Hay tanto material en
materia de escándalos que cuesta escoger semanalmente alguno de ellos. Lo peor
es que casi todos están ligados a casos de corrupción que tocan a los niveles
más elevados del gobierno civil y militar. También hay los provocados por
ineficacia, ignorancia, negligencia cómplice o simplemente ingenua, pero todos
contribuyen a la sangría que coloca a Venezuela en la categoría de “pobrecito”,
que en todas las estadísticas serias del mundo nos señalan. Entre los últimos
en todo. Educación, salud, vivienda, costo de la vida, turismo, seguridad de
personas y bienes, militarización de la vida pública, expectativas de futuro y,
en fin, paremos de contar lo sabido por todos.
La responsabilidad de
cuanto sucede es exclusiva y excluyente del difunto Hugo Chávez y el régimen
por él impuesto. Hoy está bajo la dirección atrabiliaria de éste pasticho
encabezado por Nicolás Maduro a quien le quedan demasiado grandes las
responsabilidades del cargo que ilegítimamente ocupa. En pocas palabras, no
sirve. Tampoco Jagua para el que desempeña y de Diosdado Cabello, ni hablar. La
Asamblea Nacional es un desastre que ni controla ni legisla, ni cumple con sus
obligaciones constitucionales. Sin orden constitucional, sin acatamiento a las
leyes, sin administración de justicia imparcial e independiente, el país cae
por un barranco profundo. Debemos rescatarlo antes de que sea demasiado tarde.
Conste que para el día de hoy a esta hora, no es tiempo lo que nos está
sobrando.
Una de las
preocupaciones mayores que tenemos, las hemos expresado en reiteradas
oportunidades sin obtener reacciones adecuadas, se refieren al tráfico ilícito
de drogas, de armas, al comercio informal de la frontera que algunos llaman contrabando
y también, según avanzan las informaciones, al trafico de personas con
diferentes propósitos, todos ilegales. Para librar estas batallas pareciera que
no hay gobierno civil, ni militar. La población está indefensa. La consigna es
un “sálvese quien pueda” y como pueda. Individual, familiar y en las
comunidades la gente se prepara para defender lo suyo. Con o contra las
diferentes instancias del poder. El CICPC o la Oficina Nacional Antidrogas,
deberían informarnos la incidencia de las drogas en el tema de la inseguridad y
la delincuencia.
oalvarezpaz@gmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.