BIENVENIDOS AMIGOS PUES OTRA VENEZUELA ES POSIBLE. LUCHEMOS POR LA DEMOCRACIA LIBERAL

LA LIBERTAD, SANCHO, ES UNO DE LOS MÁS PRECIOSOS DONES QUE A LOS HOMBRES DIERON LOS CIELOS; CON ELLA NO PUEDEN IGUALARSE LOS TESOROS QUE ENCIERRAN LA TIERRA Y EL MAR: POR LA LIBERTAD, ASÍ COMO POR LA HONRA, SE PUEDE Y DEBE AVENTURAR LA VIDA. (MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA) ¡VENEZUELA SOMOS TODOS! NO DEFENDEMOS POSICIONES PARTIDISTAS. ESTAMOS CON LA AUTENTICA UNIDAD DE LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA

domingo, 6 de abril de 2014

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, CUANDO LUCHAR ES UN ASUNTO DE DIGNIDAD, PIDO LA PALABRA

VENEZUELA YACE A OSCURAS

Hoy, a pesar de contar con una historia que pareciera ser un incesante volver a empezar, Venezuela, tristemente, yace a oscuras. 

Desde hace casi tres lustros, el país dejó de ser el espacio de luchas democráticas que inspiró a Eduardo Blanco para escribir su Venezuela Heroica. La Venezuela liberada por Simón Bolívar y cientos de patriotas resteados con las libertades, es hoy día un apesadumbrado cuadro de contracción de los valores a partir de los cuales estos venezolanos se entregaron a la suprema tarea de asegurarle a las próximas generaciones un sistema político que se correspondiera con el que soñaron precursores y libertadores que rindieron su vida a ideales democráticos. Esos mismos ideales perseveraron en la mente, manos y corazón de quienes, con el tiempo, se dedicaron a cimentar la democracia sin importarles que su esfuerzo implicaría sangre y lágrimas.

Pero hoy, a pesar de contar con una historia que pareciera ser un incesante volver a empezar, Venezuela, tristemente, yace a oscuras. Han querido manipular las realidades para encubrir acontecimientos que están interpretándose contrarios a la verdad que los circunscribe. Desde el centro del poder político actual, se justifican decisiones que buscan retrotraer el país a condiciones donde la mentira enturbia las verdades. De esas verdades que fundamentan lecciones que enseñan a vivir y a morir con la dignidad como principio y razón de ser. Con el pundonor de quien no se detiene nunca. De quien sabe que la victoria no será el resultado de una circunstancia marcada por el azar. De quien sabe que coronar una meta, es un problema de constancia, de esfuerzo y sentimientos.

Observar la gestión de un régimen como el venezolano cuyas ejecutorias exhortan odio, virulencia y amargura, es entender la exacta analogía del remedo cierto del fascismo conducido por la aguda imbecilidad de gobernantes despóticos y autoritarios calcados de aciagas historias que tuvieron su apogeo en las dictaduras funestas de Benito Mussolini en Italia, Adolf Hitler en Alemania, Valdimir Ilich Ulianov (Lenin) en Rusia y Francisco Franco en España. Sólo por nombrar, quizás, los tiranos más despiadado de la historia política contemporánea.

De ahí que el ciudadano venezolano, consciente de su responsabilidad con un futuro cuyo legado descansa en su capacidad para discernir entre la mentira y la verdad, la democracia y la demagogia populista, vive la necesidad de manifestar su rechazo a la ignominia que sirve a gobernantes marrulleros de fórmula para imponer desafueros en nombre de un socialismo desahuciado. En consecuencia, quienes asidos al deber de brindarle a las generaciones posteriores la garantía de vivir una patria esculpida con el cincel de la democracia, acuden al derecho constitucional de desconocer todo “régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos” (Del artículo 350 de la Constitución Nacional)

Ante lo que representa la lucha por las libertades que en las calles del país está dándose, es propio exaltar la reciedumbre de quienes por la coyuntura política se convirtieron en verdaderos guerreros de la paz. En medio del fragor que se vive ante una incertidumbre que naturalmente no está determinada, no existen razones para menoscabar la resistencia de estos valientes luchadores toda vez que sus iniciativas endosan el clamor de una población asfixiada por los embates de una tragicomedia de guión elaborado por una élite política cuya inocultable perversidad y desmedida inmoralidad, no comprende que sus objetivos serán abortados por el talante democrático de venezolanos convencidos de que la fuerza de las ideas, del corazón y de la voluntad, son la mejor trinchera para así seguir en el cruzada que habrá de recobrar la democracia perdida. Más, cuando luchar es un asunto de dignidad.

VENTANA DE PAPEL

TODO JOVEN, TODO HIJO

Cuando la naturaleza le regala a alguien  la posibilidad de procrear una vida, es porque esa persona está viviendo  la oportunidad de concebir al mundo desde un plano dominado por la condición paternal o maternal que caracteriza al ser humano. Así puede parafrasearse que no sólo un hijo es  aquella criatura que, a decir del poeta José Ángel Buesa, “ve nacer la vida del fondo de un beso por un inefable milagro de amor”. O como cantara Joan Manuel Serrat, son “ésos que se menean con nuestros gestos, echando mano a cuanto hay a su alrededor”. Bien lo expresara el inmortal cumanés, Andrés Eloy Blanco, en su poema: Los hijos infinitos, “Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños (…) que es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle (…) Y cuando se tienen dos hijos, se tienen todos los hijos de la Tierra (…) se tiene todo el miedo del planeta, todo el miedo a los hombres luminosos que quieren asesinar la luz y arriar las velas y ensangrentar las pelotas de goma (…)”.

Tan es así, que cuando se comprende la abnegación que hay en cada joven estudiante, trabajador, campesino o sencillamente esperanzado de situaciones que tiendan a favorecerlo ante cualquier contingencia, se tiene la angustia como antesala del llanto al saber que su lucha es discordante. Más, si está desafiándose al poder abusador de un régimen de fuerza como el venezolano. Particularmente, cuando ese joven, lucha por ideologías consustanciadas con libertades, justicia y derechos tan cardinales como la vida o la verdad.

El riesgo que asume cada joven entregado a combatir las arbitrariedades que esconde la impunidad legalizada por los organismos que dicen administrar justicia, es mirar al mundo con el corazón en ascuas. Sólo porque en cualquier joven golpeado por las injusticias gubernamentales, está un hijo sin que su nombre importe . Y aunque el novelista ruso, León Tolstói, señalara que "los hijos son un tormento, y no otra cosa", entonces pareciera cierto que todo joven es todo hijo.

PENA AJENA

Cuánta vergüenza da que otros, allende los mares, reconozcan que los problemas que sacuden a Venezuela, sean por causa del resentimiento en alianza morbosa con la ineptitud de quienes se aferran al poder político con la insana pretensión de usurparle a los venezolanos demócratas sus esperanzas y sueños de libertades y de justicia. La escritora mexicana y profesora universitaria Esmeralda Mora, esboza crudas apreciaciones con el dolor que puede embargar a quien vive las realidades con el valor de la solidaridad desde el regazo de los sentimientos: “¡Uffff! Cuánta ceguera y caos por las ambiciones de todo tipo. No hay aspiraciones del SER, sino del TENER (a fuerza y por todos lo medios). SIEMPRE EL TENER. Deformes. Raquíticas. Esqueléticas democracias. ¿Cómo plantearnos un presente y un futuro, donde nuestro modo de vivir no contradiga ambas aspiraciones, sino las complemente? ¿Cómo plantearnos una forma de vivir en la polis donde los individuos, las instituciones, los organismos públicos, los privados se respeten a sí mismos, a los demás y respeten sus Leyes? Todo es, desde hace un buen rato, tan raro, caótico, deshonesto, incongruente e inmoral. Hoy es Venezuela la que está en los ojos del mundo. Pero también hay otros países que, aunque no se ventile tan abiertamente, también "no cantan nada de mal las rancheras", parafraseando un poco nuestro decir popular”.

Esmeralda Mora, sigue trazando su angustia  cuando plantea: “A mí, sinceramente, se me hace nudo el estómago, la cabeza, el corazón, la garganta, al enterarme de todos lo que está aconteciendo en esa patria que glorificara el Libertador Simón Bolívar en su afán porque los pueblos vivieran libres. En un intento lúdico y caricaturesco, me quiero imaginar las pataletas y los rostros de charamusca que deben de estar haciendo desde el más allá los espíritus de todos esos valientes caudillos que forjaron nuestras patrias y apostaron sus vidas por nuestras pasadas revoluciones; pero aun más, por el sueño de construir sociedades más independientes, prósperas, felices y justas. Esto lo veo como otro -de tantos- ciclos de encarnizada lucha de poder... de los que los seres humanos -a lo largo del tiempo- no hemos sido capaces de liberarnos. ¿En qué momento nacerá el hombre nuevo? Triste. Frustrante lo que sucede en Venezuela”

¡Qué pesar, qué vergonzoso! Pero es la verdad de la situación a la que estas bandas de insurrectos de la política, arrastraron al país al nivel de desolación en el que se encuentra hoy. Hay que decirlo. Aunque todo esto, da pena ajena.

 “Vivir con libertad, constituye un derecho fundamental ante el cual, todo gobierno que se precie de su responsabilidad moral y sentido ético de sus ejecutorias, debe saber respetar. Pero más aún, saber exhortar desde el ejercicio de los valores morales. Especialmente, la tolerancia, la justicia y la solidaridad” 

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas

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2 comentarios :

  1. Las realidades del régimen oprobioso al desnudo. No dejes de leerlo.

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    1. DSCULPENME QUE MI OIPINION NO TENGA QUE VER CON EL EL TEMA PRINCIPAL DE ESTE ARTICULO,,PERO ME LLAMO LA ATENCION EL MAPA INCOMPLETO YA QUE NO INCLUYEN A LA GUAYANA ESEQUIVA QUE ES NUESTRA...

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