Ya no son solo los productos de consumo masivo los que escasean en Venezuela. Ahora se ha agregado otro que cada vez es
más difícil conseguir en las cantidades requeridas, el efectivo, o más
específicamente, los billetes de más alta denominación.
¿A qué se debe este fenómeno y qué
consecuencias está generando? La primera
razón es la alta y creciente inflación que estamos sufriendo, lo cual hace que
la cantidad de dinero que hay que disponer para comprar cualquier cosa, por
menuda o simple que ella sea, se incrementa grandemente, haciendo que los
retiros de los bancos sean también crecientes.
Eso se exacerba por el hecho de
que la autoridad monetaria, o el gobierno, se niega a emitir billetes de más
alta denominación, haciendo que el de mayor valía, el de cien bolívares,
equivalga a unos quince centavos de dólar si lo convertimos al tipo de cambio
libre, o a solo la mitad de un dólar si utilizamos la tasa de cambio oficial de
Simadi. Si las posibilidades de poner en circulación los billetes cada vez más
demandados son restringidas, por ejemplo, por escasez de papel moneda o
limitaciones en la capacidad de producirlos, ello crea un desabastecimiento
creciente de estos instrumentos de pago.
Otra razón que genera la escasez de efectivo
es el incontrolado contrabando de extracción generado por los absurdos
controles de precios y masivos subsidios existentes en Venezuela. En efecto, al
ser los precios de muchos productos de consumo masivo muy inferiores a los
existentes en otros países vecinos, resulta un excelente negocio adquirir estos
bienes en Venezuela, llevarlos al otro lado de la frontera y venderlos a un
precio muy superior. Para ello se necesitan bolívares con qué comprar los
productos en territorio nacional, razón por la que las personas dedicadas a
este tipo de actividad están ávidos de acceder a billetes venezolanos,
particularmente los de más alta denominación, estando dispuestos a pagar una
prima para adquirirlos. De hecho, es sabido que en Cúcuta y en otras zonas
fronterizas colombianas el precio de un billete de cien bolívares es 120 y
hasta 140 bolívares en pesos equivalentes. La razón es muy simple. Quien paga
esa cantidad normalmente tiene a su servicio a un grupo de personas dispuestas
a pasar la frontera con el fin de comprar productos subsidiados en Venezuela y
llevarlos al otro país, donde al venderse a un precio mucho mayor se obtienen
pingües ganancias que cubren con creces la prima pagada.
Eso explica por qué los retiros bancarios en
las zonas fronterizas venezolanas han aumentado notablemente, siendo los
billetes de más alta denominación los más demandados y, por lo tanto, los que
más escasean. Esto ha llevado a la imposición de límites de retiros bancarios
en efectivo, particularmente en las zonas fronterizas, generando desagrado y
rechazo entre los depositantes, quienes no aceptan la limitación que se le ha
impuesto al acceso de fondos de sus cuentas bancarias, y quienes en muchos
casos se ven imposibilitados de hacer transacciones que nada tienen que ver con
el contrabando de extracción ya explicado, viendo afectada su calidad de vida
de forma notoria.
¿Qué hacer ante esta situación? Lo primero es
permitir la puesta en circulación de billetes de más alta denominación, lo cual
facilitaría las transacciones en el ambiente inflacionario que vivimos, pero no
solventaría la extracción de papel moneda hacia países vecinos. Este fenómeno
sólo se podrá eliminar con el desmantelamiento de los controles y subsidios
absurdos que tenemos, y con el incremento efectivo y eficiente de la oferta de
bienes y servicios dentro del país.
Estos consejos deberían ser escuchados por quienes gobiernan, entre
otras razones por que de continuar la situación que vivimos, y que esta se
generalice a todo el país, la molestia y frustración que ello genera podría
reflejarse en la intención de voto en las próximas elecciones parlamentarias de
diciembre, favoreciendo ello a la oposición y no al gobierno.
Pedro
A Palma
palma.pa1@gmail.com
@palmapedroa
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Buen día Sr. Palma, totalmente de acuerdo con su planteamiento y solución, surge la duda ¿que tan profundo vamos a seguir cayendo? ¿y después de estar allí, se podrá salir? asi como usted, tambien publiqué en mi blog de ayer el mismo tema con las mismas dudas (Ver: http://bit.ly/1IVbw60). Una venezolana que se resiste ir de su país. Saludos cordiales.-
ResponderEliminarEste fenómeno tiene mucho tiempo amenazando la economía venezolana, el gobierno tiene que tomar las medidas y asumir el riesgo político que implica explicándole al país con claridad la situación. La ley de precios justos no esta dando los resultados que se esperaban, sumando el control cambiario y la falta de incentivos al aparato productivo nacional público y privado, mas el banco central que no muestra los indicadores económicos actuales, han originado las consecuencias graves que afectan a todos los venezolanos. El colombiano solo se sigue aprovechando de la situación, creando dolartoday y contrabandiando cuanto producto barato encuentra en nuestro país. Los subsidios son para los venezolanos y no para nuestros vecinos. Todos sabemos cuáles son las medidas económicas para solventar los problemas pero tienen un riesgo político altísimo y es por eso que seguramente siguen sobre la mesa. Hay que evaluar las medidas económicas fronterizas y aplicarlas para acabar con el contrabando y el dólar negro.
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