Tomando en cuenta que, como consecuencia de
la Asamblea Nacional de eludir su principal responsabilidad en la Formación de
las Leyes –Título V. Sección Cuarta. Artículos 202 al 218 de la Constitución
Nacional- al entregarse y habilitar a la Presidencia de la República para que
sea quien las piense, redacte, formule, apruebe y promulgue, pareciera que la
gran mayoría de los Diputados, no han internalizado la importancia de saber
interpretar el valor que tienen las leyes como normas rectoras para la sana
convivencia de la sociedad y del Estado en sus múltiples relaciones.
En el devenir de nuestra historia republicana
han surgido, aún en tiempos muy difíciles del acontecer político nacional,
eminentes venezolanos quienes han sentado cátedra, nacional e internacional, en
la sagrada misión de interpretar el sentimiento humano y darle respuesta a sus
comunes exigencias a través del mecanismo de las leyes.
Entre esos muchos y
meritorios venezolanos, por la vigencia de sus palabras en esta materia, es
obligante destacar y referirse a Andrés Eloy Blanco, sobre todo, en estos
momentos en los cuales se da inicio a eventos y procesos para devolverle a los
venezolanos la majestad de muchas instituciones, entre ellas la Asamblea
Nacional.
Comienzo por recordar cómo, según A.E.B. se
hace una ley: “Y, en realidad, ¿cómo se hace una lanza? Se corta de un árbol un
gajo recto y duro que a través de sus caminos, si quiere conservar limpia su
trayectoria, ha de guardar siempre histórica consecuencia con la tierra que le
dio savia y raíz. Y ¿cómo se hace una ley?
De igual manera: precisa derivarla de la tierra para que ella traiga su
vocación de tierra y la índole y condición del habitante”.
Por lo tanto, continúa A.E.B….:
• “Vamos
a hacer, pues, Leyes: este es nuestro homenaje a Carabobo; esta es nuestra
función. Leyes acordes con el “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Leyes, pero, que se hagan pensando en
nuestros llanos, en nuestras cordilleras, en nuestro campos; Leyes, pensando en
que por lo llanos enfermos va la Patria; en que por allí, por cualquier rincón
de Venezuela, pasa una virgen vieja que está esperando un varón que la fecunde.
Leyes que vayan diciendo a la gente que ya no pensará la mujer que tiene una
ilusión de maternidad cuando mira contemplativa su preñez de lombrices”.
• “Yo
no pido que hagamos diez leyes ni veinte leyes. El número de leyes no es lo que
vale, sino la justicia que ellas contengan. Hagamos cinco leyes; hagamos tres
leyes pero tres leyes justas, tres leyes hermosas, tres leyes que se parezcan
al pueblo de Venezuela; tres leyes que contengan la equivalencia de su
angustia. Hagamos tres leyes que apaciguen el sueño de los desamparados; tres
leyes que hagan entrar a sus casas a los trabajadores de los campos y de las
ciudades, para anunciarles a sus hijos: Hijos ¡Está naciendo la justicia en
esta tierra del pan amargo y la esperanza dulce!”.
• “Es
necesario repetir que nosotros no sólo tenemos una función legislativa: tenemos
también una función pedagógica. Nuestra responsabilidad está dividida entre
nuestra responsabilidad de legisladores y nuestra responsabilidad de
educadores. No es sólo una Ley, ciudadanos Diputados, lo que vienen buscando
aquí esas gentes que nos oyen; también vienen tratando de buscar, entre las
zarzas de la palabra, el camino para una vida mejor, un ejemplo en la voz de
los hombres que ellos han urgido con su propia responsabilidad”.
• “….
Esta Nación está llena de realidades indeseables; esta nación está llena de
dolorosas, de tristes realidades, y he llegado a la conclusión que ya es hora en
Venezuela de que las leyes empiecen a dictarse no de acuerdo a la realidad
venezolana, sino en contra de la realidad venezolana….. No quiero decir que las
leyes tengan la virtud de transformar esa realidad, sino que están encauzadas
al ideal inmediato o remoto de realizar esa transformación”.
Con la seguridad de que a los próximos
Diputados les corresponderá la importante misión de modificar la Constitución
para adaptarla a las exigencias de los tiempos, A.E.B. les dejó con plena
vigencia, los siguientes pensamientos:
• ”Cuando
una Asamblea hace una Constitución, hace el espejo de un pueblo. ¡Cuando se
hace el espejo de un pueblo tiene que haber un buen pueblo para mirarse en él!
”.
• “Cuando
se hace una Constitución se hace un código de moral, pero no se hace una moral;
cuando se hace una Constitución se hace una norma de conducta, pero no se hace
una conducta; cuando se hace una Constitución se hace una Ley de buen gobierno,
pero no se hace un buen gobierno”.
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
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