Este es el título que me provoca y el sabor que me deja y
así escribo, el nuevo libro del venezolano Emilio Nouel, “La Cláusula
Democrática”, que ha sido publicado recientemente aquí en Caracas por el
Instituto de Estudios Parlamentarios “Fermín Toro”, con prólogo de Henrique
Meier y bajo el cuidado editorial de Iván Márquez Negretti. Lleva un subtítulo:
“La soberanía externa frente a los derechos fundamentales”.
Es un libro de “escuela” en lo que el aula tiene de
sagrado, con lo que quiero insinuar que es una obra para la formación del
carácter ciudadano y no solamente para la descripción de coyunturas
específicas. Es útil pues, para pensar y también para construir haciendo
política, que es más que levantarse un buen día, ir a votar, y mañana, otra vez
a lo mismo de siempre.
También, cómo no, es una narración bien amarrada, en 158
páginas, en las que nos paseamos por los complicados caminos que han llevado al
hombre a creer y practicar, frente a tantos esfuerzos en contrario, que la
democracia es a pesar de sí misma muchas veces, la realidad tangible más
parecida a la utopía que el hombre ha diseñado para vivir y convivir en este
mundo siempre injusto y tan lleno de necesidades e insatisfacciones, al lado de
tanta riqueza o mal habida o mal distribuida.
Además el autor quiere ponernos a repensar, siempre es
sano, sobre qué es la democracia, cuál ha sido su desarrollo histórico, cuánta
su lucha contra las dictaduras, dónde su crisis de sentido y destino. Pero como
el precio de las cosas no se establece sino en comparación con otras, abre allí
sus fauces la dictadura con todos sus desdenes de parentela, que ha tenido,
como afirma el autor, “…una alta capacidad para mutar y propagarse”,
despilfarrando, corrompiendo, maniatando, asfixiando. Y hasta de demócratas han
aprendido a disfrazarse y llaman a elecciones libres y participan en ellas o
acuden a procesos de paz en los que no creen pero que aceptan por la única
ambición que los despierta: el poder del poder.
Muchas tiranías de hoy navegan sobre la “legalidad
burguesa” que tanto odian, para hacerse del control político y no querer
soltarlo ya jamás. “La historia me absolverá”, es una intención de eternidad
confesa de un ego que ni Dios.
Las cosas así de fraudulentas y a la vista de todos han
provocado una cierta, aunque tímida, reacción internacional a través por
ejemplo de la llamada “cláusula democrática”. Ella vendría a ser una especie de
salvavidas ético que no pueden obviar los regímenes políticos por el sólo hecho
de haber ganado unas elecciones presuntamente libres y transparentes, a partir
de lo cual comienzan a enseñar, con sibilina astucia, su talante de todo lo
contrario, con acciones y omisiones las menos democráticas del mundo, y además
a quejarse inmediatamente, como dicta el manual, de ser “perseguidos políticos
del imperio”.
El libro de Nouel recorre y alumbra todos estos detalles,
los pone en perspectiva, actualiza casos y bibliografía. Se nota que es
producto del esfuerzo académico, la honestidad personal
y la urgencia política. Libro para servir.
Te felicito Emilio; gente de uno, por si no lo sabían.
Leandro Area Pereira
leandro.area@gmail.com
@leandroarea
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