El recordado Nuncio
Apostólico André Dupuy, admirado por su posición digna y firme ante las
autoridades de Venezuela en el inicio de los tiempos difíciles, acaba de
publicar en Ediciones Du Cerf un libro intitulado “La Valentía de la Verdad”
(“Le Courage de la Verite”) en el que el autor destaca los desafíos de la
diplomacia vaticana, que complementa su
obra anterior en la que recogía los documentos pontificios pronunciados por su Santidad Juan Pablo II
entre 1978 y 2003.
En el prefacio
escrito por su Eminencia el Cardenal Renato Martino, Presidente Emérito de
Justicia y Paz y quien fuera Observador Permanente de la Sede en la ONU,
resalta los aportes del testimonio de
Dupuy quien durante 40 años cumplió sus funciones internacionales en los cuatro
puntos cardinales del planeta. En este nuevo aporte bibliográfico, se refiere a
la ruta emprendida por el Papa Polaco para lograr los históricos cambios en
Europa del Este y en el Mundo, además del enfoque novedoso sobre los alcances
de la presencia de la Santa Sede en la
diplomacia multilateral con lujo de detalles, ya que a Dupuy le
correspondió desempeñarse como
diplomático tanto en la ONU como también
al Representar al Pontífice ante la Unión Europea, -después de dejar Caracas
En la descripción del
peregrinaje internacional de Su Santidad logramos adentrarnos en la enseñanza
de cómo el compromiso con la verdad y la denuncia permanente de la mentira, fue
la mejor manera para enfrentar los
anti-valores de la injusticia, la represión y las reiteradas violaciones a la
dignidad humana, cuyos alcances sintetiza el autor en tres direcciones mayores:
el derecho a la vida; el derecho a la paz y el derecho a la libertad religiosa.
Los alcances del aporte de la Santa Sede para involucrarse
de lleno en los temas ONUSIANOS hizo que
estuviera presente el mensaje de la iglesia en
la agenda de la ONU, al participar activamente en Conferencias como la
de El Cairo o la de Pekin sobre la Familia. En lo que se refiere al compromiso
por la Paz se centro en el respeto a los
derechos humanos; mientras que el
protagonismo por la apertura permitió la transformación de las democracias
populares, la desaparición de la URSS y
la caída del Muro de Berlín además de la normalización de relaciones
diplomáticas con Polonia, Hungría, Praga, Bulgaria, Albania, sin dejar de
evocar el largo camino del contencioso con China.
Tuve la suerte como Embajador de ser testigo de excepción en varios países
donde se dieron los grandes pasos de la diplomacia Vaticana: en la Rumania del
Frente de Salvación Nacional con el restablecimiento de vínculos diplomáticos y
con el reconocimiento de las libertades religiosas a los Greco-Católicos; o en
Israel cuando por primera vez en la historia Monseñor Cordero Lanza di
Montezemolo presentó credenciales como Nuncio, o en los intensos debates en la
ONU, o la UE.
André Dupuy |
Pero de manera muy
especial su lucido análisis nos trae a
la mente ideas para responder a la situación conflictiva que atraviesa
Venezuela, país donde Dupuy siempre nos ha prodigado con la valentía de la
verdad- y que hoy la Santa Sede se ha
ofrecido a jugar un papel determinante gracias a los compromisos asumidos
por su sucesor el Nuncio Pietro Parolin, actual Secretario
de Estado del Papa Francisco, con la esperanza que el papel del Vaticano coadyuve a ayudarnos a
encontrar una solución pacífica,
democrática e incluyente para beneficio de todos los venezolanos en estos
graves momentos de crisis económica, política, social y ética en que está
enfrascada nuestra realidad
Milos Alcalay M
milosalcalay@yahoo.com
@MilosAlcalaym
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