Elogiar el oficio de periodista, no debe llevar a confusiones que resulten en expresiones que poco o nada hablen de la significación del periodismo.
PERIODISMO: EMBLEMA DE LIBERTAD
Celebrar el día del Periodista en recuerdo del alumbramiento
del Correo del Orinoco, es propio de quienes viven el periodismo como proyecto
y determinación de vida. Aquel hecho que conmocionó la naciente República en
1818, como resultado de la disposición del Libertador de llevar desde Trinidad
hasta Angostura una innovadora imprenta, tuvo la revolucionaria idea de
divulgar distintas opiniones sobre el acontecer político de entonces de manera
de fraguar la conciencia civilista y venezolanista requerida por la causa
patriótica. Sin embargo, más allá de la remembranza que el 27 de Junio tiene
para el periodismo y los periodistas venezolanos, se hace necesario otra
lectura que traduzca reflexiones que inciten actitudes alineadas con las
demandas económicas, sociales, políticas y culturales que hoy trascienden el ámbito
geográfico de este país llamado Venezuela.
El periodismo se celebra asimismo todos los días. Así que
elogiar el oficio de periodista, aunque responde a otra intención, no debe
llevar a confusiones que resulten en expresiones que poco o nada hablen de la
significación del periodismo. En principio, debe tenerse clara su concepción.
De lo contrario, podría correrse el riego de caer en vaguedades sin sentido
alguno. De forma tal que aludir a un periodismo delimitado por valores que
llamen la honestidad o la responsabilidad, es simplemente pecar de reiterativo
en medio de confrontaciones que aclaman estos valores sin mayores resultados
fácticos. Primeramente, debe entenderse que las realidades son complejas. La
complejidad, diferente del carácter de complicación propio de toda situación en
permanente desarreglo, está estructurada por la sumatoria de variables que
exaltan la naturaleza epistemológica, deontológica y ontológica de toda
consideración que toque al hombre en cualquiera de sus manifestaciones al
momento de éste interactuar en lo político, social y en lo económico. Incluso,
en lo ideológico.
No obstante, hay también maneras algo llanas para
destacar la complejidad de la cual se reviste todo proceso y realidad que
involucre al hombre. La comunicación es uno de ellos. Sobre todo, si compromete
al periodismo como complemento del proceso de socialización por el cual todo
colectivo, grupo o sociedad permite informarse con el propósito de tener el
mejor, oportuno y veraz conocimiento de las realidades por donde ha de
transitar y decidir su vida. Por eso, el periodismo, es mucho más que la
comunicación. Aun cuando se le endilgue el carácter social. Pero a pesar de
ello, el periodismo rebasa sobradamente cualquier intención de comunicar entre
factores que integren el mundo.
Decir que el periodismo se celebra asimismo
continuadamente, es tanto como explicar todo lo que su praxis envuelve. Así que
manifestarlo con tal elocuencia, es al mismo tiempo exaltar la naturaleza del
ser humano dado el carácter iterativo que en términos de su conducta y su
inteligencia, lleva a relacionarlo exponencialmente con sus pares,
condiscípulos, coterráneos, colegas, vecinos, familiares, amigos y compañeros.
En el epicentro de dicha relación, se suceden hechos que tocan el ámbito
político, económico, social, religioso, militar, científico, tecnológico,
humanístico, deportivo y artístico. El interés que cada una de las diferentes
actividades despierta en el conglomerado, se convierte en causa de noticia. Por
esta razón, el periodismo emerge para entonces prenderse de las mismas con el
propósito de encauzar la información que
pueda convocar las reacciones necesarias a fin de insuflarle fuerza a los
hechos acontecidos.
Afirmar que el periodismo se celebra asimismo en el
tiempo y en medio de cualquier espacio, es reconocer en la praxis su infinita
capacidad para mediar intereses y necesidades que determinan en el hombre
formas de integrarse al mundo en el cual suscribe y reivindica su pensamiento y
actuaciones. De ahí que exaltar el oficio del periodista en términos de lo que
comprende el periodismo, no es tan fácil como pudiera parecerse.
Particularmente, cuando el periodismo se concibe desde la óptica de la
política. Para la democracia, es su más apegado aliado pues en su ejercicio le
apuesta a todo cuanto derive en su beneficio dado que sus fines llevan la misma
dirección. O sea, la consolidación del desarrollo económico y social en
concomitancia con la justicia, la igualdad y la solidaridad. Pero en un sistema
político cómplice de regímenes dictatoriales, o se junta a sus perversiones o
se convierte en su más insidiosos disidente y por tanto más peligroso dado el
tenor de sus preceptos de libertad.
De tal modo que el día del periodista debe verse como la
oportunidad para exhortar las libertades y los derechos desde los anhelos y
principios de la democracia. Por eso deberá reconocerse al periodismo: emblema
de libertad.
VENTANA DE PAPEL
FORMACIÓN UNIVERSITARIA “EN PICADA”
La insuficiencia
presupuestaria, no sólo tiene bloqueado el desarrollo de la Universidad
autónoma en cuanto al modo de ejercer su institucionalidad. También las
consecuencias que esta condición ha generado, están imposibilitando garantizar
la calidad educativa de los procesos enseñanza-aprendizaje en alumnos de
carreras técnicas, médicas y odontológicas al negarle condiciones de estudio
necesarias a sus momentos y niveles de formación.
Dicha situación
viene dándose, especialmente, en facultades y escuelas comprometidas con la
capacitación de profesionales cuyos planes de estudio contemplan prácticas y
laboratorios basados en requerimientos de materiales de trabajo importados.
Pero la explicación a este problema no se queda en el desabastecimiento o
carencia que afectan estos programas de estudios.
Tan grave
inconveniente que está padeciendo la Universidad autónoma, tiene otra razón que
bien se encuentra en la intención de atropellar la autonomía universitaria con
la perversa intención de restarle condiciones académicas. Ello, con la idea de
someterlas bajo amenazas de asfixia económica y de agobio institucional.
Esta
precarización que perjudica abiertamente objetivos de crecimiento y
consolidación de la razón de ser de la Universidad autónoma venezolana, pone al
descubierto limitaciones conceptuales de un régimen cuyos gobernantes no sólo
actúan alevosamente en virtud del sesgo ideológico que direcciona sus
apreciaciones personales, profesionales y por tanto, en el plano burocrático.
Igualmente, en el terreno de la política.
Así que de cara a
las contraproducentes realidades que están resultando de una gestión
gubernamental profundamente esquizofrénica, no hay duda de estar en presencia,
entre otros múltiples problemas, de una formación universitaria “en picada”.
VIENTOS DE
LIBERTAD
Las tendencias
político-electorales en Venezuela, a propósito de los venideros comicios
parlamentarios, aunque signadas por la incertidumbre, apuntan en dirección del
restablecimiento de lo que pauta el ordenamiento jurídico nacional en pos de
los derechos y las libertades individuales y colectivas. En medio de tan
enfrentadas realidades, las angustias encauzan posturas y reacciones de parte y
parte. Sólo que las preocupaciones azoran y azotan a la gente afecta al alto
gobierno toda vez que el hecho de saber que sus agobiadas estrategias y pesadas
tácticas no están logrando los resultados esperados.
La menguada
popularidad del presidente de la República, sumada a la molestia que vive la
población a consecuencia de las obtusas medidas impuestas por el Ejecutivo
Nacional tanto como por la desidia propia de la ineptitud demostrada en ya más
de quince años de “revolución bolivariana”, ha provocado una evaporación del
apoyo que en un principio tuvo el extinto presidente militar en respuesta a su
populista verborrea que exaltó el ánimo de muchos venezolanos.
Ahora, la
situación política se le puso “color de hormiga” al régimen pues los problemas
superaron sus presuntas cualidades de gobernantes. Las dificultades por las que
atraviesa la economía venezolana, en respuesta además a la caída del precio del
petróleo y a las intervenciones en el cambio de divisas, destrozaron la
economía de forma tan violenta que ahora el país casi ha quedado a la deriva de
las transacciones internacionales. La falta de dólares para importar comida,
alimentos y medicinas, al lado de la inflación e inseguridad dominante, ha
hecho que la población se moleste y vote contra la continuidad del régimen.
A juicio de
distinguidos entendidos en materia de política latinoamericana, como quien
fuera presidente de Bolivia, Jorge Quiroga, “no hay dudas de que la oposición
democrática salga victoriosa de los comicios del próximo 6-D”. El ex mandatario
boliviano, entrevistado por la agencia de noticias Efe en el marco del Fórum
Mundial de Medio Ambiente-Brasil, no descartó una reacción de Maduro ante una
posible derrota electoral. Frente a tan duro golpe, manifestó que “el régimen,
desesperado, usará artimañas, fraudes y agitará un conflicto externo artificial
con Guayana o Colombia para generar una distracción”.
Ante tan grotesca
excusa, no sería difícil para el régimen, suspender las elecciones argumentando
un “estado de excepción” para así continuar disfrutando las mieles del poder.
No obstante, sería cuesta arriba proceder de esa forma pues el país político ha
adquirido la necesaria cultura para sacudirse arbitrariedades de tan escueto
tenor. Más ahora cuando han comenzado a soplar vientos de libertad.
"Cuando quienes ejercen el periodismo lo hacen a merced de valores fustigados por la dinámica de un sistema político imbuido en el personalismo y la corrupción, su praxis se torna fútil pues se utiliza para alabar equivocadas coyunturas que desdicen del sentido de las libertades fundamentales"
Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
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