Dra,
Tibisay Lucena, Presidenta del CNE,
Distinguida Señora, nos dirigimos a usted
representantes de varias organizaciones a fin de plantearle nuestra
insatisfacción al no ser incluidos como candidatos a diputados y a solicitarle sus buenos
oficios para que remiende el capote.
Con sorpresa conocimos que la lista de aspirantes a la Asamblea Nacional
debería incluir candidatos y candidatas en similar número con el fin de
proteger y defender y bla, bla, bla el derecho de las mujeres a ser diputadas.
Pero nos ha extrañado sobremanera que no hubieran incluido otros grupos
y es así como la idea de reunirnos para reclamar lo que también tenemos como
derecho.
Nos preguntamos porque frente a esa deferencia con las mujeres se olvide
o se ignore a ese pocotón de pasados de color llamados negros y que gracias a
la revolución ahora son afro descendientes. Solicitamos seamos incluidos en
alguna proporción similar al número de ciudadanos o sea que de todos los
candidatos a diputados al menos 30% sean negros o afro molleja.
De igual forma asombra el olvido de los que tomaron la otra vía en sus
relaciones de afecto y mientras en Gringolandia les aprueban hasta el
matrimonio aquí no son claramente indicados como candidatos a diputados. Claro
que usualmente tenemos una representación en la Asamblea pero casi a
escondidas. Por lo tanto todas las asociaciones de estas tendencias exigimos
seamos incluidas en no menos del 40% de los candidatos.
Por otra parte, el gremio de jubilados, viejos y afines también se considera
con pleno derecho de representar a los ciudadanos por dos razones, primero por
nuestra sabiduría producto de haber masticado la vida lo que evitaría que estén
metiendo mucho la pata los diputados y segundo porque la tentación de la carne
es baja y ahora el comportamiento es más tranquilo y reflexivo.
Bromas aparte y de los muchos chistes y malestares que ha causado, la
decisión del CNE pareciera más parte de la lista de ventajismos y trampas que
usará el régimen en estas elecciones que algo realmente serio.
Ciertamente las mujeres han tenido bastante discriminación en el pasado.
Manuel Caballero nos recordaba que hasta principios del siglo XX en los
documentos legales se referían a Don fulano de oficio contador y su esposa Doña
fulana de oficios propios de su sexo. De tal forma que la igualación de los
derechos entre el hombre y mujer fue necesaria y muchas cosas sucedieron para
alcanzarlo.
Pero en nuestros días nada impide a una mujer que luche y gane su
candidatura a diputada sin ayuditas por lo que la decisión del CNE es tan
pasada de moda como si hubiesen publicado una resolución para que en caso de
naufragio los niños y las mujeres tengan prioridad en los botes salvavidas.
Creemos que la respuesta de las mujeres al CNE debería ser “váyanse al carajo”
Ni con trampas evitarán la derrota del 6D. Viva Venezuela.
Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
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