La precandidata
presidencial a las Primarias, María Corina Machado, envió una comunicación al
comandante Fidel Castro en la que responde a algunas alusiones hechas por éste
en un reciente escrito publicado en el diario Granma. “Señor Castro, deje de
intervenir en nuestros asuntos internos”, afirmó en su escrito.
La misiva comenta
el careo que la diputada sostuvo con el presidente Hugo Chávez durante la
presentación de la Memoria y Cuenta el pasado 13 de enero en la Asamblea
Nacional, y pretende destacar “la caballerosidad y la sangre fría” del jefe de
Estado venezolano en contraste con las supuestas “incuestionables ofensas” que
habría cometido Machado en su actividad parlamentaria al momento de carearse
con el mandatario.
“El presidente
Chávez intentó usar su presentación en la Asamblea para dos propósitos muy
evidentes. En primer lugar, para mostrar un país de paz y prosperidad que no
existe. Venezuela, con todos sus recursos humanos y naturales, vive los embates
de la pobreza, el crimen y la humillación; en segundo lugar, quiso utilizar a
los diputados de la oposición para mostrar al mundo un juego democrático que ha
sido vulnerado por su gobierno, mediante el control abusivo de todas las
instituciones del Estado y la represión hacia la disidencia”, explicó Machado.
“Frente a esta
manipulación y la indignación que me produjo”, escribió en la misiva, publicada
en tres diarios nacionales, “tomé la palabra para denunciar que no existe ese
país que describió Chávez y que, por el contrario, está signado por la escasez
y el racionamiento, el crimen desatado y la acción vil e impune del Estado, que
roba la propiedad privada mediante la figura de las expropiaciones. Por eso,
cuando pronuncié la frase ‘expropiar es robar’, los venezolanos en su mayoría,
sobre todo los más humildes, se sintieron expresados. No fueron frases que
pusieron a prueba, como usted dice de Chávez, ‘su caballerosidad y sangre fría’,
sino su engaño y el teatro que escenificaba hasta el momento de mi exposición”.
En la década de
los 60 personal militar cubano pretendió imponer un régimen en Venezuela como
el que usted impuso en su país
Machado recordó al
exdictador cómo ocurrió el careo. “Yo dije que expropiar es robar y lo
sostengo. Fue el propio presidente Chávez quien se autocalificó de “ladrón” al
asumir personalmente la responsabilidad de las expropiaciones, que son robos
apenas revestidos de un barniz jurídico en el régimen actual.
María Corina
calificó a Chávez como un déspota al recordar que el mandatario respondió que
ella “no tenía ranking” para debatir con él. “Su manoseada frase sobre águilas
y moscas es una grosera manifestación de desprecio hacia sus interlocutores.
Sólo un déspota considera que un parlamentario elegido por el pueblo no tiene
credenciales para discutir con el presidente de su país. Pero en el fondo tiene
razón el presidente Chávez: él y yo estamos en niveles muy distantes en cuanto
a la moral y los principios”.
La parlamentaria
señaló un punto que elude Castro en su análisis: que su interpelación al
presidente Chávez expresó lo que un país hastiado de un régimen autocrático
quiere decirle.
La aspirante
independiente comentó que las opiniones del exdictador cubano “incursionan en
el debate político venezolano”, que eso es “una prueba más del intervencionismo
sistemático” de Cuba en los asuntos internos de Venezuela, al tiempo que
recordó otros momentos de la historia contemporánea de Venezuela en los cuales Castro
quiso convertir a Venezuela en una sucursal de su modelo comunista.
“En la década de
los 60 personal militar cubano pretendió imponer un régimen en Venezuela como
el que usted impuso en su país. Las autoridades civiles y las Fuerzas Armadas
de entonces lo derrotaron a usted, del mismo modo que las democracias
latinoamericanas lo hicieron en toda la región. Su agresión causó muertes,
incluyendo la de tantos jóvenes venezolanos que se hicieron ilusiones con su
revolución”.
Castro es un buen
ejemplo de cómo las grandes potencias “negociaron” a Cuba en el marco de la
Guerra Fría
María Corina
recordó la solidaridad de Castro con el presidente Carlos Andrés Pérez cuando
se produjo la intentona golpista del 4 de febrero de 1992. Los venezolanos
recordamos la carta suya al presidente Pérez en la que le decía: “En este
momento amargo y crítico, recordamos con gratitud todo lo que has contribuido
al desarrollo de las relaciones bilaterales entre nuestros países y tu
sostenida posición de comprensión y respeto hacia Cuba. Confío en que la
dificultades serán superadas totalmente y se preserve el orden constitucional,
así como tu liderazgo al frente de los destinos de la hermana República de
Venezuela”.
Machado criticó
duramente la superficialidad con la que Castro se refiere al cuestionado
general en jefe Henry Rangel Silva, recientemente promovido al cargo de
ministro de Defensa de Venezuela, y que a su juicio este alto oficial no
representa no representa a los militares institucionales de Venezuela, ni la
protesta mayoritaria de éstos en contra de la invasión cubana a nuestra FAN.
La parlamentaria
cree que Castro es un buen ejemplo de cómo las grandes potencias “negociaron” a
Cuba en el marco de la Guerra Fría. “Usted, que sabe eso, podría imaginarse la
indignación que produce a los venezolanos ver a cubanos enviados por su
Gobierno en las más altas esferas del Estado, en las instalaciones militares,
en el palacio presidencial, en los cuerpos de seguridad, en registros y
notarías. Imagine la humillación que sienten los oficiales de la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana al recibir órdenes de extranjeros como los oficiales
cubanos, quienes invaden nuestras instalaciones militares”.
María Corina
denunció que la incapacidad del Estado venezolano se evidencia en las personas
aún damnificadas por las lluvias de noviembre y diciembre de 2010, que
contrastan con el auxilio financiero a Cuba.
“Su Gobierno
recibe –que se sepa- más de 110 mil barriles diarios de nuestro petróleo en
forma de regalo, supuestamente compensado con servicios que no valen lo que
cuesta producir el petróleo. Su régimen hace triangulaciones de negocios que
encarecen lo que Venezuela importa y les permiten a ustedes una grosera e
innecesaria tajada de comisiones. Chávez y ustedes han logrado que lo que ha
sido la tradicional amistad entre cubanos y venezolanos, hoy esté atravesada
por el resentimiento y la sospecha. Esa amistad volverá pero una vez que cese
la invasión de funcionarios de su país al nuestro”, denunció
Finalmente,
Machado exigió el fin de la intervención cubana en la política doméstica.
“Hágalo de buen grado o las fuerzas democráticas de Venezuela se lo volverán
hacer entender como hace 50 años”.
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