Argentina hacia la década de 1920 se
encontraba entre los países con las mejores posiciones económicas, disputando
con las potencias mundiales de la época. ¿La razón? Su economía era
preponderantemente capitalista, lo que empezó a cambiar hacia la década del 30
del siglo XX en que se inicia el camino primero hacia una economía mixta y
luego cada vez más hacia un estatismo más acentuado (peronismo) para volver a
un estatismo un poco menos acusado, pero conservando todos los males y
descalabros inherentes a las economías mixtas. Situación que se mantiene en el
presente con todas sus consecuencias negativas.
Los casos de Alemania, Francia, países
nórdicos y Japón que se citan a menudo como "exitosos", lo son en la
medida que sus economías no están basadas en la distribución sino en la
capitalización. Producción y distribución son dos fenómenos concomitantes,
paralelos y simultáneos, como dos caras de una misma moneda y no procesos
separados, ni en compartimentas estancos. Pero, para que la producción (y
consecuente distribución) sea posible, el requisito previo, indispensable, y
excluyente es la capitalización. Sin capital es imposible producir (e
invariablemente distribuir) nada. Ergo, decir que esas economías "deben su
éxito" a la distribución es una tremendísima barrabasada propia de
incompetentes. En cuanto a la capitalización, tal y como su mismo nombre lo
indica, sólo es posible si la economía es capitalista y no en ningún otro
supuesto. Las economías no-capitalistas o anticapitalistas por definición no
capitalizan nada, ergo no pueden producir nada, y correlativamente no habrá
nada para distribuir. En suma, no pueden recibir siquiera el nombre de
"economías". Por ello, querer hablar de "economías mixtas"
o "intervencionistas" o "socialistas" o
"comunistas" es un contrasentido completo. Estos últimos engendros
son antieconomías, no "economías".
Hay que tener muy en cuenta que ningún
sistema económico puede disminuir la desigualdad. Si -en cambio- se puede
reducir la pobreza. No la desigualdad. Como dice Alberto Benegas Lynch (h) la
igualdad es sólo una abstracción de las matemáticas y no existió ni existe en
ninguna parte, pese a que se la busca desde que el hombre es hombre. Se trata
de una quimera. La fortuna es fruto del talento o -si se quiere- de la suerte,
y ninguno de ambos pueden ser igualados en todos los seres humanos. Y quien
tuviera tal potestad dejaría de ser igual a los demás, para pasar a ser un
dictador mundial por definición desigual a todos desde su condición de dictador
y dueño de todos los bienes y destinos humanos. A este resultado conduciría
insistir sobre el dogma de la igualdad como lo hacen los igualitaristas. La
pobreza -en cambio- es algo diferente; es un mal que debe ser combatido por
todos los medios, y la única arma para batallarlo es el capitalismo y no
ninguna otra.
La gente cree que los impuestos abultados
disminuyen la pobreza. Pero los tributos exorbitantes son anti-capitalistas,
porque aumentan la pobreza. Onerosas tasas impositivas restan, no suman, tan
cierto como que 5 - 2 = 3, y que 3 < 5, y no al revés. Quien diga que los
"países ricos" lo son porque cobran elevados impuestos deberían
volver al colegio primario, porque ni siquiera dominan las reglas de sumar y
restar. Si el PBI total de una sociedad es de 100 millones y el gobierno
recauda 50 millones en impuestos, tendremos esta cuenta = 100 (PBI) - 50
(impuestos) = 50 (PBI) + 50 (impuestos) = 100 (PBI). ¿Cuál es la
"riqueza", el "crecimiento" o el "progreso" que
habría "creado" el impuesto? Ninguno. Es igual a cero. Lo único que
ocurrió es que la riqueza (ya existente antes del impuesto) simplemente cambió
de manos: antes, el 100 % de ella estaba en manos de los productores de esa
riqueza. Luego del impuesto, el 50 % de esa riqueza pasó a manos de los
burócratas y gobernantes, y sólo el 50 % restante quedó en las de los
productivos. ¿Conclusión?: Se enriquecieron los parásitos burócratas a costa de
los trabajadores que se empobrecieron. Por supuesto que, la propaganda del
gobierno siempre irá a decir que los impuestos "crean riqueza", y es
esto lo que la gente cree y repite de memoria casi sin pensar, ya que es lo que
todos hemos escuchado sin cesar desde pequeños. Claro ¿qué van a decir los
gobiernos contra los impuestos, si estos son el "salario" de
burócratas y gobernantes? Si que "crean riqueza", pero sólo para
ellos y sus "amigos", pero para nadie más. El pueblo (todos aquellos
que no cobran impuestos, sino que sólo se limitan a pagarlos o ir a la cárcel)
se empobrece con cada nuevo tributo, o con cada aumento de alícuota de algún
gravamen ya existente.
El problema de fondo en esto es la propiedad.
Debe ser privada. Esta es la solución. Al pagar impuestos la sociedad
productiva (en adelante, SP) se empobrece a favor de la sociedad improductiva
que está compuesta por los burócratas, los gobernantes, que con buen tino se
los ha llamado la clase parasitaria, (en adelante, abreviada como CP) porque la
SP pierde la propiedad privada de lo expoliado por la CP vía impuestos. Al
botín, la CP le designa como "recaudación" o "recursos
públicos", fórmulas estas más "elegantes", y en apariencia más
"decentes" que lo que realmente es: el botín robado a la SP. Es
decir, propiedad privada que pasa a ser estatal.
Pero tal como hemos visto, los mal
denominados "recursos públicos" no existen. Los recursos siempre son
privados. El gobierno los roba y los califica "públicos". Esa es la
única diferencia. Pero el nombre que la CP le asigne no cambia la naturaleza ni
la esencia final de los bienes expoliados. El gobierno no posee nada sin que
antes lo hubiera robado al pueblo (entendiendo aquí por la palabra
"pueblo" a no otra cosa que a gente que esta fuera del gobierno, lo
que también indicamos SP).
Y la propiedad privada es crucial que se
defienda, porque es la única vía existente para capitalizar los recursos.
Cuando los recursos privados pasan a ser propiedad estatal su destino es el
despilfarro, la dilapidación, el derroche, con lo cual toda la sociedad se convierte
en más pobre. Incluyendo a los depredadores burócratas y gobernantes.
Gabriel
Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina
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