BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

lunes, 2 de febrero de 2015

IVÁN OLAIZOLA D’ALESSANDRO, ¿PAÍS MALANDRO?

RN. Fiscalía dicta auto de detención a la CEPAL por desestabilizadora.
Es duro aceptar esta realidad y más duro hacerla pública, pero es la triste, pura y simple realidad que tenemos. El país, otrora un país próspero, serio, alegre, trabajador, en desarrollo, con gente amable, buena, modelo de democracia en el continente, y con sus errores propios, se nos ha convertido, gracias al capricho de un hombre lleno de resentimientos, un militar felón, y a su revolución socialista, en un país de corruptos, de mendigos, de gente violenta, de pocos amigos del trabajo, de conformistas, de derechos fundamentales violados, de presos políticos, de exiliados y de migrantes. Disculpen que generalice. Repito, es duro, muy duro escribir estas expresiones sobre su propio país, el país donde se nació, se creció, se formó, luchó, aportó a su desarrollo, construyó una familia y la multiplicó y se sentía, o se siente, orgulloso de su gentilicio. Pero es que con esconder las cosas, con ignorarlas, con practicar la política del avestruz, no se aporta ayuda alguna a la solución de los problemas. Hay que enfrentar la realidad, denunciarla. Como decimos los ingenieros plantear, definir correctamente los problemas para poder lograr su solución. Y da la impresión que quienes nos gobiernan, si a eso se le puede llamar así, no aceptan esta realidad, más bien han contribuido a que sea tal como la hemos descrito. Y, lamentablemente, la dirigencia de la oposición democrática ha asumido una actitud que de alguna manera pareciese similar.
¿Y que nos pasó? Es la pregunta que muchos nos hacemos a diario. Cuando vemos la tipología de los crímenes que se cometen todos los días; cuando observamos las inmensas colas para adquirir productos de la dieta básica;  cuando vemos la aptitud de las personas que prestan servicios al público, en una buseta, en el metro, en la calle; cuando vemos a los motorizados violar flagrantemente las leyes y disposiciones de tránsito y la actitud complaciente de los funcionarios; la actuación fascista de los cuerpos de seguridad del Estado hacia los jóvenes que por alguna razón o motivo  protestan; el encarcelamiento de estudiantes, personas de la tercera edad y mujeres por el simple hecho de emitir juicios o críticas  hacia el gobierno. Cuando oímos de torturas en las cárceles. Cuando oímos y vemos a altos funcionarios del Estado mintiendo descaradamente y asumiendo posturas violatorias de los más elementales derechos del ser humano. Justificando lo injustificable. Burlándose del pueblo con el mayor caradurismo jamás visto. Cerrando, amedrentando o comprando medios de comunicación para acallar la disidencia y tapar la verdad. Desconociendo resultados electorales. Negando recursos legales a los gobiernos regentados por la oposición. Montando estructuras paralelas de gobierno y de  dirigencia gremial. En fin haciendo cosas y actuando exactamente como actúan los gobiernos forajidos, totalitarios, dictatoriales, militaristas, es decir comunistas.  Cuando vemos como se desangra la nación, como se hunde al país, como se destruye, como se regalan nuestros recursos y se entrega nuestra soberanía, como se contrae una deuda impagable y se dilapidan los ingresos. Y altos funcionarios soeces, irrespetuosos, irreverentes, mal educados, corruptos, traficantes, incapaces. Y uniformados cómplices o desentendidos. Y colectivos paramilitares, armados por el propio gobierno y que actúan impunemente bajo su amparo.
Se preguntaría el Prof. Blanco Muñoz, ¿es esto un país? Lamentablemente la respuesta es no. ¿Y hasta cuando se podrá aguantar esto?, es la otra pregunta que nos hacemos. ¿El bravo pueblo de nuestro himno nacional volverá a hacer tal? Parodiando al heredero “que Dios nos ayude”, pero dicen que Dios dijo ayúdate que yo te ayudaré.    
Iván Olaizola D’Alessandro
Iolaizola@hotmail.com
@iolaizola1

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