está pasando es algún tipo de genocidio silencioso (...) estamos en trance que intentar aparentemente matar a 3 o 4 millones de personas...".[94]
La verdad: UNICEF estima que se evitarán las muertes de 112.000 niños y 7.500 mujeres embarazadas cada año como consecuencia de la ocupación estadounidense de Afganistán.[95]
1.
La mentira: "Es aceptable informar del 'daño colateral' de errores de bombardeo, el coste involuntario e inevitable de la guerra, pero no de la consciente y deliberada destrucción de afganos que morirán en silencio, invisiblemente, no a propósito, sino porque no importa, un nivel más profundo de depravación moral (...) La gente no muere de hambre instantáneamente. Pueden sobrevivir con raíces y hierba y si niños mal nutridos mueren de enfermedad, ¿quién se preocupará por determinar que factores quedan en el trasfondo?".[96]
La verdad: Estados Unidos ha sido el principal suministrador de alimentos a Afganistán durante una década y aportó dos tercios de la ayuda en alimentación después del 11-S, salvando al país de la hambruna.[97] El embajador general para el hambre de la ONU anunció que no había "hambre este invierno en Afganistán", gracias a "un presupuesto de ayuda humanitaria sabiamente ofrecido por la administración Bush".[98] El director del Programa de Alimentación Mundial en Kabul dijo que "estaba claro que se había evitado una posible hambruna".[99]
E. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre Latinoamérica
10.
La mentira: "La historia moderna de Guatemala fue moldeada decisivamente por la invasión organizada por EE.UU. y el derrocamiento de del régimen democráticamente elegido de Jacobo Arbenz en junio de 1954 (...) La modesta y eficaz reforma agraria fue la gota que colmó el vaso (...) El sistema de EE.UU. encontró intolerable el pluralismo y la democracia de los años 1945-54 y acabó liquidando ese experimento".[100]
La verdad: Arbenz no fue democráticamente elegido y la votación no fue secreta. Arbenz se consideraba a sí mismo un comunista y formalmente se afilió al Partido Comunista en 1957. Su reforma agraria (la "inspiración" del Partido Comunista) fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo, que posteriormente purgó. Apoyó una resolución parlamentaria elogiando a Stalin; se apoyó en el Partido Comunista para todas las decisiones importantes y recibió armas del bloque soviético.[101] Mató a cientos de oponentes políticos.[102] La CIA "apoyaba los objetivos de la reforma guatemalteca"; actuó porque temía "una potencial cabeza de puente soviética en el hemisferio occidental".[103]
9.
La mentira: "El otro 11-S es el 11 de septiembre de 1973, cuando operaciones apoyadas por Henry Kissinger, entre otros, llevaron al bombardeo del palacio presidencial en Chile, el derrocamiento del gobierno parlamentario y la matanza, en una estimación conservadora, de unas 3.000 personas (...) Pero cuando se lo hacemos nosotros, es, como usted sabe, un error...".[104]
La verdad: El líder marxista Salvador Allende, y no Henry Kissinger, fue formalmente condenado por el parlamento chileno por destruir la democracia en Chile.[105] Las afirmaciones de que Kissinger instigó el golpe militar de 1973 han sido desacreditadas repetidamente: la política de la Administración Nixon fue apoyar a la oposición democrática y la prensa independiente contra Allende.[106]
8.
La mentira: "[Estados Unidos se ha] opuesto con tremenda ferocidad a cualquier mejora en los derechos humanos, el aumento de los niveles de vida y la democratización en Latinoamérica. Lo más esencial de la política estadounidense ha sido incrementar las masacres y la represión".[107]
La verdad: Estados Unidos ha apoyado o impuesto transiciones democráticas en Ecuador (1979), Perú (1980), Bolivia (1982), Honduras (1982), Argentina (1983), Brasil (1985), Uruguay (1985), Guatemala (1986), Surinam (1987), Panamá (1989), Chile (1990), Nicaragua (1990), Guayana (1992) y Paraguay (1993). Colombia y Venezuela han sido democracias durante décadas, Belice y Costa Rica lo son desde su independencia. Aparte de la Cuba comunista, todo el hemisferio occidental es ahora democrático.
7.
La mentira: "En los años 1980, EE.UU. libró una gran guerra en América Central, dejando unos 200.000 cadáveres torturados y mutilados, millones de huérfanos y refugiados y cuatro países devastados. Uno de los primeros objetivos del ataque de EE.UU. fue la Iglesia Católica, que había cometido el terrible pecado de 'preferir la opción de los pobres'".[108]
La verdad: Las únicas intervenciones militares estadounidenses fueron la imposición de democracias en Granada y Panamá, con una mínima pérdida de vidas humanas. Estados Unidos no peleó en ningún otro lugar de la región, y mucho menos atacó a la Iglesia Católica. El apoyo soviético y cubano a las fuerzas comunistas ocasionó las guerras civiles en Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala.[109] La mayoría de las muertes ocurrieron en Guatemala, mientras el país estaba sujeto a un embargo de armas estadounidense por motivos de derechos humanos.
6.
La mentira: "Las masacres organizadas por EE.UU. [en El Salvador] se incrementaron cuando Reagan asumió el poder [en Estados Unidos]. Un años después, la Iglesia [salvadoreña] informaba que unos 30.000 civiles habían muerto y había 600.000 refugiados (...) El número de muertos y refugiados muy probablemente se ha doblado desde entonces'".[110]
La verdad: Los grupos de derechos humanos han confiado para sus estadísticas de muertos civiles en la Oficina de Asistencia Legal de la Archidiócesis de San Salvador. La primera Oficina de Asistencia Legal, Socorro Jurídico, fue repudiada por la Iglesia Católica Salvadoreña a causa de su partidismo a favor de las guerrillas comunistas. Su sustituta, Tutela Legal, se ha demostrado que inventó una masacre del ejército de 250 personas. Un desertor comunista informó que Tutela Legal era un frente guerrillero. Un periodista residente en El Salvador descubrió que Tutela Legal sencillamente falsificaba las notas de prensa del ejército calificando a las muertes de guerrilleros como asesinatos de civiles.[111]
5.
La mentira: "Los escuadrones de la muerte [salvadoreños] que ayudamos a establecer y han sobrevivido desde entonces, que inevitablemente han quedado fuera de aparato de inteligencia y paramilitar que construimos para nuestros intereses y las condiciones sociales que alimentan la disidencia y las revueltas que son en buena medida nuestro legado".[112]
La verdad: Estados Unidos apoyo a los Demócrata Cristianos de centro-izquierda, muchos de los cuales fueron asesinados por escuadrones de la muerte. Las fuerzas de seguridad se dividieron entre reformistas pro-estadounidenses y fanáticos de extrema izquierda, que organizaron escuadrones de la muerte esperando evitar la democracia y la reforma agraria. Los escuadrones de la muerte fueron tan hostiles a Estados Unidos que planearon matar a su embajador.[113] Durante el periodo de ayuda estadounidense, los asesinatos de los escuadrones de la muerte se redujeron masivamente y acabaron por desaparecer.
4.
La mentira: "incluso si se aceptan todas las acusaciones creíbles, la cifra sandinista [en Nicaragua] se compara favorablemente con la de los países, hoy y en la pasado, en la órbita de EE.UU. en la región y en otros lugares, por decirlo suavemente".[114]
La verdad: Los sandinistas fueron bastante peores que la mayoría de los dirigentes de Latinoamérica. La Comisión Permanente de Derechos Humanos de Nicaragua informó de 2.000 asesinatos políticos en los primeros seis meses del régimen, con 3.000 desaparecidos en el mismo periodo. La Comisión ha documentado hasta ahora 14.000 casos de torturas, violaciones, secuestros, mutilaciones y asesinatos.[115]. En contraste, los asesinatos y desaparecidos en Brasil, Paraguay, México, Uruguay, Bolivia y Honduras se cuentas por pocos centenares.[116] En Belice, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Venezuela, Guayana y Surinam no ha habido asesinatos o desaparecidos.
3.
La mentira: "Para asegurarse de que Nicaragua formara parte del 'bloque de estados esclavos dominado por los comunistas', EE.UU. ha estado librando una guerra por poderes de cada vez mayor intensidad contra Nicaragua al tiempo que bloqueaba cualquier fuente de armamento que no fuera la preferida: al URSS y sus satélites (...) sólo se permite al bloque soviético proveer armas a Nicaragua para defenderse de nuestro ataque".[117]
La verdad: Al quedar claro que los sandinistas recibían armas de los soviéticos, Chomsky trata de echar la culpa al apoyo estadounidense a la Contra. De hecho los sandinistas estaban recibiendo armas inmediatamente después de hacerse con el poder en 1979. Tanques y artillería empezaron a arribar a mediados de 1980 y al final de 1981 los sandinistas habían firmado un tratado con los soviéticos que permitía la ampliación del ejercito nicaragüense a 120.000 tropas, el mayor de la región. El destacado oficial Roger Miranda explica que los sandinistas se alinearon con los soviéticos porque estaban "construyendo una sociedad comunista en Nicaragua y porque Washington no podía ignorar los esfuerzos sandinistas por derrocar gobiernos centroamericanos...".[118]
2.
La mentira: "Incluso el hecho de que Nicaragua tuviera un gobierno elegido popularmente no puede expresarse en el sistema de propaganda de EE.UU., con sus estándares de disciplina que pocos intelectuales respetables se atreverían a desobedecer".[119]
La verdad: Las elecciones de 1984 eran a la Asamblea Nacional, Presidencia y Vicepresidencia. Todos los cargos estaban subordinados a los nueve Comandantes Sandinistas, cuya "posición de poder nunca ha sido puesta en cuestión ni ratificada electoralmente. Estas nueve personas no están más sujetas a ratificación por voto que el Comité Central del Partido Comunista en cualquier país del bloque del Este...". Los sandinistas podían manipular las elecciones (engañando a la vez a muchos observadores) evitando el requisito de una votación secreta de forma que "las autoridades habían tenido la oportunidad de averiguar cómo había votado cada individuo".[120]
1.
La mentira: "[En la película Power and Terror] Chomsky argumenta que mientras lloramos a los 3.000 que murieron en las torres gemelas [el 11-S], no prestamos atención al número casi igual de civiles que perecieron cuando (dice) EE.UU. bombardeó el barrio panameño de El Chorrillo durante la invasión estadounidense de 1989".[121]
La verdad: El periodista Marc Cooper comenta: "Yo estaba en ese barrio pocos días después de que fuera arrasado y Chomsky simplemente se equivoca: no fue bombardeado. Se incendió después de un enfrentamiento a tiros entre tropas estadounidenses y panameñas. Y por muy reprensible que fuera la invasión de EE.UU., la propia comisión de derechos humanos de Panamá afirma que murió un total de quizá 400 personas (soldados y civiles) durante todo el conflicto.[122]
F. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre el conflicto árabe-israelí
10.
La mentira: "Ha habido mucha propaganda de EE.UU. acerca de la disposición israelí a la paz después de la guerra de 1967 (...) en agosto de 1967, Yigal Allon había anticipado su 'plan Allon', que se hizo política oficial un año después (...) No se conocen otras iniciativas israelíes (...) Los términos 'compromiso territorial' y 'paz por territorios' se usan para referirse a una u otra versión del plan Allon, rechazando siempre de plano el derecho palestino a la autodeterminación".[123]
La verdad: En julio de 1967, el Primer Ministro Levi Eshkol confirmó públicamente la disposición israelí a establecer un estado palestino. Ideas parecidas fueron expresadas por Yigal Allon, Isaac Rabin y Moshe Dayan.[124] En enero de 1976, el Primer Ministro Isaac Rabin consideró otro plan para un estado palestino. Fue apoyado por Golda Meir, Yigal Allon y Ariel Sharon.[125]
9.
La mentira: "En febrero de 1971 [Sadat] ofreció a Israel un tratado de paz sobre las fronteras anteriores a 1967, con garantías de seguridad, fronteras reconocidas y otras cosas (...) La oferta de Sadat estaba en la línea del consenso internacional de aquel entonces...".[126]
La verdad: Egipto explicó su política de la siguiente manera: "Hay en este momento sólo dos objetivos árabes específicos: la eliminación de las consecuencias de la agresión de 1967 mediante la retirada israelí de todos los territorios que ocupó ese año y la eliminación de las consecuencia de la agresión de 1948 a través de la erradicación de Israel".[127]
8.
La mentira: "La guerra de 1973 fue un caso claro de ataque árabe, pero en un territorio ocupado por Israel, después de que se rechazaran los intentos diplomáticos para llegar a un acuerdo (...) Por tanto difícilmente puede ser 'un hecho histórico indiscutible' que en este caso la guerra tuviera que ver con 'la existencia del estado judío'".[128]
La verdad: Siria prometió: "Nuestras fuerzas continuarán golpeando a las fuerzas enemigas hasta que recuperemos nuestras posiciones en nuestro territorio ocupado y luego continuarán hasta que liberemos todo el territorio".[129] Egipto anunció: "El asunto no es sólo la liberación de los territorios árabes ocupados desde el 5 de junio de 1967 (...) si los árabes son capaces de liberar sus territorios ocupados desde el 5 de junio de 1968 por la fuerza, ¿qué puede evitar que en el siguiente paso liberen por la fuerza a la propia Palestina?"[130]
7.
La mentira: "En enero de 1976, EE.UU. se vio forzado a vetar la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un acuerdo en los términos del consenso internacional que ahora incluía un estado palestino junto a Israel (...) [Israel indicó] que la OLP no sólo apoyaba este plan de paz, sino que de hecho lo 'preparó'; la OLP condenó entonces 'la tiranía del veto' (en palabras del representante de la OLP) por la que EE.UU. bloqueaba este importante esfuerzo por conseguir un acuerdo de paz entre dos estados".[131]
La verdad: El borrador de resolución apoyaba el "derecho de retorno" de la OLP para millones de árabes palestinos, lo que implicaría al disolución de Israel. La OLP declaró públicamente que "este gueto sionista de Israel debe ser destruido" y hacía hincapié en que "no reconoceremos a Israel".[132]
6.
La mentira: "[Para 1982] La OLP se estaba volviendo extremadamente molesta [para Israel] con su insistencia sobre una salida negociada al conflicto".[133]
La verdad: La OLP dijo: "Paz para nosotros significa la destrucción de Israel (...) No descansaremos hasta el día en que volvamos a nuestro hogar y hasta que destruyamos Israel". La OLP anunció: "Queremos liquidar como sea el estado de Israel". La OLP también declaró: "Nuca dejaremos vivir en paz a Israel (...) Nunca reconoceremos a Israel...".[134]
5.
La mentira: [Sobre el asedio de Israel a Beirut en 1982] "manteniendo a la ciudad como rehén en un esfuerzo por forzar a la OLP a retirarse completamente, como hizo, para salvar a la ciudad de la destrucción total".[135]
La verdad: Lejos de intentar salvar a la población, la OLP estaba amenazando con su aniquilación. Yasser Arafat advertía de que "si los israelíes intentaran abrirse paso hacia Beirut Oeste, la OLP volaría simultáneamente 300 polvorines y traería el holocausto a la ciudad".[136]
4.
La mentira: "¿Cuáles fueron los peores actos terroristas en Oriente Medio en el peor año, 1985? (...) El segundo candidato sería el bombardeo israelí de Túnez (...) Túnez fue atacado con bombas inteligentes. La gente sería despedazada o poco menos, y el ataque mató cerca de setenta y cinco personas, tunecinos y palestinos. Eran civiles (...) Esto fue, de nuevo, terrorismo internacional".[137]
La verdad: Israel bombardeó los cuarteles generales del terrorismo global de la OLP en un suburbio de Túnez. El ataque "dañó severamente o destruyó edificios utilizados por la Fuerza 17, la rama de seguridad de élite de la OLP (...) dejando a otros [edificios] del complejo intactos.[138]
3.
La mentira: "Se hizo desaparecer automáticamente estos hechos de la historia, junto con otros inaceptables para el poder de EE.UU., incluyendo las repetidas iniciativas de la OLP durante los 1980 pidiendo negociaciones con Israel para conseguir el reconocimiento mutuo".[139]
La verdad: A finales de los 1980, el diputado jefe de la OLP Salah Khalaf (Abu Iyad) declaró: "No hubo reconocimiento de Israel por parte de la OLP". El líder de la OLP Yasser Arafat emitió un comunicado conjunto con el dictador libio Muammar el-Gaddafi confesando que "el llamado 'Estado de Israel' es una de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y debería desaparecer, como el Muro de Berlín.[140]
2.
La mentira: "Clinton y Barak avanzaron unos pocos pasos hacia un acuerdo de algo similar a un Bantustán (...) tres cantones [en la Franja Occidental], bajo control israelí, separados virtualmente unos de otros y del cuarto enclave, una pequeña área en Jerusalén Este (...) En el quinto cantón, Gaza, el resultado no estaba claro, excepto que la población también allí permanecería virtualmente encarcelada. Puede así entenderse que no puedan encontrarse mapas para conocimiento general en EE.UU. o cualquier detalle de las propuestas".[141]
La verdad: El liderazgo de la OLP presumía de que "Barak estaba de acuerdo con una retirada del 95% de los territorios palestinos ocupados" y afirmaba que "nuestros ojos continuarán aspirando a nuestro objetivo estratégico, es decir, Palestina desde el río hasta el mar".[142]
1.
La mentira: "Ahora sólo se trata de los terroristas suicidas ¿Y cuándo empezaron los terroristas suicidas? El último año [es decir, 2001] a gran escala (...) Un año de crímenes palestinos contra Israel después de treinta y cuatro años de silencio. Israel ha sido casi inmune. Quiero decir, había ataques terroristas en Israel, pero no venían de los territorios ocupados".[143]
La verdad: Las bombas suicidas en Israel empezaron en 1994, menos de un año después de los Acuerdos de Oslo, que crearon la Autoridad Palestina. Cientos de israelíes fueron masacrados por terroristas suicidas y otros ataques terroristas provenientes de la Franja Occidental y Gaza antes del colapso del proceso de paz a finales del 2000.
G. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre su colaboración con los neonazis negadores del Holocausto
10.
La mentira: "En otoño de 1979, Serge Thion me pidió (...) firmar una petición solicitando a las autoridades que garantizaran la seguridad de Robert Faurisson y el libre ejercicio de sus derechos legales".[144]
La verdad: De acuerdo con el colaborador de Thion, Pierre Guillaume, Chomsky firmó y promovió la petición meses antes de su primera reunión, sin ninguna petición de Thion.[145] De acuerdo con Faurisson, la petición fue escrita y distribuida por el activista nazi estadounidense, Mark Weber.[146]
9.
La mentira: "Se me pidió que firmara una petición solicitando a las autoridades que protegieran los derechos civiles de Faurisson y lo hice. Firmo numerosas peticiones de este tipo y no recuerdo haber rechazado firmar ninguna".[147]
La verdad: Chomsky ha alardeado previamente de su rechazo a firmar una petición en defensa de los derechos humanos en el Vietnam comunista. En esa ocasión, explicó que "la protesta pública es una acción política, que debe juzgarse respecto de sus posibles consecuencias humanas", incluyendo la probabilidad de que los medios de comunicación estadounidenses "la distorsionen y exploten para sus fines propagandísticos".[148]
8.
La mentira: "Se me pidió que firmara una petición en defensa de la 'libertad de opinión y expresión' de Faurisson. La petición no decía nada acerca del carácter, calidad o validez de su investigación, sino que se limitaba bastante explícitamente a una defensa de los derechos elementales que se dan por supuestos en las sociedades democráticas".[149]
La verdad: La petición, que firmó Chomsky, recomendaba implícitamente la "investigación" de Faurisson (a) afirmando sus credenciales académicas ("un profesor respetado" de "crítica documental"); (b) dignificando su propaganda al calificarla como "una extensa investigación histórica"; (c) incluyendo el término "Holocausto" entre comillas y (d) calificando sus mentiras como "hallazgos".[150]
7.
La mentira: "¿Es verdad que Faurisson es un antisemita o un neonazi? Como he señalado antes, no conozco muy bien su trabajo. Pero de lo que he leído (...) no encuentro ninguna evidencia que apoye ninguna de ambas conclusiones. Tampoco encuentro evidencias creíbles en el material que he leído respecto de él, ni entre lo publicado, ni en correspondencia privada. Hasta donde puedo colegir, es un liberal de algún tipo relativamente apolítico".[151]
La verdad: Chomsky conoce bien las opiniones antisemitas y nazis de Faurisson, por ejemplo, que los judíos tenían que llevar una estrella amarilla porque "Hitler estaba posiblemente menos preocupado por la cuestión judía que por asegurar la seguridad del soldado alemán (...) los judíos nos dicen que desde su más tierna infancia participaban en todo tipo de actividades ilícitas o de resistencia contra los alemanes". Faurisson ha escrito en publicaciones neonazis y hablado en mítines neonazis.[152]
6.
La mentira: "Serge Thion (es) un erudito socialista libertario con una historia de oposición a todas las formas de totalitarismo".[153]
La verdad: Serge Thion es un antiguo negador del genocidio de los Jemeres Rojos en Camboya, así como del Holocausto nazi. Ha publicado un libro en apoyo de la negación del Holocausto de Faurisson.[154]
5.
La mentira: "Las conclusiones de Faurisson son diametralmente opuestas a las opiniones que sostengo y he expresado frecuentemente por escrito (por ejemplo, en mi libro Peace in the Middle East?, en el que describo el holocausto como 'el más increíble arrebato de locura colectiva de la historia humana')".[155]
La verdad: La frase en el libro de Chomsky aparece en un pasaje en que exponía "el argumento sionista" para tener un estado judío, al que se oponía.[156]
4.
La mentira: [Negando que permitiera a los negadores del Holocausto publicar la traducción francesa de su Political Economy of Human Rights:] "No intento registrar la innumerables traducciones de mis libros a lenguas foráneas (...) Contacté con el editor, que comprobó sus ficheros y encontró el contrato para la traducción al frances... con Albin-Michel una conocida editorial comercial, hasta donde yo sé".[157]
La verdad: De acuerdo con el negador del Holocausto, Pierre Guillaume, "Chomsky aceptó sin reticencias que su libro se publicara en una colección que controlo y para que la que propuse a Serge Thion y Michele Noel para su traducción. Es decir, aceptó que su trabajo personal sufriera duramente la reacción violenta de la mala reputación que nos han achacado [se refiere a los negadores del Holocausto]. Su libro apareció en mi colección, editado por Hallier-Albin Michel".[158]
3.
La mentira: "Nunca escribí un 'artículo conjunto' con [el negador del Holocausto, Pierre] Guillaume (...) [no hay ninguna] prueba de colaboración conmigo [en preparar al artículo de Guillaume]".[159]
La verdad: Hacia el final de su artículo, Guillaume escribía. "La primera versión del texto antecedente incluía numerosos errores de detalle y un error de evaluación que Chomsky nos indicó al tiempo que reafirmaba que su posición era inamovible y no había cambiado. Corregimos en el texto los errores cometidos que no afectaban al razonamiento y ofrecemos, a continuación, los comentarios de Chomsky".[160]
2.
La mentira: "No veo implicaciones antisemitas en negar la existencia de cámaras de gas o incluso en la negación del holocausto".[161]
La verdad: La idea de negar la existencia de cámaras de gas y el Holocausto fue una invención de activistas antisemitas y neonazis. La negación de la existencia de cámaras de gas y del Holocausto es una táctica básica de propaganda de individuos y movimientos antisemitas y nazis en todo el mundo.[162]
1.
La mentira: "Volviendo a mi implicación en el asunto Faurisson, consiste en firmar una petición y, después, responder a mentiras y calumnias. Punto".[163]
La verdad: Chomsky mintió acerca de las opiniones de los negadores del Holocausto (Faurisson y Thion), publicó uno de sus libros (Political Economy...) en una colección dirigida por un negador del Holocausto (Guillaume), permitió que sus escritos sobre el asunto (Réponses inédites...) se publicaran como libro por un negador del Holocausto (Guillaume), ayudó a preparar un ensayo ("Une mise au point") por un negador del Holocausto (Guillaume) e insistió en que la misma negación del Holocausto no es antisemita. Ha alabado a negadores del Holocausto, aprobado sus credenciales políticas y académicas, colaborado en sus campañas de propaganda y encubierto su programa antisemita y neonazi.
H. Las 10 principales citas erróneas de Chomsky
10.
La mentira: "Indonesia ha sido un alabado aliado desde que el General Suharto llegó al poder en 1965 con un 'terrible baño de sangre' que fue 'la mejor noticia para Occidente en Asia en años' (Time), una 'asombrosa matanza masiva de comunistas y procomunistas', mayoritariamente campesinos sin tierra, que ofreció 'un rayo de luz en Asia' (New York Times)".[164]
La verdad: Time se refería al "terrible baño de sangre" al inicio de su reportaje y concluía que las perspectivas de una paz regional y de neutralidad indonesia en la Guerra Fría eran "la mejor noticia para Occidente en Asia en años".[165] Un artículo en el New York Times describía los cambios estratégicos en Indonesia, India, Pakistán, Japón, Filipinas y China bajo el titular: "Washington: Un rayo de luz en Asia". La "asombrosa matanza masiva" se mencionaba en un editorial un mes después.[166]
9.
La mentira: "Después de la Guerra de los Seis Días, se nos informó que Israel bloqueó una operación de rescate de la Cruz Roja durante cinco días, mientras miles de soldados egipcios morían en el desierto del Sinaí".[167]
La verdad: La fuente de Chomsky decía exactamente lo contrario: "Cientos de camiones israelíes, en una vasta operación de rescate, están hoy recogiendo a los restos del Ejército Egipcio en el Sinaí y trasladando a los soldados rescatados al Canal de Suez (...) La Fuerza Aérea Israelí va a empezar mañana una operación para rescatar soldados aún vagando por el desierto del Sinaí. El Coronel Mosche Perlmann, portavoz del General Dayan, Ministro de Defensa, dijo que participarían los representantes de la Cruz Roja".[168]
8.
La mentira: "Esas cuestiones sólo se les ocurren a 'salvajes en los extremos', por emplear la útil descripción de McGeorge Bundy en 1967 de aquéllos que no llegaban a percibir la nobleza de la cruzada de EE.UU. en Vietnam".[169]
La verdad: Bundy no se estaba refiriendo a la izquierda anteguerra sino a la derecha conservadora: "Hay salvajes en los extremos, pero en el centro del panorama incluso la discusión sobre Vietnam se refiere a la táctica, no al fundamento. Este fue el significado de la aplastante derrota del Senador Goldwater. Puede no haber sido tan salvaje como parecía, pero el país no se arriesgaría".[170]
7.
La mentira: "El Profesor Samuel Huntington (...) explica que el Vietcong es 'una fuerza poderosa que no puede erradicarse de su circunscripción, siempre que ésta continúe existiendo'. La conclusión es evidente y vacila en ella. Podemos asegurar que la circunscripción deja de existir (...) para aplastar la guerra del pueblo, debemos eliminar al pueblo".[171]
La verdad: La frase siguiente de Huntington rechaza esta conclusión: "el Vietcong seguirá siendo una fuerza poderosa que no puede erradicarse de su circunscripción, siempre que ésta continúe existiendo. La paz en el futuro debe por tanto basarse en el acomodo".[172]
6.
La mentira: "Revistas como Far Eastern Economic Review, London Economist, Melbourne Journal of Politics y otras, han ofrecido análisis de especialistas altamente cualificados que han estudiado todas las evidencias disponibles y concluido que las ejecuciones se cifraron como mucho en miles, que éstas se localizaron en áreas de limitada influencia de los Jemeres Rojos y de inusual descontento campesino (...) Esos informes también resaltaban que (...) los repetidos descubrimientos de que los informes de masacres eran falsos".[173]
La verdad: Los "análisis de especialistas altamente cualificados" incluían un reportaje de un periodista que se basaba en una declaración de Pol Pot (Far Eastern Economic Review); una carta al director de un lector (Economist) y un artículo de un estudiante de izquierdas en una revista universitaria (Melbourne Journal of Politics).[174]
5.
La mentira: "El Consejo Nacional Palestino, el gobierno de la OLP, emitió una declaración el 20 de marzo de 1977 pidiendo el establecimiento de 'un estado nacional independiente' en Palestina (en lugar de un estado democrático secular de Palestina) y autorizando la presencia palestina en una conferencia de paz árabe-israelí. El Primer Ministro de Israel, Rabin, respondió 'que el único lugar donde los israelíes pueden encontrarse con las guerrillas palestinas es el campo de batalla'".[175]
La verdad: La declaración afirmaba la "determinación [de la OLP] de continuar la lucha armada" y su compromiso de luchar "sin ninguna paz o reconocimiento de Israel".[176] Rabin respondió que la declaración "demostraba que incluso cuando los llamados moderados la dominan, la organización aún llamaba a la eliminación de Israel. Decía que el único lugar donde los israelíes pueden encontrarse con las guerrillas palestinas es el campo de batalla".[177]
4.
La mentira: "El comandante del FDN [una facción de la Contra] Adolfo Calero dijo (en Miami) que 'no hay ninguna diferencia, ni siquiera una muy sutil, entre una granja civil propiedad del Gobierno y un destacamento militar sandinista' así que el asesinato indiscriminado de civiles es legítimo".[178]
La verdad: Las siguientes palabras de Calero negaban que matar civiles fuera legítimo. "Lo que llaman una cooperativa es también una concentración de tropas lleno de gente armada. No estamos matando civiles. Estamos peleando contra gente armada y contestando con disparos cuando nos disparan".[179]
3.
La mentira: "[The New Republic] aconsejó a Reagan y Cía que debíamos enviar ayuda militar a 'fascistas de estilo latino (...) a pesar de cuántos puedan morir', porque 'hay prioridades estadounidenses más importantes que los derechos humanos de los salvadoreños' (...) [Los editores son] apasionados partidarios del terrorismo de estado (...) esos valores, similares a los de la época nazi, no disminuyen en modo alguno la reputación de la revista...".[180]
La verdad: El editorial resumía y criticaba la argumentación que el portavoz del gobierno hubiera tenido que hacer si entendían los hechos. Concluía: "si se toma en serio evitar una victoria de la guerrilla, debe tomarse en serio los derechos humanos (...) [es decir,] la erradicación de las matanzas masivas (...) [así que] la única opción ética puede ser la intervención militar, no aliados con los escuadrones de la muerte, sino oponiéndose a ellos.[181]
2.
La mentira: "Se ha modelado una concepción muy diferente de la naturaleza humana, una mejor adaptada para el mando de la economía y la sociedad por parte de las instituciones absolutista, irresponsables y totalitarias del mundo empresarial. Por ejemplo, la concepción expresada por el Premio Nobel de Economía James Buchanan, que nos enseña que en 'la situación ideal de cualquier persona', ésta 'elige su amo dentro de un mundo de esclavos'".[182]
La verdad: En realidad, Buchanan escribió: "La sed universal de libertad del hombre es un hecho histórico (...) En un sentido estrictamente personalizado (...) cada persona elige a su amo dentro de un mundo de esclavos. Sin embargo, en un orden social generalizado (...) el anárquico régimen de hombres libres, cada uno de los cuales respeta los derechos de los otros, se convierte en el sueño utópico".[183]
1.
La mentira: "Sólo ese bombardeo [de la planta al-Shifa en Sudán], de acuerdo con las estimaciones de la embajada alemana en Sudán y Human Rights Watch, probablemente ascienda a decenas de miles de muertos".[184]
La verdad: La "estimación" de la embajada alemana fue lo que un ex embajador autocalificaba como "suposición" sin basarse en ninguna evidencia. Human Rights Watch negó públicamente haber dado ninguna estimación.[185]
H. Las 10 principales distorsiones estadísticas de Chomsky
10.
La mentira: "En Corea del Sur, las fuerzas de seguridad, dirigidas por Estados Unidos, mataron a unas 100.000 personas a finales de los 1940. Esto ocurrió antes de la Guerra de Corea".[186]
La verdad: De acuerdo con la historia de ese periodo del investigador de la Guerra de Corea John Merrill, "la guerra vino precedida de una importante insurgencia en el Sur y serios enfrentamiento en el paralelo treinta y ocho", y alrededor de 100.000 personas murieron en "disturbios políticos, guerra de guerrillas y enfrentamientos en la frontera".[187]
9.
La mentira: "Recordar la estimación de Bernard Fall de que para abril de 1965, antes de que se detectara el primer batallón norvietnamita en el Sur, más de 160.000 'vietcong' habían caído 'bajo el aplastante peso de las armas americanas, el NAPALM, los bombarderos y, finalmente, gas nervioso".[188]
La verdad: Fall informaba de las estimaciones de la propaganda del Vietcong: "la propia declaración del NFL [es] que más de 160.000 sudvietnamitas (de los suyos, posiblemente), han muerto hasta ahora en esta guerra".[189]
8.
La mentira: "[Francois] Ponchaud cita de un informe camboyano que 200.000 personas murieron en bombardeos estadounidenses del 7 de marzo al 15 de agosto de 1973. No da la fuente (...) Ponchaud cita 'autoridades camboyanas' que dan las cifras de 800.000 muertos y 240.000 heridos antes de la liberación. Estas cifras no son creíbles".[190]
La verdad: Ponchaud estaba informando acerca de afirmaciones de la propaganda camboyana: el bombardeo mató a 200.000 personas "de acuerdo con los cálculos de los revolucionarios" y "las autoridades de Kampuchea declararon 800.000 muertos y 200.000 incapacitados como consecuencia de la guerra".[191]
7.
La mentira: "Los bombardeos [estadounidenses en Camboya], que la CIA estimó que habían matado unas 600.000 personas, movilizaron a los Jemeres Rojos...".[192]
La verdad: La estimación de la CIA se refería a "muertes relacionadas con la guerra" causadas por ambos bandos, no al total de muertos por bombardeos, que no se comentaba. La CIA advertía que las cifras eran "discutibles" y concluía: "Ninguna de esas estimaciones tiene buena justificación.[193] La cifra de 600.000 puede haber sido inventada por el propio Pol Pot y es más del doble del número real de muertes relacionadas con la guerra.[194]
6.
La mentira: "Supongamos que sus [de Estados Unidos] estimaciones de posguerra [de muertes en Camboya] son correctas. Al ser Estados Unidos directamente responsables de la situación al final de la guerra, también lo es del millón aproximado de muertes que se predecían como consecuencia directa de esa situación"[195]
La verdad: La predicción estadounidense no se refería a los efectos de la guerra, sino a las matanzas masivas que se esperaban como consecuencia de la brutal toma del poder de los Jemeres Rojos, especialmente la marcha de la muerte desde Phnom Penh.[196]
5.
La mentira: "Ponchaud (...) estimó el número de muertos [por los Jemeres Rojos] en 100.000 o más..."[197]
La verdad: Ponchaud estimó la cifra de ejecutados por los Jemeres Rojos en 100.000 o más; estimó que la suma total de las brutalidades de los Jemeres Rojos (ejecuciones masivas, marchas de la muerte, trabajos forzados, hambrunas) en 800.000 -1,4 millones el primer año y 2 millones al terminar el régimen.[198]
4.
La mentira: "El informe demográfico de la CIA [sobre Camboya] da una cifra de 50.000 a 100.000 personas que "pueden haber sido ejecutadas" y una estimación de muertes por todas las causas que no tiene sentido...".[199]
La verdad: El estudio demográfico de la CIA estimaba que 250.000 personas fueron condenadas a ejecución y que 50.000-100.000 fueron realmente ejecutadas en sólo una purga de los Jemeres Rojos, de abril de 1975 a enero de 1977. El informe cifra la disminución total de la población bajo los Jemeres Rojos en 1,2-1,8 millones.[200]
3.
La mentira: "Muchos ataques israelíes no son en absoluto represalias, incluyendo la invasión de 1982, que devastó buena parte del Líbano y dejó 20.000 civiles muertos...".[201]
La verdad: En la primera semana de la guerra de 1982, la OLP estimó 10.000 muertes. A pesar de esas "extremadas exageraciones", la agencia de noticias de la OLP se convirtió en la "fuente principal de información" de las autoridades libanesas.[202] En consecuencia, para fines de 1982 el gobierno libanés estimó más de 19.000 muertes, en su mayoría combatientes.[203] En 1984, el gobierno libanés abandonó está cifra, anunciando que "unos 1.000 libaneses murieron como consecuencia de la invasión israelí".[204]
2.
La mentira: "La invasión [israelí del Líbano] y su secuelas inmediatas dejaron unos 20.000 muertos; de acuerdo con fuentes libanesas, el total en los años siguientes fue de unas 25.000 [es decir, Israel ha matado a 45.000 libaneses]".[205]
La verdad: Chomsky está contando dos veces las invenciones de la propaganda árabe. La primera cifra fue abandonada por el gobierno libanés hace años (ver más arriba). La segunda cifra viene en una sola frase en un reportaje que ofrece una estimación sin justificación que claramente incluye la guerra de 1982.[206]
1.
La mentira: "EE.UU. y Gran Bretaña (...) habían matado en torno a 100.000 personas [en Irak] hasta el pasado octubre [de 2004], obviamente son más ahora".[207]
La verdad: Un estudio de 2004 afirmaba que la guerra de Iraq llevó a 100.000 muertes en exceso.[208] Incluía combatientes y civiles. Incluía muertes de enemigos y de aliados. Un análisis independiente de sus cifras sugirió que 39.000 murieron a manos del otro bando y el resto por otras causas.[209]
A. Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre sí mismo
10.
La mentira: "Nunca me he considerado un 'marxista' y de hecho considero conceptos como 'marxista' (o 'freudiano', etc.) como más propias de la religión organizada que del análisis racional".[210]
La verdad: Una década antes, Chomsky afirmó: "en mi opinión, una perspectiva marxista-anarquista [en política] se justifica de forma muy distinta de lo que pueda ocurrir en ligüística". Después decía: "No veo razón alguna para abandonar la idea anarquista (...) igual que no abandonaría el marxismo".[211]
9.
La mentira: "Mis propios escritos incluyen considerables discusiones acerca de la naturaleza criminal de la doctrina y práctica marxista-leninista".[212]
La verdad: Chomsky había declarado antes: "Sería un error grotesco decir que Stalin fue simplemente la puesta en práctica de los principios leninistas", pues El Estado y la Revolución de Lenin "es en principio excelente". Su principal crítica no fue que Lenin fuera un asesino en masa, sino que eliminara a sus compañeros comunistas.[213]
8.
La mentira: "Si mira lo que he escrito sobre la guerra del Vietnam, no hay una sola palabra de apoyo al Vietcong. Toda la izquierda apoyaba a Ho Chi Minh: yo decía que Vietnam del Norte era una brutal dictadura estalinista".[214]
La verdad: Chomsky dijo a una audiencia norvietnamita: "Vuestro heroísmo revela las capacidades del espíritu y el deseo humano. La gente decente de todo el mundo ve en vuestra lucha un modelo para sí mismos".[215] Escribió que Vietnam del Norte estaba "creando una sociedad industrial moderna, igualitaria y democrática", que "ofrece a los campesinos esperanza para el futuro". Y añadía: "Sus logros son, sin duda, muy notables".[216] Llamó al Vietnam comunista de posguerra un "milagro de reconciliación y mesura".[217]
7.
La mentira: "[Un crítico] afirma que he argumentado 'que no se debe dar credibilidad a los refugiados de Camboya', basándose en una artículo-comentario (...) en el que escribimos que 'sus informes deben ser seriamente considerados' ¿Cómo puede transformar nuestras conclusiones en lo contrario? Sencillo. Suprimiendo nuestras conclusiones y sólo señalando que 'son necesarias cautela y prudencia' por las razones que hemos mencionado, que, como añadimos, son de sentido común".[218]
La verdad: Chomsky argumentaba claramente que no debía darse credibilidad a los refugiados. Refiriéndose a "la extrema falta de credibilidad de los informes de los refugiados", explicaba: "Los refugiados están asustados e indefensos, a merced de las fuerzas extranjeras. Naturalmente, tienden a decir lo que creen que sus interlocutores quieren oír. Aunque esos informes deben ser seriamente considerados, son necesarias cautela y prudencia. En concreto, los refugiados preguntados por occidentales y tailandeses tienen un interés personal en informar de atrocidades por parte de los revolucionarios camboyanos...".[219]
6.
La mentira: "Como es difícil creer que los editores tomen a sus lectores por idiotas, supongo que debe ser algún tipo de error tipográfico y que los editores realmente quería decir que nunca he prologado ninguna 'publicación de la OLP'. Esto último tendría al menos el mérito de ser verdad...".[220]
La verdad: En 1976, Chomsky escribió el prólogo de un libro de Sabri Jiryis, del Centro de Investigación de la OLP en Beirut.[221] Jiryis se describía a sí mismo como "un viejo terrorista cabezota", añadiendo que después de 1967 había sido responsable de "supervisar acciones clandestinas [es decir, ataques terroristas] de al-Fatah" en el norte de Israel.[222]
5.
La mentira: [Desmintiendo su afirmación de que Estados Unidos y Gran Bretaña utilizaron los ejércitos nazis para atacar a la Unión Soviética y prolongar el Holocausto:] "tan ridículo como para merecer comentario (...) Nadie puede emplear seriamente esto como fuente (...) acusaciones infantiles en revistas intentando desacreditar a enemigos políticos (...) un intento de desacreditar un enemigo político odiado (...) No tengo nada que ver (...) casi todo calumnias(...) un ridículo artículo calumnioso en el New Yorker".[223]
La verdad: La afirmación de Chomsky, tal como se cita en el New Yorker, está grabada en vídeo.[224]
4.
La mentira: "Probablemente he sido durante años el mayor opositor a la campaña de desinversiones en Israel".[225]
La verdad: Antes, ese mismo año, Chomsky había firmado una petición para que las universidades desinvirtieran en Israel. "La desinversión será un proceso largo y lento", se lamentó una semana antes de aparecer como conferenciante estrella en una convención universitaria para apoyar la campaña de desinversiones.[226]
3.
La mentira: "No predije nada [acerca de un 'genocidio silencioso' en Afganistán] (...) Las alarmas siguen siendo igualmente adecuadas, una realidad que no debería ser necesario explicar".[227]
La verdad: Chomsky dijo que "un número desconocido de afganos morirán por hambre (...) quizá haya millones de afganos muriéndose de hambre". Declaró que "Washington actuó en seguida para asegurarse la muerte y el sufrimiento de un enorme número de afganos, millones de los cuales ya estaban al borde de la inanición" y observó que el "perceptible plan de la administración sería continuar el programa de genocidio silencioso".[228] Ese genocidio no se produjo entonces ni a partir de entonces.
2.
La mentira: "El término 'teoría conspiratoria' es particularmente revelador. Siempre me he opuesto explicita y enérgicamente a las 'teorías conspiratorias' e incluso soy conocido por ello".[229]
La verdad: Chomsky considera a los deportes, los concursos y el sexo como parte de la conspiración de los medios de comunicación: "En lo que se refiere a la población en general, a la que se dirigen los medios de comunicación de masas reales, lo principal es quitárselos de encima. Hacer que se interesen por otra cosa. Deportes profesionales (...) ¿Quién quiere ser millonario?, quién va a ganar las Series Mundiales, sexo, cualquier cosa que no importe. Y si vemos los medios de comunicación de masas, eso es lo que hacen".[230]
1.
La mentira: "Hay muchas cosa que evitan que no fijemos en las estructuras que nos rodean y cualquiera que se salga del guión corre serio peligro. No es que te vayan a pegar un tiro en este país, como ocurriría en muchas sociedades asesinas, pero hay sin duda sanciones, en términos de carrera profesional, estatus, ingresos".[231]
La verdad: Lejos de imponerle sanciones por sus opiniones, el gobierno estadounidense dio a Chomsky su carrera profesional, estatus e ingresos. Como una vez admitió, "el MIT paga sólo un treinta o un cuarenta por ciento de mi salario. El resto viene de otras fuentes, en su mayor parte, del Departamento de Defensa".[232]
[1] Carta reimpresa en Alexander Cockburn, The Golden Age Is In Us (Verso, 1995), páginas 149-151.
[2] Alec Nove, “Victims of Stalinism: How Many?” en J. Arch Getty y Roberta T. Manning, eds., Stalinist Terror (Cambridge University Press, 1993), página 266 (Ucrania); Jan T. Gross, Revolution From Abroad (Princeton University Press, 2002), páginas 228-229 (Polonia); Martyn Rady, Romania in Turmoil (I.B. Tauris, 1992), página 31 (Rumanía); Washington Post, 16 de enero de 1994 (Bielorrusia); Karel Bartosek, “Central and Southeastern Europe”, in Stephane Courtois, ed., The Black Book of Communism (Harvard University Press, 1999), página 395, publicado en España como El libro negro del comunismo (Pozuelo de Alarcón: Espasa-Calpe, 1998) (Hungría, Bulgaria); Los Angeles Times, 27 de octubre de 1991 (Alemania del Este); US News & World Report, 20 de octubre de 1997 (Lituania); New York Times, 9 de julio de 1990 (Yugoslavia); Philadelphia Inquirer, 3 de noviembre de 1999 (Checoslovaquia); New York Times, 8 de julio de 1997 (Albania); David M. Glantz y Jonathan House, When Titans Clashed: How the Red Army Stopped Hitler (University Press of Kansas, 1995), página 307 (prisioneros de guerra); Anthony Beevor, The Fall of Berlin 1945 (Penguin, 2003), página 410, publicado en España como Berlín: la caída, 1945 (Barcelona: Crítica, 2003) (violaciones).
[3] American Power and the New Mandarins (edición revisada , The New Press, 2002), página 137 nota 56.
[4] New York Times, 13 de junio de 1957 (cifras oficiales); 15 de noviembre de 1970 (cifras no oficiales).
[5] Basil Ashton, Kenneth Hill, Alan Piazza, Robin Zeitz, “Famine in China, 1958-61”, Population and Development Review, Diciembre de 1984, página 614.
[6] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), páginas 342 y 432 nota 168.
[7] J. Price Gittinger, “Communist Land Policy in North Vietnam”, Far Eastern Survey, Agosto de 1959, página 118 (porcentage, error); Robert F. Turner, Vietnamese Communism: Its Origins and Development (Hoover Institution Press, 1975), páginas 141-143 y 155-157 (desertores, diplomático, aislamiento); Gerard Tongas, J'ai vécu dans l'enfer communiste au Nord Viêt-Nam (París: Nouvelles Editions Debresse, 1960), página 222(izquierdista francés). Chomsky al antiguo ofial de Diem Nguyen Van Chau, que tildó la historia de invención de Saigón, pero Chau había sido purgado por las autoridades de Saigon y era un activista en apoyo del Vietcong: New York Times, 23 de noviembre de 1963 (purga); Vietnam News Agency, París, 21 de diciembre de 1972 (Vietcong).
[8] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), páginas 340-341.
[9] Guenter Lewy, America in Vietnam (Oxford University Press, 1978), páginas 272-273 y 448-449.
[10] Frente de Liberación Nacional de la República Democrática de Vietnam (N. del T.).
[11] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), página 352.
[12] Stephen T. Hosmer, Viet Cong Repression and its Implications for the Future (Rand Corporation, 1970), páginas 73-74.
[13] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), página 28.
[14] Human Events, 27 de agosto de 1977 (Nguyen Cong Hoan); Al Santoli, ed., To Bear Any Burden (Indiana University Press, 1999), páginas 272 y 292-2933 (Doan Van Toai, Nguyen Tuong Lai); Orange County Register, 29 de abril de 2001 (campos de concentración); San Diego Union, 20 de julio de 1986 (boat people).
[15] Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (South End Press, 1979), páginas 264-265.
[16] Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique (París: L'Harmattan,
1995), páginas 41-48 y 57.
[17] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 380, publicado en España como El miedo a la democracia (Barcelona: Crítica, 2004).
[18] Washington Post, 21 de enero 2006, citando la Comisión de la Verdad de la ONU.
[19] Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique (París: L'Harmattan,
1995), página 57.
[20] After the Cataclysm (South End Press, 1979), páginas 138-139.
[21] Entrevista en el Time, 10 de marzo de 1980.
[22] After the Cataclysm (South End Press, 1979), página 160.
[23] Ea Meng-Try, “Kampuchea: A Country Adrift”, Population and Development Review, Junio de 1981,
página 214.
[24] Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique (París: L'Harmattan, 1995), página 57.
[25] Language and Politics (AK Press, 2004), página 479.
[26] David Henige, Numbers From Nowhere: The American Indian Contact Population Debate (University of Oklahoma Press, 1998), páginas 66-87.
[27] Noble David Cook, Born to Die: Disease and New World Conquest, 1492-1650 (Cambridge University Press, 1998), página206, publicado en España como La conquista biológica: las enfermedades en el Nuevo Mundo (Madrid: Siglo XXI, 2005).
[28] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 88.
[29] James A. LeRoy, “The Philippines and the Filipinos”, Political Science Quarterly, junio de 1906, página 303.
[30] John M. Gates, “War-Related Deaths in the Philippines, 1898-1902”, Pacific Historical Review, agosto de 1984, página 376.
[31] Larissa MacFarquhar, “The Devil's Accountant”, The New Yorker, 31 de marzo de 2003.
[32] Albert L. Weeks, Russia's Life-Saver: Lend-Lease Aid to the USSR in World War II (Lexington Books, 2004).
[33] Larissa MacFarquhar, “The Devil's Accountant”, The New Yorker, 31 de marzo de 2003.
[34] Ver John Williamson, “Chomsky, Language, World War II and Me”, en Peter Collier y David
Horowitz, editores, The Anti-Chomsky Reader (Encounter Books, 2004), páginas 236-239.
[35] “An Exchange on 'The Responsibility of Intellectuals,'” New York Review of Books, 20 de abril de 1967.
[36] Robert P. Newman, Truman and the Hiroshima Cult (Michigan State University Press, 1995), páginas 149, 139 y 105-113.
[37] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), página 16. Énfasis en el original.
[38] Andrew G. Walder y Yang Su, “The Cultural Revolution in the Countryside”, China Quarterly, marzo de 2003 (China); Washington Post, 3 de agosto de 1979 (Vietnam); Forced Back and Forgotten (Lawyers Committee for Human Rights, 1989), página 8 (Laos); Sylvain Boulouque, “Communism in Afghanistan”, en Stephane Courtois, ed., The Black Book of Communism, (Harvard University Press, 1999), página 725 (Afganistán); New York Times, 4 de diciembre de 1994 (Etiopía). Sobre lo absurdo del argumento de Chomsky, ver Stephen J. Morris, “Chomsky on US Foreign Policy”, Harvard International Review, Diciembre-Enero de 1981.
[39] Pirates and Emperors, Old and New (Pluto Press, 2002), página 112, publicado en España como Piratas y emperadores: terrorismo internacional en el mundo de hoy (Barcelona: Ediciones B, 2004).
[40] Washington Post, 23 de marzo de 1980.
[41] Pirates and Emperors, Old and New (Pluto Press, 2002), páginas 84 y 99.
[42] Washington Post, 27 de julio de 1980.
[43] Entrevista en International Socialist Review, Septiembre-octubre de 2002.
[44] The Times, Reino Unido, 8 de abril de 2003.
[45] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), página 88, publicado en España como 11/09/2001 (Barcelona: RBA, 2002)
[46] Milton Leitenberg, “Saddam is the Cause of Iraqis' Suffering”, Institute for the Study of Genocide
Newsletter, Nº 28, sin fecha.
[47] New York Times, 12 de septiembre de 2000.
[48] Sunday Telegraph, Reino Unido, 25 de mayo de 2003.
[49] World Orders, Old and New (Columbia University Press, 1996), página 39, publicado en España como El nuevo orden mundial (y el viejo) (Barcelona: Crítica, 2005).
[50] Michael Ellman, “The 1947 Soviet Famine and the Entitlement Approach to Famines”, Cambridge Journal of Economics, Septiembre de 2000, páginas 603-630.
[51] Anne Applebaum, Gulag: A History (Doubleday, 2003), páginas 583, 579 y 581, publicado en España como Gulag : una historia (Barcelona: Nuevas Ediciones de Bolsillo, 2005).
[52] Deterring Democracy (Vintage, 1992), páginas 10-11.
[53] El texto completo, en http://www.fas.org/irp/offdocs/nsc-hst/nsc-68.htm (N. del T.).
[54] “NSC 68: United States Objectives and Programs for National Security”, 14 de abril de 1950, en Naval
War College Review, Mayo-Junio de 1975.
[55] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 99.
[56] Jung Chang y Jon Halliday, Mao: The Unknown Story (Jonathan Cape, 2005), página 338.
[57] Powers and Prospects (Pluto Press, 1996), páginas 178 y 199.
[58] Arnold C. Brackman, The Communist Collapse in Indonesia (W.W. Norton & Co., 1969), páginas 63-65.
[59] H.W. Brands, “The Limits of Manipulation: How the United States Didn't Topple Sukarno,” Journal
of American History, diciembre de 1989, página 801.
[60] Ibíd., página 803. La periodista Kathy Kadane dijo que la Embajada Estadounidense dio una “lista de la muerte” de 5.000 comunistas, pero su reportaje fue desacreditado: ver New York Times, 12 de 1990; AIM Report, Septiembre de 1990.
[61] Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (Vintage, 1994), página 181.
[62] The Economist, 26 de febrero de 1983.
[63] Washington Post, 23 de abril de 1985.
[64] “Vietnam: How Government Became Wolves,” New York Review of Books, 15 de junio de 1972.
[65] Spencer C. Tucker, editor, Encyclopedia of the Vietnam War (Oxford University Press, 2001), páginas 448-449.
[66] Rogue States: The Rule of Force in World Affairs (Pluto Press, 2000), página 9, publicado en España como Estados canallas : el imperio de la fuerza en los asuntos mundiales (Barcelona: Paidós, 2004).
[67] Craig Etcheson, After the Killing Fields (Praeger, 2005), páginas 24 y 27.
[68] The Guardian, Reino Unido, 6 de julio de 1991.
[69] Stephen J. Morris, “ABC Flacks For Hanoi,” Wall Street Journal, 26 de abril de 1990 y “Skeletons in the Closet,” The New Republic, 4 de junio de 1990.
[70] Hegemony or Survival (Penguin Books, 2004), página 94., publicado en España como Hegemonía o supervivencia: la estrategia imperialista de Estados Unidos (Barcelona: Ediciones B, 2005).
[71] Médicos sin Fronteras, “Angola: An Alarming Nutritional Situation,” Agosto de 1999 (total de muertos de Angola); Washington Post, 18 de marzo de 1978 (intervención en Etiopía); New York Times, 14 de diciembre de 1994 (total de muertos de Etiopía).
[72] Powers and Prospects (Pluto Press, 1996), página 199.
[73] South African Destabilization: The Economic Cost of Frontline Resistance to Apartheid (Comisión Económica de la ONU para África, 1989).
[74] La mitología izquierdista sobre esas guerras está correctamente desacreditada en W. Martin James, A Political History of the Civil War in Angola, 1974-1990 (Transaction, 1991) y David Hoile, Mozambique, Resistance and Freedom: A Case For Reassessment (Londres: Mozambique Institute, 1994).Hoile desmantela el infame Informe Gersony del Departamento de Estado sobre supuestas atrocidades del RENAMO.
[75] World Orders, Old and New (Columbia University Press, 1996), página 62.
[76] National Society for Human Rights, Ending the Angolan Conflict, Windhoek, Namibia, 3 de julio de 2000 (partidos de oposición, masacres); John Matthew, Letters, The Times, Reino Unido, 6 de noviembre de 1992 (observador electoral); NSHR, Notas de prensa, 12 de septiembre de 2000, 16 de mayo de 2001 (atrocidades del MPLA).
[77] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), página 12.
[78] Paul Fregosi, Jihad in the West: Muslim Conquests from the 7th to the 21st Centuries (Prometheus
Books, 1998).
[79] “There's Good Reason to Fear US,” Toronto Star, 7 de septiembre de 2003.
[80] Peter Calvocoressi, John Wint y Guy Pritchard, The Penguin History of the Second World War (Penguin, 1999), páginas 453, 577-578.
[81] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), páginas 11-12.
[82] Ronald Spector, Eagle Against the Sun: The American War With Japan (Vintage Books, 1985), páginas 101 y 178.
[83] Entrevista, Monthly Review, Noviembre de 2001.
[84] Peter Bergen, Holy War, Inc. Inside the Secret World of Osama Bin Laden (Touchstone, 2002), página 66, publicado en España como Guerra santa, S.A..: la red terrorista de Osama Bin Laden (Barcelona: Nuevas Ediciones de Bolsillo, 2002); Jason Burke, Al-Qaeda: The True Story of Radical Islam (Penguin, 2003), página 59 publicado en España como Al Qaeda (Barcelona: RBA, 2004); Steve Coll, Ghost Wars: The Secret History of the CIA, Afghanistan and Bin Laden, From the Soviet Invasion to September 10, 2001 (Penguin, 2004), página 87.
[85] La Jornada, Mexico, 15 de septiembre de 2001.
[86] Steve Coll, Ghost Wars: The Secret History of the CIA, Afghanistan and Bin Laden, From the Soviet Invasion to September 10, 2001 (Penguin, 2004), páginas 249-250 y 404.
[87] La Jornada, Mexico, 15 de septiembre de 2001.
[88] Ver, por ejemplo, Daniel Pipes, Militant Islam Reaches America (W.W. Norton & Co., 2002); David Cook, Understanding Jihad (University of California Press, 2005).
[89] “On the Bombings”, ZNet, 11 de septiembre de 2001: http://www.zmag.org/chomnote.htm.
[90] Washington Post, 21 de agosto de 1998.
[91] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), páginas 59-60.
[92] Jason Burke, Al-Qaeda: The True Story of Radical Islam (Penguin, 2003), página 248.
[93] Sunday Times, Reino Unido, 8 de septiembre de 2002.
[94] “The New War Against Terror”, Conferencia en el Massachusetts Institute of Technology, 18 de octubre de 2001.
[95] New York Times, 1 de febrero de 2002.
[96] Pirates and Emperors, Old and New (Pluto Press, 2002), página 150.
[97] Los Angeles Times, 4 de enero de 2002.
[98] Carta al Wall Street Journal, 5 de febrero de 2002.
[99] The Spectator, Reino Unido, 30 de noviembre de 2002.
[100] Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (Vintage, 1994), páginas 71-72.
[101] Piero Gleijeses, Shattered Hope: The Guatemalan Revolution and the United States, 1944-1954 (Princeton University Press, 1991), páginas 84, 147, 145, 155 y 181-182. Este libro es una auténtica hagiografía de Arbenz.
[102] “Antecedentes Inmediatos (1944-1961): El derrocamiento de Arbenz y la intervención militar de 1954,” en Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), Guatemala: Memoria Del Silencio (Guatemala, 1999), Capítulo primero.
[103] Nicholas Cullather, Secret History: The CIA's Classified Account of its Operation in Guatemala,
1952-1954 (Stanford University Press, 1999) páginas 24-27, un estudio basado en los archivos de la CIA.
[104] Entrevista, Hot Type With Evan Solomon, CBC Newsworld, Canadá, 9 de diciembre de 2003.
[105] Declaración del quiebre de la democracia chilena”, Resolución de la Cámara de Diputados, Chile, 22 de agosto de 1973: http://www.archivochile.com/Poder_Dominante/pod_publi_parl/PDparlamento0003.pdf.
[106] Mark Falcoff, Modern Chile, 1970-1989 (Transaction, 1989), páginas 199-251 y “Kissinger and Chile: The Myth That Will Not Die”, Commentary, Noviembre de 2003; Joaquin Fermandois, “The Persistence of a Myth: Chile in the Eye of the Cold War Hurricane”, World Affairs, Invierno de 2005.
[107] The Harvard Crimson, 20de marzo de 1985.
[108] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), página 79.
[109] Roger Miranda y William Ratliff, The Civil War in Nicaragua (Transaction, 1993), páginas 97-125 y 135-150.
[110] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 117.
[111] Washington Post, 15 de mayo de 1982 (Socorro Jurídico); 19 de agosto 1984 (massacre inventada); 6 de agosto de 1986 (desertor); Human Events, 15 de septiembre de 1990 (notas de prensa falsificadas).
[112] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 168.
[113] New York Times, 24 de junio de 1984; Washington Post, 27 de junio de 1984.
[114] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 72.
[115] John Norton Moore, The Secret War in Central America (University Publications of America, 1987) página 143 nota 94 (2.000 asesinatos); Roger Miranda y William Ratliff, The Civil War in Nicaragua (Transaction, 1993), página 193 (3.000 desapariciones); Insight on the News, 26 de julio de 1999 (14.000 atrocidades).
[116] Associated Press, 9 de septiembre de 1990 (Brasil, 350 muertos); Rule by Fear: Paraguay After Thirty Years Under Stroessner (Americas Watch, 1985), página 99 (Paraguay, 340 muertos); Los Angeles Times, 9 de diciembre de 2001 (México, 275 muertos); New York Times, 17 de abril de 1989 (Uruguay, 200 muertos); New York Times, 14 de marzo de 1999 (Bolivia, 200 muertos); New York Times, 21 de diciembre de 1995 (Honduras, 184 muertos).
[117] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 54.
[118] Roger Miranda y William Ratliff, The Civil War in Nicaragua (Transaction, 1993), páginas 116-118.
[119] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 306.
[120] Martin Kriele, “Power and Human Rights in Nicaragua,” German Comments, Abril de 1986, páginas 56-57 y 64-65.
[121] LA Weekly, 24-30 de enero de 2003.
[122] Ibíd.
[123] “Middle East Diplomacy: Continuities and Changes,” Z Magazine, Diciembre de 1991.
[124] Reuven Pedatzur, “Coming Back Full Circle: The Palestinian Option in 1967,” Middle East Journal, Primavera de 1995, páginas 273-276 y 278; ver también Washington Post, 6 de julio de 1967.
[125] Avraham Wachman, “A Peace Plan,” The New Republic, 5 de septiembre de 1988; Jerusalem Post, 27 de julio de 1990. En este momento “Sharon estaba de acuerdo con transferir toda la franja occidental a la soberanía palestina a condición de que todos los acuerdos de seguridad quedaran en manos de Israel”: Uzi Benziman, Sharon: An Israeli Caesar (Robson Books, 1985), página 194.
[126] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), página 64, publicado en España como El triángulo fatal: Estados Unidos, Israel y Palestina (Madrid: Editorial Popular, 2002).
[127] Al-Ahram, Egipto, 25 de febrero de 1971, citado en Theodore Draper, “The Road to Geneva,” Commentary, Febrero de1974.
[128] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), páginas 99-100.
[129] Radio Damasco, 15 de octubre de 1973, trascrito en Walter Laqueur, editor, The Israel-Arab Reader (Bantam Books, 1976), página 459.
[130] Al-Ahram, Egipto, 19 de octubre de 1973, citado en Theodore Draper, “The Road to Geneva,” Commentary, Febrero de1974.
[131] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), página 67.
[132] Borrador de Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, 23 de enero de 1976; Newsweek, 5 de enero de 1976; New York Times, 17 de febrero de 1976.
[133] Power and Terror (Seven Stories Press, 2003), página 52, publicado en España como Poder y terror (Barcelona: RBA, 2003).
[134] El Mundo, Venezuela, 11 de febrero de 1980; The Times, Reino Unido, 5 de agosto de 1980; Der Stern, Alemania Occidental, 30 de julio de 1981.
[135] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), página 309.
[136] Ze'ev Schiff y Ehud Ya'ari, Israel's Lebanon War (Simon and Schuster, 1984), página 220.
[137] Power and Terror (Seven Stories Press, 2003), página 54.
[138] Washington Post, 2 de octubre de 1985.
[139] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 25.
[140] Khalaf, Al-Watan, Kuwait, 11 de febrero de 1989; Arafat, BBC Summary of World Broadcasts, 8 de enero de 1990.
[141] “Back in the USA,” Red Pepper, Reino Unido, Mayo de 2002.
[142] Faisal Husseini, Al-Safir, Líbano, 21 de marzo de 2001. Para mapas de las propuestas Clinton-Barak, ver Dennis Ross, The Missing Peace (Farrar, Straus and Giroux, 2004), páginas xxiv-xxv.
[143] Entrevista, 21 de mayo de 2002, en Power and Terror (Seven Stories Press, 2003), página 32.
[144] “His Right to Say It,” The Nation, 28 de febrero de 1981.
[145] Pierre Guillaume, “Une mise au point”, en Droit et Histoire (París: La Vieille Taupe, 1986), página 152.
[146] Werner Cohn, Partners in Hate: Noam Chomsky and the Holocaust Deniers (Avukah Press, 1995), páginas 55-56.
[147] Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers Spartacus, 1984); Language and Politics (AK Press, 2004), página 290.
[148] Entrevista no publicada, 28 de marzo de 1977; Language and Politics (AK Press, 2004), página 176.
[149] “Some Elementary Comments on the Rights of Freedom of Expression”, 11 de octubre de 1980, publicado como prefacio a Robert Faurisson, Mémoire en défense contre ceux qui m'accusent de falsifier l'histoire (París: La Vieille Taupe, 1980).
[150] El texto de la petición se reproduce en Werner Cohn, Partners in Hate: Noam Chomsky and the Holocaust Deniers (Avukah Press, 1995), páginas 33-34.
[151] “Some Elementary Comments on the Rights of Freedom of Expression”, 11 de octubre de 1980, publicado como prefacio a Robert Faurisson, Mémoire en défense contre ceux qui m'accusent de falsifier l'histoire (París: La Vieille Taupe, 1980).
[152] Ver Nadine Fresco, “The Denial of the Dead: On the Faurisson Affair,” Dissent, Otoño de 1981.
[153] “His Right to Say It”, The Nation, 28 de febrero de 1981.
[154] Serge Thion, Vérité historique ou Vérité politique? Le dossier de l'affaire Faurisson. La question
des chambres à gaz (París: La Vieille Taupe, 1980).
[155] “His Right to Say It”, The Nation, 28 de febrero de 1981.
[157] Carta a Outlook (una revista comunista canadiense), 1 de junio de 1989.
[158] Pierre Guillaume, “Une mise au point,” en Droit et Histoire (París: La Vieille Taupe, 1986), página 154. Traducido de la traducción inglesa del francés.
[159] Carta a Outlook (una revista comunista canadiense), 1 de junio de 1989.
[160] Pierre Guillaume, “Une mise au point,” en Droit et Histoire (París: La Vieille Taupe, 1986), página 170. Traducido de la traducción inglesa del francés.
[161] Citada en W.D. Rubinstein, “Chomsky and the Neo-Nazis,” Quadrant, Octubre de 1981.
[162] Como han advertido algunos comentaristas: ver Lucy Dawidowicz, “Lies About the Holocaust,” Commentary, Diciembre de 1980.
[163]Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers Spartacus, 1984); Language and Politics (AK Press, 2004), página 291.
[164] “An Island Lies Bleeding”, The Guardian, Reino Unido, 5 de julio de 1994.
[165] Time, 15 de julio de 1966.
[166] James Reston, “Washington: A Gleam of Light in Asia”, New York Times, 19 de junio de 1966; Editorial, New York Times, 25 de agosto de 1966.
[167] Peace in the Middle East? (Fontana, 1975), página 182 nota 20.
[168] The Times, Reino Unido, 15 de junio de 1967.
[169] “Memories”, Z Magazine, Julio-Agosto de 1995.
[170] McGeorge Bundy, “The End of Either/Or”, Foreign Affairs, Enero de 1967, página 191.
[171] “After Pinkville”, New York Review of Books, 1 de enero de 1970; At War With Asia (Vintage Books, 1970), páginas 87-88.
[172] Samuel P. Huntington, “The Bases of Accommodation”, Foreign Affairs, Julio de 1968, página 653.
[173] “Distortions at Fourth Hand,” The Nation, 25 de junio de 1977.
[174] Nayan Chanda, Far Eastern Economic Review, 29 de octubre de 1976; W.J. Sampson, Cartas, The Economist, 26 de marzo de 1977; B. Kiernan, “Cambodia in the News; 1975/76,” Melbourne Journal of Politics, Diciembre de 1975-Enero de 1976. posteriormente, Ciernan reconoció el genocidio y se convirtió en apologista de la dictadura impuesta por el Vietnam comunista.
[175] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), página 68.
[176] Resolución Política del 13º Consejo Nacional Palestino, arts. 1, 2 y 9, en Yehoshafat Harkabi, The Palestinian Covenant and its Meaning (Vallentine Mitchell, 1979), páginas 149-159.
[177] New York Times, 21 de marzo de 1977.
[178] “Law and Imperialism in the Central American Conflict,” Journal of Contemporary Studies, Primavera-Verano de 1985, página 40.
[179] New York Times, 23 de noviembre de 1984.
[180] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 308.
[181] Editorial, The New Republic, 2 de abril de 1984.
[182] “Industry vs. Labor,” Lies of Our Times, 14 de junio de 1994.
[183] James Buchanan, The Limits of Liberty (University of Chicago Press, 1975), página 92.
[184] Entrevista, Salon.com, 16 de enero de 2002.
[185] Werner Daum, “Universalism and the West,” Harvard International Review, Verano de 2001; Carroll Bogert, Director de Comunicación de Human Rights Watch, “Noam Needs a Fact-Checker,” Salon.com, 22 de enero de 2002.
[186] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 335.
[187] John Merrill, Korea: The Peninsular Origins of the War (University of Delaware Press, 1989), página 181.
[188] Towards a New Cold War (Pantheon Books, 1982), página 145.
[189] Bernard B. Fall, “Viet-Cong - The Unseen Enemy in Viet-Nam”, New Society, Reino Unido, 22 de abril de 1965; reimpreso en Marcus G. Raskin y Bernard B. Fall, The Vietnam Reader (Random House, 1965), página 261.
[190] “Distortions at Fourth Hand”, The Nation, 25 de junio de 1977.
[191] Francois Ponchaud, Cambodia Year Zero (Holt, Rinehart and Winston, 1978), páginas 170 y 71.
[192] “A Rational Reaction”, The Liberal, Reino Unido, Dicembre de 2004-Enero de 2005.
[193] Kampuchea: A Demographic Catastrophe (Central Intelligence Agency, 1980).
[194] Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique (París: L'Harmattan, 1995), página 48.
[195] After the Cataclysm (South End Press, 1979), página 162.
[196] Washington Post, 4 y 23 de junio de 1975.
[197] Carta, Encounter, Julio de 1980.
[198] Francois Ponchaud, Cambodia Year Zero (Holt, Rinehart and Winston, 1978), página 71 (800.000-1,4 millones de muertos); William Shawcross, “The Third Indochina War”, New York Review of Books, 6 de abril de 1978 (2 millones de muertos).
[199] Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (Vintage, 1994), páginas 383-384, nota 2.
[200] Kampuchea: A Demographic Catastrophe (Central Intelligence Agency, 1980).
[201] Rogue States: The Rule of Force in World Affairs (Pluto Press, 2000), página 36.
[202] New York Times, 14 y 26 de julio de 1982.
[203] Associated Press, 1 de diciembre de 1982; Christian Science Monitor, 21 de diciembre de 1982.
[204] Washington Post, 16 de noviembre de 1984.
[205] Rogue States: The Rule of Force in World Affairs (Pluto Press, 2000), página 36.
[206] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), páginas xx y xxii nota 20, citando a Aliza Marcus, Boston Globe, 1 de marzo de 1999.
[207] Entrevista, Socialist Review, Julio de 2005.
[208] Les Roberts y otros, “Mortality Before and After the 2003 Invasion of Iraq: Cluster Sample Survey”, The Lancet, 20-26 de noviembre de 2004.
[209] Reuters, 11 de julio de 2005.
[210] Entrevista, Revolution, Francia, 13 de marzo de 1980; Language and Politics (AK Press, 2004), página 259.
[211] Entrevista, New Left Review, Septiembre-Octubre de 1969; Entrevista, Black Rose, Nº 1, 1974; ambas reimpresas en Language and Politics (AK Press, 2004), páginas 113 y 153.
[212] Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers Spartacus, 1984); Language and Politics (AK Press, 2004), página 293.
[213] Entrevista, New Left Review, Septiembre-Octubre de 1969; Language and Politics (AK Press, 2004), página 110.
[214] New Statesman & Society, Reino Unido, 3 de junio de 1994.
[215] Radio Hanoi, 14 de abril de 1970; Foreign Broadcast Information Service, 16 de abril de 1970. Chomsky admitió haber hecho el discurso en su discusión con Sidney Hook, The Humanist, Marzo-Abril de 1971.
[216] At War With Asia (Vintage Books, 1970), páginas 279 y 281-282.
[217] The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979), página 28.
[218] Cartas al director, Encounter, Julio de 1980.
[219] “Distortions at Fourth Hand”, The Nation, 25 de junio de 1977.
[220] Carta, Nouvelles littéraires, Francia, 2-8 de diciembre de 1982; reimpreso en Noam Chomsky, Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers Spartacus, 1984). Traducido de la traducción inglesa del francés.
[221] Prólogo, Sabri Jiryis, The Arabs in Israel (Monthly Review Press, 1976).
[222] David K. Shipler, Arab and Jew: Wounded Spirits in a Promised Land (Penguin Books, 2002), página 56.
[223] Email citado en John Williamson, “Chomsky, Language, World War II and Me”, en Peter Collier y David Horowitz, editores, The Anti-Chomsky Reader (Encounter Books, 2004), p238.
[224] Ibid. páginas 238-239.
[225] The Harvard Crimson, 12 de diciembre de 2002.
[226] The Tech, MIT, 1 de mayo de 2002; The Harvard Crimson, 8 de mayo de 2002; también The Daily Pennsylvanian, 4 de octubre de 2002.
[227] The Independent, Reino Unido, 4 de diciembre de 2003.
[228] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), páginas 55, 95 y 105.
[229] Citado en Jeffery Klaehn, “A Critical Review and Assessment of Herman and Chomsky's 'Propaganda Model'”, European Journal of Communication, Junio de 2002, página 149.
[230] “Interview: An Hour With Noam Chomsky,” Interventions: International Journal of Postcolonial Studies, Abril de 2002, página 119.
[231] Entrevista, NRC Handelsblad, Holanda, 6 de diciembre de 2003.
[232] Citado en Konrad Koerner, “The Anatomy of a Revolution in the Social Sciences: Chomsky in 1962”, Dhumbadji!, Invierno de 1994.
http://www.liberalismo.org/articulo/372/14/100/100/principales/mentiras/chomsky/
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