Múltiples son las definiciones que están ya hechas para calificar la actuación política y militar de quienes desde hace quince años
en forma atropellada e insólita, y contraía a los venezolanos y a la
Constitución, por decir algo, han administrado el Estado, sus caudalosos dineros públicos, y, la
república. Definiciones que la historia
y quienes la estamos escribiendo con
rango cognoscitivo, ya se han recabado
para escribir este tránsito político, que a todas luces, sin llegar a más, pareciera ser el largo
funeral de aquello que han llamado IV Republica. (¿?)
Personalmente
y sin formar parte de otros opinadores de oficio, he encontrado otra
definición : “Un régimen
clepto-Ineptocratico”, a la vista de los
hechos, que no es más que: “Un sistema de gobierno en el que los menos
aptos para liderar, son elegidos por los que no producen nada, y en el que
aquellos miembros de la sociedad incapaces para mantenerse a sí mismos o de
triunfar, son recompensados con bienes y servicios expropiados de la riqueza
creada por un número cada vez menor de gente
honesta trabajadora y productiva”.
Sin embargo, existe un componente nuevo, dentro de
este llamado primeramente “Proceso” y ahora
llamado “régimen cívico militar” que es el factor militar y su comprometida actuación, o al menos, el
comportamiento de las cúpulas de quienes han comandado y administrado el brazo armado del Estado, sumados a esa
forma de hacer política, lo que de hecho
los convierte históricamente en cómplices, al menos, de lo que sucede
para bien, que no creo, o, para mal de la república y de sus gobernados. Y cuyas
consecuencias les acarreara, sin la menor duda, consecuencias inmediatas impredecibles.
En forma
sorpresiva, pero ya debelada, y siempre
envuelto en el velo del oscurantismo y absurdo misterio propio de los viejos y
fenecidos regimenes represivos comunistas al estilo este europeo, soviético,
chino, coreano, vietnamita. O el cubano
que hoy capitula rodilla en tierra ante
el imperio de Obama, han sido regimenes
que tanto daño humano, terror, lágrimas y muerte causo a sus pueblos.
Así tal ocurre en pleno siglo XXI aquí en la patria
y el legado que nos dejó “el difunto eterno”
que las fuerzas de los hechos indican que se no se sabe aún: Donde y cuando murió, de que murió y donde está al
fin inhumado. Hoy, el ministro dela
Defensa y jefe del Comando Estratégico Operaciones, frente un ya casi
atónito país hambriento de hambre y plagado de miserias, el general en jefe Vladimir Padrino
López, aparece, al fin también, sonreído
que no sabemos de qué y porque,
el sábado 5 de septiembre junto al criminal dictador Fidel Castro.
Quizás oyendo y acatando las instrucciones que debe
asumir ante una Cubazuela que la negocian en Washington entre Raúl, Obama y su Santidad Francesco.
Dice en el mensaje en su cuenta @vladimirpadrino,
“Gracias COMANDANTE!!! Seguiremos aferrados a las ideas y a las causas más
nobles de la humanidad. ¡Hasta la Victoria!”. ¿Gracias a qué y a quién? nos
preguntamos, y ¿cuál causa noble? ¿ y cual victoria? ¿Y cuáles ideas?, Es la pregunta que nos hacemos los
venezolanos que aun quedamos vivos en la patria
Chávez nos legó, no en la de ellos, que es otra.
“Cosas
veredes Sancho que harán fablar las piedras”. Sancho al Quijote. Alea jacta est.
Jose
Eduardo Guzman Perez
guarauno2000@gmail.com
@guzmanperez1
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