La
idiotez política está al alcance de cualquier pueblo. Ninguna sociedad está
libre de recorrer ese camino. Quien lo dude, debe pensar en la Alemania de
Hitler, la Italia de Mussolini, la Cuba de los Castro o la Venezuela de Hugo
Chávez. Sobran los ejemplos.
“Podemos” es un partido político chavista, oficialmente creado hace pocos meses en España. Pablo Iglesias es su cara más visible. Se trata de un joven profesor universitario, desaliñado, con barba rala y cola de caballo, quien no vacila en defender el uso de la guillotina para traerle la felicidad a la sociedad española.
PABLO IGLESIAS CHAVISTA ESPAÑOL FINANCIADO POR VENEZUELA |
El
personaje y su partido han entrado en la vida pública española sorpresivamente.
En las elecciones al Parlamento Europeo, la novísima organización obtuvo 1,
200,000 votos y cinco escaños. Esto ha desatado las alarmas.
El
calificativo de chavista a “Podemos” no es gratuito, sino todo lo contrario. Ha
sido muy costoso. De acuerdo con una investigación llevada a cabo por el diario
El País, los directivos españoles de esa organización, por medio de una
Fundación, han recibido unos cuatro millones de dólares a lo largo de los años
en concepto de “asesorías” por parte de la Venezuela de Hugo Chávez.
Por
el tipo de medidas llevadas a cabo por el chavismo se pueden deducir las
creencias que prevalecen en “Podemos”. Forman parte del extendido grupo de
fabricantes de miseria que militan tras las banderas del populismo. Cuando
Chávez llegó al poder había seis millones y medio de pobres. Hoy existen más de
nueve y el país padece todo tipo de escaseces en medio de la mayor violencia.
En Caracas, dicen, ya no se contabilizan los habitantes sino los
supervivientes.
¿Pueden
semejantes personajes llegar al poder en España en un futuro próximo? El
periodista Federico Jiménez Losantos, quien procede del Partido Comunista y ha
evolucionado hacia el liberalismo, afirma que sí, y yo creo que tiene razón.
Pudiera ocurrir.
Todos
los elementos están dados para la tormenta perfecta. Los dos grandes partidos
nacionales —los populares y los socialistas— se han desacreditado por culpa de
la corrupción. Hay un 25% de desempleo, que alcanza el 50 entre los más
jóvenes. El separatismo catalán y vasco va en aumento. La monarquía cuenta con
un tibio respaldo. Muchos jóvenes bien preparados emigran hacia otras naciones
porque no encuentran posibilidades de prosperar en España.
Las
propuestas de “Podemos” son totalmente disparatadas, pero eso jamás ha sido un
obstáculo para ganar elecciones en épocas de crisis. Prometen repartirlo todo
porque, para esta gente, corta de entendederas, el problema no está en la
limitada generación de riquezas por la debilidad del tejido empresarial, sino
en la mala distribución de ella.
Creen
que la forma de combatir el desempleo es repartir el trabajo “justamente”. Si
el 100% de los trabajadores sólo trabajaran el 75% de la jornada laboral, el 25
que no encuentra empleo podría hallarlo.
Creen
que, si se reduce la edad de la jubilación a los 60 años, en lugar de los 65
hoy vigentes, habría más empleos disponibles y más tiempo para disfrutar del
ocio. (¿Por qué no a los 50?).
Creen
que basta con despojar de sus excedentes a los que tienen, para otorgarle a
toda persona radicada en la Península un subsidio “digno” que le permita vivir
decorosamente.
Es
decir, “Podemos” promete terminar con la crisis esforzándose menos, en lugar de
más, que es lo que dictan el sentido común y la experiencia. Pero esas
propuestas, que arruinan a cualquier sociedad, son gratas a los oídos de muchos
electores.
¿Son
demócratas los miembros de “Podemos’’? No lo creo. No se puede ser chavista y
demócrata simultáneamente, de la misma manera que no se puede apoyar al
fascismo o al comunismo y creer en la libertad. Es lo que los clásicos llamaban
contradictio in terminis, algo así como un cuadrado redondo.
La
vía electoral, eso sí, es la fórmula para llegar al poder y desde allí
dinamitar las instituciones que sostienen el Estado de Derecho. Esto es lo que
han llevado a cabo la Venezuela de Chávez y Maduro y, hasta cierto punto, el
Ecuador de Rafael Correa.
¿Cómo
pueden llegar al poder semejantes personajes? Jiménez Losantos piensa que
mediante un pacto con los socialistas, los comunistas de Izquierda Unida y los
separatistas más radicales de Cataluña y el País Vasco. Un nuevo Frente Popular
que se inclinaría paulatinamente hacia el estatismo-colectivista-populista, que
derrote al centro derecha en las urnas y precipite a España en una etapa
revolucionaria.
¡Dios
nos coja confesados!
Carlos
Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
http://www.elnuevoherald.com/2014/07/06/1790879/carlos-alberto-montaner-espana.html#storylink=cpy
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