*RAFAEL GALLEGOS CASTRO ESCRIBE EN 2001: “HARAKIRI PETROLERO”
A medida que iba cayendo el muro de Berlín —cual strip tease de piedras— el socialismo desnudaba su proverbial ineficiencia. Paso a paso gritaba su totalitarismo, represión, hambrunas, escasez... su fracaso. El mundo dijo: nunca más. Sin embargo, los “revolucionarios” venezolanos compraron esas piedras, no como recuerdo, sino para reconstruir —pedazo a pedazo— otro muro idéntico, en Venezuela. Puro demodé… cual pavo “ye ye go go” que en pleno 2008 se paseara por las calles de Caracas con pantalones tubitos y brincapozos, con un radio transistor en la oreja y en su inocencia creyera que se la está “devorando”. Puro fracaso en producción, distribución, libertades; puro subdesarrollo.
En materia petrolera el fracaso ha sido digno de Ripley. La Pdvsa de hoy no es ni la sombra de la del 2003, cuando realizando la mayor lobotomía empresarial de que se tenga noticia, botó a 23.000 empleados. O sea… descerebraron la industria pivote del país y la convirtieron en la punta de lanza de la implosión de este proceso. Mataron la gallina de los huevos de oro. Y el mismísimo presidente se jactó de ser el responsable de ello. La Pdvsa postlobotomía apenas produce un poco más de dos millones de barriles por día y en barrena, cuando debería producir más de cinco. Nos damos el lujo de producir un Kuwait menos de petróleo todos los días, o un Irak, o un Irán… tres millones de barriles diarios tirados por la borda. Como si algún rey de Arabia Saudita tuviera la desfachatez de provocar desaguisados que disminuyeran su capacidad petrolera desde diez millones de barriles diarios hasta cinco o seis… y encima, se jactara de ello. Hasta el viejo Rockefeller se asombraría al observar como los “revolucionarios” venezolanos han agregado una tercera Ley a su máxima: el mejor negocio del mundo es una petrolera bien administrada, el segundo mejor una petrolera mal administrada. Jamás imaginó una petrolera que —¿ tercera ley?— se ahogara en su propio petróleo.
AHÍ ESTÁ EL DETALLE
Ahora la Pdvsa postlobotomía forma cooperativas fugaces, mantiene misiones; construye centros de diagnóstico, viviendas en el extranjero; fabrica neveras, licuadoras y mesitas con unos adornos de lo más lindos. Importa sandías de Ecuador, bananas de Centroamérica, choclos de Bolivia, porotos de Chile, leche del imperio, granos del imperio, azúcar del imperio, carne del imperio y pollos del imperio. Cuando las cosas se ponen difíciles abre el congelador de Colombia. La famosa ex segunda petrolera del mundo —¿dónde quedarán los lichers?— quedó para los parches de emergencia de la “revolución”. Los deslenguados dicen que cambia petróleo por catedráticos en Cuba… petróleo por comida en Nicaragua, mientras los propios empresarios nicaragüenses dicen que no están preparados para ello… y la última innovación para derrotar la escasez es cambiar petróleo por la alimenticia coca boliviana para cubrir los deficitarios estantes venezolanos con el lema: “si no se le quita el hambre, duérmala”. La verdad es que si la coca fuera tan alimenticia no habría tanta desnutrición en Bolivia. Una petrolera “revolucionaria” que —ahí está el detalle, diría Cantinflas— produce de todo... menos petróleo. ¿Algún “revolucionario” se responsabilizará por hacer una industria energética de primera que maximice la producción petrolera mientras se hace comercial el carro de hidrógeno y acaba con el mercado de gasolinas, y además nos prepare una petroquímica pivote del gran desarrollo industrial que sostenga a la Venezuela del siglo XXI?
Puro Harakiri. Nos vamos convirtiendo —desde lugares privilegiados— en un exportador más de la OPEP. Saquen cuentas. Si sólo producimos 2,300.000 barriles diarios, consumimos internamente 600.000 y colocamos en condiciones preferenciales 300.000 barriles… apenas nos quedan para exportar en condiciones de mercado MENOS DE MILLÓN Y MEDIO DE BARRILES DIARIOS. A este paso, en pocos años apenas exportaremos un millón. ¿Será culpa del imperio… del capitalismo… de la oligarquía? No, puro harakiri. Que paradoja, el país con mayores reservas petroleras en el mundo convertido en un productor marginal de petróleo. ¿Habrá algún responsable “yoprovoquéelparo”?
Antes de la lobotomía, en tiempos de la segunda petrolera del mundo, cada trabajador petrolero producía 73 barriles diarios, hoy apenas produce 20 barriles. De pivote del desarrollo a punta de lanza de la implosión. En lugar de sembrar fue más fácil nadar en la abundancia petrolera. Nadie les explicó que el que nada en petróleo… se ahoga. Glub, glub, glub… hasta con la manito afuera. Parafraseando al amigo Eddie Ramírez, la Pdvsa roja está en rojo… un rojo tan colorado que como el chapulín tendrá que gritar: y ahora ¿quién podrá defenderme? Francamente, creí que tenían más astucia.
(El autor es ingeniero y consultor gerencial)
gallegos.c@hotmail.com
A medida que iba cayendo el muro de Berlín —cual strip tease de piedras— el socialismo desnudaba su proverbial ineficiencia. Paso a paso gritaba su totalitarismo, represión, hambrunas, escasez... su fracaso. El mundo dijo: nunca más. Sin embargo, los “revolucionarios” venezolanos compraron esas piedras, no como recuerdo, sino para reconstruir —pedazo a pedazo— otro muro idéntico, en Venezuela. Puro demodé… cual pavo “ye ye go go” que en pleno 2008 se paseara por las calles de Caracas con pantalones tubitos y brincapozos, con un radio transistor en la oreja y en su inocencia creyera que se la está “devorando”. Puro fracaso en producción, distribución, libertades; puro subdesarrollo.
En materia petrolera el fracaso ha sido digno de Ripley. La Pdvsa de hoy no es ni la sombra de la del 2003, cuando realizando la mayor lobotomía empresarial de que se tenga noticia, botó a 23.000 empleados. O sea… descerebraron la industria pivote del país y la convirtieron en la punta de lanza de la implosión de este proceso. Mataron la gallina de los huevos de oro. Y el mismísimo presidente se jactó de ser el responsable de ello. La Pdvsa postlobotomía apenas produce un poco más de dos millones de barriles por día y en barrena, cuando debería producir más de cinco. Nos damos el lujo de producir un Kuwait menos de petróleo todos los días, o un Irak, o un Irán… tres millones de barriles diarios tirados por la borda. Como si algún rey de Arabia Saudita tuviera la desfachatez de provocar desaguisados que disminuyeran su capacidad petrolera desde diez millones de barriles diarios hasta cinco o seis… y encima, se jactara de ello. Hasta el viejo Rockefeller se asombraría al observar como los “revolucionarios” venezolanos han agregado una tercera Ley a su máxima: el mejor negocio del mundo es una petrolera bien administrada, el segundo mejor una petrolera mal administrada. Jamás imaginó una petrolera que —¿ tercera ley?— se ahogara en su propio petróleo.
AHÍ ESTÁ EL DETALLE
Ahora la Pdvsa postlobotomía forma cooperativas fugaces, mantiene misiones; construye centros de diagnóstico, viviendas en el extranjero; fabrica neveras, licuadoras y mesitas con unos adornos de lo más lindos. Importa sandías de Ecuador, bananas de Centroamérica, choclos de Bolivia, porotos de Chile, leche del imperio, granos del imperio, azúcar del imperio, carne del imperio y pollos del imperio. Cuando las cosas se ponen difíciles abre el congelador de Colombia. La famosa ex segunda petrolera del mundo —¿dónde quedarán los lichers?— quedó para los parches de emergencia de la “revolución”. Los deslenguados dicen que cambia petróleo por catedráticos en Cuba… petróleo por comida en Nicaragua, mientras los propios empresarios nicaragüenses dicen que no están preparados para ello… y la última innovación para derrotar la escasez es cambiar petróleo por la alimenticia coca boliviana para cubrir los deficitarios estantes venezolanos con el lema: “si no se le quita el hambre, duérmala”. La verdad es que si la coca fuera tan alimenticia no habría tanta desnutrición en Bolivia. Una petrolera “revolucionaria” que —ahí está el detalle, diría Cantinflas— produce de todo... menos petróleo. ¿Algún “revolucionario” se responsabilizará por hacer una industria energética de primera que maximice la producción petrolera mientras se hace comercial el carro de hidrógeno y acaba con el mercado de gasolinas, y además nos prepare una petroquímica pivote del gran desarrollo industrial que sostenga a la Venezuela del siglo XXI?
Puro Harakiri. Nos vamos convirtiendo —desde lugares privilegiados— en un exportador más de la OPEP. Saquen cuentas. Si sólo producimos 2,300.000 barriles diarios, consumimos internamente 600.000 y colocamos en condiciones preferenciales 300.000 barriles… apenas nos quedan para exportar en condiciones de mercado MENOS DE MILLÓN Y MEDIO DE BARRILES DIARIOS. A este paso, en pocos años apenas exportaremos un millón. ¿Será culpa del imperio… del capitalismo… de la oligarquía? No, puro harakiri. Que paradoja, el país con mayores reservas petroleras en el mundo convertido en un productor marginal de petróleo. ¿Habrá algún responsable “yoprovoquéelparo”?
Antes de la lobotomía, en tiempos de la segunda petrolera del mundo, cada trabajador petrolero producía 73 barriles diarios, hoy apenas produce 20 barriles. De pivote del desarrollo a punta de lanza de la implosión. En lugar de sembrar fue más fácil nadar en la abundancia petrolera. Nadie les explicó que el que nada en petróleo… se ahoga. Glub, glub, glub… hasta con la manito afuera. Parafraseando al amigo Eddie Ramírez, la Pdvsa roja está en rojo… un rojo tan colorado que como el chapulín tendrá que gritar: y ahora ¿quién podrá defenderme? Francamente, creí que tenían más astucia.
(El autor es ingeniero y consultor gerencial)
gallegos.c@hotmail.com
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