Quien me conoce sabe que mi segunda nacionalidad es
la mexicana. Alli me formé e introyecté mi cultura. En los años 50, cuando
llegué a la región más transparente del Anahuac, México era sinónimo de machos
tapatíos, charros muy hombres y muy homófobos.
No había cantante sin amante ni amante sin cantante
y, por supuesto, todos hacían su peliculita proyectando así esa imagen hacia el
ignaro continente de entonces. Jorge Negrete era un símbolo de esos personajes
porque no-solo era arrogante en la pantalla sino que tambien lo era en la vida
real. Sus compañeros del Sindicato de Actores de entonces se quejaban
amargamente de su carácter.
En una asamblea de ese sindicato tuvo, en alguna
ocasión, un desagradable incidente con mi tía, Hilda Vera, a quien increpó sin
cortesía alguna, en público y en voz alta. Fue el momento que mi madre aprovechó para pasarme una
lección de vida que aun perdura.
“Dime de que
blasonas y te diré de que careces”, se refería la vieja al gesto del macho arrogante que al mostrar su poder frente a los demás
reafirma su condición de varón y presume que los demás del mismo sexo o no lo
son como él o tienen el sexo disminuido.
─Ves como es ese señor, hijo. Pues así es como yo
quiero que tu no seas y continuó explicándome como, además de ese
comportamiento, los machos criollos suelen ser homófobos y perseguidores de
todo lo que ellos creen que no se parece a ellos mismos.
Pero, en el fondo, lo que queda claro, es que la
homofobia no es mas que la excitación producida por el homosexual en quien
intenta señalarlo y degradarlo por su condición sexual, vericueto psicológico
bastante parecido al de los donjuanes, quienes tras su amplio espectro de
conquistas suelen ocultar su
incompetencia afectiva.
De un tiempo para acá el ya decaidito farsante
Chávez y sus aláteres Maduro, Bernal, Jorge Rodriguez y la rata del 8, se han
dedicado a atacar a la oposición, en concierto y al alimón, siempre aludiendo
al sexo de la oposición.
Chacumbele dice que los cojones de Capriles son
lampiños, Maduro y Bernal coinciden en que la oposición no tiene cojones para
gobernar; tambien, según Rodriguez y la rata del 8, la oposicion no tiene
huevos suficientes, etc, etc.
Me pregunto yo si será coincidencia o
concierto, y reflexiono: " ¿Será que no hay algo más importante
que esté ocurriendo en el país, que sus
ideas sólo giran alrededor de eso? ¿Será limitación de
vocabulario?.¿Es que en el país no están sucediendo cosas lo suficientemente
graves como para dedicarnos a dilucidar quien y cómo tiene los cojones el
otro?. ¿Es que el estado de los cojones de
todos estos machos criollos es más importante que el bozal de arepa, más
importante que el hambre, las necesidades y penurias por las que están pasando
muchos hombres en Venezuela?.¿De dónde viene esa obsesión?
Me inclino a creer que los “machazos” del gobierno, simplemente,
comienzan a sentirse excitados por nuestros cojones y quien sabe si esa sublime
obsesión la resuelvan entre ellos, o con sus mujeres.
De cualquier manera ya en octubre tendrán que
despedirse porque el prestigio de Chávez es un prestigio que se fue.
alvilla8@hotmail.com
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