RAFAEL BELLO, VENEZUELA CADA SEMANA

Eran otros tiempos. Paseos con la familia y los amigos en un clima fraterno sin el menor asomo de violencia y trágicas consecuencias. La seguridad ofrecía oportunidades para el desenvolvimiento social. Había entusiasmo en la vida venezolana y desde lejos se advertía un país con inmensas posibilidades para las iniciativas creadoras. El régimen de libertades públicas permitía la diversidad del pensamiento político y el sistema electoral cumplía el trazado institucional dentro de un esquema de honestidad y vigencia de libertades públicas.  Ya no lo es.

 Los cuadernos de votación quedaron a buen resguardo después de negarse la solicitud de revisión, por lo que ya nadie duda tanto dentro como fuera de nuestras fronteras patrias de la “idoneidad electoral”. No mostraron los cuadernos de votación porque pendejo se muere chiquito. La dirigencia opositora electorera demostró ausencia de consistencia viril. “Esos son unos tontos si creen que les vamos a mostrar los cuadernos de votación. Y todo se quedó en silencio”.

 Pero hay, ahora, movilizaciones que no concuerdan con la cobardía que ya cuesta cientos de vidas y saqueo de las arcas de la nación.

  Ahora, cuando los estudiantes valientes del Táchira, Mérida, Zulia, Caracas, Bolívar, Aragua, Carabobo y otras regiones del país, en una constante lucha democrática en las que muchos han sufrido las consecuencias de la opresión: asesinados a mansalva y encarcelados, el país vuelve la mirada a sus muchachos que toman en sus manos las banderas de la libertad y la unidad nacional, en actitud de patriotismo militante.

 Y es que el pueblo venezolano se ha dado cuenta que la fuerza de la lucha contra la destrucción de Venezuela en sus recursos y bienes fundamentales, está en ese estudiantado que patea las calles en todo el territorio nacional con el tricolor nacional siete estrellas en el corazón, el espíritu de libertad en su fe de lucha y la razón de sus convicciones democráticas en la actitud soberana de su ideario.

 No hay reposo porque la sociedad venezolana vive un clima de violencia y destrucción inconcebible. Cada semana, solo en la región capital los homicidios dejan plasmada una realidad de violencia que sobrecoge y deja un cuadro desolador que se registra en Venezuela con una tasa de homicidios que dice todo lo descompuesto que tiene lugar no tan solo en la región capital, sino que abraza a otras tantas regiones de nuestro país. Regiones donde antes reinaba la paz, ahora la inseguridad deja la nota roja en la carga terrible de homicidios.

 Cada semana en Venezuela la inseguridad constituye el cuadro tenebroso de ese clima de descomposición que desde hace años tiene lugar. Y es que tiene preeminencia el accionar de la precariedad de valores y principios en la orientación y conducción del ejercicio del poder en abierta manifestación de la vulgarización como elemento sustitutivo de la inteligencia, el saber, la honradez y la conducta idónea en la orientación y conducción de la función pública. Eso deja ya este desenlace terrible que envuelve a la  sociedad venezolana donde la vida está expuesta cada instante. Todo esto es producto de este clima descompuesto que crispa la piel y llama a la unión de la sociedad en general para ponerle fin a lo que tanto daño causa a los venezolanos.

 No cesa en lo absoluto el dolor por la pérdida del ser querido a manos del hampa y, a manos también, de cuerpos policiales y bandalaje de paras que no tienen miramientos al momento de disparar contra los jóvenes que luchan por la vuelta a la armonía y la paz entre los venezolanos.

 La ola de violencia contra los estudiantes ya sean varones o hembras, no tiene límites. Esa ola de violencia armada del régimen contra niños que levantan en sus manos de Gloria Sacrosanta el Tricolor Nacional con sus Siete Estrellas de Unidad de Venezuela es, ahora más que nunca, el sentimiento profundo que avanza con el vigor de la gloria y la historia de libertad: de este a oeste y de norte a sur, en la extensa geografía de Venezuela, de la Libertad y la Democracia.

Rafael Bello

bello.rafael@yahoo.es

@unidadylagente

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