Los tiempos que corren y que vivimos los
venezolanos, en particular a quien corresponde dirigir los destinos del país,
son definitivamente dramáticos. Demasiadas adversidades se ciernen sobre todos
y nadie augura una salida que corresponda al anhelo colectivo.
Maduro es un presidente amenazado. Como buen
presidente, de tutelaje comunista y totalitario, ya cuenta con unos cuantos
intentos de atentados rápidamente controlados. No podía ser de otra manera.
Este presidente civil vive disfrazado de gran soldado para hacer frente a las
diversas guerras que le han declarado: guerra económica, financiera,
informativa, etc. Siempre dice que de todas saldrá airoso pero aún no se conoce
un parte de guerra, sí acaso, se sabe de las penurias que sufren los
venezolanos en colas, lidiando contra la escasez, los altos precios, la
delincuencia…Y conste que los ciudadanos no andan en plan de guerras sino de
subsistencia.
El contradictorio presidente anunció al país
que la falta de bienes esenciales en los anaqueles correspondía a la destrucción
del parque industrial y productivo de la nación, por lo que era importante
reindustrializar a Venezuela. Verdades obvias, monumentales, no obstante,
olvidó decir que la responsabilidad de semejante destrucción corresponde a un
modelo que puso en duda la seguridad de la propiedad privada con sucesivas
expropiaciones que llevaron a esas empresas a las más absoluta ineficiencia y,
además, condujeron a ahuyentar a inversionistas nacionales e internacionales.
Tampoco dijo, o más bien ocultó, que el propulsor
de ese modelo que acabó con lo poco que se producía en el país no era otro que
su padre político, su “líder galáctico”. Claro, tal responsabilidad, esa culpa
que tendremos que pagar los venezolanos por mucho tiempo, también corresponde a
pensamientos e ideas decimonónicas sepultadas en 1989 con la caída del Muro de
Berlín, evento sobre el que al parecer aún no se han percatado.
Maduro, el contradictorio, quiere hablar con
Obama para superar todas las angustias nacionales. Le manda mensajes claros para
propiciar una “buena relación”: por un lado, advierte que Biden propicia un
golpe de estado en Venezuela; más tarde amenaza con romper todo tipo de
relaciones. Asegura que Obama no sabe que en Estados Unidos se fraguan planes
contra el gobierno de Venezuela. Vaya pues, que jefe imperial
Luego, conmemorando la rendición de Chávez el
4F, en la búsqueda de las “buenas relaciones” le dice al presidente Obama “que
detenga su locura” Su más extraordinaria ocurrencia, en aras de la fraternidad,
fue solicitar al expresidente Samper, Secretario General de UNASUR, hasta hace
poco sin Visa estadounidense por acusaciones de narcotráfico, que mediara en
las no muy buenas relaciones entre ambos.
Al parecer el otrora Canciller, Rafael
Ramírez, se llevó la libreta telefónica y desde la Casa Blanca la reenvían el
número telefónico para que se comuniquen sin intermediarios.
Leonardo
Morales P.
leonardomorale@gmail.com
@leomoralesP
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, SIN SOCIALISMO, OTRA VENEZUELA ES POSIBLE, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, ELECCIONES, UNIDAD, ALTERNATIVA, DEMOCRÁTICA, CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.