La ceguera y
vanidad del Presidente Juan Manuel Santos hacen que él no pueda ver cabalmente
la realidad del país que supuestamente gobierna. Hace un poco más de un año,
cuando el campesinado colombiano como un solo hombre, estaba en paro nacional
para protestar la desidia gubernamental para el agro, la respuesta de Juanhampa
fue decir que el tal paro agrario no existía. Absolutamente extrañado de la
verdad del sentir popular. Ahora comete de nuevo el mismo error, justamente
cuando los criminales de lesa humanidad, los narcoterroristas de las Farc
arrecian su escalada terrorista contra el pueblo colombiano, Juan Manuel Santos
nos sale con la insólita “ boutade” de que “ prácticamente ya estamos en el
posconflicto”.
En qué país vive
el Presidente Santos? Obvio, como pasa casi más días en el extranjero que en
Colombia, disfrutando de manteles exquisitos, cocktails palaciegos, y derroche
de sus comitivas en las más lujosas tiendas del extranjero, y cuando está en el
país, no se digna a tener contacto con los ciudadanos de a pie, sino que imita
en la casa de Nariño el estilo de vida que lleva en el exterior de lujo y
ostentación, el Presidente Santos no tiene ni idea de lo que realmente sucede
en país. Otra hipótesis no excluyente de la anterior aseveración es que es un
mitómano irredomable que nos cree pendejos a los colombianos, pensando que nos
puede engañar con sus fantasías respecto a las Farc.
Lo cierto es que
por alejamiento de la realidad nacional y por perversión de querer hacer una hipnosis
goebbelina a los colombianos, el Presidente Santos con su engaño respecto a las
capitulaciones que el gobierno hace en nombre del Estado a los narcoterroristas
de las Farc, está perdiendo toda credibilidad y esto conlleva a su
impopularidad en el pueblo colombiano, que con su magro 27% de aceptación lo
acerca a los ínfimos niveles de sus
adláteres del Socialismo del Siglo XXI, Rouseff, Correa y Maduro.
Cuando como
consecuencia de que Santos desechó la
Política de Seguridad Democrática de Uribe, las Farc recuperan territorios, se
rearma y cometen la mayor cantidad de atrocidades terroristas desde el 2010:
ataques a poblaciones civiles, secuestros y extorciones a granel, reclutamiento
de niños, voladuras de oleoductos y torres eléctricas, asesinato con tiros de
gracia a militares y policías y un largo etcétera de crímenes de lesa
humanidad, el Presidente Santos amén de una magnanimidad que raya en la
traición de la Patria, no tiene otra salida sino tratar de convencernos de que
ya estamos en el posconflicto.
No puede haber
posconflicto, cuando nunca ha habido conflicto, pues éste no ha sido sino una
estrategia de Juanhampa y sus secuaces de la mermelada nacional para equiparar a los criminales de lesa humanidad
con nuestros héroes de la patria, los militares y policías y si con esa
consigna se quiere hacer entender un estado de paz y superación del vandalismo
por parte de los narcoterroristas, nada más alejado de la realidad, pues el
país está precisamente es transitando hacia el extremo opuesto, el volver a ser
un Estado fallido, por la recuperación territorial y de poder de fuego de los
criminales de lesa humanidad de las Farc.
Por todo lo
expuesto no queda otra conclusión que copiando el decir del Presidente Santos,
expresemos clara y firmemente que el tal posconflicto no existe.
Alberto Lopez
alopezn62@hotmail.com
@alopeznunez
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