Con mi gratitud a
OSU, al hermano Jerez y a Marienbad Belugheilig
Tuve
el honor de haber escuchado a Oscar Sambrano Urdaneta y haber recibido
clases del hermano Jerez, eudista, sabios
a quienes tocaba enseñarnos gramática, semántica, prescriptiva literaria
y otras cosas bellas. No fue mucho mi entendimiento, pero gracias a esas enseñanzas, caro lector,
se me ocurrió acercarme a Maduro
bajo esta perspectiva, queriendo ser fiel a las lecciones de aquellos sabios,
de las cosas buenas de la retórica y el rigor semántico, y bajo la
orientación de mi terapeuta que, como
algunos otros venezolanos, si sanos
quieren sobrevivir hacen lo mismo, recurro, pues, en procura de su ejemplo, buscando
emular su amor a la pulcritud en el
empleo de la palabra, en el vestir la verdad de inocencia para no que no duela y a la pureza de su espacio, de las cosas,
del cuerpo y el alma, en el respeto de su intimidad para garantizarse la
suya, vale decir, como dices, de quien,
como vives, donde vives, a quien
escuchas, a quien te recuestas, en eso
se sabe como eres, eso eres. Pues bien, con esas ayudas he
buscado acercarme a Maduro, quiero decir, a su discurso y a sus obras públicas
de jefe de estado y de gobierno amigo de
Fidel, que invoca a Cristo, y se proclama de Chávez el hijo putativo y del
pueblo, su ser.
He recurrido a estas dos palabras,
soliloquio y antanagoge porque nada
tienen que ver con el diálogo – de eso
si me he atrevido a escribir – pues, el diálogo
mas que sentarse a conversar dos distintos o mas, que opuestos,
enemigos, incluso, pueden ser para, con
la razón, hacer las inferencias a objeto
de llegar a conclusiones que se ajusten a los propósitos, fines que orientan
ese modo de comunicación. Un diálogo es un modelo de discurso que permite
a uno,
dos, muchos con variaciones sobre el mismo tema, llegar a acuerdos
vinculantes a quienes participan y de
compromiso obligatorio según lo decidido. Un monólogo es mucho más que
eso, como es fácil demostrar según los
sabios dramaturgos escribieron. Un monólogo, que al parecer es una “conversa”
de uno consigo, es mucho mas que
eso, un monólogo es, pues, una reflexión
abierta a la cual recurre un pensador, un
poeta, dramaturgo, para que, a partir de un actor, que entra en
escena, representar lo que normalmente
no podemos hacer nosotros mismos hacia dentro,
escogiendo un tema que a la toda
humanidad afecta sin dejar ni uno fuera. Pues bien, como dije, de Oscar Sambrano,
sorbiendo una botellita de escocés, escuchaba impávido pero feliz, sus reflexiones sobre el lenguaje, la palabra, el
poema, el ser. Eran los tiempos cuando
todos podíamos comer y beber juntos y para ante cada divergencia un nuevo sorbo
y una reflexión y seguíamos. Si ateos,
creyentes, todos, pero nos unía la
distancia al dogmatismo, no tener ídolos ni
refugios obscuros para esconder nuestras culpas ni arreglar negocios o
hacernos cómplices en las permutas donde todo es posible poner en el “mercado”,
en beneficio de los intereses que el
egoísmo insano alimenta, dinero, sexo, poder. Nada de eso, la revisión constante, la crítica, era el
camino para acercarnos más y para protegernos.
La anagoge, me dijo, es una forma del discurso que por carecer su emisor de argumentos para recusar la consistencia, la verdad de otro discurso, se las arregla para hacer responsable al otro de la responsabilidad que le es propia.
Años después aprendí que ese estilo es viejo, desde Eva
hasta acá y que ha adquirido bajo
la política y en la pseudo moral
un muy vil empleo. Si no fuera por el
imperialismo, Cuba seria el Edén, pues todas sus dificultadles se deben al
bloqueo que USA ha impuesto a la Isla.
Del Soliloquio, dijo, hay que cuidarse aun más, no es monólogo, aun cuando se parece, porque
el monólogo es un verdadero diálogo de uno consigo, en donde uno somos todos,
por tanto para todos, el mundo, buscando explicaciones, interrogándonos, pero el Soliloquio no es eso, es hablar solo.
Y detallaba el origen latino de tal
palabra. Citaba ejemplos tomados de
Shakespeare y de Calderón para precisar su distinción. “Sueña el rey que es rey/ y vive con este
engaño mandando/ sueña el que agravia y ofende/y en el mundo en
conclusión/todos sueñan lo que son/aunque ninguno lo entiende”. Los psiquiatras afirman que son discursos propios de los esquizofrénicos, siempre solos por negar al otro, siempre
solos por creer que son todo, siempre íngrimos para soportarse satisfecho su
autoengaño, siempre sin descanso en lo mismo, adorar a su ídolo y refugiarse en
alguien sin conocer quien es.
Se que los lectores
siempre están prevenidos, de modo que me perdonen el recorte que hice a
Segismundo, pero la intención es clara,
así como es muy sencilla la
incorporación de la visión psiquiátrica.
Porque, ¿como explicarse la conducta de Maduro?
Para Maduro todo cuanto ha dejado
de hacer, todo cuanto está obligado a cumplir, no lo hace, no lo cumple pero se
no es su culpa.
Permítanme algunos ejemplos muy sencillos. Las líneas
aéreas se niegan a volar porque el gobierno les debe más de 4000 millones de
dólares, según pruebas. Y ¿qué dice Maduro?
O su ministro plenipotenciario de la economía, el petróleo, finanzas, el
sabio, filósofo? Que las líneas aéreas tienen la culpa, porque
venden sus boletos para el mundial de futbol
en Brasil. Las aerolíneas responden: hace año y medio que escribimos al
presidente, donde plateábamos la grave
situación y muy negativas consecuencias.
Maduro nada dice, nada hizo, habla en cadena de radio y tv. Vladimir Villegas dirá: las partes tiene que
dialogar y ceder de parte y parte. Bueno, ya se dijo, solo que no fue Vladimir.
Y siguen las argucias. Las líneas aéreas renuncien a la mitad de lo que se debe
y la otra que quedamos debiendo entra en el negocio del mañana. Así, el
próximo arreglo, renuncia a mil y el cuarto el gobierno no les debe nada
y si se van que no vuelvan, son parte de la guerra mediática y económica
mundial contra Venezuela.
Maduro “jefe de estado y de gobierno” , del PSUV… del TSJ, del Poder Moral, de la Fiscalía, del CNE, del banco
Central de las FAN reconoce,
en pequeño, la inflación,
escasez, inseguridad, pero exclama, en proclama en cadena de radio y tv, que la
oposición es la culpable inmediata, que el imperialismo que la amamanta es el
titiritero autor y que los opositores
son fascistas, Capriles, Leopoldo, los estudiantes, eunucos ejecutores de las decisiones del imperio. Que todos, en fin, son
desestabilizadores disociados que
quieren romper le hilo constitucional.
Maduro, “jefe de estado y de gobierno”,
dice a cada instante, en todas partes, suelta su arma de Armagedón para acabar con
todos los males en Venezuela y en el
mundo, exterminar el capitalismo, y, especifica aun mas, en lo local la oposición, los
estudiantes, los ricos, son los responsables de todos los males y el
colmo, son el instrumento del Norte
para dar un golpe de estado, precedido
de un magnicidio, donde él es el magno a ejecutar. Y Como esto es verdad según Maduro, y
resultándole cuesta arriba asaltar al
Pentágono, se conforma con aplicar en su
patria el principio de “muerte el perro
se acaba la rabia” , por eso se reprime, se violan los derechos humanos, de
difama, se encarcela sin el debido
proceso, pero todo se hace por la
democracia bajo la orientación de la palabra de verdad y amor de Hugo Rafael, y
con su ejemplo, su acción y su obra, se
cumplirá la voluntad de supremo líder, del redentor de América, del salvador mundo,
Hugo Rafael.
Me gustaría creer que Maduro pareciera acercarse a la aproximación que han hecho los
psiquiatras, psicólogos del soli-loquio,
que padece tan terrible mal para un
“presidente de la república, jefe de
estado y de gobierno”. Casi me convence
un psiquiatra de que Maduro da la
impresión de estar afectado por la bipolaridad, por tanto, mientras está sano
planifica el mal que va a hacer y al estar enfermo lo ejecuta, pero algo me
dice que la cuestión es peor. Este régimen es bastante sincero, nada de hipocresía cuando afirma, radical, que el socialismo
sigue, que no hay nada que lo frene, que
es irrenunciable y que se va a imponer, que ese es el primer mandamiento
a obedecer. Luego que se le reconozca
como todo eso que dice ser, presidente, jefe de estado y de gobierno, ese es el
segundo mandamiento; que Simonovis y demás presos, que los estudiantes y todos
los demás “privados de libertad”, tienen
que seguir presos y que, además, para
que la armonía siga, serán acusados por
la fiscal, defendidos por la defensora del pueblo, y garantizados su derechos
por el TSJ, tercer mandamiento; y que
se acepte todo lo demás como ordenó el Padre y Señor, supremo líder, HRChF, ese es mandamiento sine qua non y equivale a
amar a dios por encima de todas las cosas y al ídolo, refugio por encima de
dios; que es de obediencia total que
Diosdado sea el jefe y presidente de la comisión de la verdad, del amor y la
paz, cuarto mandamiento. Quinto, que se acepte el modelo educativo, cargado de la buena voluntad para alcanzar el
socialismo y la libertad. Fuera de esos mandamientos hay más que acoger, creer que el despilfarro, la corrupción, el
endeudamiento interno y externo, son buenos para el país, la patria y para el
pueblo. Que compartamos el cierre de
medios de comunicación porque contribuye
a garantizar la libertad de expresión y la moral.
Maduro actúa a plenitud de sus
facultades mentales y con el apoyo de las facultades militares. El discurso y
la acción de Maduro es la continuación más eficaz de la obra de Chávez. Chávez impuso el
terrorismo de estado para crear el estado de terror en cada ser que aquí
vivimos, habitamos. Patria socialismo o
muerte. Creó un apartheid, los consigo
buenos y los demás, por definición, contra él, los malos. La lista Tascón fue
su primer éxito. Orquestó un lenguaje turbio, procaz, montado en la calumnia,
la difamación para descalificar a quien ose pensar. Se impuso a la constitución y subordinó todos
los poderes a su voluntad. Chávez creo
un fundamentalismo sin fundamentos, por tanto su núcleo es el culto a la personalidad, su idolatría, su deificación. Chávez asumió
la tesis de Rodríguez Araque, el hombre nuevo, el “socialchavista” se levanta sobre la aniquilación del hombre
marcado por el capitalismo voraz, salvaje. Que la obediencia al líder es directamente
proporcional a la ignorancia y la esperanza crece según se mantiene la
miseria. Chávez organizó el odio, como medio para ligar, organizar al
pueblo desposeído, a los frustrados, para
aniquilar, de ser posible, a quien
algo tiene, porque o bien se le supuso mal habido o bien, porque se le
quitase a quien nunca lo tuvo o bien para decirle, puedes tener lo que otro
tiene, si lo despojas. Chávez propició, organizó, financió el paramilitarismo,
tupamaros, milicianos, colectivos, a la par
hizo de las fuerzas armadas su brazo armado sin principios, sin reservas
a quienes se impuso como comandante y como su dios. Chávez propicio el hampa y la premió con la
impunidad para reforzar tanto el terrorismo
de estado como estado de terror y de ese modo acabar la disidencia, la crítica,
el amor a la libertad, lograr, en definitiva, la abulia que provoca el miedo y sumisión al poder. Chávez aplicó la pseudomoral de todo terrorismo, dogmatismo, fundamentalismo,
todo cuanto se haga por la revolución, es decir por él, es permitido.
Maduro trata de profundizar y continuar
esas reglas del juego, solo que no tiene ni la inteligencia, lo confiesa él
mismo, siendo Chávez el único, etc… ni la audacia de su ídolo, su putativo
padre, consejero refugio, pero ni él ni
su padre putativo, en estos quince años trágicos, pudieron enterrar la consciencia social, de la cual sus estudiantes son la
mas bella expresión, a quienes se suma cada vez mas la sociedad abierta. Maduro lo sabe necesariamente, incluso si se
trata de auto engañarse, sabe que la consciencia libertaria crece, que por ello
no hay miedo a actuar contra su régimen. Pues bien, Maduro tiene que cometer un parricidio para no ser el verdugo de Venezuela.
Si no lo comete tiene que afirmarse como dictador terrorista, si más ni
menos. El cuerpo de la revolución de
Chávez fueron los dólares petroleros y su astucia sin alma, “barriga llena
corazón contento”, pero la cosa se rompió. La revolución carece de alma, es
decir de principios que afirmen la
libertad. La ilusión de vivir mejor los
desposeídos, el “pueblo” se desvaneció y
amor con hambre no dura y si dura no perdura, repetía la abuela. A partir de la consciencia social que renace,
sobre esta Venezuela destruida, surge
una Venezuela autentica, que sustituye
el oído por la solidaridad. Al consejero
manipulador por el crítico pensador.
Fedecamaras jugó a la trampa del
diálogo, bajo el espejismo de que habría abundancia de dólares para satisfacer
sus intereses. Fue hábil apuesta de Maduro “dialogar” en camas separadas con
todos en orgias de promesas en dólares y
los dólares no saben de ética. Los estudiantes desvistieron al rey, la
MUD sabiéndolo desnudo procura que la desesperación del Rey no sea trágica,
para evitar que en su fealdad se entregue por entero a las milicias y se sonría Fidel por la fidelidad.
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
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