*JUAN DE DIOS RIVAS V. ESCRIBE EN SUS LÓGICAS Y UTOPÍAS: “EL RIESGO PAÍS AUMENTA, MALAS POLÍTICAS A GRANEL”
Pienso que los americanos ansiosos de paz, ciencias, artes, comercio y agricultura, preferían las repúblicas a los reinos... SIMÓN BOLÍVAR, 6/9/1815. El Libertador estuvo consiente que todo las conductas totalitarias, autoritarias y hegemónicas darían malos resultados y que los pueblos libres solo requerían de leyes justas, constituciones democráticas y gobiernos republicanos (hoy lo vemos como Humanistas) que aportaran la mayor suma de felicidad (Paz, trabajo y Bienestar) a sus conciudadanos (pueblo soberano). El Padre de la Patria jamás hubiese avalado –ninguna- políticas destructivas y empobrecedoras, el que –toma- se apropia para si, lo que a otros le ha costado trabajo y sacrificio, termina por sacrificar a muchos y empobrece a la nación a costa de unos poco corruptos y sanguijuelas vividoras.
Es malo y muy desquiciado seguir nacionalizando –con negocios redondo para el imperio y corruptos- empresas, fincas y propiedades productivas –sin tener gente eficaz- y con empleo estable, para que en 1 o 2 años “ya no den nada”, el trabajador se quede sin trabajo, mas familias en la pobreza y unos cuantos “rojos rojitos” con los bolsillos buchones –que desparpajo inmoral-. Como escribió alguien, que naciolizamos -racionalizamos términos- o el capricho o la producción de enemigos exitosos. NACIONALICE “palabras maestras que domestican el espacio subjetivo y las relaciones sociales”. “Discursos de las ciencias de las moralidades, de las artes, de las doxas”; en todas esta esferas la modernidad- colonialidad se hace presente en una locura que nos esta aterrando, nos deja indefensos hacia el mediano plazo y seguramente hambrientos al mediano plazo.
Veamos cifras no actualizadas, 20% más rico del planeta consume – destruye 82.7% de los bienes del planeta, mientras 20% más pobre consume sólo 1,4% de dichos bienes (PNUD,1992).
El problema número 1 de la política mundial es la cuestión de las relaciones entre Norte y Sur, dadas las conexiones entre crisis socioeconómica y crisis ecológica. Desigualdad polarización, exclusión y crisis ecológicas son nudos de una misma trama. Aquí es inevitable referirse a que la pobreza mas grande se localiza donde esta gobernando un autócrata o un revolucionario (¿de pacotilla?), que entiende que someter a un pueblo a la miseria, el desempleo y las misiones, le permite reinar –con la ayuda de corruptos- por más tiempo e ir cambiando leyes y constitución.
Lo que está en juego es el territorio existencial de la vida digna. Ya el capitalismo hegemónico del estado nos había maltratado la dignidad; ahora pretende liquidar la vida a las generaciones futuras. Y tal vez de la nuestra.
Para sensibilizar la crisis que se nos avecina, ¿será necesario? confinar temporalmente, a modo de experimento micro – fascista-, a nuestras élites económicas, políticas y culturales, en túneles de aire contaminado de miedo, darles de beber agua envenenada de desesperanza, llenarles sus carritos de supermercado con alimentos trasgénicos o cancerigenos industrializados y de productos provenientes del eje del mal comunista. Con la ecología no estamos ante simples interpretaciones posmodernas.
Estamos ante una civilización –v republica- que se jacta de orgullo de historias fracasadas y llenas de sudor, sangre y lágrimas. En la Venezuela de hoy los índices de la “esperanza de vida” están disminuyendo rápidamente, pero que no calcula aún “probalidad de exterminio” auto–inducido. Hay que afrontar que las malas políticas del gobierno son una constante “no pegan una”. De la falacia roja rojita no se ve futuro bueno. Allí toma lugar la política radical de ‘como vamos viendo, vamos andando. Calamidad – hegemónica- que afecta y daña la racionalidad y la lógica.
No es posible seguir adelante con nuestros modelos –estilos de crecimiento económico- inflacionario, escasez, desempleo y pobreza galopante, que simplemente destruyen la posibilidad de la vida misma en el planeta y la patria. No son posible simples “soluciones técnicas”, “programas de optimización, cálculo y control de riesgos”. Si sigue el actual gobierno ¿ellos no saben de políticas publicas? O si. Hay una crisis de fundamentos epistémicos, axiológicos de los conocimientos científicos, de las representaciones e imaginarios calificados como socialismo del siglo XXI.
Juan de Dios Rivas Velásquez
Pienso que los americanos ansiosos de paz, ciencias, artes, comercio y agricultura, preferían las repúblicas a los reinos... SIMÓN BOLÍVAR, 6/9/1815. El Libertador estuvo consiente que todo las conductas totalitarias, autoritarias y hegemónicas darían malos resultados y que los pueblos libres solo requerían de leyes justas, constituciones democráticas y gobiernos republicanos (hoy lo vemos como Humanistas) que aportaran la mayor suma de felicidad (Paz, trabajo y Bienestar) a sus conciudadanos (pueblo soberano). El Padre de la Patria jamás hubiese avalado –ninguna- políticas destructivas y empobrecedoras, el que –toma- se apropia para si, lo que a otros le ha costado trabajo y sacrificio, termina por sacrificar a muchos y empobrece a la nación a costa de unos poco corruptos y sanguijuelas vividoras.
Es malo y muy desquiciado seguir nacionalizando –con negocios redondo para el imperio y corruptos- empresas, fincas y propiedades productivas –sin tener gente eficaz- y con empleo estable, para que en 1 o 2 años “ya no den nada”, el trabajador se quede sin trabajo, mas familias en la pobreza y unos cuantos “rojos rojitos” con los bolsillos buchones –que desparpajo inmoral-. Como escribió alguien, que naciolizamos -racionalizamos términos- o el capricho o la producción de enemigos exitosos. NACIONALICE “palabras maestras que domestican el espacio subjetivo y las relaciones sociales”. “Discursos de las ciencias de las moralidades, de las artes, de las doxas”; en todas esta esferas la modernidad- colonialidad se hace presente en una locura que nos esta aterrando, nos deja indefensos hacia el mediano plazo y seguramente hambrientos al mediano plazo.
Veamos cifras no actualizadas, 20% más rico del planeta consume – destruye 82.7% de los bienes del planeta, mientras 20% más pobre consume sólo 1,4% de dichos bienes (PNUD,1992).
El problema número 1 de la política mundial es la cuestión de las relaciones entre Norte y Sur, dadas las conexiones entre crisis socioeconómica y crisis ecológica. Desigualdad polarización, exclusión y crisis ecológicas son nudos de una misma trama. Aquí es inevitable referirse a que la pobreza mas grande se localiza donde esta gobernando un autócrata o un revolucionario (¿de pacotilla?), que entiende que someter a un pueblo a la miseria, el desempleo y las misiones, le permite reinar –con la ayuda de corruptos- por más tiempo e ir cambiando leyes y constitución.
Lo que está en juego es el territorio existencial de la vida digna. Ya el capitalismo hegemónico del estado nos había maltratado la dignidad; ahora pretende liquidar la vida a las generaciones futuras. Y tal vez de la nuestra.
Para sensibilizar la crisis que se nos avecina, ¿será necesario? confinar temporalmente, a modo de experimento micro – fascista-, a nuestras élites económicas, políticas y culturales, en túneles de aire contaminado de miedo, darles de beber agua envenenada de desesperanza, llenarles sus carritos de supermercado con alimentos trasgénicos o cancerigenos industrializados y de productos provenientes del eje del mal comunista. Con la ecología no estamos ante simples interpretaciones posmodernas.
Estamos ante una civilización –v republica- que se jacta de orgullo de historias fracasadas y llenas de sudor, sangre y lágrimas. En la Venezuela de hoy los índices de la “esperanza de vida” están disminuyendo rápidamente, pero que no calcula aún “probalidad de exterminio” auto–inducido. Hay que afrontar que las malas políticas del gobierno son una constante “no pegan una”. De la falacia roja rojita no se ve futuro bueno. Allí toma lugar la política radical de ‘como vamos viendo, vamos andando. Calamidad – hegemónica- que afecta y daña la racionalidad y la lógica.
No es posible seguir adelante con nuestros modelos –estilos de crecimiento económico- inflacionario, escasez, desempleo y pobreza galopante, que simplemente destruyen la posibilidad de la vida misma en el planeta y la patria. No son posible simples “soluciones técnicas”, “programas de optimización, cálculo y control de riesgos”. Si sigue el actual gobierno ¿ellos no saben de políticas publicas? O si. Hay una crisis de fundamentos epistémicos, axiológicos de los conocimientos científicos, de las representaciones e imaginarios calificados como socialismo del siglo XXI.
Juan de Dios Rivas Velásquez
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