El título de este comentario, es parte de
algo que leí en una de las redes sociales, lo publicó en su muro un empresario inteligente que sabe lo que
hace y lo que dice, el pensamiento completo decía:
“Mi gran enemigo es el Estado en todas sus formas, y los partidos políticos no son más que extensiones engañosas de ese Estado que tanto detesto”.
Estamos seguros que el empresario al que nos
referimos estaba consciente de lo que señalaba, su larga experiencia le ha dado
conocimiento y le permite opinar sobre este asunto.
Revisando en Internet sobre el tema me
encontré con un libro titulado “Our Enemy, the State” (Nuestro Enemigo el
Estado), el libro escrito por Albert J. Nock, en 1935, el escritor que se dice
inspiró a autores como, Frank Chodorov, Murray Rothbard, Leonard Read y Ayn
Rand. El libro fue reimpreso varias veces y
traducido al español en el 2013 y
editado por la EDITORIAL INNISFREE LTD.
En esta edición aparece una introducción escrita en 2009 por
Butler Shaffer donde nos habla
del autor y nos dice que “Nock fue un hábil orador sobre el liberalismo
clásico; defensor del libre mercado, la propiedad privada y receloso frente al
poder. Éste escribió en una época en la que el concepto de "liberalismo"
estaba siendo política e intelectualmente corrompido para transformarlo en su
antítesis de una sociedad dirigida por el Estado; a Nock le preocupó en
especial el efecto negativo que tal transformación habría de tener tanto en el
individuo como en la cultura en general cuando la corrupción del nuevo carácter
humano se hiciera la norma social. El libro lo pueden bajar en el formato de
pdf en este enlace:
https://bibliolibertaria.org/libros/nuestro-enemigo-el-estado/
En otro sitio leímos algunos pensamientos
lapidarios de este gran escritor y pensador norteamericano, Nock afirmaba entre
otras cosas que: “El estado actual de los asuntos públicos muestra con
suficiente claridad que el Estado es el instrumento más pobre que se pueda
imaginar para mejorar la sociedad humana y que la confianza en las
instituciones políticas y las panaceas políticas es absurda y está fuera de
lugar. El Estado no es la entidad
adecuada para el bienestar humano”.
¿Es en verdad el Estado enemigo de la empresa
privada? La respuesta dependerá de cómo esté conformado el Estado, porque éste
puede ser benefactor o posibilitador, y como veremos a continuación las
diferencias son muy grandes.
La historia está ahí para estudiarla, entre más estatista sea un gobierno, más enemigo será de la empresa privada, Cuba ha sido un ejemplo de ello en los últimos 50 años, el Estado cubano dirigido por los hermanos Castro destrozó el aparato empresarial privado y con ello la pobreza se generalizó, en Venezuela mucho más rico y poderoso que Cuba, el Estado, con este gobierno Chavista se ha ido convirtiendo poco a poco en el gran enemigo de la empresa privada, en noviembre del año pasado Fedecámaras aseguró que 4.000 empresas habían desaparecido en los últimos diez años en Venezuela y lo atribuyó directamente a las políticas, que calificó de "pésimas", de los gobiernos de Hugo Chávez (1999-2013) y Nicolás Maduro.
http://eltiempo.com.ve/venezuela/economia/fedecamaras-cuatro-mil-empresas-han-cerrado-en-ultima-decada/116521
Entre más pequeño sea el Estado y más
libertades existan, más amigable es el Estado con la empresa privada. En países
como Costa Rica, hay más libertades económicas que en los países mencionados
anteriormente, sin embargo las políticas de tipo socialista que siguen privando
son asfixiantes para la empresa privada, las personas que quieren convertirse
en empresarios deben de comprender que una vez inicien una empresa, el Estado
sin llamarlo se convertirá de forma automática en un socio suyo, un mal socio y
en muchos caso como dijo el empresario, su peor enemigo.
El Estado costarricense como socio nos ofrece
impuestos muy altos, exceso de regulaciones,
monopolios nefastos, desidia y negligencia burocrática, servicios
mediocres y caros, infraestructura pésima, gollerías y un sinfín de etcéteras.
Mauricio Rojas, un chileno que estuvo
radicado en Suecia desde 1974 escribió un libro titulado “Suecia después del
modelo sueco” del estado benefactor al estado posibilitador, (Fundación Cadal,
Buenos Aires, Argentina 2005) en él nos comenta con lujo de detalles la crisis
de los noventa de ese país escandinavo y como el Estado Benefactor que tenían
casi colapsa, nos habla de la transición y del cómo lo hicieron, nos dice también por qué el
Estado debe de pasar de ser un Estado benefactor a un Estado posibilitador
donde los gobiernos deben facilitar la productividad y trabajar conjuntamente
con la empresa privada en toda su dimensión.
http://www.carlosvilcheznavamuel.com/del-estado-benefactor-al-estado-posibilitador/
Un Estado posibilitador permitirá a los gobiernos concentrarse en fiscalizar y generar legislatura para hacer sociedades más justas y equitativas y deberá facilitar a las empresas privadas para que ejecuten sus proyectos de forma ágil y productiva en busca de mejorar de forma global y sustantiva, Nueva Zelanda al igual que Suecia ejecutaron grandes cambios y los resultados están a la vista.
Carlos Vilchez Navamuel
carlosvilcheznavamuel@gmail.com
@carlosvilchezn
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