*OBISPOS VENEZOLANOS ALERTAN CRISIS PUEDE PROVOCAR CONFLICTO BÉLICO REGIONAL
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) dijo hoy que le preocupa que un eventual agravamiento de la crisis de Colombia con Venezuela y Ecuador "pueda llegar a provocar un conflicto bélico" entre esos tres "pueblos hermanos".
"Más allá de las causas" que detonaron esa crisis, a los obispos venezolanos les "preocupa que se pueda llegar a lesionar el clima de tradicional convivencia pacífica" entre las tres naciones fronterizas, dijo la CEV en un comunicado leído por su presidente, el arzobispo Ubaldo Santana.
Tras alertar que "nada positivo y duradero se construye con la violencia, el odio y la guerra", la CEV apuntó a que "la búsqueda de la paz es un deber fundamental para todo Gobierno responsable.
En ese sentido, exhortó al presidente venezolano, Hugo Chávez, "a cumplir decidida y responsablemente su obligación constitucional de preservar la paz interna y externa de Venezuela".
La "moderación y serenidad" debe privar en la "protección de la soberanía del país", añade el texto, en alusión a la razón esgrimida por Chávez para ordenar el envío de fuerzas a la frontera con Colombia, en previsión a que ese país repita en el suyo la operación que las tropas colombianas realizaron el sábado pasado en Ecuador.
"La paz externa de las naciones -prosiguió la CEV- se fundamenta, entre otras cosas, en el respeto recíproco a la soberanía territorial", que Colombia admitió no cumplió con su ataque del sábado a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, en el que murió el número "dos" de esa guerrilla, "Raúl Reyes".
A raíz de dicha ofensiva, Venezuela cerró su embajada en Bogotá, expulsó al cuerpo diplomático colombiano en Caracas y envió tropas a la frontera, mientras Ecuador rompió relaciones con Colombia y reforzó la seguridad en la línea divisoria.
Los obispos venezolanos también confiaron en que el Ejecutivo venezolano "pueda salir airoso ante las acusaciones formuladas por el Gobierno colombiano", en el sentido de que Chávez financió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El Gobierno colombiano anunció esta semana que denunciaría a Chávez ante la Corte Penal Internacional por "patrocinio y financiación de genocidas", después de encontrar información en ese sentido en las computadoras de "Raúl Reyes".
La CEV abogó, además, por la activación "cuanto antes de todos los mecanismos de negociación y mediación" para que las partes involucradas inicien un "diálogo directo para la paz y para evitar una escalada del conflicto".
Asimismo, agregó que "la paz interna se basa en el cumplimiento de la Constitución, las leyes y en el respeto mutuo entre personas y las instituciones".
En ese contexto, "deploró" la "vergonzosa" ocupación de la sede del Arzobispado de Caracas "por grupos afectos" a Chávez, lo que además -dijo- se produjo "ante la pasividad de las autoridades encargadas del orden público".
Esa ocupación durante dos doras se produjo hace una semana y entonces el cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, la atribuyó a una "escalada de violencia" que, subrayó, "le corresponde al Gobierno" de Chávez ponerle fin.
El grupo invasor a la sede arzobispal estuvo liderado por la dirigente barrial Lina Ron, quien por ello fue criticada públicamente por Chávez.
EFE
La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) dijo hoy que le preocupa que un eventual agravamiento de la crisis de Colombia con Venezuela y Ecuador "pueda llegar a provocar un conflicto bélico" entre esos tres "pueblos hermanos".
"Más allá de las causas" que detonaron esa crisis, a los obispos venezolanos les "preocupa que se pueda llegar a lesionar el clima de tradicional convivencia pacífica" entre las tres naciones fronterizas, dijo la CEV en un comunicado leído por su presidente, el arzobispo Ubaldo Santana.
Tras alertar que "nada positivo y duradero se construye con la violencia, el odio y la guerra", la CEV apuntó a que "la búsqueda de la paz es un deber fundamental para todo Gobierno responsable.
En ese sentido, exhortó al presidente venezolano, Hugo Chávez, "a cumplir decidida y responsablemente su obligación constitucional de preservar la paz interna y externa de Venezuela".
La "moderación y serenidad" debe privar en la "protección de la soberanía del país", añade el texto, en alusión a la razón esgrimida por Chávez para ordenar el envío de fuerzas a la frontera con Colombia, en previsión a que ese país repita en el suyo la operación que las tropas colombianas realizaron el sábado pasado en Ecuador.
"La paz externa de las naciones -prosiguió la CEV- se fundamenta, entre otras cosas, en el respeto recíproco a la soberanía territorial", que Colombia admitió no cumplió con su ataque del sábado a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, en el que murió el número "dos" de esa guerrilla, "Raúl Reyes".
A raíz de dicha ofensiva, Venezuela cerró su embajada en Bogotá, expulsó al cuerpo diplomático colombiano en Caracas y envió tropas a la frontera, mientras Ecuador rompió relaciones con Colombia y reforzó la seguridad en la línea divisoria.
Los obispos venezolanos también confiaron en que el Ejecutivo venezolano "pueda salir airoso ante las acusaciones formuladas por el Gobierno colombiano", en el sentido de que Chávez financió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El Gobierno colombiano anunció esta semana que denunciaría a Chávez ante la Corte Penal Internacional por "patrocinio y financiación de genocidas", después de encontrar información en ese sentido en las computadoras de "Raúl Reyes".
La CEV abogó, además, por la activación "cuanto antes de todos los mecanismos de negociación y mediación" para que las partes involucradas inicien un "diálogo directo para la paz y para evitar una escalada del conflicto".
Asimismo, agregó que "la paz interna se basa en el cumplimiento de la Constitución, las leyes y en el respeto mutuo entre personas y las instituciones".
En ese contexto, "deploró" la "vergonzosa" ocupación de la sede del Arzobispado de Caracas "por grupos afectos" a Chávez, lo que además -dijo- se produjo "ante la pasividad de las autoridades encargadas del orden público".
Esa ocupación durante dos doras se produjo hace una semana y entonces el cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, la atribuyó a una "escalada de violencia" que, subrayó, "le corresponde al Gobierno" de Chávez ponerle fin.
El grupo invasor a la sede arzobispal estuvo liderado por la dirigente barrial Lina Ron, quien por ello fue criticada públicamente por Chávez.
EFE
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