La consumación del fraude electoral promovido hace seis
décadas por el teniente coronel Marcos Pérez Jiménez para consolidarse
dictador, resaltó la moral del organismo encargado de supervisar y vigilar la
voluntad popular. Eso produjo la renuncia de los miembros del Consejo Supremo
Electoral presidido por Vicente Grisanti, lección ejemplar a la cual siguieron
las juntas comiciales del interior.
No podían faltar en Democracia posiciones como la expuesta,
pero para desprestigio del socialismo que se atribuye el régimen que padecemos,
nunca se había visto una actuación tan indecorosa como las del Consejo Nacional
Electoral (CNE). La provocan las incondicionales rectoras oficialistas para escalar posiciones, tal lo
hizo quien ganó su curul en Tribunal Subalterno de Justicia. Allí siguió siendo
miliciano y lo demostró con amparo concedido en elecciones primarias para convertir cuadernos de
votación en otra lista Tascón. Y el vicepresidente que convirtieron en alcalde.
Nada de ética, moral ni respeto a la legalidad. Hay que
imponer el ventajismo para lograr la cuarta reelección del comandante
impaciente. Presente deben tenerse que aparte de su incapacidad de movilización
se expone a cacerolazos, como sucedió en El Valle, por no haber cumplido en 14
años de mando. Usar las cadenas de radio y televisión es una práctica que
rescatamos de la dictadura perezjimenista, en honor a la verdad únicamente
utilizó en la emergencia de su régimen.
“Aunque alegue la oposición que es abierta violación del
Reglamento Electoral, se puede responder su mensaje a la Fuerza Armada”,
reaccionó ante el respetuoso saludo del candidato de unidad democrática.
"Candidato del imperio yanqui, de la burguesía, de
banqueros prófugos, de clase más rica, hijo de papá y mamá”.
Y como su liderazgo proviene de su actuación golpista, no
podía dejar de sonsacar a la Institución: La Fuerza Armada no lo soportaría.
A las protestas el CEN responde: “no se refirió en específico
a otro de los 6 contendores inscritos para elección presidencial”.
Sumiso se comporta el organismo con abuso de dichas cadenas
de radio y tv que complementa con la Ley
Resorte, para propaganda electoral.
Según estudio de la Universidad Católica Andrés Bello se han
cometido 416 faltas a Ley de Procesos Electorales, incluyendo 34 infracciones
del mismo CNE. Al reeleccionistas le adjudican 217 en la primera semana de
campaña.
Le importa un bledo que lo acusen de imponer censura, al prohibir micros de Ciudadanía Activa y mensajes impresos de
Fundación Justicia y Democracia.
Engorrosa es la
mayoría del CNE que pide a
Henrique Capriles “quitarse” la gorra
y permite propaganda en la cual aparece el reeleccionista entre colores
de la bandera. La grosería condujo a negar la inscripción de El Gato Briceño
para su reelección en gobernación de Monagas. Y Para el organismo la unidad
tiene "pretensión de salirse del carril democrático".
NOTA AL MARGEN: Burguesía en el concepto marxista –en el cual
piratea el reeleccionista- es la clase social dominante, acomodada. Aludida
debe sentirse su familia y los de alta posición del régimen.
albertojordanh@gmail.com
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