La consulta nacional que se estima “iniciar”
el 23/04/2014, constituye en la práctica una continuación de la aplicada en 2007 al momento de
pretender aplicar el “Currículo Bolivariano” en el año 2008, intención que fue postergada para el 2009 que igualmente se
interrumpió. Ahora se reinicia “otra” consulta en aras de instrumentar para
septiembre 2014 un nuevo Currículo Nacional Bolivariano a la luz de un Modelo
Educativo Bolivariano.
Es conocido que las intencionalidades de la
educación relativas a la formación del ciudadano y al tipo de sociedad que se
aspira, se concreta mediante el currículo formal (explícito) en su función
orientadora del sistema educativo en el marco de los fines y objetivos de la
educación consagrados en la política educativa del Estado; razón por la cual ha
de existir congruencia entre el enfoque que se plantea para la educación y el
del currículo.
Es de recordar que el currículo es una realidad histórica y
social en continuo cambio, siendo por tanto un proyecto integrador que va más
allá de la selección de objetivos, contenidos, métodos, actividades de
aprendizaje y evaluación de resultados; es decir, está muy alejado de la visión
simplista y reduccionista que sitúa a la escuela y al período de escolarización
como un proceso que exige aprobar asignaturas para alcanzar una meta educativa.
De nuestra parte asumimos como válido el concepto de currículo expresado por
Pansza en 1990, “una serie estructurada de conocimientos y experiencias de
aprendizaje que en forma intencional se articulan con la finalidad de producir
aprendizajes que se traduzcan en formas de pensar y actuar”.
A tenor de lo expuesto, resulta necesario
destacar lo relativo al currículo oculto (también denominado implícito), el
cual debe entenderse como un sistema de enseñanzas encubiertas a la luz de
criterios no declarados explícitamente, en procura de apoyarse en la escuela
que como institución social facilita alcanzar algunas intenciones soterradas.
Torres Santomë (1994) define el currículo oculto como “..todos aquellos
conocimientos, actitudes y valores que se adquieren en las aulas y nunca llegan
a explicitarse como metas educativas”. Es así que podemos inferir, que el
currículo oculto contiene las intenciones educativas entendidas como el
ejercicio deliberado de influencias sobre aquellos a quienes se enseña,
mediante la aplicación de estrategias metodológicas y de las programaciones
curriculares de aula; dando por obvio que las relaciones continúas entre el
docente y el educando pueden configurar un medio efectivo de transmisión
ideológica y de adoctrinamiento mediante la inculcación de valores, actitudes y
juicios valorativos desarrollados en la escuela en un contexto de sumisión
obligatoria.
En Venezuela, y especialmente en los últimos
años, el adoctrinamiento partidista ha sido una acción recurrente por parte del
Gobierno, cuya primera demostración estructurada se ubica en el año 2000 cuando
mediante el Decreto 1011 se intentó establecer la figura de los Supervisores
Itinerantes para vigilar y sancionar a las instituciones educativas que no cumplieran
con la “política gubernamental”; posteriormente en el año 2001 se ejecutó un
plan masivo de jubilación de docentes como estrategia para adelantar un
programa de incorporación de docentes en condición de interino, que a la postre
facilitaba (y facilita) el control de la “disciplina” ideológica laboral en las
escuelas; luego en noviembre 2005 se promulga la Resolución 58 según G.O 38.315
(no confundir con la Resolución No 058 del año 2012 referida a los Consejos
Educativos) donde se reconoció la condición de Ordinarios a todos los docentes que hubiesen ejercido
actividad de aula durante un año escolar lectivo (¿mano educativa extendida?).
En el año 2006, al momento del III Congreso Pedagógico Nacional con la participación
de docentes “oficialistas” , el entonces ministro de educación señalo: “ustedes
son adoctrinadores del proceso revolucionario (..) tenemos que inculcar nuestra
doctrina comunista (..) implementar nuestro sistema de educación bolivariano
sólo es posible hacerlo a través de los maestros (..) un proceso de renovación
de la instrucción pública, sólo podrá ser posible si se elimina la
privatización de la enseñanza”; para finalizar diciendo: “Estoy politizando la
educación y qué”. En septiembre de 2007 se presentó para su instrumentación inmediata
el Currículo Nacional Bolivariano, el cual hubo de ser postergado para el 2009
cuando tampoco se logró.
Es de resaltar que en ese año 2007 la propuesta de la
Reforma Constitucional donde se establecía una educación fundamentada en el
socialismo bolivariano fue rechazada. En el año 2009 se incorpora en la Ley
Orgánica de Educación la figura de los Consejos Comunales como actores
principales dentro de la comunidad educativa; y luego en el año 2011 se
destacan dos acciones: 1.- Se incorpora la instrucción pre-militar como
asignatura obligatoria y se incorporan las milicias a las aulas escolares; y
2.- Se publica la primera edición de los Libros de la Colección Bicentenario
contentiva de amplia propaganda político-partidista y honda manipulación
histórica; a pesar de ello se convoca en este abril 2014 a una “consulta” de
forma difusa (redes sociales, mensajes de texto, llamadas telefónicas) y de
forma estructurada (debate de maestros y profesores con sus alumnos y los
padres y representantes) para recabar opiniones (no vinculantes) y así darle
“legitimidad” al “nuevo” currículo bolivariano. El último eslabón del
adoctrinamiento lo encontramos en noviembre 2012 cuando en la G.O. 40.029
aparece publicada la Resolución No 058 que, entre otros aspectos, incorpora a
miembros externos a la gestión escolar sin que medie en ellos el componente
pedagógico, con evidente efecto negativo
sobre la función de la escuela, anteponiendo el interés por la participación de
los Consejos Comunales a la luz de magnificar la presencia del denominado Poder
Popular; en clara correspondencia con el Plan de Gobierno 2013-2019 (paginas
55, 58, 61 y 71), y en obvia contradicción con el Artículo 102 Constitucional:
“La educación es un servicio público y está fundamentado en el respeto a todas
las corrientes del pensamiento…”.
En una apretada reflexión final, puede señalarse que con la Resolución 58 se inició el adoctrinamiento desde adentro (salón de clases); mientras que con la Resolución No 058 se pretende apuntalar el adoctrinamiento desde afuera (Consejos Comunales).
Jesús
Alexis González
Jagp611@gmail.com
@jagp611
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