No puede hablarse de
economía, si no se habla también de política.
La economía de una nación, requiere que se hagan decisiones desde la
política que están condicionadas por la ideología del partido que la gobierna.
En el caso de Estados
Unidos, su liderazgo económico se materializa en gran parte por la ideología
política que funciona dentro del espíritu de libre mercado, y organismos
internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial
(BM) la Organización Mundial de Comercio (OMC) y una estructura bancaria bajo
el Sistema de Reserva Federal.
Herramientas para llevar a cabo una política económica que impacta la
nación y el mercando financiero mundial.
En el caso de
Cuba, la economía cubana ha sido
condicionada por la ideología Marxista/Leninista de la revolución. Según Marx,
la materia ordena al espíritu, y
el derecho se utiliza para transformar la sociedad con el único propósito de
conducirla al ideal comunista. Más allá
no puede existir libertad, ni verdadera igualdad, ya que el derecho es solo un
instrumento al servicio de la clase dominante.
El fracaso de le
economía en Cuba, no es resultado de ningún embargo económico, sino el hecho de que la nación ha sido gobernada
por más de medio siglo siguiendo la ideología Marxista. Una ideología
que no permite el crecimiento del mercado. Una ideología donde la economía queda
subordinada al poder del Estado
Actualmente, la
economía en Cuba ha llegado a un punto de deterioro que, para poder subsistir, el gobierno castrista necesita tener acceso
a organizaciones internacionales como el
FMI y el BM, y esto lo pretende
conseguir, sin cambiar la ideología
política Marxista/Leninista.
El reciente
acercamiento de Estados Unidos hacia el gobierno castrista, puede considerarse
un intento de tratar de subordinar hasta
cierto punto, la política a la economía.
Sin embargo, hasta el momento, el régimen castrista no ha tomado ningún
paso para nivelar la balanza. En el VI
Congreso del PCC Raül Castro dijo: El
sistema económico que prevalecerá en nuestro país continuará basándose en la
propiedad socialista... la política del Partido, el Gobierno y el Estado, de
actualizar el Modelo Económico y Social, con el objetivo de garantizar la
continuidad e irreversibilidad del socialismo.
Como consecuencia de
la globalización, en otros países fuera
de Cuba, la política en términos generales, ha cambiado quedando subordinada a
la economía, dado la importancia tomada
por el crecimiento del mercado. Un
ejemplo de esto lo vemos en la creación de la Unión Europea donde se avanza
hacia una moneda y mercado único con el propósito de lograr igualdad económica.
Recientemente, el
vicesecretario general del Servicio de Acción Exterior para Asuntos Económicos
Globales de la Unión Europea, Christian Leffler
dijo que, las relaciones entre la Unión Europea y Cuba están marcadas por
el “cambio y la continuidad”.
Dada la ideología
política Marxista/Leninista del gobierno
cubano, se hace difícil establecer objetivos económicos a corto plazo tales
como: sentar las bases para una
economía de mercado y la necesaria estabilización de la economía; mejorar la
infraestructura productiva existente, o mejorar los niveles generales de
producción, ya que la influencia de la
ideología política imperante, es el factor primordial que obstaculiza el llevar
a cabo estos objetivos.
Como ejemplo tenemos
a la Unión Soviética, donde el cambio
economico tuvo lugar cuando surgió un
cambio político con la llegada de Gorbachov.
La nomenclatura empezó a usar palabras como liberación, apertura,
transparencia, y se dio comienzo a la Perestroika hasta llegar
a disolverse el Partido comunista.
Esto nos lleva a
preguntar ¿Cuáles de las estrategia de modelos económicos propuestos en el caso de Cuba son viables?.
Dentro de los
objetivos, el buscar apoyo y
asesoramiento internacional y aprovechar las oportunidades que se abren en el
nuevo contexto internacional, son meritorias y, hasta cierto punto, obtenibles,
ya que no están totalmente sujetas al albedrio de la clase gobernante.
En el contexto de
acciones a tomar que tengan un impacto social,
propuestas de reformas para comenzar el proceso de descentralización; la
implementación de un marco legal y reglamentario; y la creación de mecanismos efectivos de la sociedad civil,
tal vez sean probables, pero no fácilmente posible.
En la política económica – que no es igual a la
economía política - se toman decisiones
que le dan a la economía un rasgo dinámico donde la misma puede adaptarse a
cualquier cambio. EL centralismo
político del gobierno de Cuba, no permite tomar las acciones necesarias para
llegar a la meta económica necesaria
para el desarrollo eficiente del país.
La ideología marxista del gobierno cubano y su política económica, no
permite que se produzca la capacidad
predictiva de la realidad, y poder generar normas y recomendaciones para
transformar la situación caótica de la economía de Cuba.
El mismo Christian
Leffer dice: el fuerte deseo de los
líderes de Cuba de mantenerse en sus estructuras y sus políticas, es una
posición que no permite cumplir los objetivos de sus propios ciudadanos o de
sus socios internacionales.
Segun Ludwig von
Misess, una economía sin trabas supone
que hay un mercado para el intercambio de bienes y servicios y su
funcionamiento no es impedido por el gobierno. Un gobierno que se interesa en
la preservación de la operación del sistema de mercado, se abstiene de
obstaculizar su funcionamiento.
Conclusión: Si queremos un cambio económico que permitan el desarrollo de una
economía de mercado dentro de las leyes, sin fraude ni coerción
para le Republica de Cuba, primero tenemos que cambiar la ideología política de
la corriente dominante.
Marta Menor
CultivamosUnaRosaBlanca
cultivrosablanca@aol.com
@cultivrosablanc
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