Recientemente
realizaba un trámite en un organismo público y una de las funcionarias, al
recibirme la carpeta en una de las taquillas, me dice: “como se nota que esto se lo organizaron en la oficina aquella (señalándola
con la cabeza). Esos son cubanos y aún no
entienden cómo es la cosa”. Efectivamente, los cubanos promedio no entienden
mucho de trámites ni procedimientos sofisticados porque vienen de un país con
50 años de atraso, pero lo cierto es que están presentes en todas las
Dependencias del Estado y controlan buena parte de nuestras vidas a través de
la información que manejan.
Pero el tema de
nuestra entrega a otros países no termina con la sumisión a Cuba. Este régimen
ha creado una obscena y comprometedora relación económica con China,
convirtiendo al Banco de Desarrollo
de ese país (BDC) en el principal acreedor del Estado venezolano. De hecho, la
deuda contratada por el Ejecutivo y PDVSA asciende a 22 millardos de dólares
para el cierre del primer trimestre de 2013, lo cual representa el 21% de la
Deuda Pública oficial de la República, la cual por cierto se ha incrementado en
250% en los últimos 6 años.
A esta situación, ya de por sí escandalosa, hay que añadirle un par de
elementos no menos grotescos. El primero es que, violando abiertamente la
legislación venezolana, la deuda se ha adquirido bajo un esquema de pago en
especie, lo cual está expresamente prohibido en nuestra normativa. Es así como desde
el 2007 el BDC otorga los préstamos, mientras que Venezuela paga con suministro
de crudo y combustibles como el fuel oil,
concretamente la suma de 270 mil barriles diarios, toda una hipoteca de nuestro
futuro.
Por su lado, el segundo añadido es la tapa del frasco de lo insólito, ya
que se trata nada menos de que el último tramo de la deuda que se está
adquiriendo -unos 5 mil millones de dólares-, es básicamente para reponer los
recursos del llamado “Fondo chino” que fueron desfalcados recientemente en una
turbia operación. Tanta es la corrupción que gravita en torno al manejo de estos
fondos, que ahora los asiáticos –así como muchas empresas extranjeras- han
condicionado el financiamiento a que los préstamos vayan directo a las empresas
mixtas que operan en la Faja del Orinoco y no al BANDES o a los Fondos del
Estado, para asegurarse de que sirvan para mejorar la producción de crudo y no
para aumentar las cuentas de los jerarcas del régimen y la boliburguesía
depredadora que los rodea.
Conclusión: este régimen, que se envuelve en la bandera nacional frente
al pueblo con su discurso grandilocuente de patriotismo, independencia y
nacionalismo, es el gobierno más entreguista que ha tenido Venezuela después
del de Juan Vicente Gómez. Así son las cosas, diría Don Oscar.
Diputado al Consejo Legislativo de Miranda y Subsec. Gral. de ABP
@CiprianoHerediaEL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
Preguntas que afloran cuando estamos frente a la comisión de un grave delito mayor como "traición a la patria". Cometida tras la entrega del país sin disparar un tiro, a la extremadamente famélica, isla de cuba, por el gobierno comunista venezolano con mas 13 años de dictadura, amparada por la gran mayoría de los corruptos países sur americanos
ResponderEliminar¿Cual es el significado para nosotros los venezolanos, de la frase "traición a la patria"? ¿Quienes deberían ser los primeros en reaccionar contra una afrenta tal? ¿Los civiles?, ¿los militares?, ¿toda la población como en los países árabes?