Son tiempos poco
entusiasmantes para quienes tenemos la mala costumbre de ir más allá de lo
inmediato y pensar en las consecuencias.
El
cierre de varias opciones de estudio en áreas científicas como biología,
química y las dedicadas a insertarnos en el mundo globalizado como son los
idiomas, presagian nuevas dificultades.
La
pregunta obligada es si ¿habrá capacidad de reconstrucción? Eso mismo nos salta
a la vista con la realidad de la criminalidad. Indudablemente que en la
historia hay evidencias de situaciones de superación ante abismos y desintegraciones,
porque nada es estático. Pero, ¿qué hay detrás de ello? La recuperación de
Europa después de dos confrontaciones mortíferas, lleva a revisar ciertos
caminos.
En
discusión docente impacta el poco ánimo por conocer que se ha hecho. Las desigualdades
sociales y políticas llevaron al “Estado de Bienestar” esto es políticas
públicas orientadas a responder a las expectativas y necesidades de protección
social.
En
forma desafiante los jóvenes afirman que nosotros no hemos tenido políticas
públicas y por lo tanto hay pocas esperanzas en el porvenir. El resurgimiento
de la malaria no solo en Higuerote es un caso simbólico y ahora, nuestras
universidades se suman a la larga desesperanza. Venezuela enfrento y fue un
ejemplo mundial la malaria con un Estado pobre pero comprometido, un grupo de
científicos con vocación misionera, formando relevos y decididos a superar el problema, surgió así
el Instituto de malariologia que además generó la urbanización de nuestros
campos con las viviendas rurales, hoy convertidas en ciudades.
El
metro de Caracas se llevo 12 años de investigación, diseño, expropiaciones y
construcción y de allí siguió la expansión a otras ciudades, con poderes
articulados, lo mismo sucedió con la electrificación del país. El sistema de bibliotecas
públicas regionales, la educación básica masiva se vio reforzada por el sistema
de Fe y Alegría dándose la mano lo
público y lo privado, los ambulatorios y
la red de hospitales centrales. Las anemias con el enriquecimiento de hierro en
las harinas de maíz alianza de empresarios y gobierno. Y últimamente el sistema
de orquestas con más de 30 años de tesón misionera.
El
largo aliento requiere entender la obligación de responder a la visión de
sociedad de alianzas, compromisos de transformación y persistencia.
A
pesar de la censura de información y control del papel, hay signos de recuperación de capacidad, en
las decisiones colectivas que emprenden los nuevos alcaldes, y voluntad para
solucionar problemas sin protagonismos mediáticos.
Con
tesonería siguen produciéndose investigaciones para fortalecer instituciones. Y
que más decir de empresarios dispuestos a pelear, producir y formar la mano de
obra necesaria. Es imprescindible asumir que nada es eterno, ni gratuito,
dejemos la indiferencia y el desaliento, hay mucho camino por delante.
Mercedes
Pulido
mercedes.pulido@gmail.com
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Digo que aquí nadie debe estar derrotado. La pelea es peliando y Venezuela la defenderemos aunque sea con las uñas. De manera que, comunistas entreguistas cuenten con un pueblo dispuesto a no perder la patria y la dignidad. Fuera los cubanos de Venezuela y todos aquellos que pretendan seguir robandonos.
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