El
país está en una etapa en la que el chavismo se instala seguro. Será hasta
llegar al fondo
Van
19 elecciones. De ellas, 17 derrotas. Apenas dos triunfos. Ni el Cardenales de
Lara, pues, con su famoso relevo y las loqueteras del manager en momentos
cumbres. Pero es lo que hay. En efecto es lo que hay.
Pueden ver los escenarios
que quieran, como también los hemos visto. Se pueden obtener conclusiones
favorables de un lado o del otro de manera parcial. Pero la realidad que pega
justo en la frente y te tira contra la pared es que después de 15 años de
malísimo gobierno, robos, corrupción, escándalos, maletines, incapacidad,
mentiras, doble cara y otras joyitas socialistas; el castrocomunismo sigue
ganando elecciones. Y, lo que es peor, ni siquiera los ocho meses de pésimo
gobierno de Maduro ha podido cambiar este rumbo. Ganó Maduro y en efecto parece
que Chávez vive.
Esa
es la situación. Acorralamiento total. No hay manera, salvo que la oposición se
caiga a cobas, de crear esperanzas favorables que no impliquen sacrificios de
verdad. Dicen algunos analistas que el proceso cubano va avanzando en Venezuela
a pasos agigantados después de la muerte de Chávez. Y es verdad. Chávez no era
ninguna barrera con relación a la invasión de los Castro, pero sí era una
manija que graduaba. Maduro, por el contrario, entre sus inseguridades y
sabiéndose sin la formación necesaria para gerenciar a un país, pues empuja
hasta el fondo dejando que los cubanos entren hasta en las pocetas de
Miraflores. Y la radicalización está funcionando perfectamente.
No es tan complicado establecer las bases de la estrategia cubana. Si la oposición, en todos sus grados, ni protesta ni sale a la calle ni vota, la mitad del trabajo está hecho. Y si además están locos por irse del país, dejar sus trabajo y no quieren saber nada de política "porque si no trabajo no como"; entonces el G2 tiene camino libre. Y lo anda perfectamente.
De
aquí en adelante no habrá elecciones en dos años. El chavismo debe inventar
alguna medición para mantener su imagen democrática que ahora, después del
triunfo del 8D, está más arriba que nunca. Maduro está legitimado. Ya no tiene
problemas. Ganó las elecciones del 8D con casi un millón de votos. Las denuncias
de fraude, como ocurrió con el comandante muerto, están fritas y guardadas en
archivo.
El chavismo es mayoría. Así de simple. Esa medición, bajo los esquemas actuales de ventajismo y fraude que genera que la oposición no vote o se vaya a Morrocoy o se mude al exterior, no permitirá que la democracia gane elecciones nunca. Es y será más chavismo hasta que no aguante más por su incapacidad y corrupción. Pero para ese fondo falta mucho. Todavía entra una millonada de dólares todos los días por Pdvsa.
Y
siguen con hambre de dólares.
Erojas@eluniversal.com
/ @ejrl
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Permitame decirle algo Elides. Usted esta pelado. Desde hace rato, el gobierno no gana una eleccion. Lo que funciona es el fraude parejo y la cageta de los dirigentes de oposicion. Si hablaramos de equidad, desde hace rato, el chavismo no existiria.
ResponderEliminarsisofre@gamil.com