Al hablar de Carlos Cruz hijo nos remontamos al
Carlos Cruz padre, con quien compartimos
-allá en la vieja casona de la Electricidad de
Valencia- muchas anécdotas de la vida
cotidiana y aprendimos de su exaltación por el trabajo como herramienta con que
se labra el porvenir y se apoyan los ideales que nos dan la fuerza para la
vida. Carlos cumplía su rutina diaria
apegado a la responsabilidad; vivía su
pasión por los suyos, llegándonos a confesar que nunca salía a la calle sin
ellos porque los llevaba siempre en el cofre sujeto a su pecho, donde con celo
guardaba sus más preciados amores.
No sería exagerado decir que de la misma planta
nacen los retoños que, se diferencian entre sí, como una necesidad de escape
para congraciarse con las bondades de la
naturaleza. Igual somos los humanos que trazamos el norte de nuestra vida
diversificándonos en sueños que nos van indicando cuánto más o cuánto menos
nos valorarnos. Carlitos hijo, como lo llamamos en nuestro
trato franco resaltado por la cordialidad, pertenece a esa generación de
jóvenes, que peldaño a peldaño, se realizan para su propio bien y orgullo de la patria. Carlos Cruz
-columnista del diario El Carabobeño y Miembro de la Asociación de
Columnistas del Estado Carabobo- remontado en la cima de sus proyectos es un
personaje original y creador, apegado al
verbo primoroso de la espontaneidad, que le permite irradiar luces enmarcadas dentro de una
entrega consagrada al bien de la humanidad.
Honesto y diáfano de pensamiento, sencillo y sin
alarde ejerce su profesión de médico con apego y cariño. Ha recorrido
un largo camino de experiencias en las diferentes ramas de la medicina
que le ha tocado desempeñar. Su diaria e
incansable labor, enriquecida con el estímulo y amor de su fiel compañera la
doctora Milene Palacios y su hija Arianna,
lo ha colocado a la altura de
sus retos. Con sus propios pies llegó a la Academia de
la Historia donde ocupa el Sillón E, obtenido por sus amplios conocimientos de la Historia de Venezuela y
por escribir cada hecho del pasado y el presente de la Valencia de su
predilección. Hoy lo tropezamos
avanzando hacia adelante, cargando en sus hombros los éxitos de su preparación
profesional, compitiendo la presidencia de esa prestigiosa institución. Ahí no hay votos por debajo de la mesa ni
desacuerdos que dejen heridas insanables.
Todos los candidatos son merecedores del sillón principal y Carlos Cruz
está entre ellos.
Luis
Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
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