La
interminable y deplorable perorata en cadena de Nicolás Maduro (nefasta
herencia del “gigante destructor”, quien se refocilaba oyéndose a sí mismo)
termino con una cita de Albert Einstein.
¿Quién le dio a leer a Nicolás una
frase que es cuchillo para su garganta? La misma dice literalmente:
“Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”
¡La
explicación exacta del daño profundo causado por este régimen a Venezuela!
Desde que Chávez llegó al poder, derrocho delirios y disparates. Impuso un
aventurerismo y mesianismo de cuarto
mundo, desplegó una irresponsabilidad inconcebible, y todo en nombre de una
estupidez llamada socialismo del siglo XXI.
Maduro ha continuado la enfermiza adoración
del fracasado comunismo cubano, y con él, la destrucción de la economía
nacional, el envilecimiento de las instituciones, la imposición de la mentira
como política oficial.
El secuestro de los medios de comunicación del “estado”,
el abuso grotesco de las cadenas, el intento diario de silenciar la disidencia
de medios, partidos, y líderes de la oposición, son algunas de las
manifestaciones concretas del intento de destruir la democracia.
El régimen
pretende anular la capacidad de pensar de los ciudadanos, estimula la
irracionalidad y fomenta un peligroso clima de violencia. Frente a la creciente
frustración y repudio de la gente, luego de 15 años de destrucción nacional, y
estando a las puertas de las elecciones del 8 de diciembre, el régimen acelera
la creación de conflictos tratando de que estas no se realicen.
La “denuncia”
de una guerra económica, y el anuncio del combate a la corrupción, son una
comedia balurda. La guerra económica tiene 15 años. Son las confiscaciones,
estatizaciones, invasiones, la persecución a los productores nacionales, la
repetición permanente de los mismos errores, todo signado por una orgía de
populismo y demagogia, que ha arruinado
al país. Las empresas del estado no se han salvado del fanatismo y la
incapacidad. Quebraron las empresas básicas de Guayana, han convertido a pdvsa
en un ministerio más, y las empresas privadas productivas que asaltaron, son
hoy ruinosos ejemplos del socialismo del siglo XXI.
Seguramente hay acaparadores, y hay que
aplicarles la ley, no mandar turbas a saquear. Pero hay que saber, que se
acapara o hay compras nerviosas cuando hay desabastecimiento y desconfianza en
el gobierno. Esto se combate (regla económica de pre-escolar) con producción
abundante que además, garantiza mejores precios.
Pero ello requiere, entre
otras cosas, leyes de verdad, un gobierno serio que las respete, estímulos a la
inversión nacional y foránea, no utilizar los ingresos petroleros para comprar
a los empresarios extranjeros lo que aquí se puede producir, y construir, con
todo el país, una política integral de desarrollo. Basta de endeudar al país.
Elevaron la deuda venezolana de 30 mil millones de dólares en 1998, a más de
210 mil millones en la actualidad. Y en cuanto a corrupción: ¿Ya están presos
los malandros que según Giordani recibieron de cadivi para empresas de maletín,
más de 20 mil millones de dólares?
Freddy Núñez.
freddy ignacio nuñez martinez
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