Mientras
la oposición continúe subestimando al régimen cubano, seguirá dándose de frente
contra una pared de 54 años de data.
Esta
muralla tiene la obligación de sobrevivir políticamente, por encima de las
necesidades de los ciudadanos, particularmente, las de los venezolanos.
Se
trata de otro régimen distinto a la mampara de la revolución bolivariana y su
mini corte de tontos útiles. Es un sistema que ha sobrevivido a los
enfrentamientos con la primera potencia del mundo durante todo el esplendor
político, económico y militar[1] de la guerra fría y sobre el que pesa la sospecha
incluso, de haberse llevado por delante a un presidente norteamericano[2].
La
referencia de Fidel Castro es su exportación militar a su revolución a Bolivia,
Nicaragua, Argentina, Perú, Guatemala, Uruguay, Colombia, Venezuela, Angola,
Yemen, Siria, Etiopia, Congo, Zaire, Guinea-Bissau, Republica Árabe Saharaui
Democrática.
Por
allí hemos debido asentar las referencias, para calibrar el enemigo y no
subestimar a sus pro cónsules (Chávez y Maduro) en Venezuela.
Esa
subestimación no es nueva, arranca desde el mismo momento que un desconocido
Teniente Coronel del Ejército encabezó una rebelión militar que agarró con los
pantalones bien abajo a todos los organismos de seguridad del estado y al
propio Comandante en Jefe de lasFuerzas Armadas Nacionales (FF.AA.NN) cuando
desdeñó la información parcial que le proporcionaron oportunamente sus mandos
militares[3] sobre el desarrollo de un golpe de estado.
¿Hay
alguna diferencia entre la actitud de CAP de despreciar verbalmente el REIN[4]
de aquella ocasión con "a mí no me tumba ningún comandante" y esta de
la oposición de continuar ingenuamente el camino que le traza tendenciosamente
el régimen con su maquinaria de propaganda e inteligencia? ¡Ninguna!
El
primer deber de la MUD y el liderazgo es la calificación de su adversario, que
en 15 años no se ha podido describir en su dispositivo, composición y fuerza.
De allí arranca la subestimación. No conocemos a quien nos oponemos y al
desconocer esto, no podemos determinar cómo derrotarlo. Eso es lo básico.
Cada
vez que le endosamos una debilidad a Nicolás Maduro, producto de sus
persistentes pifias mediáticas (comunes también con el finado) sentimos
erróneamente la blandura de la revolución bolivariana, olfateamos su
trastabilleo y pronosticamos su caída de corto plazo. Mal pronóstico.
En
eso andamos desde hace 15 años desde que el finado nos mareaba con el Alo
Presidente y mucho antes, cuando se tuvieron las primeras informaciones de una
conspiración en el seno del Ejército[5].
El
régimen tiene sus debilidades muy claras, pero sabe potenciar sus fortalezas y
aprovechar sus oportunidades, reduciendo al mínimo lasamenazas de sus
adversarios. Así fue con el difunto presidente y se sigue incurriendo en el
yerro con Maduro.
Eso
tiene asidero en la propia descalificación de ignorar a quien nos enfrentamos,
que cualidad tiene el oponente y de que medios dispone.
Mientras
sea así, no desnudaremos a Nicolás, no le quitaremos al gigantón torpe e
ignorante de Miraflores su traje nuevo de diseño, para conseguirnos el verde
oliva de Fidel Castro y su revolución cubana de 54 años.
No
es contra la núbil e inocente carajita de 15 primaveras encarnada en la
revolución bolivariana contra quien peleamos, es contra los vaporones de la
menopausia económica, social y política de la revolución cubana que tiene toda
la experiencia del mundo y ningún escrúpulo para continuar medrando de la
riqueza de los venezolanos.
Pueden
estar seguros que el régimen cubano hará de todo para garantizar la permanencia
de la revolución bolivariana en el poder y lo peor, los miles de jóvenes
venezolanos formados e inducidos del Frente Francisco de Miranda, los
colectivos armados ahora transformados en milicias y algunas vanguardias de las
FARC sitas en el país ejecutaran misiones orientadas en esa dirección.
¿Vamos
a continuar minimizando la realidad? ¿Seguimos menguando el contexto?
¿Continuaremos como el avestruz?
El
enemigo no era Chávez y ahora menos lo es Maduro. A quien estamos subestimando es a Fidel.
El
enemigo es Fidel.
[1]
El incidente de octubre de 1.962 denominado "Crisis de los misiles"
fue la antesala del holocausto nuclear impulsado por Fidel Castro. La carta que
este le envió a Kruschev en pleno desarrollo del incidente dice bastante de los
escrúpulos de Castro.
[2]
La sospecha de la participación del régimen cubano en el magnicidio del
presidente Kennedy en 1.963 no ha sido despejada aún. La conspiración cubana en
el asesinato de Dallas sigue siendo una investigación inconclusa que no se
incorporó en el informe Warren.
[3]
Lo tendencioso de la información, sus motivaciones y lo incompleto de la misma
es otro cantar.
[4]
Resumen de Información o Reporte de Inteligencia, en el caso de la información
que se le proporcionó a CAP ya era un Reporte de Inteligencia (Información ya
procesada)
[5]
La incertidumbre priva aun en muchos eventos ocurridos dentro de las FF.AA.NN
en el período transcurrido en la década de los 80s hasta el 4F.
Este texto corresponde integro a un post del Blog RINDIENDO CUENTAS (http://rindiendocuentas.blogspot.com/)de Antonio Guevara. Agradezco colocar los creditos correspondientes, tal cual como corresponde a un medio promocionado por una entida seria. Cordialmente.
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