Resumiendo: El año 2012 será un año difícil, con niveles
de inflación cercanos al 30% , con situaciones difíciles asociadas a la demanda
de mejoras salariales que no podrán ser atendidas, con severas restricciones de
divisas por parte de Cadivi, con una política monetaria expansiva resultado de
la estrategia electoral de quien hoy nos desgobierna que generará más inflación
El gobierno al igual que en 2011 y a efectos del
crecimiento IRREAL del país, mantendrá
un aun mas elevado, ineficiente e improductivo gasto fiscal debido a
compromisos asociados a programas sociales con los que mantiene el bozal de
arepa y a la cercanía del proceso electoral que
luce comprometido para quien POR AHORA nos desgobierna,
independientemente de quien resulte escogido en las primarias del próximo mes
de febrero
De esta forma, el
presupuesto fue calculado a un precio de 50 dólares por barril de petróleo, 10
dólares más de lo previsto en el último presupuesto y muy lejos de los niveles
actuales en los que el crudo venezolano registra un precio promedio de 100,80
dólares por barril, con gran posibilidad de alcanzar precios mayores
dependiendo de la crudeza del invierno y de las nuevas tensiones en el oriente
medio. Lo que implica que el 50% del ingreso petrolero, sea cual fuere, ira
directamente al FONDEN. Fondo que es usado por quien hoy nos desgobierna sin
ningún tipo de control ni restricciones.
Basados en cifras meramente
estadísticas, los “estrategas” proyectan
obtener en 2012 un crecimiento económico (irreal) de 5% y una inflación
entre 20% y 22%, cifra que deberá estar mas bien cerca del 30% o incluso por
encima de ella, dependiendo de la profundidad de la inevitable futura
devaluación que dada la sobre valuación del Bolívar tendrán que afrontar.
Esta inevitable devaluación
también estará atada a la
percepción del panorama electoral de
quien hoy nos desgobierna. Es decir, al aumento de su percepción de posible
pérdida de las elecciones, aumentara proporcionalmente el gasto publico “no
reproductivo” como estrategia para comprar conciencias, lealtades, y
“liderazgos”.
Quien hoy nos desgobierna
mantendrá mientras la situación política se lo imponga y sus necesidades se lo
aconsejen, el control cambiario a la
tasa de 4,3 bolívares por dólar. Mi percepción es que por la necesaria
devaluación, la divisa Norteamericana (al cambio oficial) estará alrededor de
6,50 bolívares por dólar. Con lo que de
paso licuará la deuda interna generando más pobreza escondida dentro de la
aparente bonanza económica. Tomando en cuenta esta observación, si en el 2010
la inflación venezolana llegó a 27,2% y fue la más alta en América Latina y si
en los primeros once meses de 2011 ya acumula 25,4% al sumarle la inflación
esperada para el mes de diciembre, estará muy cerca del 30% pronosticado en mis
perspectivas para el 2011. Este resultado es tomado de los números maquillados
por el BCV, porque la inflación subyacente, dada la escasez que es la inflación
más cara, supera con mucho este porcentaje.
Para quienes hoy nos
desgobiernan, el país tendrá en el 2011 un “crecimiento” (irreal) del 4%. Y es
irreal porque estadísticamente esta basado en los aportes petroleros y en una economía de puertos (no
reproductiva) que disfraza la situación
real de la economía del país, cuyo sector privado ha sido sometido a un
brutal descalabro y que en gran parte ha sido sustituido por empresas de papel,
o por empresas extranjeras que producen
poco o ningún valor agregado a nuestra economía y mas bien contribuyen al
deterioro del plantel laboral del país.
Son muchas las expectativas
(especialmente las políticas) que para el 2012 tenemos los venezolanos, pero
una de las que más nos preocupa es que nos deparará la economía el año
entrante, cual será su comportamiento y sobre todo como nos afectará.
El gobierno, lo cual es un eufemismo, al
estimar el nuevo presupuesto presentado en octubre, basado en un barril de
petróleo a $ 50 y estimar un alza del PIB del 5% con una inflación de entre un
22 y un 25 % para el año próximo, comete un acto de lesa patria, esconde
ingresos superiores a los estimados en el presupuesto y facilita un criminal endeudamiento que comprometerá por
décadas el presupuesto nacional.
Quienes hoy nos desgobiernan
esconden la incidencia de la inflación sobre los verdaderos índices de pobreza
y los esconden con las necesarias, pero improductivas (por su diseño
demagógico) misiones. Al igual que en el 2011
el incremento relativo del 28% del presupuesto respecto al del año
anterior, subestima la inflación al colocarla en el 22% cuando seguramente
estará mucho más cerca del 30% lo que implica que el presupuesto, en realidad,
es inferior al del año presente y ello lo obligará a la utilización de “otras
fuentes” de financiamiento, lo cual se ha convertido en su deporte favorito.
Así mismo el eufemismo
esconde lo que hará con el diferencial entre el precio de $ 50 proyectados en
el presupuesto y el precio actual del
crudo, que se mueve, con tendencia al alza, en torno a los $ 100 para la cesta
venezolana. Aunque no es difícil imaginar el destino final de este diferencial.
La evolución de la economía
del país dependerá en gran parte de las decisiones que tome el desgobierno,
especialmente ahora que las reservas están por debajo de un mínimo razonable
para cubrir un año de importaciones, sobre todo tomando en cuenta que el
servicio de la deuda externa de la Nación está estimada en más de 14.000
millones de dólares para el 2012, por lo que CADIVI no tendrá mucha capacidad
para satisfacer las solicitudes del sector privado y con ello provocará escasez
de productos y aumento de los precios de los mismos.
El sector externo
superavitario por los ingentes ingresos petroleros, tal como se hizo en el 2011
se amortizará restringiendo la oferta de
divisas otorgadas por CADIVI para tratar de evitar sin éxito la salida de
capitales y se apalancara con un posible ajuste nominal en el tipo de cambio
oficial recurriendo a una devaluación de tipo lineal que podría estar entorno
al 50% del valor de la divisa oficial. Será con la manipulación de estos
números que el gobierno mostrará un crecimiento que en el papel luce
incontestable, pero que en la realidad solo reportaran, como hasta ahora, más
miseria escondida dentro de una ilusión de bonanza económica.
El gobierno mantendrá un
elevado, ineficiente e improductivo gasto fiscal debido a los compromisos asociados a los programas sociales con los
que mantiene el bozal de arepa de la población y a través de los que sufraga el
mantenimiento de sus huestes, logrando con ello mantener la ilusión de abundancia que obnubila a
tantos venezolanos y que es la verdadera
razón de su permanencia en el poder.
El gasto público nominal se
verá afectado en un 30% que es la inflación
esperada, por lo que se financiará con recursos provenientes del FONDEN.
A través de la adjudicación de títulos públicos, de los cuales aproximadamente
el 40% y repitiendo la fórmula del año 2011 provendrán de la colocación de
Bonos denominados en dólares y pagaderos en BsF y con la ganancia cambiaria generada por la
emisión de estos. El resto del déficit
se cubriría con la des acumulación de reservas del tesoro y recursos de
la Tesorería Nacional en USD.
Sector real: En materia de
actividad económica se podría esperar un crecimiento relativo del 2% apalancado
por los precios petroleros. Este pobre crecimiento del PIB, si tomamos
en cuenta la magnitud de los ingresos, está asociado a factores como: La
recomposición del gasto del gobierno favoreciendo su componente (improductivo)
corriente; Los estrangulamientos por el lado de la oferta asociados al
debilitamiento del sector privado, verdadero generador de riqueza, y al consecuente déficit de inversión resultante
de la carencia de un sistema judicial confiable y de un ordenamiento legal
acomodaticio y cambiante, así como al represamiento de divisas por parte de
CADIVI que acarreará aun más severas limitaciones al sector privado, en favor; tanto del sector publico como de la
nueva oligarquía Boliburguesa.
En consecuencia el PIB no
petrolero volverá a decrecer aproximadamente en un 2%, y el petrolero crecerá
en un 4%. En este sentido, las actividades de la economía que resultaran más
perjudicadas serán los sectores de Minería, Bienes y Servicios Prestados a las
Empresas, el sector manufacturero, el sector de la construcción privada.
Política fiscal: se
presentan dos panoramas distintos: Por el lado de los ingresos petroleros se
prevé un alza importante con respeto al
año 2011 que estará determinada por sus precios a lo largo del año y por el lado de los ingresos no petroleros
debido a la disminución del tamaño del sector privado se estima una menor tasa efectiva de recaudación
en los principales tributos debido al decrecimiento de la economía interna. Sin
embargo, a pesar de lo antes mencionado se espera un incremento de los ingresos
fiscales debido a un incremento de la presión tributaria sobre los
contribuyentes, a la ganancia cambiaria
generada por la operación con divisas. Así mismo luce posible un nuevo ajuste
al alza de alícuotas de impuestos o en
el valor de las unidades tributarias.
Política monetaria: Aún
tomando en cuenta el crecimiento relativo del PIB, debido a la devaluación a la
que seguramente acudirá el gobierno se
puede esperar un crecimiento monetario que aumentará la presión inflacionaria,
a la que deberá sumársele la presión adicional que generarán los bonos
denominados en dólares y pagaderos en bolívares. Así mismo es de esperar que
debido a la alta inflación del periodo, las tasas de interés se mantendrán
negativas.
En materia de consumo: A pesar de la inmensa cantidad de dinero que
vía MISIONES se inyectara a la economía,
la tendencia es hacia la baja impulsado por la inflación y la caída del poder adquisitivo
de la población aun a pesar de los
incrementos salariales que puedan ser decretados.
Mercado laboral: Con un crecimiento económico irreal es seguro que
se anulen las posibilidades de
generación de empleo en el sector privado, especialmente con la extensión de la
inamovilidad laboral. Y por el contrario generara mas destrucción del tejido
empresarial que hará que la tasa de desempleo se incremente y que la economía
informal abarque a más del 50% de la población económicamente activa.
Resumiendo: El año 2012 será un año difícil, con niveles
de inflación cercanos al 30% , con situaciones difíciles asociadas a la demanda
de mejoras salariales que no podrán ser atendidas, con severas restricciones de
divisas por parte de Cadivi, con una política monetaria expansiva resultado de
la estrategia electoral de quien hoy nos desgobierna que generará más
inflación, con un aumento de la carga tributaria que empobrecerá mas a la
población, con un déficit fiscal importante que será solventado con mas emisión
de deuda, con una voracidad fiscal
insaciable e inmanejable, con el uso irresponsable de fondos
extrapresupuestarios, con gastos extraordinarios no reproductivos que
representan el 11,0% del PIB, con un
gasto más que ineficiente para impulsar al aparato productivo nacional.
En el 2012 es de esperarse
un mayor deterioro estructural del aparato económico aunque el gobierno crea
que el repunte de los precios del petróleo brindará ingresos suficientes para
reactivar el aparato productivo por la vía del gasto público. Se equivocan
totalmente. En la medida y forma en que está concebido el gasto público, nada
será suficiente para que Venezuela retome la senda del crecimiento económico a
menos que se tome en cuenta al sector privado quien es el principal inversor y empleador
en una economía que pretenda crecer sostenidamente a tasas elevadas.
Aun así tenemos una luz al
final de este largo túnel de trece años.
¡Feliz año a todos!!!! Y
ojala que este 2012 nos traiga lo que mas anhelamos... “La libertad de nuestra
amada Venezuela”.
Amanecera y Veremos
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